Partida Rol por web

Me adelanto y veo a la pelirosa con la mano estirada. La mano... Mmmmmmmm... Me estrujo el ojo sobre el parche. Es incomodo ver con un solo ojo. Aun asi le ¿tendrá esta alguna enfermedad tambien? Parece que quiere que le de la mano, estaba con la niña enferma, ¿querra contagiarme? Dejo de ver la mano y le presto atencion al tipo vendado hasta las vendas. Otro cretino gritón. Parece que todos los aspirantes a cazadores lo son. Vuelvo a ver a mi al rededor y veo la mano aun ahi, compongo la cara y sonrio. 

-¡Mucho gusto! ¿Aurora? -Veo la mano y la veo a ella, pero no la toco. -Dijiste que tienes problemas de la memoria, ¿hmmm? ¿Cuanto tiempo puedes retener algo? ¿Y que necesitas para no poder olvidarlo? Entenderas que como grupo, no queremos que olvides que estas de nuestro lado...Aunque quizá te convenga más que no lo olvidemos nosotros. -Sonrio para parecer amigable. Seguro soné intimidante. ¡Claro que si, fue casi una amenaza! Estupida boca, estupido parche, estupido examen de hunter, estupida gente. 

-¿Sabes qué? No importa. Juguemos. Si puedes repetir nuestros nombres hasta que comience el examen, estas dentro, sino, ni recordaras de que se trataba, seguramente. -Aunque lo de la memoria puede ser un farol... -Me dicen Nival, ellos son Chocolate y "G" -Les giño el ojo a Wade y Garou.  

- Nada importante, aquí están todos locos. Aquel chico - Dijo señalando a Garou - hablaba sobre hacer una alianza entre todos nosotros. Estúpido ingenuo, que se piensa, ¿que hemos venido a jugar? Entre psicópatas y niñatos...

Esuchó la teoría de su compañero sobre que esto ya era parte del exámen. Entonces, ¿teníamos que sobrevivir? ¿Durante cuánto tiempo? Nos habían encerrado en una ratonera con una panda de psicópatas. Eso no pintaba nada bien...
Entonces una voz llamó su atención.

-¿¡Qué coj...!? - Haru intentó escalar para ver de dónde había salido el hombrecillo, pero tropezó y cayó al suelo. - Mierda... Ark, ¿puedes ir tu a ver que narices ha sido eso?

cambia la posición de su mano y se señala a si misma - exacto!, soy Aurora!! - sonríe con amabilidad al chico, aunque esta desaparece rápido y cambia por una cara un poco mas seria y concentrada, sin dejar que esa tranquilidad que la caracteriza desaparezca - no tengo problemas para recordar movimientos y eso que Silvia e enseño, pero la gente y nombres lo olvido con facilidad - cuando nombra lo último se encoje un poco de hombros y rasca la parte trasera de su cabeza, le avergonzaba un poco y no sabía porque le pasaba, pero había aprendido a convivir con eso - Puedo tardar hasta meses en recordar a alguien siempre que esta persona no se cruce con migo muy seguido, pero si están cerca mio mucho tiempo, ese tiempo se reduce notablemente, es un poco molesto a veces -al recordar el tiempo que le tardo recordar a algunas personas que fueron y son importantes para ella dejó notar una mirada bastante triste, ella quisiera poder recordar mejor aunque sabe que es imposible, lo olvidaría antes de lograr algo - la verdad si, si ustedes me olvidan estaría en serios problemas jeje - una risita un poco nerviosa acompañó aquel animo que ella misma trataba de mejorar.

puedo repetirlo sin problemas, lo malo es que olvidaré el porque lo hacía y los dueños de los nombres - hablaba tranquila, su actitud siguió igual, y con lo que decía tenían razón, era posible que fuera mas una carga que una ayuda al principio - un gusto Nival, Chocolate, G. ¿Quien es chocolate?, tiene el nombre mas divertido que jamas haya conocido, o recuerde - esto ultimo lo agrego bajando bastante la voz desviando la mirada tratando de quitarle importancia 

Sonrie. Fue sencillo. Hay que ver que soy paranoico. -Hmmmmm... - No relaciona nombres con caras, y no sabe porque lo esta repitiendo. Tiene logica. ¿Algun tipo de amnesia? 

