Partida Rol por web

El resto del grupo se puso a avanzar a sus ritmos, Perceval y Lancelot más rápido que vosotros por si tuvieran que separar a Gwain y Jesse. Leslie en primer lugar tras estos para procurar que no os perdierais y Max... encima de Sieg. Al decirle algo de crios Max abrio el libro apoyandolo sin cuidado en la cabeza de Sieg y dice - Los regalos del cielo no existen, cometas, meteoros - Dice según ojea las mismas paginas del libro que tienen dichos hechizos. - Esas son las cosas que suelen caer del cielo - Denotais que Perceval se quedó parado en mitad del camino y llegais a superarlo - Otras cosas que no sean como estos hechizos se suelen considerar objetos no identificados que colisionan con el planeta, y por tanto en su mayoría suelen ser peligroso para el mismo. Los crateres que dejan no son precisamente bonitos, aunque lo que se estrelle sea increiblemente bueno - Cuando terminais de escuchar la berborrea de Max los que ya lo conoceis solo podeis pensar dos cosas. O un niño que es lento de reflejos, o un bocazas que no puede callar, pero algo intermedio no existe en el pequeño.

Tras la berborrea podeis oir unas explosiones encima vuestra, y detras Perceval con la mano apuntando hacia el cielo. Tras unos segundos Perceval respirando sigue el camino detras vuestra y Max continua leyendo.

Me levanté, primero despacio, intentando examinar mis alrededores, hasta que vi el lugar en el que me encontraba y me moví con rapidez. Me incorporé de un salto y adopté una posición de guardia, mirando con atención las copas de los árboles.

Había algo...Podía sentirlo...Y que se ocultara de mi no me daba buena espina.

"Todo lo contrario". 

En ese instante. Zayna dejó de volar. Se posó en el suelo y hasta el aire de su alrededor pareció calmarse. De la sorpresa, de la tensión. Sintió un nudo en el estómago. Probablemente el primero. Y entonces recordó esa escena borrosa sentada en los jardines del palacio de Altair. El día de su boda con la princesa. El día de su liberación. Y, aunque era mentira y lo sabía, aunque era consciente de que era una prueba, fue sincera y dijo la verdad. 

Quizá no era el momento de decirla. No, no en un mundo como aquel. No cuando había peligros que podían aparecer en cualquier momento. Pero había algo que sí que podía hacer. 

Silenciosa como su viento, caminó sin flotar hasta Noctis. Se puso a su lado y paró su paso. Él era más alto que ella cuando no flotaba. Su aspecto, a pesar de su edad milenaria, no dejaba de ser el de una jovencita menuda que parecía que iba a salir volando. 

Y entonces, tras coger aire, tragar saliva y cerrar los ojos, lo abrazó. Lo había abrazado antes. Muchas. Pero ahora quería decir otra cosa un poco diferente. 

—Yo también te eché de menos —dijo simplemente. 

Y se quedó ahí hasta que escuchó a los demás incorporarse a la marcha. A Sieg apremiando a Max. 

Después, se apartó. Sonrió y... volvió a flotar para seguir su camino hacia el lago. 

No me gustaba nada esto, sentía que no estábamos haciendo lo correcto al quedarnos, sobre todo si estaban los tres caballeros reunidos, ellos seguro eran mas poderosos que nosotros, y ya de por si eramos un grupo bastante numeroso; sin mencionar el hecho de que el maestro Eraqus no respondía a mi llamada por el siemprejuntos, algo estaba mal y no me daba buena espina.

Noctis me dijo algo que me molesto un poco, entendía su punto mejor que nadie, yo no me lanzaba de cabeza a algo sin prepararme mentalmente al menos con unos cuantos planes de apoyo, algunos improvisados pero ninguno que no haya pensado o usado antes, sabía de la importancia de la experiencia; pero sentía que no debiamos hacer esperar la información que teniamos, aun no podía sacarme de mi mente a ese ser oscuro, aunque estaba con mis dos amigos y el resto del grupo. Mantuve silencio en lo que el resto se presentaba y conversaba mientras avanzaban. El sujeto que faltaba se presento con un saludo bastante peculiar mientras avanzabamos, no parecía mal sujeto pero me estaba sintiendo bastante incomodo y mi rostro y orejas caidas lo relfejaban. -Soy Kosmog kupo- Mencione en una respuesta rapida y corta, no tenía ganas de hablar en ese momento.

