Partida Rol por web

Adelita observó la versión de su dibujo. Tomó aire inflando y sacando pecho mientras la caracola de Juan volvía a esta pegada a su cintura con la funda de Privilegio. Los ojos como platos apuntaron directos a Nival ¿¡Como pude estar tan ciega joder!? ¡Tienes razón, ¡así se parece mucho más a mi COÑO que al tuyo joder! Desenfundó a Privilegio con teatralidad, y Opresión giró por encima de su cabeza. Y su cabeza giró arrugadísima de rabia hacia Mugen. ¡De oro! ¡DE ORO JODER! Y vayan a darse por culo un rato y vuelvan cuando sepan qué posición tomar. 

Al dejar de gritar, el rostro entero se arrugó hacia su cicatriz, y como una onda expansiva saliendo de las arrugas en formación, su cuerpo apuntó hacia la flecha que había marcado Nival en el suelo. Los brazos armados se extendieron hacia atrás como unas alas peligrosas y puntiagudas, tensionando toda la fibra y proteína en los brazos de Adelita. Ahora tendré que descargar frustración con ese pobre árbol joder. Por tu culpa Parche. Empezó a correr. ¡Por tu culpa Perro! Ya tenía una buena carrerilla. ¡POR TU CULPA ADELITA! Y Adelita saltó.

Adelita voló como águila hasta arriba de cafeína, enojada con esa hija de la gran puta a la que llaman naturaleza, y aún más con sus putos hijos, y sus armas embistieron a un árbol cercano a las cuatro posiciones que había marcado Nival. Mientras miraba a los alrededores con espasmódicos giros de cabeza, le gritó al árbol: ¡HAHAHAHAHA! ¡Te maté! ¡hiHAheHuHOHOHAHEhee! ¡TE MATÉ JODER!

Cuando todos bajaron el zetsu supe que habian entendido, pero habian obrado mal. Me lancé para atrás al tiempo que Adelita saltó y comencé a convocar el arma. Aun no había probado que funcionara esa técnica. Saque ambas manos de la capa, me arrodillé y dispuse como si estuviera apuntando un arma. Mientras esta se iba materializando. Un haz negro aparecio en mis manos, pero aun no estaba listo, era inmaterial, pero sentía como se hacia pesado. Tardaría demasiado. 

Dejando el haz oscuro en mí mano izquierda, hago aparecer un cuchillo en el aire con acceso rápido y lo atrapo antes de que caiga, sosteniendolo con la punta hacia abajo. No me tomarían desarmado mientras esa cosa aparece. 

Todo marchaba bien. Aún no se habían dado cuenta, pero usuarios de Nen los estaban persiguiendo. Ninguno lo sabía bien, pero la insersión fallida de Phryne y Kuroko al sistema delató una posición anterior a esta, dónde los Moguris de la Hacker parecían haberse reunido. Sakura intentó Hackear su Neko y robar la información que el Moguri almacenó, sin embargo, la chica la destruyó sin dudarlo junto a los sueños y esperanzas de Ginnei. Aún así, ambos eran fuertes y no estaban dispuestos a renidirse.

Sakura, al no poder tomar tan valiosa información, decidió que lo mejor que podría hacer era enviar observadores a dichas coordenadas. Finalmente, con el grupo dividido en dos, lo mejor que podían hacer era seguir y reducir al grupo menos numeroso... O quizás eran varios y se habían dividido para seguir a los dos grupos?? Si fuese así, mala idea de su parte...

Aún así, hasta ahora no habían enfrentado a tantos miembros de Luna Negra como para saber cómo eran sus estrategias o sus verdaderas habilidades...

Nival fue el primero y único en notar dichas presencias, por lo que, pese a señalar vagamente las direcciones en que dichos enemigos se encontraban, entre TANTOS árboles, acertar era cuestión de suerte... Los cuatro observbaban pacientes, sintiéndose seguros de sus escondites y sus habilidades. Fue entonces que Nival reaccionó con brusquedad borrando el mapa. Hasta allí, todo iba bien, pero sin dar explicaciones de su plan dibujó en la tierra algo que no alcanzaban a ver. Era sospechozo, en especial porque portaba un ojo dando vueltas a su alrededor. Posiblemente era un buen observador. Los habría descubierto e informaba a sus compañeros??

