Partida Rol por web

Iuchi se da cuenta enseguida que, si bien las heridas de Shiba son mas serias, el conjuro sera mas beneficioso para Kuni, ya que este podra recuperar sus fuerzas y asi entre los dos, atender mejor al fenix.

Por ende es el shugenja Cangrejo quien respira los vapores, sintiendo como su espiritu se calma y renueva, a la par que la tension fisica desaparece. Es como si hubiera dormido toda una noche completa, algo que rara vez puede hacerse en las tierras Kuni.

Asenti ante las palabras de Mi Sensei y espere que Iuchi terminara con aquellos conjuros para ayudar a los nuestros, mi vista fue a parar hacia el prisionero escudriñandolo con detalle, mi mente comenzaba a carburar a mil en aquel momento pese a sentir un poco de cansancio.

El bandido es equiparable a ti en edad y complexion, aunque algo mas fornido. Curiosamente tambien tiene una cicatriz en el rostro.

Sus ropas negras son holgadas, permitiendole amplia movilidad, asi como ocultar cosas en ella. Estan algo rotas por la lucha, empapadas de sangre en su hombro y cuello sobre todo. Un desgarro en la camisa permite ver que tiene algo debajo de aspecto metalico, aunque no sabes bien que.

No lleva armas en apariencia, seguramente tus compañeros se ocuparon de eso.

Higetora no habló cuando el Shugenja Iuchi preparó sus artes, sólo siguió las indicaciones que éste le daba. Adoptó una posición de meditación e inhaló el preparado tonificante, bencedido por su hermano sacerdote. Los vapores borraron el cansancio de su mente y pudo sentir de nuevo la voz de los Kami a su alrededor.

Con la mente despejada, abrió de nuevo los ojos.- Veo que vuestro sensei os enseñó bien, Iuchi-san. - Desvió la mirada hacia el Shiba.- Creo que a Shiba-san le toca cambio de vendas, y no me parece que esta sala común sea un lugar donde sea decoroso hacerlo. ¡Posadero! - llamó.- Lleva agua caliente, toallas, vendas, un brasero, aguja e hilo a mi habitación.- Se levantó.- Si Iuchi-san tiene a bien asistirme, nos encargaremos de vuestras heridas, Shiba-san.

No demos espera, las heridas parecen de gravedad. El shugenja asiente y recoge sus implementos mágicos.

Si me disculpa, Bayushi-san.

Tan parecidos y tan diferentes, miro a quien estaba en el suelo, el Bayushi se acerco lento para revisarle - Tiene algo aqui - Dijo mostrando la abertura que mostraba aquello metalico. Intento ver de que se trataba, aunque una leve sospecha de una armadura o arma oculta florecian en la mente del Escorpion.

Es metal, pero sin sacarle la ropa no podrias confirmar de que se trata. A primera impresion, no es un arma... parece una armadura, pero no como ninguna que conozcas.

 Se levanta lentamente.

-Agradezco vuestra preocupacion y atenciones, Kuni-san e Iuchi -san. En verdad que me siento algo adolorido, y vendria bien atender estas lesiones... 

Sin embargo, escucha el comentario de Bayushi cuando se levanta, y mira al igual que todos, lo que este señala.

- Un arma oculta, Bayushi-san? No me extrañaria de esa escoria!

Bayushi se acuclillo junto al sujeto y reviso aquel metal el cual habia llamado su atencion. - Que tienes aqui -

Un par de pasos más le acercan más a lo que intenta desvelar su compañero Escorpión.

No se fiaba de aquel bandido ni aunque estuviera inconsciente, ya les había dado suficientes problemas.

-Sed precavido, Bayushi-san.

Venciendo el pudor, Bayushi abre la ropa del hombre para ver que lleva. ...

Lo que tiene es una especie de proteccion muy extraña, un peto solido y, en apariencia, formado por solo dos piezas, unidas con correas en los hombros y la cintura... Ademas del extraño diseño, a diferencia de las armaduras normales, este es de acero forjado de buena calidad. Tiene algunos rayones y marcas, pero en general, esta intacto...

Pueden observar que la herida que le hicieron al hombre es en la clavicula, en la parte poco protegida entre el hombro y el cuello. De haber tenido hombreras...

A toda luces, esta armadura no ha sido forjada en Rokugan. Evidentemente es de origen gaijin.

 Al incorporarse para atender a su compañero, su curiosidad innata hace que se demore unos segundos de más en la estancia, cuando la ropa del desconocido se abre para mostrar ese objeto gaijin, Shiko pierde el pudor y lo observa boquiabierto, incluso se agacha un poco y se acerca al curioso peto.

Que curioso, interesante... sus dedos acarician el objeto con el cuidado de un artesano apreciando el arte de un competidor habilidoso

Miro con asombro aquel objeto qeu cubria el pecho del reo, no sabia muy bien que era pero parecia una armadura... no como las que hcia en Rokugan.... pero por que alguien confiaria en los Gaijin?.

Bayushi miro a Iuchi - Terminaste de atender a los compañeros ? - Pregunto y luego miro a los Sensei - Solicito permiso para interrogar al prisionero -

Esta armadura... no solo es rara y unica sino tambien muy util. Quieres tenerla. DEBES Tenerla. Habra que ver la forma de hacerlo sin que interfieran o se molesten los otros...