-Ire a ver desde las alturas kupopo- Comentaría a los presentes,no llevabamos mucho de habernos reunido de nuevo pero necesitaba aclarar un poco mis ideas, y el viento en mi cara me ayudaba en el desierto, en el bosque sería mejor. Daría un gran salto para extender luego mis alas y de un fuerte aletazo en el aire dar el impulso necesario para ascender a las alturas por encima de las copas de los arboles, así seguro tendría un mejor panorama y con suerte poder luego impulsarme para ganar mas velocidad, quizas podría ganarles en su carrera al rey Jesse y a Gwain, eso sin duda me ayudaría a aclarar mi pensamiento. Hubieron unas explosiones que me llamaron la atención pero al ver que se trataba de Perceval, o al menos venian de donde el estaba, tuve mas preguntas sobre que había hecho que en ese momento me force a no buscar el por que de su actuar, solo quería "correr" con el viento.

Sin dejar de caminar, esperaba llegar pronto al lago, y lo si lo que hubiera caído no fuera Jackal, miraba al rededor por si veía cualquier cosa extraña. No podía evitar pensar en aquel bégimo oscuro que apareció de la nada como invocado por el sujeto que volaba, y si no era un monifote negro de esos, y si no era el último de los personajes que habían ido a buscar, su cabeza fue incapaz de no pensar en ello. Casi temía lo que pudiera encontrar.

Mi mirada concentrada en los rastros que nos llevaban al lago me impidió percibir el hecho de que Zayna parecía haberse detenido, al menos en apariencia debido al silencio de sus pisadas. Suspiré inconscientemente. ¿Qué tal si solo había logrado confundirla más? Tenía una innata maestría en decir cosas que provocaran malentendidos entre nosotros. Lo mejor sería explicarle aquello...pero no era el momento ni el lugar para tales declaraciones. Zayna detuvo mi marcha y mis pensamientos repentinamente. Parecía estar concentrándose para algo. La miré extrañado, abriendo la boca para decir algo, cuando se acercó aún más a mí y me abrazó. Por primera vez, su tacto y su calidez me produjo una reacción interna que no había aparecido en ocasiones anteriores. Su abrazo era más que un abrazo para mí. 

Abrí la boca una segunda vez, aunque no podía conectar palabras con eficacia, y no estaba seguro de qué decir. Preferí el silencio. La rodee con mis brazos y la apreté contra mi cuerpo, dejando que sus palabras deleitaran mis oídos. La voz de los demás acercándose y una repentina explosión rompieron la atmósfera de aquel momento, despertándome a la realidad. Zayna se separó y me entregó una sonrisa mientras proseguía camino. A pesar de los miedos de Kosmog sobre el Kingdom Hearts, yo confiaba plenamente en mi determinación para defender un futuro donde aquella sonrisa siguiera siendo mi mayor premio. Bajé la mirada, sonriendo, y me puse a trabajar nuevamente.

Las explosiones según veias eran dos hechizos de Perceval lanzados contra los hechizos de Max mencionados sin querer.

Al ascender y mirar entre las copas de los arboles, por casualida ves un agujero por el que puedes ver a Zayna abrazando a Noctis, casi te faltaba tiempo para meter más baza a que se unieran, y justo en el momento en el que los dos no parecían enterarse de nada una "nube" de algo extraño los rodeo y se dirigio hacia el lago.

Ves también que no queda mucho para llegar al lago.

Al levantarte con rapidez tu cuerpo se resintió, aún notabas como si te hubieras caido desde un quinto piso y te doliera todo el cuerpo, y entonces, de los arboles, surgieron una "nube" de ¿jilgueros? que comenzaron a rodearte rápidamente, pero realmente no te hacian nada, solo parecían examinarte, hasta que extramente, formaron como una barrera entre tu y algo que no veias, hasta que salió del suelo. Comenzaron a surgir sombras del suelo y aún tenías el cuerpo dolorido.