-Tengo una idea genial para solventar eso. Necesitamos la libreta de wa... Chocolate. - No espero la libreta y me pongo en cuclillas y me pongo a dibujar en el suelo. Dibujo tres caras horribles en el suelo, en las que pueden leerse sobre cada una unas letras cuneiformes: Chocolate, "G" y Nival. Sobre estas dice: Compañeros.  En el mismo estilo puntiagudo que lo anterior.  

-Sí logras repetir que debes ver la hoja de tu bolsillo y guardarla. Nos recordaras... Choky ¿puedes trasladar eso a papel?  - Le digo a Wade. Funcionara, funcionara.

Ark, al ver que Haru caía torpemente, intentó cogerla al vuelo.

Aurora se acerca mas a Nival y trata de ver que es lo que hace en la libreta, su altura no la ayuda mucho pero intentaba ver. Cuando este termina y muestra su obra de arte Aurora no puede evitar el soltar una carcajada -  jajajajaj!! Nival es muy mal dibujante!! no se parecen en nada!! jajaja!! - viendo eso era difícil no reírse, no estaba muy segura de que eso funcionara pero fue la primera vez que alguien se tomó la molestia de hacer aquello, lo mínimo que podía hacer era intentarlo - La verdad no lo se, es la primera vez que intentare eso, ¡será divertido ver si funciona! - contesta y  espera a ver que es lo que Chocolate dirá.

Conseguimos reunirnos con la chica del pelo rosa, menos mal que Nival tomo la iniciativa y tornaron una conversación entre ellos dos, parecía que nuestro nuevo compañero quería ponerle una prueba a la chica, nos había puesto nombres en clave, pero no tenia muy claro cual era para cada uno y a esto se le acompaño que cerrara su ojo muy exageradamente, algo se le habría metido en él.

Acto seguido la chica preguntaba cual era cual, Wade se encontraba nervioso no sabia porque nombre responder, a la chica parece que le gustaba el nombre de chocolate, menos mal que antes de poder tornar palabra Nival volvió a hablar con la señorita y ha dibujar en el suelo... ¡Que horror de dibujante!, acto seguido intenta hablar con una tercera persona llamada Choky, pero Wade no comprendía a quien se refería pero no veía a nadie más con un papel para hacerlo por lo que contesto -​ya lo hago yo...- y replico el mismo dibujo que realizo Nival y se lo facilito a la chica aunque pensaba que no se iba a enterar ya que ni yo mismo lo comprendía, a lo que Wade acercaba la mano a darle el papel a Aurora comenzó a sudar y empapársele la cara -​ To... too... toommee señorita... - ​a parte del sudor volvió el color rojizo a sus mejillas - Si yo... soy Wa... ​- mientras pronuncio la primera silaba veo que Nival detrás de Aurora indica no con la cabeza y señala a los dibujos del suelo, es cierto los nombres del suelo, con los nervios no lo recordaba... -​ si... soy... -  ​tenia que pensar cual era mi mote por lo que decidí el que mejor me venia por como había comenzado la silaba - ​Jua.. ja.. je... perdón... los nervios... soy G... un gusto... - ​Oh dios mío que nervioso me sentía, estaban pasando demasiadas cosas, por lo que alzo la mano tímidamente en forma de saludo y me doy la vuelta para escribir en mi libreta.

Haru intentó subir a un lugar más alto, solo sus más cercanos compañeros conocían la razón. Sin embargo no logró su meta, pues cayó de culo, casi al piso, pero Ark la tomó en vuelo dejando ver unos rápidos reflejos, bajando por momentos su guardia ante el entorno para protegerla de una simple caída

El 484 miró con curiosidad la escena antes de voltear nuevamente hasta Fredek. Pensó que el musculoso entraría en una especie de frenesí, pero una vez muertos los agresores del sacerdote comenzó a caminar nuevamente hasta Ruud. Las personas a su alrededor se apartaban por miedo a ser sus próximas víctimas. Algunos pocos demostraban una total apatía hacia lo que acontecía, sin asustarse en absoluto.

