-Los humanos dormís demasiado-bromeo la semielfa- Estoy de acuerdo contigo, deberíamos explorar los alrededores. Visto lo visto podríamos tener un nido de Wyverns tres kilometros de aquí y no lo sabriamos hasta que nos quemasen la comida-la semielfa se echo hacia atras en la silla descansando. La verdad es que podria quedarse allí eternamente. Cuando no había mucho tumulto el puesto era un lugar muy tranquilo. Se preguntaba cuanto tiempo pasaría hasta que un mago quisiese instalarse allí para continuar sus estudios.
Al parecer la barda se había quedando durmiendo y hecha un ovillo en su cama y no tenía intención de salir. Se mantuvo un buen rato durmiendo, escondida bajo la manta y alargando el tiempo de descanso un poco más. Habían sido unos días emocionantes y ahora le pasaban factura.
Tras un buen rato. Decidió despertarse, estirándose antes de ir a asearse con una sonrisa. Cuando el desayuno estaba empezando se sentó con sus compañeros. Dedicándoles una alegre sonrisa. - Buenos días. - Les respondió antes de empezar a comer. Tras eso fue escuchando los comentarios sobre futuros movimientos. - Estoy de acuerdo creo que de momento lo mejor sería explorar la zona. Tengo curiosidad por lo que nos encontremos. ¿Que creéis que habrá en el tiempo? -
-¿En el templo? Pues imagino que algún animal salvaje que lo use como casa. Que animal... pues a saber. En estas tierras lo menos raro que nos hemos encontrado fue con un jabalí del tamaño de un caballo casi...-dijo la semielfa medio tirada en su silla. Después señaló con la barbilla el mapa que habían dejado en la mesa-¿Hacia donde iremos ahora?
Los rayos del sol le despertaron y alejaron de él los últimos restos de amables sueños que pronto se convirtieron en simples hebras que olvidó a los pocos segundos de ponerse en pie y comenzar a vestirse. Tras armarse como si fuera a la guerra, a otra, salió finalmente de su habitación y, con toda la calma y lentitud del mundo, fue bajando hacia el salón dónde las voces de sus compañeros recién levantados empezaban a escucharse. Eso, y el delicioso olor de un magnífico desayuno.
– Buenos días – dijo a todos cuando entró al comedor, sentándose en una silla junto a los demás, al lado de Rennor y frente a Shallana'ha –. ¿Qué es eso que huele tan bien? – preguntó, cerró los ojos, aspiró con fuerza, y en ese momento llegó Svetlana y puso un plano frente a él – ¡Oh! Espléndido – alabó cogiendo los cubiertos y dando gracias con un gesto y una sonrisa antes de empezar a dar cuenta de la comida.
Mientras lo hacía, en silencio y ocupado en aquellas viandas antes de que se enfriaran, escuchó como los demás iban debatiendo sus siguientes pasos. Rió por lo bajo ante el comentario de los wyverns, aunque en el fondo podía ser verdad y entonces perdería la gracia, y asintió cuando alguno dijo que se podían quedar allí eternamente. Luego se repantingó en el asiento, colocando el culo con toda la comodidad posible y las manos sobre su liso estómago surcado de suaves pero duras escamas y que ahora en realidad estaba cubierto por la camisa y la armadura, y suspiró.
– La verdad es que si hay que moverse, parece buena idea esperar al envío antes de ir a por los bandidos. Seguir explorando alrededor del puesto en dirección al Templo me parece bien – asintió, carraspeó –. Pero no hablemos de animales. Ese maldito jabalí casi me destroza, y no me olvido de los osos...
- Yo preferiría esperar para las trampas a que traigan las herramientas, no estoy seguro de poder desarmarlas sin ellas...ni si quiera estoy seguro de poder desarmarlas con ellas - bromeó continuando el buen espíritu con el que el grupo se había levantado.
¿A por el templo entonces? a parte de algún barrido más de la zona de los alrededores.
