Partida Rol por web

Rhasiel

Resumen:

Ni Rory ni la mujer tenian edad para ser nada de hydra, el que tenia la muestra era un tio de la mujer de Rory y esta, a su vez era una fanatica del derechismo aleman. 

La mujer iba a entregar una muestra antigua ya no valida de uno de los laboratorios de hydra como pago para luego destapar al estado aleman un narcotrafico ilegal que hundiera lo suficiente las comunicaciones con otros paises. Para ello, tiraria de la ayuda del marido de su hija mayor que era un peso pesado en la policia de Munich. Demasiadas pretensiones y no saber como iba a acabar la cosa les llevo a lo que paso. 

Los otros tienen la muestra, pero al ver que no servia para nada solo han entrado en colera y ahora intentaran matar a toda la familia de ella. puede que entre ellos alguno intente ir a por Kara simplemente por descarte. Paso algo mas de un año de cierta forma bajo el apoyo de la familia, aunque no tuviese nada que ver. 

La mujer aprovecho que pillo a la chica robando un poco del dinero de la caja registradora para marcharse de alli como metodo de chantaje y extorsion. Por eso la llevo al encuentr para que vigilase, a cambio de ese dinero que robo. 

Tramas abiertas ( actualmente EN "PAUSA")

Orígenes: ¿Qué es necesario para abrir la trama? Que Bucky envíe información de la chica.(depende de la información enviada+si está activo Danza roja)

Danza roja: Activación al mandar lo que Kara tenía en la nuca. (Probabilidad de activar Orígenes en el proceso) 

Йолдыздан яктырак, таштан катырак- ¿Cómo es que Kara sabe las palabras? (Probabilidad de activar otras facciones)

Fabeel 

Perfil: 30 años. Lleva 9 en el servicio.

Todo le da lo suficientemente igual así que encargarle trabajos de dudosa moralidad no suele ser un problema. Nula diplomacia en el campo, adicto a la adrenalina, buen conductor. Sigue a la Madre Patria pero es conocido por ignorar a algunos superiores y proclamar la idiotez de la jerarquía establecida. Tiene muchos detractores entre las filas. 

Lavinia 

Perfil: 45 años. Lleva mas de 20 al servicio. 

Discreta, agradable al trato, cortés pero muy chapada a lo antigua y con unas ideas forjadas a fuego. Es un lobo disfrazada de cordero. Trabaja en inteligencia. 

Tiara 

Perfil: 25 años. Lleva en la policía 3 años(civil), novata pero con aptitudes. 

Inteligente, ágil y absurdamente leal. Eso definiría a Tiara que es el perfecto ejemplo de lo que un país quiere; efectividad. Buena tiradora a cortas distancias, decente contrincante cuerpo a cuerpo, actualmente pertenece a criminalistica en la policía.   

Margot

Perfil: 55 años. Lleva desde sus 16 sirviendo. 

Buena mecánica, sabe manejar explosivos, ha tenido maniobras en zonas de guerra aunque actualmente su físico ya no era lo que antes y no podrías usarla en combate. Madre soltera. 

Solveig 

Perfil. 45 años. Figura pública. 

Lleva muchos años siendo una figura de la comedia, y eso le ha abierto muchas puertas sobretodo en Inglaterra. Es un buen espía de observación, no comprometiéndose con el entorno. Tiene dotes de diplomático si buscas crear un ambiente distendido. Está versado en defensa personal, armas de largo alcance y tiene conocimientos de conducción de vehículos aereos. 

Rurik

Perfil: 38 años. 15 años en servicio: 5 años como Enfermero de campaña, 3 años como seguridad nacional, 3 años como instructor de Sambo, 4 años en reserva cuidando de sus dos hijas pequeñas. Experto en cuerpo a cuerpo y armas de filo, buenos conocimientos médicos. 

Tasya 

Perfil: 27 años. 2 años como luchadora profesional, 1 como voluntariado al país en las fronteras siguiendo un régimen militar.

Hábil con las palabras, alto deber con la patria, fuerte, estricta y con perfil de liderazgo. Es una estrella ascendente. 

Miembros del equipo: 

Lorin

Presentado hace 3 años.

En el equipo desde hace año y medio. 