Uno de ellos hizo una señal al resto, decidieron hacerle caso y esperar, no era el mejor momento, no estaban tan lejos del otro grupo, y si el otro grupo aún no se había movido de su posición darían a conocer su presencia con una batalla poniéndose en apuros. No habían llegado tan lejos en la organización pensando con el culo, estos usaban la cabeza.

Uno a uno fueron asintiendo al plan de Nival, a la vez que apagaban su ZETSU. Algo andaba mal. Fue entonces cuando todos los enemigos al unísono decidieron prepararse. Al unísono apagaron también su ZETSU y entraron en REN, preparándose a atacar, mientras que adelita se levantaba con sus armas en mano. Era obvio, habían sido descubiertos.

Quizás otra persona, conociendo la excentricidad de Adelita, hubiera entendido que está loca y cuando se cabrea se desquita con los árboles, pero no la conocían, y veían la frase "Ahora tendré que descargar frustración con ese pobre árbol joder." como una escusa trivial para esconder sus intenciones de atacar a los enemigos ocultos.

Al mismo tiempo que Adelita atacó, atacaron ellos... Uno de ellos se lanzó a por Nival viendo que estaba desprotegido y materializando alguna especie de arma. Atacó con una especie de Rapier impulsándose con fuerza para clavarla en el cuerpo de Nival, intentando provocar un daño severo clavándola en algún punto importante de su fisionomía.

-No te dejaré usar tu técnica, amigo- Dijo con un tono desafiante mientras mostraba sus dientes

Otro más, uno muy grande, apareció de entre unos arbustos lanzándose contra quienes creía eran los más débiles. La figura de ese mastodonte era comparable a la de Fredek, sin embargo parecía más un afroamericano que un inglés. En su salto, parecía haberse decidido, atacando entonces a Juan, esperando disminuír su número en una solo ataque.

-I WILL CRUSH YOU!!- Soltó con rabia mientras la baba se le escurría

El tercero cayó del árbol cuando Adelita impactó con fuerza, quedando cerca de esta, y viéndose incapacitado para actuar.

-M-Mierda, menuda bestia- Soltó por lo bajo al caer de culo mirando a Adelita, asombrado por la fuerza con la que impactó moviendo el árbol

El último, invisible para todos excepto para Nival, desapareció del radar de su ojo entonces. Ahora ya no estaba... Al parecer, era un tipo sigiloso.

Mientras todos charlaban entre sí, Akemi ponía sus hilos naranjas en Nakamura y Kuroko, para luego hacerlos invisibles con IN. No quería aceptarlo, pero le daba miedo que algo le pasara a Nakamura si lo dejaba dentro de la Jaula con ese otro tipo extraño. Aún así, Kuroko habló con todos ellos para calmarlos y explicar el plan, pero primero, aclararía un detalle.

-No podemos involucrar a más personas, en especial quienes no poseen Nen... Quedé en verme con unas personas más, pero al parecer aún no llegaron... Son 6. Rellik era uno de ellos, por lo que si no avisó nada, es muy probable que esté muerto... Posiblemente el resto sufrió la misma suerte...- Yuki y Natsume parecieron entristecer con el comentario de Kuroko, Rellik era parte del equipo, y aunque lo consideraban un tipo raro y callado, era muy útil, y hubiera facilitado enormemente esta misión pudiendo infiltrarse.

Aún así, Kuroko no se detuvo, y de modo profesional, continuó explicando el plan.

Hiro usaría sus clones para crear una cantidad falsa de enemigos. Lo mejor sería tenerlo afuera de la jaula, pero muy posiblemente quedaría atrapado a menos que tenga una forma de manejarlos a distancia. -Si entrasen tus cuatro clones y tu, serían 5 personas- Dijo sin saber cual era el límite de clones ni las cosas que Hiro pudiese hacer con ellos, ya que no había visto su técnica al %100. -Si ellos pueden atacar, procura que lo hagan pero no se esfuercen. Yuki no atacará. Tú también procura atacar con cuidado- Dijo entonces a Nakamura -De ese modo Yuki no saldrá herida, y si nadie dentro de la jaula muere, su propietario no podrá desactivar la técnica- Soltó con una sonrisa maliciosa. -La idea es que lo mantengan atrapado la mayor cantidad de tiempo posible para que no me interrumpa-

Mientras tanto, Akemi terminaba de poner el hilo a Nakamura, mientras con una caricia en el pecho soltaba un -No te mueras... Volveremos a ayudarlos cuando terminemos, solo... Cuídate hasta entonces!- Soltó dando un saltito para abrazarlo del cuello y besarlo. Quizás no se volverían a ver por mucho tiempo, era un momento importante para Akemi ahora mismo.