Fredek se acercó a Ginnei y Mary, quienes seguían hablando entre sí. -Los que apuñalarron al padrre están muertos... Quién le disparró??- preguntó a Ginnei finalmente, con el mismo tono serio de antes. Ya sabía que si decía quien había sido, sería duramente golpeado hasta morir...

Por un instante, un brillo enceguecedor salió volando de los ojos de Shikiyoku, una profunda exaltación le estaba invadiendo al ver el caos que se estaba formando lentamente, y más aún le llenaba el saber que estaba haciendo indirectamente parte de magnifico embrollo. Se quedó quieto un instante, observando el panorama y la confusión y repudio que habitaba las miradas de varios espectadores incautos, eso era un placer que ya había experimentado en pasadas ocasiones, pero no dejaba de encantarle.-A cada paso la paranoia crece, y por cada minuto más decaen...¡Hay que seguir el acto, antes de que pierda el hilo!-Pensaba para sí mismo, presa de sus retorcidos ideales. Acto seguido, abandonó su posición estática y siguió al desquiciado de vendas, antes de que causara un estrago y arruinara todo el teatro perturbado. 

-¡Oye, momia viviente! Calma los humos, que estropeas el ambiente...¿No ves mis esfuerzos por darle sustancia? Que tan complicado tiene que ser, armar todo para que alguien fuera de sus estribos destruya mis esfuerzos...¿ese no era mi papel? ¿Y que debo hacer entonces?-Su rostro giraba para un lado y otro, entrando en un extraño estado de histeria-¡Basta, que ahora tenemos aliados! Tu calma tus ansias, como yo logro retener las mías, y reserva fuerzas para otra ocasión...Ahora perseguimos a las sombras.

Ahora parecía que el anarquista se lograba escapar de su locura, y entraba en un estado semi-racional con ataques ocasionales, quizá algún evento acontecido le había hecho reaccionar, o lo mismo era que no quería desgastarse más en batallas sin sentido-¡Oh, la ironía ataca denuevo-, así que decidió tratar de ordenar al bicho vendado, que parecía más bestia que hombre y no más hombre que racional, era lo mejor que podía hacer tras un combate contra musculitos religiosos. Y en el momento, Shikiyoku estrujó algo en su mano derecha, y un sonido de arruga se esparcía en esta, cosa que le hizo sonreír de una incomoda manera.

-Derrepente me gustan las sombras...

El rostro juguetón del 484 cambió repentinamente al oír la orden que le daba Shikiyoku. Pareció no darle importancia, al menos su rostro no representaba queja alguna aparte de que desapareció su sonrisa.

Nival por su parte cayó al piso soportando un inmenso dolor en su ojo parcheado, el cual parecía que estaba a punto de estallar... El miedo paralizó a Wabi, quien por un momento perdió todo síntoma de su enfermedad, como si su cuerpo se obligara a suprimir toda señal de vida... No volvió a toser o estornudar en unos largos minutos, hasta que mermó la situación.

Wave no volvió a hablar por la próxima media hora debido al pánico que esa oscura aura sedienta de sangre y cargada de locura expresaba... Fredek era un conejito comparado con este tipo... Kaichi y Niño tomaron posturas defensivas por instinto, aunque sabían que no habría nada que hacer contra esa bestia..  Iban a morir.

Entonces sucedió. En un parpadeo las vendas del brazo de ese tipo se enredaron en el cuello de Shikiyoku, levantándolo frente a él. La sensación extasiaba a Shikiyoku, pero el 484... 