Perfil: Aparentemente es un mercenario que trabaja para unos y para otros, o eso decían. Particularmente sabes que trabaja principalmente para la URSS aunque es un tanto independiente. Trabaja solo, tirando de contactos. Se las apaña como puede en los trabajos que acepta. 

Donde y como lo conociste: 

Obviamente tu primer superior te lo presentó, ni diez minutos después te estaba llamando "el tio del brazo de metal" ante la estupefacción de tu jefe y tuya propia. Le quitó hierro al asunto y le dijo a tu acompañante que se fuera, que esta conversación era cosa de metas. Así fue como conociste al primero como tú, aunque diferente, en la URSS. Lorin es un tipo social, bebedor y fumador social, con un encanto peculiar y una suerte que le ha librado de mas de una pelea en bares que el mismo ha empezado queriendo sin querer. Tiene un pequeño imán para los problemas, según él y su super poder era estar en el lugar adecuado en el momento idóneo.

Pese a tu segura reticencia en quedar una y otra vez, siempre se pasaba por la zona de oficinas o de entrenamiento para raptarte o arrastrarte luego fuera. Curiosamente se podía mover un poco como quisiera por las instalaciones, y conocía a muchos de allí. La historia era sencilla, se pasó años como soldado raso pasando de contrabando tabaco, alcohol y pornografía así que tenía bastantes "colegas" ahora mismo que habían ascendido. 

Los primeros meses era como un grano en el culo, y solía darte consejos sobre mujeres aunque no lo has visto con ninguna mas allá de una mirada y unas palabras. Te enseñó o intentó meterte un poco de picaresca en la mente, aunque teniendo en cuenta la de cosas que te mandaban hacer, el decía que no estaban dejando lugar para aprender a vivir. 

Luego no lo viste durante medio año, hasta una misión no conjunta donde tú ibas por tu lado y el por la suya. El problema era que ambos ibais a por el mismo objetivo, y se tenía que entregar vivo. No hubo consenso, y las cosas acabaron con un montón de balas de por medio, tu con tres o cuatro agujeros, el llevándose al objetivo y tu último recuerdo de como se acercaba a ti tras haberle descargado como 4 cargadores hacia su dirección y te ponía una inyección que te hizo aguantar hasta que llegó un equipo. 

Hubo problemas por la misión fallida, y fue cuando te enteraste de que era mas un mercenario que otra cosa. Aun así, la URSS no fue muy dura contigo, pues Lorin al final había pasado parte de la información al sistema. Crees que Lorin habló con tus superiores. A fin de cuentas era normal, eras novato, el llevaba años haciendo eso, y de una manera para nada profesional o al menos poco previsora.

Se presentó en el hospital con un ramo de flores enormes, y una carta firmada con un "Beso ardiente" mientras negaba con la cabeza como si nada de eso tuviera que ver contigo, como si no te hubiese disparado un montón de veces:

Por dios, ¿a quien se le ocurre ponerse como escudo? ¿Querías alimentarte de plomo, tienes anemia? 

Aquello fue la comidilla de las enfermeras, que curiosamente te dejaron mas tranquilo ahora.

Te visitó un par de veces más, la última con globos de corazón mientras el se llevaba las miradas de las enfermeras. Luego volvió a desaparecer unos meses más. Fue la única persona fuera de tus superiores que fueron a verte así que al final, le echaste un poco de menos. Era impresionante como alguien que era tan diferente de tu estructura estricta se quedaba en la memoria. 

Un año después lo volviste a ver por las oficinas pero no tenía muy buena pinta, estaba poco aseado, y borracho. Montó un poco de escándalo pero le cubrieron las espaldas aunque acabó saliendo tras discutir con un superior de zona. 

BUCKY 

Estaba en las oficinas por casualidad, podria decirse. La realidad es que habia adelantando la entrega de una serie de papeles para asi poder disfrutar de unos pocos dias mas de tranquilidad sin tener que acercarme a ningun tema oficial. Por alguna razon esta mañana mientras desayunaba habia sentido el extraño impulso de querer saber de Lorin... pues ya llevaba casi un año sin saber de ese hombre.

