Partida Rol por web

Niño observó el penoso intento de Ginnei de ayudar al sacerdote, y no pudo evitar intentar él mismo de ayudarlo. Sus manos estaban manchadas por la sangre de cientos de inocentes, personas que al igual que él buscaban libertad y una vida diferente a la que tenían... Pero los mató... Para vivir...

Ahora tenía una vida nueva, ya no estaba obligado a matar, estaba decidido a proteger la vida, para que las vidas de todos los que perecieron a sus manos, no haya sido en vano. Corrió entra la multitud con excesiva agilidad y de un solo puñetazo noqueó al ya lastimado Gerlink. Con su cuerpo sangrando por los disparos y noqueado, sus amigos corrieron a socorrerlo, dedicándole una fulminante mirada a Niño, quien por segunda vez golpeaba al aporreado bandido. Ninguno hizo nada, quizás el niño los había intimidado, o quizás les importaba más la vida de su compañero... Pero se llevaron a Gerlink a un rincón para sanarlo.

Uno de ellos miró al cura, quien se encontraba moribundo en el suelo... No pensó que pudiera vivir, allí lo dejó estar... Ya su amigo había logrado arrebatarle la vida al sacerdote, o al menos eso creía.

Niño ahora había salvado la vida del sacerdote, quien parecía pedir clemencia con la mirada mientras sujetaba el pantalón del chiquillo...

La muchacha de pelo rosado rápidamente propuso que formara parte de su grupo. Baje la mirada hacia ella y me quede mirándola durante un momento. Aunque centraba la atencion en ella mi mirada parecía estar en otro lado. ¿Cuantos años tendría ahora?. Aparte los pensamientos de mi cabeza.- Es algo que tengo que pensar mejor.- Respondo finalmente. No pensaba que fuéramos compatibles. Básicamente prefería no juntarme con niños, y menos que se distrajeran tanto...Por otro lado era mejor dejar las opciones abiertas por si el examen de Cazador requería grupos y no conseguía entrar en ninguno en el que los miembros me llamaran la atención.

En ese momento Viene hacia nosotros un niño de pelo rubio y empieza a hablar sobre mutua ayuda. Estaba mirándole mientras pensaba que, para ser tan joven parecía tener buena dialéctica, cuando su ultima frase me descuadro ligeramente. Mire hacia donde había señalado para ver como un muchacho lanzaba por el aire de una forma extraña su mochila. Justo cerca de ellos están Ruud y su agresor en los cuales no estaba prestando mucha atención. Aquella pelea parecía terminada. O eso pensaba, hasta que un niño salto dándole un puñetazo en la cara al agresor y noqueándolo. En cuanto los amigos del que estaba atacando al cura llegan me pongo en tensión. Que peleasen de esa forma adultos me daba igual pero si intentaban pegarle a un niño... Ya tenia la mano en uno de los revólveres cuando veo que quizá intimidados, o quizá preocupados por su amigo parecen dejar al niño en paz al cual el cura empieza a tirar del pantalón.

Mi mano se aparta del revolver y se cierra en un puño haciendo que la circulación se cortara en los nudillos durante un momento. Finalmente abro la mano intentando relajarme y busco la petaca  para darle un trago.- Espero que me comprendáis, pero viendo la gente que hay aquí....- Digo tras acabar de beber y abarcando con la mano la sala.- ...No es que una pueda fiarse de cualquiera fácilmente. Podríamos apartarnos un poco y conversar, a los mentirosos siempre se les detecta rápido.- Comento tranquila dirigiéndome al niño. El plan que comentaba era bueno, siempre y cuando uno de los grupos no acabara usando esa posición favorable para traicionar a los otros.

Finalmente, cuando llegué fue tarde. Por suerte, no para el sacerdote, sino para detener al matón que iba detrás suya. Que demonios pasa en este sitio... Todos son luchadores experimentados... ¿Tan igual les da a todos una vida como para no mover un músculo? Hervía de rabia. Sabiendo que había otro enemigo en la sala, dije algo en voz baja al chico para evitar ser escuchados. Por suerte, entre el combate y el revuelo era muy difícil que alguien pudiera oírnos.

- Buen trabajo. Si no fuese por ti, estaría muerto. Levántalo cuidando mucho la cabeza y el abdomen, y llévalo fuera, donde no lo pueda ver un tirador. Cubriré vuestra salida, después llama a emergencias y pide ambulancia y policía. Cuando salgas, buscaré mis cosas para practicarle primeros auxilios... Y mantente en guardia si sale cualquiera con pistolas, salvo si es el del parche. Él es de fiar. -se notaba que tampoco quería cargarlo todo de golpe al chaval, pero la lógica era simple: yo podía intentar parar una bala con mi arma, él sólo podía recibirla con su cuerpo o gritar.