-NADIE me da órdenes...- dijo secamente antes de atravesar su brazo en todo el pecho de Shikiyoku. Sus vértebras salían por la espalda, haciendo que sus brazos caigan pesadamente al igual que sus piernas. Dejó de moverse y su cuello adoptó una posición antinatural debido a la nueva posición de su columna, la cuál estaba fuera de su cuerpo ahora mismo... El rostro de sorpresa de Shikiyoku desapareció en pocos segundos, cuando el dolor era tan inaguantable para su cerebro que simplemente se apagó... Sus últimos segundos, los pasó inconsciente.

El 484 lanzó el cadáver al piso y observándolo como si él mismo fuera un artista y el cadáver una hermosa obra de arte, comenzó a lamer su antebrazo, saboreando la sangre que Shikiyoku derramó sobre él. El mismo Fredek se calmó y asustó al mismo tiempo.

Mas de tres cuartas partes de la sala intentó huir de la sala, pues no había forma de sobrevivir al examen con semejante monstruo presente. Su sola presencia generaba una horrible presión en el pecho. Tras un breve segundo, los primeros 13 en acercarse a la puerta fueron atravesados o cortados a la mitad por esas extrañas vendas que parecían tener vida propia, el resto desistió de huir.

-No lo entienden, verdad?? Ustedes son mis presas... Y yo el cazador- dijo con una sonrisa siniestra. Claramente mataría a quien intentara huir... -Diviertanme, y quizás vivan... Haganme enojar- dijo mirando el cadáver de Shikiyoku -Y los mato!! AJAJAJAJA!!- 

La siniestra sonrisa con la que terminó su discurso puso los pelos de punta a todos los presentes... Sea quien sea, nadie era rival para él, y si no podían escapar del examen, entonces mejor no tener que pelear contra él...

Aurora sujeto el tembloroso papel - gracias G!! - sonrie al tomarlo, lo mira intrigada, el chico parecía tener fiebre, estaba sudando mucho - te encuentras bien?- consulta poniendo su mano en su frente - los niños enfermos deben descansar - agrego al pensar que seguro era fiebre, y si no lo era... Bueno, ya se enteraría, de esas cosas no sabia nada, aún así quería intentarlo.

En ese momento un escalofrío surco toda su columna, una terrible sensación la inundo y golpe seco sonó detrás de ella, era Nival quien se agarraba su ojo vendado, sin pensarlo se acerco a este y le trato de quitar lo que tapaba su ojo. Se freno un momento y miro en la dirección de su extraña sensación, un espectáculo horrorifico se estaba dando, el tipo de las vendas estaba asesinando a todo mundo, quería alejarse de este tanto como pudiera, busco con la mirada el punto mas alejado de la sala y como pudo levanto a Nival y lo arrastro lo mas lejos que pudo - Chocolate, G,vengan, siganme, ayudenme a ver que le paso!, alguno sabe de cosas de doctores? - comentó en un tono de voz un poco bajo, tratando de que sea audible solo para ellos, clavo su vista en aquel monstruo, no quería que la agarrara de sorpresa - hay que alejarse lo mas posible de ese loco - realmente se sentía nerviosa, asustada, quería correr

El dolor mitigo increiblemente rápido, pero las nauseas. Necesitaba destaparme el ojo, o calmarme un poco. -Nada de doctores, solo perdí el equilibrio-dije, pero aun asi, no me separe de quienes me sostenian - Alejémonos rápido de ese...- Monstruo. Bien podria oirme. Por el rabillo del ojo parcheado, en la absoluta oscuridad, podia ver algunas formas... Quizá solo fuera el efecto de las luces de tener el ojo cerrado tanto tiempo, pero uno nunca sabe quien está acechando en las sombras.

-Acá esta bien- Digo, ya a suficiente distancia. Al menos lo veremos si se acerca y tendremos chance de reaccionar. 

-Muy bien, ignoremos eso. Aun nos falta una persona. ¿tienen a alguien en mente? -Veo los rostros de todos. -No se preocupen, estoy bien- Sonrio, era verdad. 