Una parte de mi habia querido machacarlo a golpes tras lo ocurrido en aquella mision. Los cuatro balazos habian dolido, ya sin contar el hecho de que me suministrase algo para sobrevivir, aunque suponia que mi perplejidad era el hecho de que de los cuatro cargadores que le habia vaciado encima, ni una sola bala le habia dado. Me consideraba un buen tirador pero lo de ese hombre rayaba mas alla de la buena suerte. Fuera como fuera, aunque mi primer impulso habia sido querer abrirlo en canal, tras sus repetidas apariciones por el hospital, ahora resultaba extraño no saber de él.

Sabia que habia hablado con mis superiores a raiz de la mision fallida y seguia sin comprender sus motivaciones en muchas ocasiones. Es decir casi me mata, me salva la vida, luego me salva delante de mis superiores y luego busca congraciarse conmigo. No, ni siquiera necesitaba eso, no por lo que sabia, asi que... ¿por que? No lo sabia y debia admitir que tenia algo de curiosidad al respecto.

Una vez entregado todo, iba a irme cuando le vi aparecer por el fondo del pasillo. Entrecerre los ojos y frunci el ceño, porque no se parecia en nada al hombre que recordaba.

Borracho, desaseado y sin orden ni control, abrio una de las puertas y comenzo a increpar a un oficial de zona.

Sorprendido, no dude en avanzar hacia la puerta abierta y cruzarla justo para ver el panorama. Coloque mi mano sobre el hombro de Lorin, apretando para cortar su discurso. Mire al oficial de zona. - Disculpe la interrupcion. Tenga buen dia. - Un asentimiento de cabeza y sin dudarlo tire de él hacia afuera. Si fue a hablar, le cortaria de sopeton, sin soltarle en ningun momento del hombro.

¿En que cojones estaba pensando?

Le mire de arriba abajo, negando con la cabeza. - Necesitas un cafe, uno cargado. Ven, conozco una cafeteria cerca donde esta bueno. - Realmente no esperaria a que afirmase o negase, solo lo medio arrastre fuera de la oficina de la Central. La mano en el hombro aunque se habia cerrado con fuerza dentro de la oficina del oficial, tal y como habiamos salido de su campo de vision, se habia relajado y buscaba mas asegurarse de que no se caia o hacia algun movimiento raro, que otra cosa. Parecia mas el tacto de un amigo, que de un compañero de trabajo al que casi habia matado.

 

Suspire, mirandole directamente. - Estas hecho un asco. ¿Hoy no has traido globos de corazones o esos solo es para los que casi matas? - Si estaba en una corriente de autodestruccion de algun tipo, quizas una broma acida lo sacase de ella.

No hablaria de sus motivaciones para entrar de esa forma en la Central, esperaria a ver si tenia algo que decir... pero no aqui... no en un lugar que tendria mas oidos que paredes.

LORIN

Lo arrastraste aunque presentó algo de pelea sus sistemas motrices estaban hasta el culo de algo y no pudo hacer mucho realmente. Lo llevaste a tomar café donde solo mantuvo el silencio mientras se bebía no uno, si no tres, quejándose como mucho de lo malo que estaba antes de irse tras dejar una propina demasiado grande. Se giró un momento desde la puerta para mirarte, suspiró y se fue negando con la cabeza. 

Tres meses después estaba delante tuya como parte de un equipo que querían montar tras ver que tus aptitudes eran aceptables, estaba igual que siempre, como si aquel día no hubiese pasado. 

Empezasteis a tener que veros más, y si notaste un distanciamiento obvio. Seguía con sus bromas, sus chascarrillos pero los seguía hasta cierto punto y los dejaba. Con el paso de las semanas se fue diluyendo esa sensación extraña, aunque un resto quedó. 

Lorin no te sacaba temas de vida privada, nunca lo hizo. Podía comentar alguna anécdota, reírse de alguna broma pasada, recordar sucesos juntos, pero no iba mas allá de vosotros dos. 

