Partida Rol por web

Al tratar de levantarlo, notas que pesa muchisimo mas de lo que su contextura (normal por otra parte, al menos lo visible) indica. Si quieres llevarlo cargando, tendra que ser a dos manos (quedas imposibilitado de usar armas o lanzar conjuros que requieran pergaminos) y hazme una tirada de resistencia cd 10 o se te abrira la herida de nuevo.

Anzai habia dejado hablar a todos, sopesando opciones. Por un lado no quería ser una carga para el resto del equipo, y por otro, era su deber acompañarles... No por honor, sino por su propio sentido de la Justicia. Shiba-San también estaba herido, no podia pedirse que cargara con él, de modo que buscó alguna rama lo suficientemente resistente para hacer un bastón y desenfundó su wakizashi para hacerse un bastón. Con el bastón ahora para apoyarse, se dirigió a sus compañeros guardando el arma:

- Se lo agradezco Shiba-San, pero no quiero ser una carga para usted, usaré el bastón y les acompañaré a dejar a la chica en lugar seguro antes de continuar. Con suerte me habré recuperado un poco en el viaje, o si Kuni-San tuviera el favor de los Kami para volver a curarme. - Miró al resto.- En cualquier caso, avancemos... Puede que no tengamos mucho tiempo de margen para encontrar al chico.

Higetora pudo sentir como se le reabría de nuevo la herida al echarse al hombro al asombrosamente pesado hombre de negro. Ignoró la petición del Mantis; los kami ya habían sido llamados y ya estaban acelerando su curación, no tenía sentido importunarlos más.

Al alzarlo, notas que su torso es duro y pesado, como si tuviera una proteccion bajo la ropa... La sangre comienza a correr de nuevo bajo tu kimono, pero eso no es tan extraño.

Sera una caminata larga. Ojala no te desangres.

El Mantis trata de demostrar el valor que lo esta caracterizando, pero una cosa es el espiritu y otra el cuerpo. Apenas logra tenerse en pie aun con el baston. Caminar varios kilometros por el bosque oscuro esta fuera de sus capacidades por ahora...

Grulla guia, la joven le sigue, kuni carga con el hombre de negro, y Shiba debe ayudar/se con Yoritomo... Que hacen con el ashigaru?

-Muy valiente por su parte, Yoritomo-san querer caminar sin ayuda, pero me temo que en su estado deberá acpetarla.

Con cuidado coloca su cuerpo bajo la axila de Mantis cargano así con una buena parte de su peso.

-Mis heridas no son tan preocupantes como parecen y Kuni-sama y Daidoji-san han hecho un buen papel mitigándolas, así que permitidme que os ayude.

Echa a andar dando apoyo al samurai, sin más tribulaciones. Ya se siente suficientemente expuesto en la oscuridad del bosque como para permanecer parado.

Higetora acomodó su carga con un gruñido.- En marcha pues. - Miró un momento al ashigaru maniatado por la espalda. Deberían haberle roto los pulgares para evitar que intentase escapar, pero no parecía que fuese muy hábil.- Camina. - Le dijo sin ceremonia.

El hombre esboza una sonrrisa tenue al Kuni, casi desdeñosa.... Con soltura, comienza a caminar poniendose al medio junto a Suzue, mirando de reojo, con cierto desprecio como Shiba y Anzai se ayudan a caminar, debido a las serias heridas que tienen...

Daidoji no tiene muy dificil desandar el camino, solo deben regresar al sendero y desde alli pueden retornar al pueblo directamente. Ademas la casa de Higuetora queda casi junto al camino, de modo que pueden dejar a la niña alli.

Junichiro estaba preocupado por si el bandido se le ocurriese hacer alguna jugarreta, pero no podía vigilarlo y encontrar el camino al mismo tiempo. Deseaba llegar al pueblo cuanto antes, y también albergaba la esperanza (un tanto vana) de que el ronin hubiese encontrado al niño y lo hubiese puesto a salvo. Si tenían que reiniciar la búsqueda, cualquier cosa podría pasar.

Iba caminando junto a Shiba-San, sin perder de vista al peligro que suponía el bandido capturado, que estaba peligrosamente cerca de la chica, no iba a darle la minima oportunidad de hacer una jugarreta en estos momentos, de modo que habló claramente:

- Una mirada así más, y me aseguraré de que vayas ciego a tu juicio, bandido. Y por favor, ni se te ocurra hacer nada raro, no tengo ganas de hacer ejercicio sin buenos motivos.

Sin perder los estribos por las miradas incitadoras del bandido le interpelo enérgicamente pero sin un ápice de cólera.

-Aléjate de ella, camina por delante de mi. A un paso. Y como se te ocurra cambiar esa distancia, lo lamentarás.

En su mente no entra el acabar con él antes de llevarle a la aldea, ya que cada vida, aunque sea la de un hombre arrastrado a la delincuencia, es sagrada, pero sin duda Bankunaruchi tiene una balanza ética donde la vida de la chica o de sus compañeros samurais es más valiosa y no merece arriesgarse mucho con el bandido.

-Los ciegos son ustedes...+sonrrie con autosuficiencia insultante, sin obedecer. Continua caminando si, pero lo hace aun junto a Suzue. Es la chica quien se aparta, finalmente, adelantandose junto a Grulla con prisa y algo temerosa.

El hombre parece divertido por la situacion, y mira sus caderas con total desverguenza. Hace participe de esto incluso a los que le vigilan desde atras (Shiba, Yoritomo y Kuni) con una mueca sarcastica.

Esta parte de la posada parece estar deshabitada, al menos por la tranquilidad y silencio que se respira en ella.

Los dos tienen oportunidad ahora de relajarse y recuperar sus fuerzas. La luna sigue su curso por el cielo, ya alta, y no tienen noticia del resto... Estaran bien?

Aprovechando su cercanía poco usual con Shiba-San, tuvo un presentimiento al ver las reacciones del Ashigaru, por lo que comunicó algo en un susurro a este:

- Creo que podemos estar siendo vigilados o emboscados... - Dijo en apenas un susurro.- Si pasara algo, aseguren a la chica y llevenla a lugar seguro, intentare conseguirles tiempo. Puedo equivocarme, pero es mejor tener presente lo que hacer.

Tras los pocos segundos de susurros sonrió de lado, como haciendo ver que había contado una confidencia al Fénix, seguramente un chiste o un recuerdo gracioso. No por ello tenía la guardia baja, sabía que era muy posible que estuviesen a punto de entrar en otro combate o que ese tipo tuviese un as bajo la manga, de no ser así, era simplemente un trozo de basura con algo de chulería de pega autoimpuesta.

 Si me disculpa, Bayushi-san, creo que deberíamos turnarnos para dormir. Yo estaré en vigilia hasta que mis fuerzas lo permitan y le despertaré a ud cuando esté muy cansado para continuar.