Partida Rol por web

Gelia: No lo conozco - Dice abriendo los ojos mientras pasa de atacar

El chico se rascó la nuca, no podía mandar a aquella niña a dar puñetazos, se colocó a su lado buscando un objetivo - allí Geliu,...s - la niña movió adelante su brazo, pero su cara mirando al invocador, y - fliíshhhh - un monstruoso ataque mágico se dirige al rival, pero la cara molesta de la niña mira al invocador - como te equivoques de nuevo con mi nombre, ¡te regalo uno como ese en esa cara de bobo tuya! - la seriedad de su cara desapareció un momento con una amplia sonrisa - ¿a por quien ahora hermanito? - sin duda se burlaba de él, casi le daba más miedo esa renacuaja que el bestia de Gelius, volvía a verlo claro, así funcionaba ese infierno, ¡pero no iban a poder con él!

Intentando desviar su error miró alrededor, personas cansadas o nerviosas, mayores y pequeños, solo podía ir curando mientras su invocación Glelia atacaba.

- Tks - Protesté un poco por la cria helada esa. Una lastima que no conozca a Diablo. Ayudé a otro a subir a la nave. AL parecer los de las llaves espada estaban haciendo bein su trabajo pues aun no se me habia acercado nadie a molestar. Aun asi seguia atento para luchar si fuese necesario. 

- Vamos, Vamos! De uno en uno! Mujeres y niños primero, ya sabes! - Hacia lo posible para que no se atascase nadie en la entrada de la nave y que todo fuese fluido. 

Los ciudadanos van entrando a peloton y los sincorazon que llegan poco a poco desaparecen. Hasta que en un momento Max se alza y dice - MURO TOTAL - Coraza y Escudo os envuelven hasta que os vayais, a todos. Pero... Los sincorazon dejan de aparecer y solo hay gritos de gente corriendo

Una voz resuena del cielo estrellado, en lo alto de un edificio - Así que aquí están - Un hombre al cual no conoceis, pero no esta revelado como sus otros 5 compañeros, empieza a hablar.

La cerradura la acabamos de obtener, mientras que vuestros compañeros se han ido huyendo con el rabo entre las piernas. ¿Creeis qué ahora que este mundo es nuestro vamos a dejar que sus habitantes se vayan? No, ni mucho menos. Y para unas alimañas como lo sois vosotros, no os mereceis mi acero. - Pone una mano delante suya apuntando al suelo delante vuestra - Os enviare a algo de vuestra altura, una rata, para un monton de ratas. - Una bola de oscuridad emana de la mano del hombre y la lanza en dirección al suelo, haciendo salir de ella cada vez que desciende más y más una criatura negra con largos cuernos

Selfyne: E...Eso es... un... UN...

Sean: ¡¡BEGIMO OSCURO!!

Trás eso los hombres del tejado desaparecen y os quedais solos contra un bichejo gigante y muy poderoso mientras algunas personas estan taponadas por este y no pueden llegar a la nave.

Sean: La misión principal es salvar a cuantos podamos... Pero no podemos contra un enemigo de los Oscuros. Sieg, Vin, o nos volvemos ya o tratamos de salvar a los que quedan, pero hay que decidirse. Por suerte el Begimo oscuro no necesita de llave espada para ser eliminado, pero es un gran adversario.

- un bégimo ¿estás de broma? Y no parece precisamente normal,... -- ya morí una vez por intentar derrotar a sinh, fracase y muchos murieron por mi error, G...lelia piensas lo mismo que yo ¿verdad? ¿y tu chico? Ahora solo poseo una invocación, pero os ofreceré apoyo desde detrás, pues no se por que mi cabeza no responde como debería, solo me viene a la cabeza el modo de recrear cura de entre toda mi magia, tsk - se sentía frustrado, toda su magia desvanecida por una medio amnesia extraña, y atacar con su miserable vara,...

Sin querer pensar de más, pues un segundo de pensamiento podía significar una vida menos, miró al bègimo tragando saliva, sin su antiguo poder contra un ser tan temido, ya le daba igual si aquello era o no el infierno, y ver morir a la gente su castigo, si podía salvar solo 2 vidas por él y 2 por Glelia, los beneficios eran duplicados - Glelia te Morías de ganas de dar un buen golpe ¿no? ¡Apártalo de un golpe! - con sus últimas palabras más elevadas que el resto, indicó al monstruo, esta vez no habían peleas, no era momento de tonterías, la niña se lanzó como un cohete a golpear y apartar lo posible a ese bicho.

Cada vez quedaban menos habitantes para evacuar, pero una figura extraña apareció, les soltó un clasico discurso malvado y les dejó un regalo para que pelease con ellos. Parecia peligroso el Bégimo y de alguna manera extraño, mas oscuro de lo que recordaba. Sean nos preguntó que si huiamos y ayudabamos a salvar a los que quedaban. 