La primera misión fue sencilla, aunque te dejó clara una cosa; Lorin no iba a matarte ni dejarte tirado en el trabajo, pero no temía tener que hacerte daño, ni de usarte si lo requería. Tuvisteis que infiltraros un par de semanas en una banda al este de Rusia, que pretendían robar unos documentos de información no de gran seguridad pero que dejaría abierta una pequeña brecha en el sistema. Se supone que os enviaba otro de los enlaces de la banda, así que al menos la entrada estaba asegurada. En un momento dado, os visteis al descubierto, y en vez de un enfrentamiento, él te señaló como espía de otra banda interesada. Se montó tal película y le creyeron de tal manera al final que acabaste antes de darte cuenta en un garaje siendo golpeado como una rata medio drogado mientras él se encargaba de conseguir los documentos. Luego plantó algo que hizo BOOM en una gasolinera cercana, los de la banda huyeron y te arrastró hasta el coche. 

Podías confiar en él, hasta cierto punto. 

También era cierto que el solía trabajar solo y quedó patente que para el las personas eran recursos, valiosos, no iba a ir dejándolos por ahí, pero no arriesgaba su pellejo como tu u otros lo hacían. Por lo que hablaste con él, se le daba bien hablar con la gente, moverse entre ella, entre lugares, ya sabes, como ese vagabundo que está en la estación del tren en su edredón muerto de frio mientras hay un intercambio de drogas ilegales no aceptadas por el gobierno. El veía las caras, sacaba alguna foto, y te enviaba la información para que luego los pillaras y les hicieras lo que te diese la gana, pero muy pocas veces se manchaba las manos. Una vez entendido eso, trabajar con él fue algo mas sencillo. 

Ha estado de forma intermitente el último año, se va un par de semanas, volvía, se iba, regresaba. No afectaba realmente al trabajo, cuando había que hacer algo de verdad el estaba ahí, el papeleo todo tuyo. Como apunte que recordarías, hace poco menos de un año, una de las veces que entraste a la oficina donde trabajabais algunas veces en la central en Moscú, olía a alcohol que no era normal, y el cenicero estaba también hasta los topes. *

Bucky

Nada mas entrar en la oficina, se podia oler el alcohol al kilometro, eso sin contar el olor a tabaco. Ambas cosas no me gustaban, aunque el alcohol tenia cierto pase porque era facil de eliminar, el del tabaco era otro tema que sin duda no me alegraba demasiado, menos a estas horas del dia.

Esta oficina era nuestra, no individual. Respetar los limites siempre era una necesidad en estas circunstancias y asi habria pensado de norma general con la mayoria, pero desde aquel enfrentamiento que se suponia que nunca habia ocurrido, era la primera vez que lo que fuera que estaba pasando en su vida privada afectaba al trabajo. Era mucho decir que ademas eso hubiera ocurrido en nuestra oficina, asi que en lugar de enfadarme, aunque hubiera algo de eso de fondo... lo que ocurrio es que cosa rara, me preocupe.

No solia meterme en la vida de nadie. El trabajo, la eficiencia y la Madre Patria. Cada uno tenia su vida privada y yo no me metia con eso, pero Lorin... bueno ese cabeza de chorlito era diferente a la mayoria, para empezar era otro meta. Cuidarnos, parecia algo logico y despues de todo, aunque fuera tras una magica intervencion suya, el me habia cubierto.

Le buscaria por la oficina porque con ese olor, seguramente estaria tirado por algun lado. Si no, me encargaria de encontrar un momento para hablar con él... antes de que por muchos amigos que tuviera, acabara metiendose en un lio de copon.

Lorin

Estaba tirado en el baño mas cercano. Efectivamente borracho como una cuba mientras esperaba a que alguien entrase y le dijera lo que sea. A esas horas no había casi nadie ya. 

Nada mas te vio entrar te sonrió- Déjame en paz- Había una botella vacía de vodka al lado. Si se la había bebido el toda no acabaría bien, de hecho acabaría muerto. De hecho cuando te fijaste bien el olor a vómito estaba también presente e incluso tenía alguna mancha en la camisa. Ni siquiera se había subido bien la bragueta. 

Es curioso, puedo beberme cinco de estás- elevó la botella en el aire- pero antes de que mi cuerpo colapse vomitaré todo, o aparecerá alguien, o me quedaré inconsciente pero vomitaré de lado- Se encogió de hombros- Cuando uno que quiere morir no puede, y cuando no quiere, seguramente se muera más fácil. ¿Pero sabes lo que si se? - Se llevó la mano al bolsillo- Que como le quite la anilla a esto- sacó una granada de Fragmentación- ni te salvas tú ni me salvo yo...no en este estado, así que te voy a decir lo mismo que le he dicho al de la limpieza hace media hora, largate y déjame en paz o vamos a tener un problema- Era una amenaza, y muy real. 