Empecemos por el templo entonces
-Yo creo que sería mejor explorar un poco más el terreno, el templo según señalaron no esta cerca y no me gustaría alejarme mucho de este lugar sin saber que peligros nos acechan tanto a la ida como a la vuelta-replicó la semielfa jugando con un cubierto distraida.
– Exploremos y controlemos el terreno mejor, si – se encogió de hombros, se crujió el cuello –. Para las trampas podemos esperar a ese cazador del que nos habló el capitán, y el templo – y su guardián... –, bueno, no se va a mover de dónde está. ¿Verdad?
Empezó a tamborilear sobre la mesa, golpeando con sus afiladas y largas uñas la madera y arrancando pequeñas astillas de esta, hasta que se dio cuenta de lo que hacía y paró. Miró entonces a los demás, y asintió.
– Además, deberíamos dejar unos días de margen hasta saber algo de esas pequeñas lagartijas. Si los kobolds necesitan nuestra ayuda de nuevo para asentarse allá dónde vayan, prefiero no haberme metido en un lío que me deje en cama demasiado tiempo. Unos paseos tranquilos por el campo no nos harán daño... Creo.
Yo diría de ir siguiendo el maldito camino marcado, que tenemos la exploración a la mitad, vamos de un lado a otro como pollos sin cabeza. Cuando tengamos las nuevas armas y tal, ya nos metemos a por los bandidos y al bosque en plan bien, que si el jabalí casi me fulmina, no quiero saber lo que puede hacer el bicho que protege el templo.
- Creo que estamos todos de acuerdo, ¿No? - Preguntó Mara a la vez que ultimaba su desayuno, observando las propuestas de sus compañeros.
Levantó su vaso, casi vacío, en señal de aprobación.
– Yo si.
Luego, siendo lo último que le quedaba, apuró el contenido de la copa y sonrió satisfecho.
Tras decidir entre todos que lo mejor era continuar con el plan establecido para la exploración, por lo menos hasta que llegara todo el equipamiento que habíais solicitado. Tras acabar el desayuno que había preparado Svetlana, el grupo se incorporó de la mesa y empezó a preparar todo lo necesario para partir a continuar con la exploración...
Media hora después, tras haber empaquetado todo lo necesario para vuestro trabajo, el grupo cabalgaba fuera del puesto, en dirección Noroeste...
Los cuatro primeros días fueron bastante tranquilos, a excepción de un pequeño ataque a vuestro grupo mientras montabais el campamento al tercer día, sin embargo los combatisteis sin mayores problemas, acabando con las tres fieras, sin sufrir mas que algunos pequeños arañazos y heridas. A excepción de ese accidente aislado, la exploración de las zonas mas cercanas a la frontera con Brevoy, fueron tranquilas, descubriendo una inmensa y verde llanura que se extendía a lo lejos.
Había llegado el quinto día en la exploración de las zona de la pradera y estabais montados en vuestros caballos, cuando visteis una especie de montículo de rocas colocados sobre una zona de tierra algo abultada, dando la impresión de que debía tratarse de alguna tumba desconocida...
Tirada oculta
Motivo: Enfrentamiento grupo
Tirada: 5d20
Resultado: 11(+4)=15, 11(+4)=15, 8(+4)=12, 2(+4)=6, 3(+4)=7 (Suma: 55)
Tirada oculta
Motivo: lobos
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Tirada oculta
Motivo: Enfrentamiento lobos
Tirada: 3d20
Resultado: 7(+2)=9, 7(+2)=9, 8(+2)=10 (Suma: 28)
Khastal señaló al túmulo con el dedo mientras cabalgaba con sus compañeros. No hizo ademán de bajarse del caballo.
-¿Que hace una tumba aquí?-preguntó en voz alta- ¿De quien creeis que pueda ser? No me suena que la gente del puesto haya estado por la zona. Os aviso ya que no me gustan los muertos. Casi tan poco como los bichos-se quejó.