- Tu que crees? - Le dije con una sonrisa, y con mis dagas en las manos le lancé a por el Bégimo. No creia poder acabar con él en el poco tiempo que nos quedaba pero su podria distraerlo el tiempo suficiente, con algo de suerte. Traté de clavarle las dagas en el cuello o el pecho, para luego saltar a su espalda. 

Sylfine: Chicos el elemento sacro puede proporcionarnos un pelín de ayuda - Dice mientras carga una flecha que lanza directamente a su cuerno - Y con eso ganaremos tiempo.

Sean: Seguid entreteniendolo - Dice mientras salta y al clavarse en el Begimo comienza a recorrerlo y os dice - Yo voy a por los rezagados

Max: Se pone a buscar otra vez en el libro

Por otro lado Glelia intente mantener a ralla al Begimo con su magia hielo y Sieg parece que consigue hincarle la daga en el cuello.

El Begimo Oscuro trás estos ataques se zarandea y comienza a zarandearse hasta que finalmente de un hocicazo en el aire consigue soltar a Sieg y lanzarlo por los aires. El golpe te ha provocado algunos daños

Magia de hielo? Ese monstruo no merecía su magia, pero si sus puños gélidos, estaba claro que su aspecto había cambiado, pero su tosquedad era la misma.

- arranca su cabeza Glelia, que lamente su existencia - decía mientras hacía girar su vara, al momento de sentir al monstruo, sintió algo extraño, y le apuntó, suerte que la magia no requiere ver, si no sentir y hablar. Un proyectil no elemental se disparó para su sorpresa, convencido de que eso antes no lo sabía hacer - sieg si necesitas curarte dímelo.

Me lanzó volando por los aires, di un par de vueltas de campana y aterricé a lo superheroe y le respondí a Vin. - ¡Aun no he acabado con él! - Esta vez le lancé las dagas para que se clavasen profundamente en una de sus patas delanteras y corrí hacia la otra pata para entorpecer sus movimeintos. Dudaba poder derribarla, al tener cuatro patas, pero al menos restringiria sus movimientos. 

Sylfine ve lo que hace Sieg y aprovecha - Flecha perforadora - Grita y al cargar la flecha una pequeña aura rodea la punta de esta al lanzarla la flecha atraviesa todo el cuerpo del Begimo, es entonces cuando este quitandose las dagas clavadas de las patas se alza y Max alza el libro y grita - Aquí, SANCTUS - Una gran y poderosa magia de luz envuelve al Begimo

El Begimo oscuro esta atolondrado a dos patas es entonces cuando veis que una lanza se clava junto a la nave y de entre las patas del Begimo aparece Sean con unos niños cogidos en sucuerpo (dos en la espalda, una niña en brazos y otro niño cogido al hombro) Junto a el una pareja con un niño más cada uno están corriendo en direccion a la nave - Corred, estos son los últimos, nos vamos de aquí ya. Sieg pon en marcha la nave gumi, y no os olvideis de mi lanza - Os grita desde la extension del Begimo mientras corre con pesadez - ¡SUBID YA!

La vara de Vin desaparece un instante, y el invocador corre a arrancar la lanza, y llevársela a toda prisa, mientras Glelia se asegura de aprovechar ese aturdimiento para intentarlo tumbar y darles algo más de tiempo,después de todo, a ella le bastaba con desvanecerse cuando estuviera algo alejada de Adcoor.

Al ver que ya nos marchabamos con un pequeño giro de mis muñecas recuperé las dagas, y las lancé contra la nave para darme impulso y llegar antes. Las recogí y fui directo a la cabina de mandos, cuando recordé que nunca habia usado una nave asi. Habia pilotado y montado toda clase de aparatos y bestias, por lo que una nave de "chicle" no deberia ser muy dificil. Eché una mirada a los mandos buscando un acelerador. 

- ¡Como mierda se pilota esto! - Grité desesperado, hasta que encontré lo que buscaba y le pisé a fondo. 

Vin, Max, Sieg entrais los primeros y trás ponerte a mirar los botones y demás, Sylfine entra corriendo y empieza a tocar todos los botones hasta que finalmente, el motor se pone en marcha. - Era uno de esos, Sean siempre le da a uno de esos. NO SE CUAL ERA PERO ESTOY ASUSTADA, SOLO PON ESTO EN MARCHA. - Te dice casi gritando mientras se pone en su asiento a modo huevo y balanceandose un poco. Desde luego su comportamiento era extraño.

Mientras Max estaba aún viendo como Sean llegaba a duras penas - Sieg, espera un poco, Sean aún no está...

Trás unos segundos de aguante, Max grita - ¡¡¡AHORA!!! - Los que podeis ver hacia atrás como Max (Vin supongo) podeis ver como el Begimo, al gritar ahora se posa en el suelo y empieza a correr hacia la nave, mientras que Sean esta perdido de vuestro alcance de visión.

Con la lanza a su hombro ve orgulloso a los presentes, pero le preocupa un poco el tal Sean, que iba a hacer él con una cosa tan grande,... se daba suaves golpecitos en el hombro, mientras pensaba en aquel monstruo...