Kuroko continuaba su monólogo mientras los otros se despedían -Phryne y Garou también deberán entrar a esa jaula, para entonces liberarse usando los portales... Copiaste la técnica de Phryne??- Le preguntó al niño, quien solo respondió con un -No me la quiere prestar- Mientras cruzaba los brazos a modo de rabieta. El vendado solo miró a Phryne a los ojos. La mirada decía todo ya... Estaba bastante cansado y la actitud de la muchacha raramente cambiaba, por lo que suspiró pesadamente y soltó un -Cómo quieran, hablamos de su supervivencia, no la mía- Para luego girarse y preguntar a todos si habían entendido el plan.

Era simple. Atacarían los que tenían que hacerlo, luego de que Kuroko escapara de la jaula, los demás entrarían a la base enemiga. La idea era acabar con los examinadores y los mafiosos infiltrados al examen de cazador.

Pasaron unos minutos más de caminata hasta que llegaron a un claro, y en medio de este, una especie de montaña. Si bien los árboles eran más altos, por lo que podría considerarse una colina, era una formación rocosa. En uno de los lados había un hueco oscuro, posiblemente una entrada. Desde donde estaban, podían ver a dos personas... Una parada en mitad del claro, mirando hasta donde ustedes estaban, ese era el mayordomo. El otro, era Harrison, quien estaba sentado en la parte más alta de la pequeña colina rocosa. No parecía haberlos descubierto aún, pues, miraba aburrido en todas direcciones mientras sorbía un café de una tasita pequeña.

Fue Harrison el primero en hablar, hablando con el mayordomo y soltando un -Jaime, querido, de verdad no quieres probar mi té?? Son exquisitos!! ♥- Dijo con su voz afeminada y sus gestos melosos. El mayordomo, con calma y educación respondió sin apartar la mirada de los arbustos con un ligero -Oh, lo siento, pero... Sería descortéz beber una infusión cuando tenemos visitantes... Por qué no les ofreces a ellos??-

Harrison pareció entender rápidamente lo que Jaime intentaba decir, por lo que trató de forzar la vista para verlos. Hasta donde parecía, le costaba trabajo, y no le daba buenos resultados.

-Mierda, ya nos descubrieron??- Soltó Kuroko. Ahora! Y tras esas palabras se lanzó a atacar. Cada quien tenía sus posiciones asignadas, sin embargo, no tuvieron tiempo de prepararse... Deberían improvisar...

Estando en el suelo, no podías ver mucho. El disparo dejó tus sensibles oídos sumbando, por lo que tampoco oías nada a excepción de ese molesto pitido. Sin embargo, tu olfato estaba intacto, y mejor aún, la bala era real pese a estar recubierta de Nen, por lo que el olor a pólvora era fácilmente detectable. Allí estaban entonces... Tres personas escondidas...

Una de ellas emanaba un asqueroso olor a sangre, aunque, en cierto modo, familiar. Podrías sentir cierta melancolía si te quedabas más, pero no era el momento de sentir melancolía, y tampoco eras la tierna y pequeña Jess. Ahora querías matar a los hijos de puta que te atacaron!

Comenzaron a hablar entre ellos. No podías distinguir lo que decían, solo eran balbuceos o el pitido no te dejaba oir con claridad. Sin embargo tu olfato no te engañaba. El tercero de ellos, uno con un olor a sudor horrible, se venía acercando hasta donde estabas. Poco a poco recobrabas el sentido del oído y el pitido desaparecía

-Joder... Sí la mataste! Qué idiota eres, el jefe nos hubiera ascendido por llevarla!- Soltó entonces.