Sobrevivi no lo puedo creer ¿es esto causado por el destino ? ¿Acaso algun ser me estaba protegiendo ? ¿Es que realmente el destino quiere que logre mi objetivo, ¿que yo contruya la nueva roma para el loratismo ? Deberia reirme en esto momento si no fuera por el inmenso dolor que siento.

-Joven...........Gracias por ayudarme................aunque dudo que en este estado pueda ayudarte en el examen..........pero................... yo mas adelante te lo pagare......es una deuda........

Miro a unos de mis salvadores notando que se parece mucho al niño gatou que yo ayude en su exilio.

¿Es en enserio ? ese niño es demaciado parecido a gatou.¿sera acaso su hermano ? dudo que lo pueda averiguar este dia con este estado que yo me encuentro.

Sin envainar la espada, permanezco vigilante en el mismo lugar donde ha sucedido el combate, claramente más tenso que un muelle y preparado para un ataque contra mí o contra los que se retiraban. Sin apenas moverme, hice un gesto con una mano hacia el grupo al que me había unido... Más en concreto, hacia Nero, como si supiese exactamente dónde iba a estar situado en ese momento sin mirar.

Al llegar a la puerta, un pequeño niño estaba parado allí. -Si sales, no te dejarán entrar otra vez...- Dijo. No era un niño, ahora lo notabas. Sí, era bajo, pero su voz no sonaba como la de un niño.

-Deberás elegir... Sacarlo de aquí y salvar su vida, perdiendo ambos el examen de cazador... o dejarlo aquí a su suerte. Aunque también podrías protegerlo durante el examen... Si es que tanto te importa-

Notabas cierto aire irónico en su tono, y entonces señaló hacia atrás. Volteaste por si alguien tenía pensado atacar al sacerdote, no por miedo, sino porque sería lo más lógico, atacarlo cuando está más vulnerable, es lo que te enseñaron de niño... No había nadie. Al mirar adelante el niño ya no estaba, solo había un envoltorio de caramelo allí.

Me acerco al joven que ya se ha puesto junto al caído para asistirlo. Me da unas indicaciones y ladeo la cabeza antes de preguntar:

- "¿Que es Policía y ambu... Ambulancha? Lo llevaré fuera y ya podrás atenderlo."

No entiendo lo que quiere que haga pero estoy dispuesto a ayudarle pues el hombre lo necesita y no puedo permanecer sin hacer algo.

Me dirijo a la salida y escucho aquella extraña visión. Miro al hombre y le digo:

 - "Lo siento, pero no puedo llevarlo fuera pues debo ser un Cazador. ¿Puede salir solo o prefiere que lo atendamos dentro?"

Hay varios sitios contra la pared dl donde puede sentarse para descansar, aunque yo en su estado preferiría irme ahora e intentarlo el próximo año.

La violenta refriego de Fredek y Shikiyoku seguía su curso, pero de un momento a otro todo cambió. Fredek iba a golpear a Shikiyoku por haberle lastimado el pecho cuando sus ojos se fijaron en algo que acontecía a pasos de él.

Pudo observar a un hombre algo avejentado siendo cargado por un niño musculoso, que al parecer parecía protegerlo. Recordaba ese rostro, mas no su nombre... Ese hombre era el creador del Loritismo, la religión que el mismo Fredek amaba, lo que había cambiado su vida "para bien".

Ahora el sacerdote parecía herido, alguien le había lastimado. Para sorpresa de todos se detuvo súbitamente y comenzó a caminar despacio pidiendo permiso mientras movía a la gente con cuidado. Se acercó a Ruud y se agachó.

-Mi señor... Es usted?? soy... s-soy Loritita... Mi señor... dígame... Quién le ha hecho esto??- Se lo notaba triste y calmado, parecía sufrir internamente por la condición física del sacerdote al cual tanto admiraba. Se culpaba por no haberlo visto antes, quizás si lo hubiera visto lo hubiera podido proteger...

La sala estaba en silencio, observaban impactados lo que sucedía alrededor del sacerdote.

Ladeo la cabeza al escuchar al niño, frunciendo el ceño. ¿Sería cierto lo que decía de que no se podía salir? En cualquier caso, el gigantón se interesó por el estado del sacerdote. Al menos, mientras el grandullón estaba ahí sólo tenía que preocuparme por quien empuñaba la pistola, porque fácilmente ocultaba al sacerdote por completo del otro grupo.

