Partida Rol por web

El espadón estaba en las últimas. El ácido de la piel de esos demonios había sido demasiado y lo sabía. Un golpe más, y desaparecería de sus manos.

Pero no tuve tiempo, el demonio se escapó. Los cuatro estaban en el mismo lugar, alejados de todos nosotros, invitándonos a que cayéramos en la trampa de seguirlos. Pero había que acabar con ellos. Era la prueba antes de entrar a por la otra bruja, estaba convencida.

El mayor problema es cómo se mueven. No podemos ir a por ellos libremente, porque nos rodearan y estaremos perdidos miré mis heridas, que poco a poco se curaban. ¿Tenemos algo efectivo contra los demonios?

A ver ,los que  teneis armas de proyectiles sacadlas , los que no tengáis rodead a los que sí para que no puedan atacarles y yo intentare hostigarles .Digo apartándome del grupo.No me gustaría ver como estos bichos se recuperan mientras nosotros miramos desde lejos .Cojo aire un par de veces y me lanzo  corriendo a por los demonios .

- Debemos permanecer unidos. Solo así podremos contra ellos. Si nos dividimos acabaran con nosotros uno por uno. Así que le sigo, maese Fisteus- dijo Don Urik siguiendo los pasos de Fisteus.

- No sigáis destruyendo vuestras armas, no tiene sentido perderlas. Dejad que os vaya curando poco a poco y que la luz de Pelor los vaya dañando a ellos, no os separéis para que no puedan rodearnos. Usad los arcos y las ballestas... 

Wolkot aceleró el paso siguiendo a los demás. Había que acabar con aquel nido demoníaco cuanto antes.

Todos corrían a por los demonios. Iba a imitarles, pero habían dejado a Alese sola y abandonada a su suerte. Si se volvían a teletransportar, podrían acabar con ella en un par de golpes.

¡Insensatos! refunfuñé, guardando mi malherido espadón y sacando mi maza, con el mismo brillo que la anterior. Me acerqué a Alese, para protegerla.

Wolkot fue el primero en tomar la iniciativa y dirigirse a enfrentarse a los demonios, Fisteus, Don Urik e Irina le acompañaron para luchar contra aquellos demonios. Mientras tanto, Quenya se aseguró de estar ahí para proteger a Alese por si lo necesitaba.

Pero tal y como era de esperar, los demonios se volvieron a teletransportar. La luz de Alese ya no llegaba hacia donde estaban ellos, pero aún así continuaban huyendo de ellos. ¿O estarían planeando una trampa tal y como sospechaban algunos de los compañeros?

¡No podemos ir tras ellos! alcé la voz, intentando que recuperaran la cordura. Nos están llevando donde ellos quieren. ¡Tenemos que pensar cómo derrotarlos rápidamente! O conseguir algo me hubiera gustado ir tras ellos y darles una colleja a cada uno. Yo era la primera que quería que la sangre de demonio corriera por mis brazos tras haberles sacado las tripas, pero había que pensar con la cabeza.

Hay que acompañar a la chica. Es nuestra mejor baza.

Wolkot retrocedió hasta la posición de Alese y Quenya.

Miro en el suelo los restos de mi espada destruida y una lágrima cae de uno de mis ojos. Espero que mi arco baste por el momento.

Saco mi arco de la aljaba, lo armo y cojo una flecha.

-Listo.-Sonrío.

Corro otra vez hacia los demonios esquivando escombros y saltando de lado a lado hasta que llego a distancia de ataque .Si esperabais libraros de mi no os habéis ido bastante lejos 

- ¡¡No, no vaya tras ellos!! ¡¡Quenya tiene razón debemos permanecer unidos!!- dijo efusívamente Don Urik al ver que Fisteus se avalanzaba sobre los demonios que se alejaban. Estaba claro que les intentaban dividir y lo estaban consiguiendo.

Negando con la cabeza el caballero del cuervo apretói los dientes y se lanzó a la batalla junto para ayudar a Fisteus a acabar con ellos. No podía premitir que se quedara solo en la lucha. Debía ayudarle y así hizo.

- Avancemos un poco...

A pesar de que les estaban diciendo que no fueran tras ellos, Irina, Don Urik y Fisteus así lo hicieron. Se acercaron a toda velocidad contra los demonios, que, en caso de que les estuvieran guiando hacia alguna trampa, les estaba saliendo bastante bien.

Alese decidió dejar de esconderse, y pidió a todos sus compañeros que fueran tras ella.

Una vez más, los demonios volvieron a alejarse del monje y sus amigos, pues temían que, efectivamente, lograsen encajarle algún golpe como los de antes y terminaran por dejarle igual que a los otros dos. Se colocaron dentro de un círculo de piedras que había en el suelo, cada uno colocado en un punto cardinal.

El juego de gato y el raton empieza a fastidiarme  pero aun asi insisto y me lanzo otra vez al ataque .Vais a seguir corriendo mucho tiempo?.Pregunto mientras intento golpear al demonio.

La posición de los demonios en esas piedras, que parecían orientadas cada una un punto cardinal... Olía a ritual, y seguramente no traería nada bueno.

Eso es un ritual, y canta a trampa por todos lados dije, mientras me reunía con Alese para que no estuviese sola. Esos demonios nos habían costado la vida de la última iluminada, y si seguían así no sería la últiima vida que costase.

Wolkot continuó junto a Alese y Quenya. 

El veterano sabía que era a la chica a la que había que proteger para seguir dañando a aquellas demoníacas criaturas.

Quenya y Wolkot decidieron proteger a la pequeña clériga. Mientras que fisteus era el único que se arriesgaba en caer en la supuesta trampa que los demonios estaban preparando.

Y entonces, una nueva vez más, los demonios se volvieron a teletransportar. El golpe de Fisteus había vuelto a hacer daño a uno de ellos, y por consiguiente el volvía a sentir el dolor del ácido en sus manos.

Envy habia estado paralizada, o mas bien habia tenido un lapsus en el que se habia visto desligada del continuo temporal, debido a como vio de cerca como Ashlyn habia sido despedazada. No era su amiga, no la queria, era una fanatica ciega, y asi seguia intentando enumerar cosas para que ella no dejara pasar el dolor que le provocaba haber visto sus diferentes expresiones antes de la muerte. Pero tambien necesitaba contenerse ella, que de momento solo queria salir a desgarrar a esas criaturas sin importarle nada. 

Y asi hubiese muerto pronto, al igual que la iluminada. Casi le dio verguenza al notar como casi se encontraba sola de repente, al retomar la persepcion de su alrededor, y ver que todos se habian estado moviendo. Con lo cual ella alcanzo a Alese y el resto, buscando protegerla. 

La luz de su pañuelo irradiaba energia pura de luz que hasta ella sentia calentar su cuerpo. Una vez posicionada, ella metio su garra libre en una bolsa en su cuello, para sacar un a bola de pelos pequeña, que al arrojarla delante, esta se fue desenrrollando y creciendo hasta tomar la forma de un gloton salvaje, que rugia ferozmente, siendo un ejemplar digno de su especie feroz.