Partida Rol por web

Como si de una sóla persona nos trataramos, todos reaccionamos al unisono. Mi cuerpo vuelve a ser recorrido por llamas negras que salen despedidas contra la criatura golpeandola en el pecho.

Ront estaba algo despistado al abrir la puerta y tardo un poco en responder, pero cuando vio a sus enemigos no dudo en cargar hacia uno de los esqueletos con su lanza.

Las explosiones de Pinguriel y Nessun impactaron de lleno en ambas criaturas, mientras que los ataques de los otros dos combatientes no sirvieron de nada. A pesar de ello los esqueletos no dudaron ni un solo segundo en reaccionar y comenzar su danza de estocadas. Ront logró esquivarla con soltura, pero Bogrum no tuvo tanta suerte y finalmente se la clavaron en un brazo provocándole un corte con muy mala pinta.

Viendo que mi compañero está en peligro, me concentro para asegurar el golpe ya que puede ir su vida en ello.

Sali de la habitación y quedaos en la puerta, asi solo vendrán de uno en uno y será más fácil acabar con ellos

Bogrum siguió aferrando su hacha dispuesto a destrozar al esqueleto a golpes, pero de nuevo parecía que la suerte le sería esquiva. Por fortuna sus compañeros le cubrían las espaldas y las esferas de energía asolaban a los no muertos...

Maldito saco de huesos...

Una nueva descarga sale de mi brazo, impactando brutalmente contra la criatura

Entre Pinguriel y Nessun liquidaron a los dos esqueletos que se habían enfrentado a ellos, dejando la sala libre para continuar e investigar el cofre que había allí colocado en un esquinazo.

Bueno, este cabrón me ha dado bien dijo Bogrum recurriendo al poder de Clanggedín para sanar sus heridas de nuevo.

A partir de ahora atacamos desde fuera y yo os cubro desde la puerta.

Tras aquellas palabras el enano se dispuso a buscar por la sala, poniendo especial cuidado en el cofre...

Ront al ver que sus enemigos habian sido derrotados comenzo a buscar por la sala algo que les pudiera ser de utilidad en algun momento. Veamos que podemos encontrar por aqui. Penso mientras rebuscaba por todos los lados de la habitacion.

Bogrum se colocó junto a la puerta de la pared de la derecha, listo para abrir una vez más, pero en aquella ocasión quedándose tras ella para que sus compañeros disparasen a placer, mientras él custodiaba el acceso.

¡Venga, movimiento!

Si, adelante, abre cuando quieras - respondo mientras me coloco en posicion de ataque

Al abrir la puerta encontráis una nueva habitación un poco más alargada que la anterior. Al fondo hay una puerta por la que continuar, pero la custodian tres zombis. El de en medio parece algo más grande que los otros dos.

Segun la puerta se abre, escurro mi pequeño cuerpo por un lateral, sin llegar a entrar y lanzo una explosion contra la criatura más grande, retrocediendo luego para dejar paso a mis compañeros

Según se aabre la puerta y espero encontrar un par de enemigos, me sorprende encontrar un numero elevado, y el pensamiento de tener problemas hace que no pueda apuntar bien con mi ataque.

Intentemos acabar primero con los pequeños que serán menos peligrosos.

Bah, zombies. exclamó Bogrum altivamente Si no sois capaces de acabar con ellos, los ahuyentaré con el poder de Clanggedín, aunque no me gusta tener que mancharme las manos por tan poca cosa...

Ront al ver que tras aquella puerta se encontraban mas enemigos no dudo ni un instante en cargar contra ellos.

El primero en adentrarse en la sala es Pinguriel que se coloca en un lateral y sin llegar a entrar en combate directo lanza una terrible explosión que hiere al zombi más grande de todos, los zombis, algo torpes no tardan ni un solo segundo de abalanzarse contra él. Cada uno de ellos trata de darle un golpezato con sus brazos y manos, pero el mediano se defiende bien y logra esquivar cada uno de los golpes.

Después Nessun también lanza una explosión contra uno de los zombis pequeños, pero no tiene mucha suerte y no logra herirle.

Por último, Ront carga contra el zombi que tenía más cerca y trata de clavar la lanza en el cuerpo blando del zombi. A pesar de que lo logra, ésta se hunde entre sus carnes sin hacerle demasiado daño, por lo que el golpe no resulta tan efectivo como hubiera sido lo normal.

Bogrum se disponía a expulsar a los zombies, sacando el símbolo sagrado de su señor Clanggeddín, alzándolo para que lo vieran aquellos monstruos.

Pero de repente un tremendo ataque de tos lo impactó como si de un golpe en el estómago se tratara, casi doblándolo por la mitad, y las palabras murieron en su boca.

Cof cof...  entre toses, logró articular algunas palabras debe haber un poder maligno aquí cof cof que me impide expulsarlos...