- Grandullón, si quieres ayudar... responde: ¿hay algún problema si lo sacamos de la sala del examen? Y, si digo quién lo ha intentado asesinar a la policía, ¿detendrían a quien lo hizo, estando en este sitio? No puedo arriesgarme a darle primeros auxilios a alguien con tantos enemigos en una sala abarrotada, nos arriesgamos a que lo rematen de repente o a que me disparen a mí. -le digo con una extraña frialdad en la voz que no reflejaba mis emociones de ese momento, aunque mi cara era bastante clara al respecto.

La mirada del grandote cambió al escuchar a Ginnei

-Qué hace este flacucho junto al padrre??- Sin embargo, si estaba protegiendo a Ruud no lo consideraba un enemigo

-Una vez entrras ya no puedes salirr... o serrás expulsado...- Luego miró a la salida. Volteó la vista al sacerdote moribundo, y volvió a mirar al niño -Les prrometo, que quien lastimó al padrre... pagarrá...-

Las puertas por las que todos ingresaron al examen se abrían nuevamente. El ambiente ya estaba tenso y silencioso. Las miradas se dirigían a Fredek, Ruud, Ginnei y Niño. Los cuatro susurraban entre sí, volviendo inaudible su charla.

Por aquellas puertas, un hombre entró. Su aspecto era grotesco. Su piel parecía estar quemada por completo, y estaba envuelto en vendas. Vamos! que tenía vendas en las vendas! tenía una placa con el número 484 en el pecho

Su actitud parecía ajena al ambiente de la sala, hasta que se percató de Ruud moribundo. 

-JAJAJAJAJA!!! me dijeron que el examen era divertido... Pero... Recibirme con un moribundo??!! Esto es magnífico!!-

Comenzó a respirar agitadamente mientras observaba a todos lados meneando sus ojos. Algunos lo observaban con desconfianza, y al percatarse de ello trató de relajarse

-Ohhhh, pero no me miren así~ ♥- Dijo con un tono juguetón mientras su rostro expresaba una malévola sonrisa -Van a atacarme a mí?? pobre de mí... Estoy tan solito y lastimado... y bien?? que esperan?? aquí estoy ♥-

Fredek por su lado seguía serio observando a Ginnei y Niño, buscaba una explicación para poder actuar por su fé

El único que le contestó fue un tipo rubio, parecía que el examen no había comenzado pero antes debían formarse en grupos. ¿Habría alguna condición?¿Alguna doble intención? Después de todo era el examen para cazador y se decía que cualquier cosa podía pasar.

-Si hay que hacer grupos para seguir con el examen, mejor hagamoslo de una vez, hey, rubio, ¿querés aliarte a mi? No conozco a nadie pero fuiste el único que me contestó. ¿Cual es tu nombre?- le dijo a Tadashi Borden.

Su sentido común les dice que NO deben hablar con el 484, y en lo posible, hacer equipo con Fredek, es quien en este momento puede proteger al sacerdote de quien sea.

Su sentido común les dice que una simple muestra de violencia en sus palabras o de NO cooperación, harán estallar de ira a Fredek.

En aquel momento, el anárquico solo pensó en una cosa:-¡Dejen que mi duelo acabe como debe! Quien en un santo demonio se atreve a interrumpir un duelo tan emocionan...¡ghahh!-Pensaba furibundo, hecho una total caldera mientras que el dolor de los golpes lo molestaba. Echó un ojo a la sala, periférico, en busca del causante de que perdiera toda la atención, y pudo percatarse de la cantidad de líos que salían y acababan a su alrededor.-¡Mi mera presencia trae el caos a donde vaya!-Pero no era así como pensaba su vanagloriada mente, más bien mientras que el se apalizaba contra Fredek había ocurrido una masacre, con un herido casi que de muerte y todos fijándose en la bola de aplastar rubia, un extraño sacerdote que le recordaba a algún país tercermundista y un pequeñajo fornido en medio del alboroto. Shikiyoku corrió en busca de su parte merecida, bien fuera continuando la pelea o empezando otra.-¡No huyas de mí, bastardo musculoso! ¿Que no ves que me estaba emocionando?...-Su grito fue interrumpido por la inesperada llegada de un sujeto que seguramente admiraba demasiado a las momias, o quería volverse una...cosa que no era ningún problema para el buen samaritano de Shikiyoku, pero el tipo demostraba tanto carisma y una locura tan deliciosa, que olvidó su riña con el bastión de carne de Fredek y corrió con una sonrisa retorcida pintada en su pálido rostro en busca de aquel tipo.