El de olor a pólvora replico secamente -No seas idiota, no serviría de nada!! No ves su cola y orejas?? Es una alterada!! seguro está del lado del vendado que busca Hime-Sama... Jaime nos dará un montón de estrellas por esta hazaña!- Dijo entonces.

El de olor a sangre no parecía hablar... Típico asesino callado... Podías plantearte su imagen en tu cabeza: Un tipo alto y delgado, seguramente con mirada fría y una daga en la cadera. Quizás hasta con el rostro tapado, vestido de forma ligera y secilla... Casi un ninja dirías! A saber por qué la imagen mental, aunque quizás era exagerada... Lo sabrías al verlo quizas... o al destriparlo!

Fue entonces que sentiste que algo te tocaba la espalda. Parecía un palo de madera o algo similar, te tocaba de lejos. -Sí?? Pues.. Entonces será mejor llevarla muerta!! Jejejeje, por eso eres un genio Hein! Lo ves?? No hacía falta que vinieras con nosotros!! Podemos hacerlo solo, verdad??- Parecían hablar entre ellos, quejándose quizás de la compañía del asesino... A saberse...

Pronto se acercó más. Estaba agachado. Con tus ojos entreabiertos pudiste ver una silueta... Era un tipo gordo, rozando la obesidad. Se acercó a tu rostro entonces corriendo tu pelo para ver tus facciones -Ohhh, que miedo Hein, tiene colmillos!! Vaya desperdicio, tenía buen culo... Oye, puedo??- Dijo entonces -Maldito cerdo asqueroso!! Está bien, pero que sea rápido!! Y tú la cargas!!- Soltó el de la pólvora.

Repentinamente, con el salto absurdo de Adelita todo se transforma en un caos. Solo veo a tres personas "cerca", contando al que Adelita ha tirado del árbol, pero hay algo distinto que aparece.

- Ahora vas a poder divertirte, Hades. -digo en voz alta con una sonrisa macabra.

Miro ligeramente hacia el lado y me parece ver la figura encapuchada a mi lado, con su "sonrisa" fruto de no tener piel, momento en el que recito el canto que ya varios de aquí conocen bastante:

Yo, quien hoy cierra los ojos a la vida
soy el recipiente y la guadaña del Dios de la Muerte
mi luz y mi mente son mis monedas de plata
¡acude a mi llamada, Hades, y reclama las almas de los impuros!

El tiempo pareció ralentizarse mientras soltaba estas palabras, y la transformación no fue menos sutil: monedas en los ojos, el pelo oscurecido y apelmazado como si formase una capucha negra, en la frente el resto del collar de plata vieja como si de una corona se tratase, la piel pálida y cadavérica, pegada sobre los músculos y huesos como reseca, y las sombras de toda la zona convertidas en las caras de las almas en pena que reflejaban el horror del tártaro, quizás incluso algunas de las que habían poblado la isla.

- ¿Creéis que sois los primeros que piensan en vencer a la Muerte, niños de teta? JAJAJAJAJAJA. -proclama una voz cavernosa y terrible mientras una sonrisa divertida y amenazante se forma en esos labios resecos.

Con la mano derecha, sujeto el cuello para hacerlo tronar mientras se acercan, sin perder esa maldita sonrisa mientras tratan de alcanzarnos.

Con un simple gesto de la mano izquierda, con el arma aún sin desenvainar por el ataque repentino, causo que de entre el suelo y las rocas avancen las distintas partes de una cadena hecha de agua que se cierne sobre los dos atacantes con presteza, teniendo partes más gruesas y más finas para detener sus movimientos por completo, tratando de evitar que golpeen a esos dos.

Tras la embestida al árbol que algún karma tendría para merecer el golpe, Adelita dejó clavada la espada en su tronco, todavía vibrando por el impacto (y la emoción). Y cuando el tipo cayó cerca de la bestia menuda, esta le obsequió su mueca asimétrica más ¡hahahahahahahaha! ¡que rama más rara! ¡COMO TU PENE! Y con esa misma mueca asimétrica combinada con una muy satisfactoria sonrisa de satisfacción y diversión alargó una mano para perseguir a "la rama". 

