Partida Rol por web

La sorpresa de Orsik fue mayúscula, el enano creyó que finalmente se enfrentarían a su objetivo, pero lo que él y sus compañeros encontraron fueron más orogs.

—¡Más orogs! malditos bastardos, son como una plaga de pústulas; cuando crees que las has eliminado, salen más por otra parte—

No en vano, el enano se infundió de valor para ayudar a su solitario compañero de armas.

—Dejadme al grandullón a mí..—

Tras decir esto desmonta preparándose para otra batalla.

- Es enorme - en apenas un susurro habló más para sí que para los demás. 

-¿A qué te refieres, malandrín?--bromeó el arcanista con el monje cósmico mientras se adelantaba para lanzar una descarga de fuego sobre uno de los orog. 

Luego Rurik retrasó la posición para protegerse mejor al tiempo que rumiaba:

-A ver si ahora voy a tener que ser yo solo también el que se encargue de esa chusma... como ha ocurrido antes.

Orsik se lanzó al ataque sin pensárselo dos veces; si no actuaba rápido esas bestias acabarían con el soldado herido que pedía ayuda. Corre hasta llegar a su lado y protegerlo con su escudo.

—¡No nos esperabais...eh malnacidos!— dice a los orogs enseñando los dientes.

Soren se movió a un costado mientras cargaba una flecha en el arco. Acto seguido, disparó el proyectil a uno de los orogs.

Tras el certero conjuro de Rurik, Soren lanza una mortal flecha al orog del flanco izquierdo.

El caballero, envalentonado por vuestra intervención, se lanza al ataque a por el ogro. Arengándoos al resto*. Sus dos espadazos son muy certeros, aunque esperaba herir al ogro con mayor gravedad.

Groac'h avanza a toda velocidad y se coloca al lado de Orsik. Aprovecha para lanzar su hacha de mano al orog más alejado que parece malherido.

Con su hábil movimiento, Groac'h acaba con otro de los Orogs. Ahora habría que ver cómo va a defenderse de los ataques estando desarmado.

El ogro, aunque lento, descarga su gran clava contra el caballero dejándole algo aturdido por momentos. El valiente siervo de Furyondia no aguantaría otro envite como ese. Así, el orog herido que está a su lado lo deja moribundo e inconsciente.

El otro orog superviviente trata de alcanzar a Groac'h con su gran hacha pero no acierta.

La sorpresa, hizo que actuase muy lentamente... Parpadeó y contempló el campo de batalla. Todo era un caos y la figura a la que intentaban proteger estaba caída... Así que no lo dudó ni un instante. Se abalanzó sobre el humano e intentó comprobar cuál era su situación. Le proporcionaría primeros auxilios si fuese necesario.

Ahora sí que sí. Una vez dispuestos los peones sobre el tablero para crear la necesaria barrera, el abjurador enano se adelantó por el claro y luego descargó una nueva llamarada sobre otro orog.

El certero lanzamiento de Rurik no bastó para tumbar al orog, que parecía tener una buena resistencia.

Soren se acercó a la contienda mientras disparaba su arco nuevamente.

El cerco se iba estrechando ante los esbirros, aunque la suerte no parecía estar del lado de los enanos. Por ahora.

En medio del fragor de la batalla Orsik, con cierta dificultad, intenta golpear al Ogro.

El segundo hachazo de Orsik no pudo atravesar la fina armadura de pieles del Ogro. Éste, aunque recibía algunas heridas, parecía muy resistente a vuestros ataques.

Groac'h se acerca al caballero y lo toca mientras entona un cántico en honor de los héroes. A su vez, desenvaina su martillo.

El ogro la toma ahora con Orsik pues es el único que ha conseguido herirle y aún está en pie.

El enano recibe dos violentos golpes con su gran clava, haciéndole un daño atroz.

Uno de los orogs se adelanta para alcanzar a Soren y así evitar sus ataques a distancia. No tiene tanta suerte su compañero, que tratando de interrumpir los conjuros de Groac'h, no alcanza al enano.

¡¿La gran clava hace 2d8 de daño?! 

El caos reinaba en el campo de batalla. No se sentía bien, estaba mareado... Tanto, que no consiguió estabilizar al humano. Miró en todas direcciones, aturdido. ¿Qué demonios está pasando? Pensó. Alguien estabilizó al herido con algún hechizo, pues comenzó a brillar... Uno de los orogs pasó junto a él, abalanzándose contra Soren... Céntrate, céntrate. Comenzó a pensar a modo de mantra, respiró hondo e intentó mantenerse centrado en la reyerta.