-¡Y es más divertido de lo que tu o yo podríamos imaginar! En un segundo todo se llena de violencia, golpizas, llantos, sangre...¡Se aviva el bello caos!-Sus ojos brillaban mientras subía su tono de voz, denotando su frenesí hacia la figura vendada-¿No te parece armónico? Hay que seguir, seguir y seguir hasta que ya nadie aguante este festival de rebeldía sin sentido...Agh...

Al terminar, un suspiro de excitación salió de su boca, un claro signo de que algo no cuadraba bien en la mente de Shikiyoku.

-Aquí se juntan con grupos, y creo que tu y yo crearíamos una obra maestra si nos agruparamos, ¿que me dices?-Volteó y dio un rodeo observando a la gran mayoría de personas que le rodeaban-¡Unanse a mí, si quieren seguir el sendo calamitoso! Les prometo que no va a haber momentos de aburrimiento..¡GHAHAHAHA!

El musculoso se acercó y parece preocuparse del hombre herido, por lo que respondo a su pregunta:

 - "El tipo que lo apuñaló fue uno que dejé inconsciente por allá, pero nunca vi al que le disparó pues se mantuvo oculto. Pero este hombre necesita ayuda y alguien que lo proteja. ¿Puedes ser tú?"

Miro a Ginnei y le respondo:

 - "Cuando lo llevaba fuera, apareció alguien y me dijo que si salía, quedaría fuera del examen. Esa persona desapareció en un instante, por lo que creo que los examinadores ya nos están observando."

Finalmente, indico al recién entrado con un gesto de mi mirada, al hombre de las vendas y luego niego con la cabeza. Hago un gesto con el mentón de que deberíamos alejarnos de él lo antes posible.

Observaba con mucha cautela todo el gran quilombo que se empezaba a desarrollar, uno por problemas personales, cosa que fue muy triste, otros solo porque se querian dar ostias sin motivo alguno como parte de un "entrenamiento" estupido, que lo unico que ha hecho es revelar las destrezas y habilidades de quienes se han involucrado que para mi sorpresa, Ginnei fue uno de los que quisieron actuar como mediadores, lo que causo que diera un notable suspiro de molestia. "Otra vez metiendote en problemas ajenos..." pense, quizas alguno lo habra notado, pero cuando este intervino mi mirada se puso mas seria, como la de un depredador observando a sus presas, mas mi intencion era vigilar de que no pasara nada a Ginny, cosa que no sucedio y mi postura volvio a ser la mas tranquila de todo el lugar, como si no me importara mucho todo esto. 

Tanto me habia concentrado en observar a todos los "luchadores" que no respondi a los demas que me dirijieron la palabra, cosa que no suele ser normal en mi tan educada personalidad. Y ya estaba a punto de ir con Ginnei, cuando observe la llegada del compañero de tontin, un tipo vendado hasta en las vendas, cosa que no me inspira confianza, incluso, mi sexto sentido si algo me ha dicho, es de que ese tipo es un peligro inminente, y sera mejor no involucrarme mucho con el. Me acerco a Ginnei de manera tranquila, mientras poso mi mano derecha en su hombro. — Creo que te equivocaste en decidir a quien protegias, Ginnei. La vida es dura y cruel y deberias saberlo, pero en todo caso, buen chico. — Sonrei de manera sincera mientras le daba una pequeña palmada, entendiendo perfectamente el sentimiento de aquel hombre llamado Gerlink. — Ahora... ¿Que fue lo que dijeron de mi? Espero que excusen mis modales, pues estaba concentrado en la batalla. — Comente de manera tranquila, observando a quienes estaban con Ginnei, cosa que a simple vista, se miraban buenas personas, pero claro, hay algunas cosas que me llaman la atencion en algunos de ellos, mas no me preocupa. 

Aurora observo a la rubia, esa era una respuesta bastante aceptable para ella - esperare tu respuesta entonces!! - dijo con una mirada un tanto confundida que permaneció hasta que el niño rubio llego a hablarles, lo miro con el mismo gesto y miro a los compañeros de este igual, aunque a ellos para verlos tubo que moverse un poco, su altura no le ayudaba mucho, en ella nació otra interrogante al ver como le arrebataban la libreta al otro niño - ¿que juego sera ese?  - se pregunto.