El joven me da la indicación de que presione su herida para evitar que sangre más, por lo que intento hacerlo para ayudarle aunque mi intento es un poco torpe. En eso me empieza a hablar, diciéndome unas cosas muy extrañas, a las que le respondo:

 - "No tengo un nombre y no sé qué es un loritano o como sea. Mejor que el hombre grande te ayude, él parece entender más cosas que yo."

En eso el hombre grande vuelve y me fijo en como ha asesinado a los hombres, lo que no me gusta en nada, pero no le reclamo pues les atacó de frente, desarmado y en inferioridad numérica. Es triste pero no tan injusto. Pregunta por quien le disparó, a lo que le respondo:

 - "No lo sé, pero este hombre necesita salir de aquí porque está muy herido. No está en condiciones de dar el examen. Lo dejo a tu cuidado, sé que estará bien contigo."

Entonces me pongo de pie y me marcho de ahí, alejándome también de aquel horrible hombre vendado que parece tener extraños poderes y ser la criatura más letal que jamás he conocido. Tengo miedo de él, por primera vez en muchos años tengo miedo de un ser humano y no planeo quedarme a su lado. Mi asunto con el sacerdote acaba de terminar.

Alejándome del hombre vendado y dejando atrás el capítulo del sacerdote ese, me acerco a Ginnei, que está hablando con una mujer con muchas armas de fuego. Cuando llego donde está, le hablo:

 - "Dejé al herido encargado con el hombre grande. No me quiero aliar a ellos así que terminé ahí. ¿Qué me dices de mi propuesta?"

La verdad es que son muy pocos los que han llamado mi atención en este examen y él es uno. Si no puedo unirme a él, quizás busque a las chicas extrañas o a alguien más, pero son muy pocos los que me gustaría tener cerca cuando empiecen las pruebas.

Wabi se quedó quieta más que quieta en los ojos, los pulmones, los pensamientos, y cualquier cosa que se lo ocurrió. El espectáculo del momias era horrible, ver como moría tanta gente era devastador, pero además, cuando logró recobrar el ritmo de sus pensamientos, se hizo una sola pregunta. ¿Como he sobrevivido hasta ahora? Parecía que el tipo tranquilo con el que había intentado hablar seguía tranquilo, o a lo mejor es que estaba como ella. Ella tenía pánico, necesitaba salir de esa habitación, pero prefirió seguir paralizada. Mierda, yo pensaba que aquí no habría de estos... mierda. ¡MIERDA! Sus ojos parecieron temblar. Somos como hormigas ante él... y se ha metido en el hormiguero. Sin dejar de sentir pánico en su cabeza, cada músculo de su cuerpo se relajó. Bueno, pues qué se le va a hacer, habrá que pasar miedo. Igual luego no está tan mal. Wabi se disponía a reírse de ella, pero decidió que era mejor mantenerse en silencio, como una trampa. ¿Cual es su truco? No creo que pueda descubrirlo. ¿Es zurdo o diestro? ¿Cual es su patrón de ataque? A lo mejor eso sí puedo. Todavía quieta, intentando mover los ojos lo mínimo posible, se fijó en la forma de atacar de las vendas que se movían como si tuvieran vida propia, matando gente. Qué ironía, con lo sanitos que parecían todos estos muertos.

Estaba hablando con Mary y, nuevamente, miraba alternativamente a sus manos y a su rostro. ¿Dónde demonios me había metido? Mis ojos estaban más apagados que antes ahora. Ya no había esa risa demente y sádica bailando en ellos. Tampoco esa apariencia de bondad que estaba dando antes. Aquí estaban todos locos, no había manera de definir quién había hecho mal y quién no.

Bueno, sí, en cierto modo sí. Todos hacían alguna cosa mal, era nuestra naturaleza... todos somos imperfectos. No sabía si era mentira o verdad lo de la niña, desde luego parecía estar compungida al respecto. Aunque, seguro, esta vez tampoco había sido ese sacerdote el que empuñaba el arma que le hizo tanto mal, como en el caso del matón, si bien cada vez pensaba más que tenía que aprender algo de esa dichosa religión.

