Partida Rol por web

Y yo soy Ghion, añade el oráculo, el shoanti, seguro que me habéis visto muchas veces por aquí. Lo que dice Alexander es cierto. Yo pegué la patada a la puerta* por si podíamos entrar rápido y, si había goblins, pillarles por sorpresa. Disculpad si os he asustado, pero es esencial que abráis enseguida, les apremia.

Valk'Moor se impacientaba con la conversación... No conocía a esta gente, y prefería que no le pasara nada, pero tenían a otro grupo del que preocuparse, y no pensaba arriesgarlos por un grupo que se negara a ser ayudados... Y así se lo haría saber a los de dentro.

Escuchad. Su tono era duro, la situación lo requería, pero no agresivo. Como el de un padre que reprende a un hijo que se ha portado mal. Vamos con un grupo de gente que está corriendo peligro solo por que no abrís la puerta, si queréis acompañarnos, os protegeremos, si preferís quedaros no os obligaremos, pero decidíos rápido.

No sabía si le recordarían o no. Ender vivia en una cabaña en medio del bosque aunque muchas veces venía al pueblo para aprovisionarse, de hecho a veces en ese mismo puesto.

Escuchad, teneis que salir, hay hobgoblins en la entrada principal y le han prendido fuego al edificio. Si no salís las llamas crearan humo, esté se está acumulando ya seguramente, con el tiempo os quedareis inconscientes y solo despertareis para tener un sufrimiento horrible al ser devorados por las llamas. ¡Salid ahora mismo u os abandonaremos!

Desde el interior de la edificación una voz femenina comenzó a toser.

- ¿Porqué está entrando humo desde fuera?

Preguntaba la mujer mientras cerca de la puerta trasera tratábais de conversar con esas personas. Un hombre os contestaba ahora.

- Hemos bloqueado las entradas para que no entren hobgoblins, dadnos tiempo para apartar las cosas.

Se escuchaba el sonido de algunos muebles moverse cuando Ender realizó un salto espacial, terminando al otro lado de la puerta. Al hacerse se dio de bruces con una muchacha armada, de aspecto extranjero, que se sobresaltó y la desenvainó. Las palabras intimidantes del mago no parecieron afectarla. Desde atrás suyo una enana de pelo grisáceo comenzó a chillar.

- ¡Cógelo prisionero!

La guerrera se preparó para arrinconar a Ender aunque semejaba algo desconcertada por la situación. Avanzó con su escudo, al parecer queriendo atraparlo contra la pared.

Ender frunció el ceño contrariado. Es raro que no reconozcas al unico tipo azul de la zona, Kinin Blondebeard, Soy Ender Fleming, hemos hecho tratos antes.

Por esta puerta no hay enemigos, os ayudaré a quitar la barricada, recoge lo que quieras llevarte antes de que el fuego se extienda o el humo nos haga perder el conocimiento, los goblins están en la parte frontal.

La mujer del escudo no reconocía al recién aparecido, pero sí la enana, aunque miraba con suspicacia.

- Claro que te he visto antes pero podrías ser un infiltrado, ¿no? Está bien... démonos prisa.

Bajo la puerta frontal volutas de humo iban entrando. Entre los situados en el interior lográsteis apartar los muebles. Curiosamente no se escuchaba ningún sonido de hobgoblins al otro lado del edificio.

Dentro habían gran cantidad de objetos pues el puesto estaba muy bien surtido e inventariado. La enana se caracterizaba por ser muy meticulosa.

-Bienvenidos!- Anunció a los recién llegados con una mediosonrisa. 

-Vamos Brunhilda. No hay tiempo que perder. Cojamos lo que podamos!- El humo era espeso, pero todavía respirable. Tirando de las riendas de su compañera, entró el puesto y fue llenando las alforjas de la cabra.

Era esperanzador encontrar todavía gente con vida, algo harto difícil tras el brutal y despiadado ataque de la legión, conocida por su brutalidad. Brutalidad que el Halfling conocía bien. -Debemos averiguar la forma de derribar el puente.- Anunció a los nuevos integrantes del grupo superviviente. Metió un par de odres de agua que rondaban por el suelo. -¿Habéis visto más supervivientes?- Preguntó. Si aún quedaba gente con vida podrían intentar rescatarla.

En cuanto apartaron el mobiliario y la puerta se abrió todos entraron al interior del puesto, incluido el alquimista. Xander miró a la extraña guerrera con atuendo de extranjera, aunque al resto los conocía, aunque fuera de vista.

- Dicen la verdad. Es hora de salir de aquí, el pueblo está infestado de hobgoblins. Tenemos que huir y tratar de destruir el puente para ganar tiempo con el enemigo. ¿Tenéis algo en el puesto que pueda ayudar? - Preguntó el conocido como Bombardero Loco.