Cuando las sombras parecían lanzarse sobre tí, los "jilgueros" se lanzaron sobre ellas reteniendo a algunas, otras saltaron hacia ti, pero un puño de metal que paso por delante de tu cara sin apenas darte cuenta, se deshizo de una, y unos sables cortaron a otras. ¿Sus usuarios? Un niño y Gwain - ¿Estás bien Jackal? Como se nota que eres medio gato, eres de los últimos en aparecer. - Dijo tratando de hacerte una broma por tu aspecto. El niño entonces se acerco a ti mientras el puño metalico desaparecía poco a poco - ¿Estás bien? Pareces herido

A medida que avanzais escuchais el batir de alas de pequeños pajaros y el murmullo del agua. Parece que os acercais poco a poco, también os acercais a unos sonidos que parecen más de metal...

Mis ojos me engañaban o realmente estaba viendo aquello?, realmente parecía una ilusión a mi vista aun mas cuando esta se disperso en forma de nube dirigiéndose al lago a toda prisa, por lo visto no faltaba mucho tiempo para llegar así que solo quedaba ascelerar todavía mas para tratar de llegar lo antes posible.

El batir de mis alas se hizo mas fuerte unas tres veces, cada vez mas fuerte para conseguir el impulso necesario en mi asceleración. Realmente ya no sabía que pensar sobre lo de antes, mas bien no quería pensar en ello, disfrutaba mucho el sentir como mi cuerpo entero cortaba el aire y se iba poco a poco amoldando en el mismo, como si me deslizase entre sabanas en una caída de la cama que parecía eterna y claramente con una mejor vista de un paisaje boscoso, algo que no acostumbraba a ver en mi mundo. Eso traía muchos pensamientos a mi mente pero uno solo imperaba en este momento, ver que tan rápido podía volar en este territorio.

Sujetando el siemprejuntos enviaría un mensaje a los que se encontraban abajo.

"Ya estamos cerca kupo, solo un poco mas....Gracias por la ayuda Perceval kupop" Me gustaría saber si realmente el pequeño fue capaz de invocar aquella magia solo con pronunciarla, eso evidenciaba un gran poder como mago pero una gran falta de control al mismo tiempo, menos mal que el caballero estaba atento.

Me habia subido a Max a hombros pensando que asi iriamos mas rapido, y el chico era como un niño pequeño. Menudo calenton de cabeza me habia dado Max. Pensaba que era callado! 

- No te creas, Max. A veces caen del cielo cosas interesantes, como mosntruos, dioses o G.F.'s. Y cuando tenia a Diablo, quien caia del cielo en plan sorpresa era yo. - comenté con una carcajada. La risa se fue disipando, echando de menos a Diablo. Ojala pudiera reconectar con él. Meneé la cabeza para quitarme la nostalgia y sonreí. - Entonces es cuando las cosas se ponen interesantes. 

Seguia andando junto al resto, a ver que encontrabamos. Poco a poco fui escuchando sonidos como a metal. Una pelea? - Bajate Max, Agarrate a otro, que tal vez tenga que pelear. - Dije, y cuando se bajó, mis dagas aparecieron en mis manos casi por arte de magia (Tan solo era muy rapido). 

Corrí para adelantarme y averigaur de que se trataba. Me serví de las cadenas para subir a los arboles y saltar entre ellos* y acercarme al origen del sonido por un lugar donde no me esperasen. 

En comunión con la naturaleza apresuró el paso cogiendo su vara mágica, si había un combate tenía que estar prente para ayudar a su manera. Sin perder un segundo fue regulando su respiración concentrando su energía y preparado para disparar una esfera de energía tan pronto viera a un aliado, sin saber si era necesario siquiera, más valía prevenir que curar, aunque en este caso fuera lo mismo.

Me quedé pensando rato sobre que podría haber caido del cielo...no acostumbro a esas situaciones, aunque a estas alturas, ya nada me parece fuera de lo normal. Asi que decidí apresurarme por la curiosidad y adelantarme a la mayoría para lograr ver que era. Será un barco? un animal volador? Será otra de esas naves Goma?

Miré a la extraña pareja y al ver de quién se trataba me relajé considerablemente. Pasé de estar en tensión a estar relajado y crucé los brazos por detrás de la cabeza encogiéndome de hombros.

