Partida Rol por web

- No me disgusta vuestra propuesta. Pero no se si podré convencer al resto de jefes. Decidme, ¿en qué tributo estamos pensando? ¿y qué garantía tendría mi pueblo de que vuestro jefe, Sasahz, y sus descendientes, cumplirían luego con sus obligaciones? 

"Un tercio del grano y trigo que recoja nuestra capital." (*1)

Admar intentó pensar en la propuesta del emisario Bástulo mientras dormía en su tienda…Pero no pudo. La noche trajo noticias de máxima importancia.

Voces y murmullos le llevan al exterior, varios hombres corretean de un lado a otro. Varios exploradores indican que los Bástulos están recogiendo de forma acelerada y retirándose hacia la capital. Parece que la mala suerte se cierne sobre la tribu bástula al escuchar los rumores de la muerte de su líder, Sasahz.

O eso pensaba en aquel momento, antes de que un soldado reclamase la presencia de Admar en la tienda que sirve de centro de mando de los ejércitos de la alianza.

Al entrar allí ve a varios líderes de los ejércitos discutiendo entre ellos, excepto a Idorta, jefe del ejército Túrdulo que aguarda impasible. Al parecer los Túrdulos acusan a los Oretanos de cobardes mientras que éstos responden que llevan más tiempo luchando y quieren la recompensa.
Al entrar Admar en la tienda, Idorta le mira seriamente y da un fuerte golpe en una mesa y se hace el silencio de repente.

- Admar.- Saluda al comandante de Tartessos.- Lamento informarle que el líder Oretano acaba de fallecer de forma extraña. Los generales oretanos aquí presentes desean levantar el campamento y marchar con su ejército a sus tierras para disfrutar del saqueo y el botín de la ciudad…Y a enterrar a su líder, claro. Les he convencido para que al menos den sus explicaciones a sus aliados de Tartessos...

Admar guarda silencio unos instantes y su mirada va del jefe túrdulo a los segundos al mando de los oretanos. 

- En primer lugar, transmitid a la familia de vuestro lider el más sincero pésame por la muerte de este. Estoy convencido que mi señor, Atabeles, viajará con su esposa, la hija de vuestro señor, para presentar sus respetos, y mostrar su apoyo a vuestro pueblo en este momento de dolor- tras esas palabras mira al jefe túrdulo- Idorta, ¿capturó tal como acordamos el pueblo túrdulo uno de los asentamientos bástulos? Creo que si la respuesta es afirmativa, podría ser el momento de alcanzar una paz beneficiosa para nosotros. Si podemos obtener el compromiso bástulo de respetar las fronteras, este triunfo será duradero y productivo- mira entonces a los oretanos nuevamente- Entiendo vuestro deseo, pero os tengo que pedir que esperéis unos días antes de partir, puesto que de ese modo podremos obtener todos mayores beneficios de esta situación. Y ello sin necesidad de arriesgar la vida.