En mitad de esas meditaciones, llegó el gigante a preguntar quién era el que había disparado. Eso me hizo tomar una decisión al instante.

- A callar. -le ordené con mucha más autoridad de la que sería esperable, quizás con mucha más de la que sentía en el momento- ¿Sabes? Me importa una mierda ese instinto asesino que he oído que tienes. Si intentas tocar a alguien más, no atenderé a tu sacerdote. Se desangrará hasta morir y será culpa tuya. -le espeté- Y me da igual cuánto de grande seas, no me intimidas. Locos o no, te has enfrentado a gente normal. Si me cabreas, te enfrentarás a un monstruo... ¿Entiendes? -concluí, dejando claro hasta qué punto estaba harto de la situación- Ahora vas a hacer una cosa, dado que no puedes ayudarme con el tratamiento. Vas a ir pidiendo las medicinas que se han desparramado antes por la sala, y vas a recordar a la gente que si alguien se queda un bote de medicinas sin etiquetar, o sabe mucho de medicina o hay que ser muy gilipollas para usarlas, por lo que mejor si las devuelven y así quizás me preocuparé si veo a alguien a punto de morir durante el examen. Si no, pueden irse al infierno a paso largo. -concluí con total seriedad.

Después vino el niño a recordarme su pregunta de antes. Lo miré a él y luego a Mary y dije:

- Ambos me habéis dicho lo mismo, aunque no se si tu propuesta sigue en pie. -esto último iba dirigido a Mary- Yo estoy en un equipo, voy con él, -hice un gesto con la cabeza hacia Nero- y voy a seguir yendo con él, dado que es el único en el que estoy seguro que puedo confiar. Si queréis tenerme cerca durante la prueba, a quien debéis convencer es a él. -respondí sencillamente.

No tenía ninguna clase de lazo hacia el grupo con el que Nero había pactado inicialmente, no tenían ningún punto a favor, tampoco nada tan en contra como para preocuparme, sólo lo mismo que toda la sala. Entonces fue cuando el tipo aquel de las vendas mató de una manera horrible al loco de los combates y, cuando la gente trató de huir, montó una carnicería en cuestión de segundos. Todo el que se había acercado a la puerta corriendo con intención de huir había explotado, por definirlo de alguna forma.

Haciendo gala de lo que muchos considerarían un escaso sentido común, me acerqué hacia la puerta, hacia donde estaban Ruud... y aún Nero y el de las vendas.

- Nero, por allí quizás quieren hablar contigo. La mujer-arsenal y el chico me querían en su grupo, aunque la primera quizás perdió el interés. Ya viste que estuve a punto de perder la paciencia. -comenté con tono neutro.

Observé la masacre que ese tipo había montado, simplemente mirando los resultados de sus ataques. Ninguna clase de gesto cruzó mi rostro, ni siquiera cuando vi que algunas de esas personas todavía seguían vivas, agonizando, mostré alguna intención de ayudarles. Centré mi atención en Ruud sin mudar el gesto, podía notarse que no me importaba en mayor medida que la gente atravesada o cortada por el tipo-momia. El motivo quedaba oculto, a menos que alguien me preguntase, cosa que esperaba que hiciese, casi seguro, el tipo de las vendas*. En cualquier caso, andaba corto de material, pero usaría las propias ropas del sacerdote, cortándolas, a modo de vendajes. Quizás aún podría apañarlo.

En cuanto llega el grandullón aparto las manos de lo que estaba haciendo y hecho una mirada a Ginnei. Había tenido tiempo suficiente para decidirse. Después observo impasible como se dirige el muchacho al grandullón sin inmutarse siquiera. Si, definitivamente le quiero en el equipo. Tiene mas moral que toda la sala junta. No tengo claro como va a reaccionar el grandote asique en cuanto Ginnei parece pasar de él llamo su atención para que no le lance un ataque.