Adelita se movía con ritmo, casi parecía que bailaba hacia la rama... 

Lo siguiente fue agarrar al mafioso-rama por un pie. HAHAHAHA. Lo levantó tan alto como pudo, y mientras llenaba el espacio de ¡TODO HA SALIDO COMO ADELITA PLANEÓ! el cuerpo del mafioso-rama descendió con fuerza adelitesca en dirección al Privilegio clavado en el árbol del karma. ¡DIOS ME AMA MÁS QUE A NADIE! ¡hahahaha ¡IMBÉCIL!

Y luego de eso, no iba a soltar a la rama que se encontró. Todavía podía jugar mucho con ese palo. 

Las mejillas sonrojadas quedaron atrás, apagando cada una de las emociones que pudieron haber en ese rostro tan claro de la chica, y dieron paso a un estoico gesto que se mantuvo mientras caminaba al lado de Kuroko, y durante esos 15 minutos, la chica seguía usando su Neko, sin tropezar ni dudar en su paso, incluso es más, su armadura, el traje color blanco que tenia, de pronto pareció cambiar ligeramente de color, no, de hecho no fue de color, fue como si los pixeles de los cuales estaba formado brillaran tal como escamas.

La chica, que iba con su nariz metida en su computadora se inmutó sólo cuando el mismo Kuroko le dirigió la palabra, sin siquiera sentirse eludida o sentir algo de vergüenza por la rabieta que el pelopincho había hecho, de hecho solo respondió: yo voy con ustedes...— nada más, refiriéndose que no necesitaban a otra persona con aquella habilidad, además, podría abrir portales dentro lo que le serviría para saber cual es su límite de portales al mismo tiempo. Un interesante experimento. 

Y así, sin mucha preparación, sin mucho preámbulo, incluso antes de que la chica pudiera echar mano a su sigilo, donde era bastante buena, debieron entrar en combate, lo que era obvio, eran muchos y venían todos juntos, pero era mejor así, atacar directamente, el primer asalto y sin dudar. Por eso, Phryne terminó de teclear algo y delante de ella se formó una nube de colores y que sonó literalmente : Puuff.

Tras el efecto especial, un revolver de color rosado con un conejo colgando de la culata apareció en sus manos, y levantó el arma, habían dos posibles blancos, pero uno de ellos realmente peligroso, el otro podría ser contenido por el grupo y eso pensó, pensó, en realidad, ambos eran complejos, si atrapaban al grupo en jaulas, serían solo unos cuantos los que tendrían que encargarse del otro. Apretó los dientes  y bueno, a lo que venía, en un enfrentamiento abierto era mejor actuar y tener suerte. 

Suerte, bendita suerte, se dijo, si tenía suerte, podría burlarse un poco de Hiro dándole un beso por decir que el beso que Gin le había dado era asqueroso — lo que había sido muy tierno—. Si tenía suerte, volvería a ver a Gin, salvaría a su hermano y Gin la perdonaría por ser tan perra; si tenia suerte, destruiría a los de la luna negra y podría usarlo como amnistía con los de la Interpol por la última travesura que había hecho y que ahora le hacía tener el control sobre ciertas personas. Secreto.  Si tenía suerte, podría ir a ver a su padre, ¿le estarían leyendo el libro que les dejó?. Tantas cosas que se pueden pensar en un solo puñado de segundos, no, menos que segundos pero que en la mente de Phryne eran pequeñas eternidades. 

—Jaime...—Susurró aquel nombre de su víctima, el tiempo de las jaulas y que tan amablemente le habían brindado, mientras el arma era disparada, la bala de color rojo salió girando desde el cañón del revolver, dando una pequeña hipérbole antes de intentar impactar en su blanco. Phryne, no debía fallar, no podía fallar, y luego, otro disparo, y otro, tres disparos sin dudar siquiera, tres balas rojas que giraban buscando abrir la carne y hacer escapar la vida de sus víctimas por los agujeros que formaban. No mostró ni la más mínima duda, pues ella no dudaba, sus nervios de acero eran algo peligroso para cualquiera que se deseara enfrentar a ella, pues, la ojirojo era implacable y esas balas iban con la clara intensión de matarlo. Corazón, pulmones, para que se ahogara en sus sangre. Una preciosa muerte para un ser asqueroso como él, de hecho, era hasta una muerte piadosa para lo que se le podría hacer. 