El paladín no conocía a ninguna de estas personas, así que dejó las presentaciones para el resto, y avanzó hacia el interior, buscando el origen del humo.

Coged lo que necesitéis. Si preparáis un saco con cosas más pesadas puedo ayudaros. Y si tenemos que sobrevivir en el bosque un arco nos sería de mucha utilidad.

Llegando a la puerta por la que entraba el humo cogió una manta que había cerca tapando unas cajas, y la apretó contra la apertura inferior de la puerta. Una solución improvisada, pero les daría algo más de tiempo. Yesca y pedernal, aceite, una cazuela*... Seguía hablando mientras taponaba la entrada de humo.

Vosotros. Dijo cuando se encontró conforme con el sello. Esta mañana había por el pueblo una cazadora. Podría sernos útil. Hablaba mientras cogía su espada y se preparaba por si los hobos se aburrían y decidían echar la puerta abajo ¿Sabéis donde está?

Al escuchar la pregunta del paladín, la enana se plantó con una mirada algo condescendiente.

- Hay muchos cazadores, hombre. Ah, que dices cazadora, si te refieres a la semielfa, Lirosa, no hacía mucho que se había ido de aquí. Vino con su primo, Taidel.

A Pitu no podía dejar de mirarlo como si fuera un loco de atar y para mayor inri, también el semiorco trataba de charlar con ella.

- Claro, que no sabéis que yo participé en las reparaciones y construí el cobertizo. En el cobertizo hay material de repuesto y están los planos del puente. Pero está bien cerrado y yo tenía las llaves. En la fragua. Tengo las llaves del cobertizo en la fragua.

Cada vez entraba más humo por la puerta, razón por la que Aubryn impulsó a algunos de las personas reunidas a coger lo que pudieran. La enana miró como si la estuvieran saqueando.

- Todo esto no es gratis. ¡Me lo tendréis que pagar!

Exclamó nerviosa. Pero del otro lado del edificio se escuchó un golpe de algo aporrear la puerta y eso la impulsó a salir.

- Calcularé todo lo que se saca de aquí.

Genial, nosotros te cobramos la escolta, los porteadores, salvarte la vida y no te colgaremos por preferir que se lo queden los goblins antes que darnoslo a nosotros. Creo que así quedamos en paz.

Se giró para preguntar a sus compañeros mientras se tapaba la cara con un trapo. ¿Quereis mirar en la forja entonces?

Lo que decía la enana tenía sentido. Nadie conocía mucho sobre la estructura del puente, pero ella había trabajado en el mismo. Puede que esos planos fueran vitales para conocer el mejor punto sobre el que actuar si querían destruir el puente y evitar que los hobgoblins les siguiesen.

- No hay más que hablar. Si nos quedamos nos afixiaremos. Cargaremos con todo lo que nos sea de utilidad. Tenemos que recuperar esos planos. Destruir el puente es vital si queremos salir con vida y evitar que nos sigan esos feos de ahí afuera. Vayamos pues a la fragua por las llaves. Rápido, el tiempo apremia. - Animó al resto a no perder el tiempo pues cuanto más perdieran menos tendrían para salir.

- Una vez que nos hagamos con los planos del puente, puede que averiguemos como destruirlo... No se, quizás un punto débil en la estructura o algo parecido. El problema vendrá en como hacerlo... - Comentó Xander a los improvisados compañeros que iban con el, mientras cargaba equipo.

Los dioses han querido que vengamos antes al puesto de comercio para que nos enteremos de la existencia de los planos. Ghion parece muy convencido de la influencia de los poderes divinos en todo esto. Es nuestra oportunidad, seguro que con ellos veremos más claro como actuar con el puente. Se encoge de hombros. Lo peor que puede pasar, es que estemos en el mismo lugar, pero habiendo podido coger utensilios de un lugar más.

Vamos, salgamos de aquí, rápido! Urge a los demás.

Eh, dice Ghion tocando el brazo del paladín para llamar su atención cuando pasa a su lado. Para ir a la fragua no queda otra que rodear este edificio. Y por tanto enfrentarnos a los hobgoblins. Preparémonos.

Siguió recociendo todo lo que pudo mientras ignoraba la cara de pocos amigos de Kining. -Luego me lo agradecerás.- Las alforjas de la cabra comenzaban a llenarse.

-No nos podemos ir sin el plano...- Estuvo de acuerdo con el plan. Era arriesgado, pero debían luchar si querían dejar a la Horda atrás. -Mejor rodear por abajo. Con un poco de suerte no nos verán.- Propuso. -Y rápido! No vaya a ser que la forja también esté ardiendo...-