Las palabras del niño rubio llamaron otra vez su atención - ¿Alianza? No recuerdo esa palabra... Que es eso? - respondió ha!boleando su cabeza de lado a lado como péndulo, con su mirada en el techo y una de sus manos en su barbilla - o ya me acorde!!, podría ser divertido!! Porque no?, Soy Aurora! Y tengo muy mala memoria!! Un gusto! - respondió estrechando su mano con intenciones de firmar el trato, claro si es que alguien mas aceptaba.

La puerta al abrirse llamo su atención y movió su mano, miro a la persona que entro -porque estará tan vendado? - cuando el loco que genero una gran pelea se acerco a este y dio su monologo Aurora le perdió todo el interés, gente tan pelenciera solo arruinan un buen espectáculo, es mejor no tenerlos en tu número, o vaya a saberse que podría pasar - esos que no saben hacer otra cosa que armar peleas no están en la lista no? - volvió a ver a los presentes pero con una mano estirada señalando a esas personas, no le interesaba si quiera el tratar de verles mucho más.

Fredek ignoró a Shikiyoku, Ruud era más importante en estos momentos. Soltó un -Lo siento... Quiero romperrte los huesos, perro tengo algo que hacer prrimerro...- que Shikiyoku no logró oír porque ya estaba de camino al nuevo aspirante que había entrado por esa sala. Fredek por el contrario se levantó y perfiló su rostro hacia Gerlink y los suyos, quienes se encontraban allí tratando de despertar a su amigo tras el golpe que Niño le propinó.

Su rostro cambió a una bizarra sonrisa, mientras sus ojos brillaban con malicia. Se acercó lentamente hacia Shikiyoku mirándolo a los ojos. Este pudo sentir como si el tipo de las vendas le desnudara con la mirada, como si sus ojos fueran filosas púas penetrando su cuerpo y su alma. Cualquiera sentiría miedo, pero no Shikiyoku, él se excitaba con semejante sensación, ni los golpes de Fredek le causaban ese estado.

-Ohhh~ encontré un juguetito nuevo ♥... Bien, pero... no me aburras- Eso último lo dijo con mucha seriedad. Shikiyoku se encontraba ahora sin saber que hacer... Divertirse juntos?? o aburrirlo para ver que pasaba?? sabía que era peligroso, pero más que Fredek?? no lo parece.. Es delgado, altura promedio, nada excesivo.

-Y bien?? no me atacan?? debería comenzar a matarlos yo, quizas?? ♥-

En ese momento un terrible alboroto llamó la atención de todos. Un pilar de concreto comenzó a derrumbarse. Fredek tenía una pierna en su mano, en la base del pilar destruido estaba el cadáver de Gerlink completamente destrozado y con una pierna menos.

Sus amigos miraban al musculoso con una terrible expresión de terror sin saber que hacer. Fredek soltó un puñetazo a otro amigo de Gerlink impactando en su estómago. El pobre diablo murió al instante cuando sus órganos internos explotaron haciéndolo vomitar su comida, bilis, sangre y sus mismos órganos licuados en el antebrazo del grandote. De los otros dos, uno corrió asustado gritando, mientras Fredek tomaba al que se congeló de terror de un brazo, aventándolo contra el que trataba de huir para caer de un salto sobre los dos rompiendo sus huesos.

El espectáculo fue intenso, y llamó por completo la atención del tipo de las vendas quien decidió que mataría a Fredek primero, pues su fuerza le había fascinado

-Ohhhh~ Quiero jugar con él!! ♥ Como se llama??- le preguntó a Shikiyoku.

Tras terminar la presentación con Mary, Aurora nos preguntó si teníamos grupo.

- Nosotros somos 6, pero puede que nos quedemos en 5 pronto - dijo mirando hacia Ginnei, quien parecía tener debilidad por ayudar a los demás y acabar en medio de los problemas. -Sí, ese imbécil está conmigo. Por lo que mencionaba Gerlink, ese estúpido sacerdote es responsable de una religión aberrante por la cual habían muerto sus familiares. La lástima es que no haya muerto. - dijo mirando a Garaou, mientras se separaba del centro con Mary y Aurora. - ¿Así que quieres hacer una alianza entre nosotros? No se hasta que punto es seguro. Estaríamos confiando nuestras vidas a un gran grupo de gente, esperando que no nos atacaran por la espalda y no nos traicionaran. ¿No ves como son la mayoría aquí? No me gusta la idea. Es más que probable que se creen alianzas internas y hayan traiciones en grupos grandes.- Concluyó, negando con la cabeza. Una cosa era trabajar en grupo y hacer pequeñas alianzas, pero una alianza tan importante... Se alejó del grupo y de dirigió hacia Ark, a quien había dejado solo antes. Él era al único a quien realmente confiaba su vida.