Tomó en cuenta lo que dijo Ravenant, pero no supo mucho qué decirle. Al final era obvio para todos, por insolente que pudiese sonar, de que nadie compartiría su nen y sus condiciones por la cara. Ni él mismo, que se consideraba el sujeto más decente y normal de toda esta pandilla (con excepción de Akemi, claro) había compartido sus condiciones y habilidades por completo en donde solo unos pocos, contados, tenían una idea más o menos mayor de lo que él podía hacer, e incluso, no en totalidad, lo cual al final no le hacía tan decente ni nada. Al final, tendrían que ser esa gallina zombie y poder ganar improvisando, tal cual, no quedaba otra.

- Ah, si es el caso, pues me molesta. Odio tener que hacer el primer movimiento, siempre.

Frotó su nuca tras haber hecho todo lo que hizo antes, hablar con personas, pedir cierto algo, ver cierto otro algo que, a pesar de todo, no le convencía pero de momento toleraba a regañadientes y estar ya de pie, escuchando a Kuroko mientras veía a los demás partir a sus misiones propias, tal cual. ¿Ahora qué? Pensaba mientras parpadeaba y deliberaba una opción legítima a modo de solución.

Todos por lo demás se fueron, los miró mientras lo hacían y pensó en esperar a que ocurriera el cambiazo. Los Hilos Naranjos eran colocados en él y en Kuroko para ir acorde al plan de poder hacer el cambiazo a posteriori y cagarse al mayordomo cabrón, sin embargo, fue sorprendido por Akemi, la cual se le acercó y saltó para abrazarla, a lo cual él fue agachado un poco y se agachó a su vez por su cuenta para ser besado por ella y besarla de vuelta, acariciando su espalda, mirándola con... Aprecio, amor, cariño, amistad, todo junto, tal cual. Pensó entonces en momentos pasados, con ella, y con cierta otra persona, haciéndole entonces sentir algo, palpitar su corazón, mirarla fijamente y saber que tendría que confiar en ella como ella confió en él, tal cual. Tras besarla, acarició su largo y hermoso pelo que tanto le gustaba y le declaró.

- No moriré, ni tú. Hablaremos y... ¡Y lo lograremos! ¡Hagámoslo por el Grupo E, Ake, por él!

Proclamó entonces y la dejó ir tal cual, mirando hacia Kuroko que les guiaría con el "Grupo Anti-Mayordomo". ¿Qué más había que planear? Sacó su revólver mirando las cuatro balas restantes. No se preocuparía en observar y tratar las municiones que consiguió de la prueba uno de los muchos cadáveres, sintiéndose mal por habérselas sacado pero necesitándolo y si estaban en condiciones de usarse, teniéndolas guardadas. Por lo demás, preparó el revólver, su dardo con el hilo ya bien conocido y los otros pocos dardos. En su bolsillo trasero llevaba el cuchillo y su mochila a cuestas. Para él, esto era lo de siempre, todo en orden.

Quiso preguntar algo antes de poder ir pero no había tiempo ya, tenían que partir. ¡Salto súbito!

¿Qué hacer? Pensar rápido, actuar. Suponía que no tenía problema con ello. Aquí el problema era Harrison y Jaime, como escuchó que se llamaba a distancia. ¿Cómo usar las habilidades de todos de la mejor forma, siguiendo la idea de Ravenant y Kuroko pero considerando que probablemente querrían varios ir por su cuenta, como bien hizo la mujer de la tecnología e informática ahora mismo mientras pensaba? ¿Había algo que los Materializadores no pudiesen hacer? Maldita sea. ¡Pensar! ¡Usaría su Emisión y la llevaría al límite! Afiló sus sentidos y comenzó su concentración para decidir plan, observar, calcular, decidir.

Actuar.