Aquello pasó, el salió del baño a la media hora y se tumbó en el sofá de la oficina, donde se quedó hasta el día siguiente. Se marchó a casa y volvió a los tres o cuatro días, con una caja de bombones y una tarjeta con una disculpa por ser "El imbecil del mes, aparte del hombre mas carismático del siglo" 

Lo máximo que lograste sacar, es que era algo que le pasaba mas o menos por esa fecha cada pocos años o cada año, dependiendo. Tenía que ver con la muerte de alguien, y se podía poner muy cabrón, como ya habías visto. Intentaba pasearse lo menos posible por el trabajo, pero a veces justamente lo que quería era todo lo contrario. Se lo llevaron dos semanas a un Gulag al este como castigo ya que el chico de la limpieza se quejó de aquello, si tu diste parte**, subiría a mes y medio. Luego todo siguió sin resquemores, sin mas problemas, como siempre, con él yendo y viniendo, quizás lo veías una o dos veces al mes, a veces más, otras algo menos. 

Estaba en las oficinas por casualidad, podria decirse. La realidad es que habia adelantando la entrega de una serie de papeles para asi poder disfrutar de unos pocos dias mas de tranquilidad sin tener que acercarme a ningun tema oficial. Por alguna razon esta mañana mientras desayunaba habia sentido el extraño impulso de querer saber de Lorin... pues ya llevaba casi un año sin saber de ese hombre.

Una parte de mi habia querido machacarlo a golpes tras lo ocurrido en aquella mision. Los cuatro balazos habian dolido, ya sin contar el hecho de que me suministrase algo para sobrevivir, aunque suponia que mi perplejidad era el hecho de que de los cuatro cargadores que le habia vaciado encima, ni una sola bala le habia dado. Me consideraba un buen tirador pero lo de ese hombre rayaba mas alla de la buena suerte. Fuera como fuera, aunque mi primer impulso habia sido querer abrirlo en canal, tras sus repetidas apariciones por el hospital, ahora resultaba extraño no saber de él.

Sabia que habia hablado con mis superiores a raiz de la mision fallida y seguia sin comprender sus motivaciones en muchas ocasiones. Es decir casi me mata, me salva la vida, luego me salva delante de mis superiores y luego busca congraciarse conmigo. No, ni siquiera necesitaba eso, no por lo que sabia, asi que... ¿por que? No lo sabia y debia admitir que tenia algo de curiosidad al respecto.

Una vez entregado todo, iba a irme cuando le vi aparecer por el fondo del pasillo. Entrecerre los ojos y frunci el ceño, porque no se parecia en nada al hombre que recordaba.

Borracho, desaseado y sin orden ni control, abrio una de las puertas y comenzo a increpar a un oficial de zona.

Sorprendido, no dude en avanzar hacia la puerta abierta y cruzarla justo para ver el panorama. Coloque mi mano sobre el hombro de Lorin, apretando para cortar su discurso. Mire al oficial de zona. - Disculpe la interrupcion. Tenga buen dia. - Un asentimiento de cabeza y sin dudarlo tire de él hacia afuera. Si fue a hablar, le cortaria de sopeton, sin soltarle en ningun momento del hombro.

¿En que cojones estaba pensando?

Le mire de arriba abajo, negando con la cabeza. - Necesitas un cafe, uno cargado. Ven, conozco una cafeteria cerca donde esta bueno. - Realmente no esperaria a que afirmase o negase, solo lo medio arrastre fuera de la oficina de la Central. La mano en el hombro aunque se habia cerrado con fuerza dentro de la oficina del oficial, tal y como habiamos salido de su campo de vision, se habia relajado y buscaba mas asegurarse de que no se caia o hacia algun movimiento raro, que otra cosa. Parecia mas el tacto de un amigo, que de un compañero de trabajo al que casi habia matado.

Suspire, mirandole directamente. - Estas hecho un asco. ¿Hoy no has traido globos de corazones o esos solo es para los que casi matas? - Si estaba en una corriente de autodestruccion de algun tipo, quizas una broma acida lo sacase de ella.