-No os preocupéis, estaré bien. Gracias por la ayuda, por cierto. ¿Esas cosas van a volver o...?

Dejé la frase colgando hasta que caí en la cuenta y miré al niño.

-Anda, ¿ y tú quién eres, a todo esto?

Mi nombre es Jesse, pero creo que este no es el mejor sitio para presentarse - Justo entonces comienzan a salir más sombras por todos lados y los guanteletes del niño vuelven a aparecerle según se pone en tensión. Gwain le mira de forma extraña y dice - Estate atento chaval, aunque pareces bueno con los puñetazos  no eres un guerrero como yo. Jackal, me temo que necesitaremos tu ayuda - Te lanza un Elixir - Creo que lo reconocerás tomatelo y vamos - Dice mientras choca sus espadas provocando unas chispas que generan una luz cegadora hacia las sombras..

Según os vais acercando veis sombras rodeando a Gwain, Jesse y Jackal y una nube de ¿Jilgueros? volando alrededor - Lancelot, son sincorazóns - Dice perceval agarrando su estoque.

Lancelot: Lo sé, pero nos libraremos de ellos facilmente - Dice sacando su lanza

Mientras ellos se lanzan a la lucha Max mira el libro apaciblemente y Leslie por otro lado va corriendo a socorrer a los demás. - Guerreros de las hojas ayudadnos en la lucha - dice mientras saca un pequeño bolsito

Kosmog por un momento la nube te rodea y consigues ver bien lo que son, no son jilgueros, son guerreros alados diminutos con hojas y cortezas a forma de armadura y astillas a modo de armas, pero lo que te asombra no es lo que son, si no cuantos son.

Un ejercito entero, más grande que el de Dalmasca, si fueran más grandes podrían hundir un imperio, pero así de pequeños no sabes cuan fuertes son.

Sin ni siquiera llegar a ver a quien lanzaba el proyectil curativo, lo utilizó por si acaso, no sabía si era necesario, pero como a menos que fuera un no-muerto no le iba a doler, le pareció que no estaba de más.

Cogió aire y se mantuvo a cierta distancia, no era el mejor combatiente del mundo y de acercarse de más llamaría la atención, después de todo era de agradecer su buen ver.

Cuando finalmente logramos llegar a destino, nos encontramos a nuestros compañeros siendo rodeados por unas nubes negras de lo que parecían ser pajaros. La voz de Perceval llego a mis oidos al advertirnos que se trataban de sincorazones; pues si que eran muy pequeños estos en especial. Lo curioso era mas bien al verlos de mas de cerca, resaltaba el hecho de que no se trataba de aves, si no de una especie de guerreros alados provistos de armaduras y armas que podrían haber sido fabricadas todas con un solo árbol, y quizas exageraba pues su diminuto tamaño era engañoso. El solo ver cuantos eran era algo que lograba hacer que mi pelaje se erizase, si fuesen un poco mas grandes serían muy peligrosos y aunque sea tamaño moguri en esas cantidades, podían dar por perdido un país entero; pero su escaso tamaño no era para ser menospreciado, conocía mejor que nadie lo que ocasionaba en batalla ese típico error.

Alce mi mano al viento para llamar a este, a una parte de mi espiritu conectada al mismo para comenzar a materializar las bolutas doradas cerca de mi mano hasta que finalmente aparecería mi llave espada. Buscacaminos entraría en escena al ser agitada ni bien apareciese y con ello desencadenaría mi magía para apartar a esos pequeños seres de mi camino.

-Aero po!!- Mencionaría a voz viva, como un sonido atronador que arrastra el viento consigo siendo en este caso literal al materializar fuertes corrientes de viento a mi alrededor arrastrando todo a su paso en ese sector del aire que sobrevolaba sin moverme, como si estuviese en el ojo del huracán.

Vi el claro desde las ramas de un arbol. Jesse, Gwain y Jackal, el miembro que faltaba encontrar estaban luchando contra esas malditas sombras, los llamaban sin corazon. Segun recordaba solo los podian eliminar con las llaves espada. Por lo que por mucho que luchase no podria vencerlos. 

Se me ocurrió averiguar algo mas sobre ellos. Me fijé en uno y traté de Extraer magia de él. Tal vez me seria util.