Su Nen se manifestó y las pelotas o canicas, como cientos y miles de pequeños ojos que absorbían el entorno, incluyendo los alrededores de los oponentes sin entrar en ellos, cada área, cada segmento de topografía y todo el espacio físico, cada partícula a nivel cuántico para entonces volver, quedándose una buena parte flotando aún ahí, mirando como voyeristas hechos de aura y esperando, mientras una parte se reabsorbía hacia Takuro y los restantes esperaban expectantes. ¿Qué era eso? Quizá su modo de analizar el campo para saber si había trampas u obtener ventaja táctica, que era lo suyo.

Por ahora, nada más, si bien estaría tenso y atento.

Bajo la cabeza, apesumbrado con lo que me dice Kuroko de que quizás Rellik y el resto han muerto. Pienso que quizás esos que tenían Nen y que han fallecido podrían ser Utau y sus hermanas. Eran buenas personas y no merecían eso. Bueno, muchos de los que mueren no merecen eso y muchos de los que viven, merecerían morir. Aun así no quiero ser yo el que decida quienes viven y mueren y me contento con derrotarlos. Supongo que si alguien muere en la batalla, no hay nada de que arrepentirse, pero no volveré a matar a alguien indefenso. Jamás.

Escucho lo que dice acerca de la mejor forma de llevar el combate. Prefiere que mantengamos al mayordomo ocupado el mayor tiempo posible. Eso significa que al final lucharán Kuroko y los que queden fuera, solos contra Harrison. No sé qué tan fuerte será ese extraño tipo pero Kuroko parece ser el más fuerte de todos los que conozco. Sé que no soy capaz de juzgarlo, en el tiempo que lo vi ni siquiera tenía Nen y eso me tiene a ciegas.

"Espero que no sea tan fuerte. Solo espero que Kuroko y los otros sean capaces de derrotarlo antes de que el mayordomo quede libre. Bueno, en ese momento podremos pelear también y quizás las cosas se emparejen."

Hago otro gesto de asco y aparto la vista cuando Akemi y Nakamura se besan nuevamente. No sé por qué no pueden dejar de hacer eso.

Camino junto con el resto hasta que nos encontramos con los enemigos y no nos dan ningún tiempo pues, de inmediato somos detectados por el que supongo es el famoso mayordomo. Sin pensarlo dos veces, otros tres Hiros aparecen a mi lado. Miro a los enemigos y estoy preparado para luchar contra esta, quizás la mayor amenaza que hemos enfrentado en nuestra vida.

Me lanzo al combate, todos los Hiros a la vez, para atacar a ese mayordomo. No sé si conseguiré algo o solo usará su técnica para protegerse, pero es hora de luchar. 

Agg... que asco de combinacion de olores. Me joden el olor de la sangre... ese pestazo a sudor de obeso y el quemado de la pólvora me lo fastidiaban. Pero al menos asi pude detectar tres olores distintos... lo que significaba tres personas. Poco a poco pude dejar de enfocarme en los olores y empezó a aclararse el pitido de los oídos.

Primero escuché la voz grasosa de quien seguramente pertenecía el hedor a sudor... me confirmó que creían que estaba muerta, perfecto. Me quedé escuchando por el simple hecho de darme cuenta cuando se acercaban... tenía que estar lista. Sinceramente no me importaba nada de lo que estaban diciendo, sólo quería tenerles cerca para lanzarme... unos pasos más. Me llamaban alterada y decían que iba con el vendado... puff, en eso último no podían estar más equivocados. Por lo que iba oyendo y oliendo, el que apestaba a dulce sangre no hablaba y era el que más lejos se mantenía; el más cercano era el sudoroso; y parecía que los "malos olores" no les hacía mucha gracia tener al asesino con ellos... ya me iba haciendo un orden en el que liquidar. Quizás al de la sangre ni haga falta matarlo... pero me daré un festín con los otros dos.

Como supuse... obeso- pense mientras veía su agachada silueta, manteniendo la farsa de mi muerte y ocultando la bala tras mis colmillos. Me ha tocado... sin duda será el primero en morir. Y entonces... oi lo de mi culo, y las intenciones del obeso. De acuerdo... era el momento de dejar actuar -Je... tu no creer...- acabe soltando. Ya he oido suficiente... ¡toca matar!.