No hablaria de sus motivaciones para entrar de esa forma en la Central, esperaria a ver si tenia algo que decir... pero no aqui... no en un lugar que tendria mas oidos que paredes.

Nada mas entrar en la oficina, se podia oler el alcohol al kilometro, eso sin contar el olor a tabaco. Ambas cosas no me gustaban, aunque el alcohol tenia cierto pase porque era facil de eliminar, el del tabaco era otro tema que sin duda no me alegraba demasiado, menos a estas horas del dia.

Esta oficina era nuestra, no individual. Respetar los limites siempre era una necesidad en estas circunstancias y asi habria pensado de norma general con la mayoria, pero desde aquel enfrentamiento que se suponia que nunca habia ocurrido, era la primera vez que lo que fuera que estaba pasando en su vida privada afectaba al trabajo. Era mucho decir que ademas eso hubiera ocurrido en nuestra oficina, asi que en lugar de enfadarme, aunque hubiera algo de eso de fondo... lo que ocurrio es que cosa rara, me preocupe.

No solia meterme en la vida de nadie. El trabajo, la eficiencia y la Madre Patria. Cada uno tenia su vida privada y yo no me metia con eso, pero Lorin... bueno ese cabeza de chorlito era diferente a la mayoria, para empezar era otro meta. Cuidarnos, parecia algo logico y despues de todo, aunque fuera tras una magica intervencion suya, el me habia cubierto.

Le buscaria por la oficina porque con ese olor, seguramente estaria tirado por algun lado. Si no, me encargaria de encontrar un momento para hablar con él... antes de que por muchos amigos que tuviera, acabara metiendose en un lio de copon.

Alli estabas, tirado en el baño con un aspecto incluso aun mas lamentable. Un año clavado. Eso no debia ser una coincidencia. La ultima vez que te habia visto asi, era exactamente un añoñ. Asi que una fecha cercana debia ser de alguna forma importante, quizas ayer, o quizas hoy.

Levante ligeramente las cejas ante sus palabras, mirandolo detenidamente sin decir nada y obviamente ignorando sus palabras. Suficiente alcohol como para matarlo, pero tambien habia vomito y llevaba la ropa hecha un asco y la bragueta bajada.

Eras una deshonra visto asi. La Madre Patria se avergonzaria de ti si te viera, aunque algo me decia que te daba igual... y Ella al final lo que queria era resultados.

Me agache frente a ti, dejando una sana distancia cuando comenzaste a hablar. No pude mas que asentir ante la presentacion en escena de la granada. Ni me inmute pero mi mirada se desvio hacia ella. La suerte del diablo. De alguna forma la casualidad o el destino se liaban para que tu no murieras, quisieras o no. - Yo no soy el chico de la limpieza Lorin, pero como tu quieras. - Me levante lentamente, dando un paso atras para que no percibieras amenaza ninguna. - No tardes.

Al cabo de unos dias apareciste, observe lo que traias y sin poder evitarlo acabe por sonreir, cuando lo que queria era darte de hostias y se notaba. Fui directo y claro, porque este era mi equipo y no podia dejar que la jodiera de esa manera. No conmigo al mando. - He dado parte. - Espere su reaccion. - Aunque no recorde a nuestra estrella invitada.

Señale la caja de bombones. - Mas te vale haberte comido alguno antes de traermelos. - Me quede pensando por un momento. - Si el año que viene por estas fechas necesitas algo, dilo maldito hombre mas carismatico del siglo... no soy buen conversador, pero se me da bien escuchar. - Mire la hora.

¿Te apetece otro de esos cafes asquerosos? - Sabia que seguramente todo fuera parte de sus habilidades como meta, pero... que mas daba.

Solveig y Margot.