- Teniendo en cuenta la clase de seres y construcciones que estamos encontrando estos días no me extraña que haya una tumba, le contesta a Khastal. Si queréis puedo investigar si tienes marcas o letreros que identifiquen de quién es.
-Los seres... no suelen hacer tumbas. Diría que es humano y eso es lo que me extraña-le dijo a Rennor- averigua lo que puedas, pero sería mejor que no pasasemos mucho tiempo aquí-dijo con un escalofrio que la recorrió de pies a cabeza.
Con un leve encogimiento de hombros, miro a Khastal también nos hemos encontrados con un tipo que vive solo apartado de todo. Yo diría que, como en cualquier otra zona despoblada, nos podremos encontrar cualquier cosa, desde gente viviendo como salvajes, fieras, monstruos y...tumbas acabo volviendo a mirar el túmulo señalándolo con el dedo.
Esta bien Rennor, echa un vistazo, aunque será mejor que estemos cerca, por si acaso comento bajándome del caballo y agarrando la espada curva entre las manos.
Estaré por detrás sería mejor dejarle unos pasos por delante al explorador.
-Supongo que si-respondió- pero no me gustan mucho los muertos... espero que este se quede debajo de las piedras...-dijo con un murmullo sin apartar la vista de la tumba.
Los días, otra vez, habían pasado con total calma. Jornadas de montar a caballo, comer a la vera de hogueras en las que la madera aún humeaba y el olor de los pinos y el roble llenaban los claros, charlar durante horas acerca de viejas historias y planes de futuro, hacer guardias bajo las estrellas, y dormir rodeados de bichos en el frío suelo. Exactamente lo que despreciaba totalmente, pero que empezaba a resultar hasta agradable en compañía de aquella gente. Casi sonreía al despertar cada mañana y ver a los otros desperezarse, e incluso el repentino ataque de unos animales una de las noches animó su ánimo. Al quinto día, podía darse por satisfecho, y aquél descubrimiento definitivamente le alegró.
– Curioso – dijo en voz baja, al ver el montículo allí, en medio de la nada.
A él, por supuesto, tampoco le gustaba aquello. Los no-muertos no eran de su agrado, como sin duda no lo eran de nadie en su sano juicio, y aunque una tumba en un páramo desierto no significaba especialmente eso, Khastal tenía razón en sus agoreras deducciones: tenía muchas papeletas para que así fuera.
– Esperemos que se quede ahí, si – coincidió al fin, bajando del caballo y desenvainando su espada, preparado para todo –. Vamos a ver.
Mara observó aquella tumba a la vez que escuchaba a sus compañeros. Se pasó una mano por la barbilla antes de asentir. - Quizá se trate de una tumba muy antigua. ¿Os lo habéis planteado? Esta no siempre fue una zona despoblada. Aquí antes hubo asentamientos. Puede que tenga información sobre lo que sucedió. - Comentó antes de acercarse a mirar. Quizá tuviese alguna clase de símbolo, material, o dato que le sirviese a la barda para reconocer algo de información.
Rennor desmonta y prepara su arco y tras asentir a sus compañeros cuando están listos, avanza despacio por si hubiera alimañas rondando la tumba.
Me muevo despacio y observado todo...si son necesarias tiradas de Sigilo y/o Percepción tíralas por mí.
Con cuidado Rennor se fue aproximando hacia la tumba, mientras que poco detrás de él, Mara se acercaba con mas tranquilidad hasta la tumba, la cual permaneció igual... Lo que ambos si que vieron, es que una de las piedras mas grandes de la tumba estaba grabada toscamente una especie de runa ya bastante erosionada por el tiempo.
Esa era la única cosa extraña sobre la tumba, por lo menos a primera vista, ya que aun quedaba la posibilidad de exhumar el posible cuerpo y ver de que se trataba...
Motivo: Percepción Mara
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 17(+4)=21 (Exito)
Motivo: Percepción Rennor
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 7(+8)=15 (Exito)