Abrí los ojos y miré al gordo a la cara, sonriendo con mi sonrisa dentada con la bala entre los dientes. Y sin darle tiempo a procesar nada, de un escupitajo lancé el pequeño proyectil de metal y nen con la potencia de una pistola, más teniendo en cuenta la muy corta distancia, derecha a su grasienta cara. Después de eso, me levanté de un salto para acto seguido embestir al que apestaba a pólvora con el codo, aprovechando la proximidad para robarle el arma con la que se atrevió a dispararme. Y después de eso me aleje un poco de ellos para verlos mejor y reirme en su cara -Jejeje... por fin... Gordo... tirador... vosotros ser presas...- dije y me reí con tono amenazante. Por fin me había vuelto las ganas de matar... ¡y lo pienso disfrutar! -¿Ser arma vosotros usar?- pregunté levantando el arma robada -Tener buena pinta...- y dicho esto, mis dientes empezaron a brillar con tono metalizado, del hecho de estar concentrando Nen en ellos. Y delante de ellos, empecé a devorar el arma de dos bocados, masticando y tragando como si estuviese hecha de comida de verdad... jejeje... ya vería que me daría, lo pienso descubrir muy pronto.

juan libero su aura antes las señales de advertencia de Luis sobre la detecion de enemigos, mejor estar preparado que ser atacado en su estado zetsu cuyo daño seria mas letal para su persona. Para cuando sucedio la accion de adela de derribar un arbol a lo random, los sentidos de Juan se pusieron en alertar, poniendolo a trabajar en buscar la ubicacion de aquellos enemigos, que como naturalmente penso Juan, ellos pronto empezarian su ataque debido a los actos hostiles de sus compañeros.

Todo sucedio en cuestiones de segundos, Juan tuvo el suficiente tiempo como para advetir la aparicion de su niggah fredek que tan fugases recuerdo le trajo (De penes grandes y no tan grandes) mientras se cubria todo su cuerpo con TEN,para recibir todo el golpe como un completo marica sadomasoquista.

El dolor era suficiente para advertirle a Juan que ese niggah es un enemigo a considerar, y con eso en mente actuo de la forma mas coherente que podria actuar en esta situacion,sacando el su espada corta y sosteniendola amenazadoramente en frente del niggah listo para combatir-¡Sape gato,menorrrrr!-saliendo corriendo como todo un hombre forjado en valentia,directo hacia la ubicacion del enemigo de Luis. Mientras el reforzaba la dureza de su espada con SHU a la vez que su cuerpo era protegido de nuevo con su aura tan apatica como siempre, listo para absorver otro posible ataque enemigo.

Juan aspiraba que su ataque fuera lo suficientemente fuerte, como para hacerle un gran daño aquel ser. Tampoco le gustaba el hecho que durante el ataque del nigah el habia sufrido una series de daños misteriosos, pero al menos el grupo tiene una ventaja estrategia de cinco contra tres. Quizas con estos,ellos puedan derrotar a sus enemigos antes que ese daño misterioso le cegara la vida a todos.

Cuando Luís empezó a prepararse y Adelita inició su ataque contra un árbol, instintivamente activé GYO para poder ubicar los enemigos, que sin dudarlo un instante, al ver nuestros movimientos se lanzaron a la batalla.

Varios del grupo nos lanzamos a por el espadachín del Raiper, mientras que una enorme mole de músculos se abalanzaba hacía Juan… si nos podíamos quitar a uno de encima de un golpe, nuestra ventaja sería aún mayor.

Salté hacía el enemigo al tiempo que desenfundaba la katana y le asestaba un golpe cargado con ese nuevo poder que fluía en mi interior.

De un momento a otro y mientras Adelita golpeaba el árbol, unos sujetos aparecieron de la nada listos para atacar, además de otro que cayó junto a la pelirroja y que pronto fue usado de plumero para limpiar el bosque. Uno de los dos que vinieron contra el grupo era un grandote y musculoso que apuntó contra Juan y lo golpeó de lleno, el otro atacó con una espada al tuerto, extrañamente, Juan escapó de su atacante en busca del agresor de Nival y Ark, también cerca del rapero, fue junto a él. El malandra se interpuso en el camino del grandulón hacia los dos que se fugaron.

-Yo voy a ser tu oponente, morocho.

Mugen desenvainó su katana listo para atacar