El edificio de regia construcción por fuera estaba situado en el noroeste del mismo centro de Moscú. Apodado por su creador como Tsentrosoyuz, disponía de unas medidas fuertes de seguridad alrededor, como la zona acordonada con rejas y cableado electrificado mientras que la parte mas externa que daba a la calle principal estaba casi despejada del todo si no fuese porque siempre había dos equipos de al menos 4 soldados fuera haciendo guardia y paseando por los alrededores en parejas. En la entrada, dos presentes, que solo se encargaban de ver quienes entraban y salían. 
En su interior, adornado de un color claro, se destilaba una arquitectura muy diferente a lo que se acostumbraba, limpia, clara y sin apenas decoraciones. Tu que conocías el edificio, sabías que era una ratonera dificil de aprender, con multiples pasillos, puertas cerradas, cámaras, y guardias que pasaban cada poco por los lugares comunes. 
La central se encargaba de muchas cosas, pero vuestras oficinas estaban en la parte posterior, tras atravesar la puerta de entrada, el detector de metales, subir las escaleras, ir al final del pasillo, subir unas escaleras, tomar un ascensor y acceder por otro pasillo a la planta de arriba del todo, la once. Había una más, pero estaba vacía o al menos eso era lo que sabíais. Nunca nadie iba, ni salía, estaba en una especie de reformas eternas desde hacía cuatro años. Algo se comentaba de que estaban poniendo un blindado especial por si hubiese un bombardeo. 
Había cinco despachos privados, una cocina/comedor, unos baños y la sala comunal de comunicaciones donde trabajaban una veintena de personas tranquilamente. En total, erais 25 personas. Conocías a muchos aunque fuese solo de hablada, ellos se encargaban del apoyo y conseguir información, así como lo que se necesitara. No es que fuese tu equipo puesto que no solo trabajaban contigo, a veces lo hacían con Lorin o con otros, pero si que era con los que mas te habías codeado. 
Tu oficina era una de las privadas. Tu superior no estaba allí por supuesto pero si tu informante principal y jefe indirecto, su subalterno. El teniente Virkos era un hombre familiar demediana edad, con un humor muy seco y con muy poca tolerancia para las tonterías y los fallos, aun así, se podía hablar con él fuera de temas del trabajo, en el trabajo era como un trozo de piedra. 
Por norma rendías cuentas a él, salvo que fuese algo muy peliagudo o importante por lo cual si te llevaban al despacho en la planta quinta del Teniente Coronel Pyotr. Era mas tratable que Virkos pero eso no significaba que aceptase menos que una calidad muy alta entre su gente. De hecho, era conocido por haber enviado en su momento a mas de dos centenares de personas y a sus familias a los Gulag por ser un maravilloso detector de insurgentes. Ya rondaba casi los sesenta, y empezaba a perder mas pelo de lo que le gustaría aun así su mirada era aun voraz y vivaz. 
No llegasteis al ascensor, ya en la entrada os dieron las órdenes de que ambos debían de ir a lugares separados. Os escoltaron a cada uno hasta el lugar en el cual os iban a atender y tu ibas a la planta quinta. 
Con la tormenta de fondo, el lugar y recorrido era aun más fantasmagórico y ligeramente mas inquietante. Que tuvieras a dos soldados llevándote tampoco ayudaba aunque no era demasiado raro. Primero os recibió le secretaria en la primera habitación del despacho, donde ella tenía una mesa con la silla, unos archivadores y las paredes estaban llenas de escudos, fotos de la guerra, recortes de periódicos y méritos al deber. La secretaria era una chica relativamente joven, rubia de mirada esmeralda que portaba un traje de falda y chaqueta pese al calor de corte militar.- Por favor, acompañeme.- Los dos soldados se marcharon y te indico que pasaras a la sala donde sería la reunión, que era el propio despacho.  
Madera oscura, todo estaba decorado con madera maziza de roble. Aunque eso debería de acumular polvo como un demonio apenas podías ver nada fuera de lugar. Ni en los estates llenos de libros, ni en los alfeifares de las ventanas que daban a la parte trasera del edificio. Esas ventanas que por fuera se veían como espejos. Cortinas pesadas a los laterales de las mismas, y en el centro, necesitando un poco de tiempo para poder acostumbrarte a la claridad estaba el escritorio y la silueta de un hombre sentado- Señor Kozlov, por favor, siéntese- Percibiste la mirada sobre tu persona.- Lamento haberle llamado en su estado, pero necesitamos que por favor nos de el informe aunque sea oral- Sacó una grabadora de uno de los cajones y la dejó sobre la mesa, sin accionar aun.