Partida Rol por web

Sombra abre con cuidado la puerta que hay en las cocinas, tal y como sugiere su compañero Clevor. Dicha puerta da a una pequeña despensa abarrotada y bien surtida de comida que podría servir para aguantar varios meses. Pero está todo cubierto por una capa de hielo. Sombra se percata que la comida, aunque pudiera descongelarse, estaría incomestible. 

Por su parte, el enano observa por las escaleras hacia arriba, en busca de algo o alguien que pudiera estar escondido, pero desde la parte de abajo no ve nada de lo que hay arriba.

Miro de nuevo al humano, que desde que participo con el le parecio un gran estratega. Levanto una de las cejas y mientras susurraba un poco alto le hacia seña con las manos.

Amigo.... que estan arriba, vas a mirar la casa por si te la quieres quedar en la epoca de sosticio de verano? Vamos arriba, y a ver que es lo que no enfrentamos.

Clevor observó ceñudo a su camarada ¿Quieres subir y darte cuenta de que había goblins abajo cuando era demasiado tarde? susurró, como para que pueda oir Travok pero no mucho más. Con su espada y su brazo extendidos, señaló la puerta que no habían revisado.

Miro al humano y sopeso sus palabras.

Pues seria interesante y le daria algo mas de vida a este tempano. Susurro el enano para que le oyese y termino con un guiño y una sonrisa burlona.

Fue hasta la puerta que indico el humano y comprobo si estaba abierta, en el caso que asi fuera la abrio y observo lo que habia dentro.

Travok abre la puerta sin problema y observa el interior. Se trata de un pequeño dormitorio con un par de camas. Una de las camas está deshecha y la otra tiene las sabanas puestas, tapando un enorme bulto, como si alguien estuviera durmiendo en ella. También hay una chimenea como en las anteriores salas, llena de llamas azules congeladas.

El enano se lleva una sorpresa a ver el bulto en la cama. Hace una seña a sus compañeros.

Luego señala al Sombra y le hace otro gesto

Y señala a la habitacion. Y de nuevo hace otra señal 

Sobra se mueve sigilosamente hasta la cama, dispuesto a saber quien hay bajo las sábanas. Por supuesto, si parece hostil, no dudará un segundo en atravesarlo con su acero.

Sombra, con su arma desenvainada y preparada para cualquier peligro, se acerca silencioso hasta la cama. Tira con cuidado de la sábana y descubre los cuerpos de dos ancianos debajo de ella. Ambos están congelados y con una mueca de horror y agonía. Por sus ropas parece claramente que fueron sirvientes del dueño de la torre. Por lo visto murieron congelados mientras dormían...

Sombra mira apesadumbrado a los pobres ancianos y vuelve a taparlos con la sabana. A continuación sale de la habitación y con un gesto de negación indica a sus colegas que no hay nada con vida en el dormitorio. Acto seguido señala de nuevo al techo, instando a sus compañeros a subir cuanto antes al piso superior.

Clevor esperó cerca de las escaleras a que el pícaro se moviera en silencio para dar parte de lo que podría esperar arriba, siempre era bueno contar con exploradores sileciosos que pudiesen recabar información sobre los peligros que acechaban más adelante.

Les hizo señas a los demás para que se acercasen con cuidado a las escaleras, pero que esperasen con él el informe de Sombra.

La imagen de los ancianos abrazados en la fria garras de la muerte le hizo peso en el alma. Cuando terminasen tendria que volver a dar sepultura y paz a la pareja..... y llevarse la estatua de cristal. 

Sombra se movio en silencio para arriba de la escalera para inspecionar y Clevor pidio a los otros miembros que se le acercara.

El enano hizo un gesto de negacion con la cabeza y señalo su armadura.

Sombra sube las escaleras con la gracilidad de un felino...

El humano se mantuvo alerta, intentando no moverse ni hacer ningún ruido, esperando que el joven envuelto en oscuras ropas regresase con alguna noticia.

La parte superio parece ser una enorme librería. Hay varias chimeneas, una mesa al fondo y dos estanterías junto a la escalera derecha.

Una criatura sin rasgos hecha completamente de hielo azul está agazapada junto a la chimenea. Porta una armadura pesada y esgrime un enrome trozo de hielo con forma de maza. Tras él, junto a la mesa, una versión más esbelta de la misma criatura crea largos, proyectiles afilados de hielo, listos para lanzarlos. Y todavía otra versión de la misma criatura básica, esta esgrimiendo una retorcida hoja de hielo brillante se desliza por el suelo, con dentados fragmentos de hielo cristalizándose de la nada a su alrededor. 

Las criaturas parecen estar listas para la batalla, esperando tender una emboscada a cualquiera que asome su cabeza por las escaleras, pero por suerte para ti no se han dado cuenta de tu presencia... por ahora.

La mente del divagaba recordando los hechizos que había realizado y los enemigos que había matado. Veía la energía salir de sus dedos proyectada desde su pecho, veía las volutas de humo saliendo de los cadaveres...

El mago sacudió la cabeza... ¡se estaba quedando dormido!

Sadrik intentó mantener los ojos abiertos pero después del cansancio acumulado durante las escaramuzas del día le costaba bastante.

Te mueves rápido mientras apuntas con tu ballesta y lanzas un certero proyectil que impacta en la criatura, haciendo que multitud de esquirlas salten de su cuerpo helado.

Tu grito de ayuda sigue viene acompañado de varias pequeñas explosiones que se originan tanto en el primer piso como en la planta baja. Desde tu posición privilegiada, puedes ver cómo los bloques de llamas congeladas que hay en las chimeneas estallan y un radiante fuego azul empieza a arder en el interior de cada una...

Veis a Sombra subir los últimos escalones y lo perdéis de vista por unos segundos, hasta que grita pidiendo ayuda. En ese momento una serie de detonaciones retumban por toda la torre, tanto en la planta baja como en la superior...