¿Eras...Fredek? Perdón por sus modales acabamos de tener una conversación algo complicada.- Digo tranquila mientras le miro.- Preguntabas por quien le disparo a Ruud? Ya te has encargado de el...- Digo echando una mirada llena de lastima al personaje que ahora se encontraba sin pierna y muerto.- Ruud llevaba una pistola y durante el forcejeo y uno de los disparos salió mal, con tan mala fortuna que se hirió así mismo en la pierna. No creo que debas buscar culpables respecto a ello...- Mi intención es calmar los ánimos totalmente y, si no lo conseguía supongo que tendría que acabar matando al grandote. Dicho esto  empiezo a buscar las medicinas del muchacho tranquilamente.

Niego ante la propuesta de Mugen, no me gusta nada. –Arriesgarse de esa forma cogiendo a los débiles por algo que no sabemos que pasará con seguridad es malo, jodidamente malo, ¿y si tenemos que sobrevivir de verdad? Estaríamos vendidos, por lo que prefiero tener un grupo fuerte, y si hay que matarse pues que gane el mejor– me encojo de hombros, restándole importancia a esto último. Confío lo suficiente en mí como para saber que si pasa lo que Mugen dice sería yo el que ganase la pelea.

Acompaño el suspiro de Muguen con uno propio. –Entonces estamos jodidos, pensar no es mi fuerte– reconozco con una sonrisa, es raro, pero me parece divertido. –Y no tenía pensado hablar con nadie, pero si hay que formar un grupo hay alguien con quien me gustaría hablar– mi mirada se centra en Ginnei quien está hablando con el gigante musculado. Ojalá el gigante atacase, sería una magnífica oportunidad para intervenir y ganarme el favor del chico.

Esto no sucede, lo que viene a continuación es algo que no había contemplado en ningún momento, el loco de las vendas inicia una cacería matando primero al caótico y acabando después con los ilusos que piensan en huir. –Joder...– una gota de sudor frío recorre mi frente. ¿De dónde cojones ha salido ese tipo? Es demasiado hasta para mí, sí, me he acojonado, por segunda vez en mi vida. –Hay que evitarlo a toda costa– le hablo a Muguen y señalo sutilmente al vendado.

Vuelvo a suspirar nuevamente, agradeciendo estar en la pared tranquilamente, de no ser así podría haber acabado muerto al intentar huir. Niego, tengo que evitar estos pensamientos, no puede darme miedo, si me dejo llevar por el miedo estaré muerto. –Ahora vuelvo– me despido momentáneamente de Muguen.

Aunque me acojone bastante la idea de moverme por si el vendado decide atacar de nuevo, me voy acercando hasta Ginnei rodeando la sala. –Se te da bien esto– comienzo como saludo mientras intento aguantar mis ganas de rematar al cura que está atendiendo. –¿Tienes grupo? En el nuestro nos vendría bien alguien con tus habilidades para aumentar la probabilidad de sobrevivir– digo sin rodeos, si me acerco a él es evidente el porqué, paso de esconderlo. –Te trataremos bien, y a tu amiga si quiere unirse también, siempre es bueno tener gente que pelee a distancia– señalo a la tiradora rubia, no me ha pasado inadvertido el detalle de que llevan un rato hablando, se me da bien observar.

​Aurora acomodó a Nival contra la pared, con cuidado bajo a este para que quedara sentado, sus manos y piernas tiritaban, tubo que esforzarse bastante para que este no se le cayera, apenas lo acomodo clavo su vista de nuevo en el tipo vendado, la hora de diversión había terminado, ese tipo era muy peligroso y no quería perderlo de vista - haganme acordar que ese tipo es peor que un León muerto de hambre - dijo y quito el parche de Nival, observo el ojo, capas necesitaría a alguien que le ayude a curarlo y quería saber que preguntar, preguntaría a todos en el lugar, aunque el terror que el de las vendas  causaba fuera tan fuerte - veremos eso después de ver tu ojo - declaro en un tono severo, lo que faltaba era que acabara de conocer a un posible buen amigo y este muriera o algo así antes de que pudiera siquiera recordarle