Partida Rol por web

 Oyasumi nasai, Yoritomo-sama.

El Iuchi se retira a sanar a su compañero Shiba, si bien mira apesadumbrado como la armadura se va con el sospechoso, tampoco veía con buenos ojos como una petición de un shugenja experimentado como él fuese negada con tanta facilidad.

Se deja llevar hacia la sala posterior con una actitud muy meditabunda y pensativa. Parece estar dándole vueltas a la cabeza a algo que no se atreve a pronunciar.

Con cuidado se va retirando la armadura para que le traten como es debido, mostrando un cuerpo fibroso y cuidado.

Los cuatro, junto a sus sensei, son llevados atras, a donde ya Bayushi e Iuchi conocen. Es un largo pasillo, donde se encuentran habitaciones a izquierda y derecha. Sin embargo, no son tantas como ustedes.

Denbe hace una reverencia, indicando.

-Tendran que acomodarse en pares me temo, una habitacion para la pareja de cada Clan. Lamento que mi pequeño establecimiento no tenga cabida para habitaciones individuales, honorables señores, pero el señor Tsuruchi me habia indicado que los sensei dormirian en su casa...  

No tiene ninguna importancia. +corta secamente el sensei Cangrejo, caminando dentro del pasillo, y tomando posesion sin mirar, de una habitacion al azar. Por suerte no es ni la de Iuchi o Bayushi, sino una desocupada.

 -Otra noche que dormiremos juntos... Espero que los ruidos de la ciudad moderen tus ronquidos, Iuchi-kun... Cual es la nuestra? +pregunta en tono amable la doncella de batalla a Iuchi. Ellos habian viajado juntos largo tiempo desde las tierras unicornio, pasando muchas noches al raso en soledad. Con una guerrera como ella la verguenza estaba de mas.

Mira con picardia a Hiroto, y luego tanto a Iuchi como a Shiba, ambos cuales deben dormir con hermosas mujeres. 

No dice nada, pero un suspiro escapa de sus labios en un tono lo suficientemente alto para que todos lo oigan apenas, y vean la sonrrisa bajo la mascara si le miran al rostro. 

- Son los sacrificios de la posicion, Fujiki-san... +comenta suavemente+ Vamos a descansar Hiroto, mañana tendras que estar en el interrogatorio... me asegurare de ello.

 La noche transcurre lentamente. Ya el señor luna ha llegado al cenit y comienza a descender... y ni una noticia de la ciudad, o de refuerzos. 

Si los perseguidores estan o no entre los arbustos, no lo sabes, se estan escondiendo bien... o tus cansados sentidos no pueden percibirlos.

Anzai descansa, recuperando sus energias. LA joven Suzue , con un sencillo tanto, esta a su lado, pero conociendo su caracter es mas probable que lo use en si misma que en algun posible atacante. 

El anciano por su parte, vigila los otros tres costados, paseando con un arco preparado y un bo en la espalda. El no esta cansado, y la tencion en su rostro es evidente. Sera util un viejo como el si pasa algo?

 Es en esta habitación, Otaku-Dono. Le señala la habitación respetuosamente. Si asi lo desea, voy a curar al compañero fenix mientras ud se coloca el atuendo de noche y limpia sus armas.

Renacen de sus cenizas, es verdad, pero con ayuda lo hacen mejor. Sonrie al Shiba, pensándose ingenioso.

Hiroto asintio caminando tras su Sensei hasta llegar a la habitacion donde dejo sus pertenencias al lado de su lugar de reposo... ambos ojos estaban abiertos y unamirada perdidas se fijaba en el techo del lugar....

- Siento que no encajo - Fueroon sus palabras mas sinceras desde hace mucho tiempo

-Encajar? No seas ridiculo... somos Escorpion. Ellos nunca confiaran plenamente en nosotros... y ahi esta la clave... +contesta con suavidad, mientras prepara el otro futon, y se acomoda.

La sonrrisa de Togo es tranquila. No fuerza tus palabras, dejandote hablar.

 A pesar de tus esfuerzos, el sueño y la fatiga producto del largo dia, te vencen... tus ojos se cierran involuntariamente y terminas por dormirte.

 Togo se retira con su sensei. Los demas, atienden a Shiba ahi mismo o donde?

Los objetos pedidos estan en tu habitacion, donde ya se fue a acostar el sensei Hida.

 Un crujido fuera de lugar te despierta... Al abrir los ojos, uno de los bandidos ashigaru esta por hundir su yari en tu pecho!

Junichiro se despierta justo a tiempo para ver como un bandido intenta ensartarle con el yari. Sin embargo, aún recién despertado, es lo suficientemente rápido como para anticiparse a su movimiento. Soltando el arco, rodó hacia un lado para evitar el ataque del ashigaru y preparó su yari.

Espera pacientemente a ser atendido donde mejor prefieran los que entienden de la materia.

Shiba-san, procedamos a su habitación, ya que el pudor así lo exige