Partida Rol por web

Notas de juego

Transfondo: B.- El personaje es sumamente valiente y sueña con ser un gran héroe y salvador del mundo. Intentará ayudar a cualquier necesitado si su ayuda le hace sentir que hace algo heroico.

Trasfondo del personaje:

* Perfil psicológico: (No más de 12 palabras): Ser más reconocido que su padre por sus acciones para combatir Izrador (justo 12 palabras).
Explicación: Wendell considera que su padre fue un héroe, no solo por el hecho de animarse fabricar armas para ser utilizadas contra Izrador y sus secuaces, sino por no renegar de sus ideales cuando fue capturado y torturado, pese a que eso le costó la vida. El quiere ser "más heroico" que su padre, eliminando a la mayor cantidad posible de seguidores del mal.

* Motivación: (Lo que lo mueve en la vida, lo que le hace ser un héroe, sus anhelos. No más de tres palabras): Castigar la traición (justo 3 palabras).
Explicación: Más allá de su odio a los seguidores de Izrador, odia todavía más a los traidores. La muerte de su padre por culpa de uno de ellos se lo hizo aprender a la fuerza. Nada justifica una traición. Quiere eliminar a todos los seguidores del mal que pueda pero, si puede elegir, los traidores son su objetivo principal.

* Virtud: (Aquello que lo hace resaltar entre los héroes, una virtud digna de ser reconocida. No más de tres palabras): Capacidad de enfocarse (justo 3 palabras).
Explicación: Tiene que ver con dedicarse con todas sus habilidades a lo que esté haciendo en cada momento. Dado que, pasó gran parte de su infancia viviendo dos vidas en paralelo (como aprendiz de herrero en el pueblo y como aprendiz de defensor en el campamento rebelde) aprendió a descartar "su otra vida" en cada momento. De hecho, eso es lo que le permite, cuando está enfocado en el combate, aprovechar su velocidad para realizar más ataques de los que se consideran normales (dote "Reflejos de combate")

* Vicio: (Aquello que lo hace resaltar en el mundo, un defecto que suele ser más visto y que todos reconocen con el tiempo. No más de tres palabras): Excesivamente leal (menos de 3 palabras).
Explicación: Después de lo que le pasó a su padre tiene un rechazo patológico a lo que tenga que ver con la traición, por lo que incluso sobreactúa en su necesidad de evitarla. Sabe que gran parte de la gente no puede evitar hacerlo para sobrevivir, pero el está dispuesto a evitarla a toda costa y, cuando observa que otro no actúa lealmente con sus compañeros, la situación le causa rechazo

* Lugar de origen: Donde nació y donde se crió: Low Rock

* Edad: El año es el 101 de la era oscura, tenedlo en cuenta: Tiene 21 años

* Padres: Nombres y origen de ambos, si están vivos indicarlo: Madre: Alara Karim (muerta de muerte natural en su infancia, no la recuerda), Padre: Sigfrid Karim (torturado hasta la muerte por el administrador de Low Rock, por haber fabricado, y vendido, armas a los rebeldes)

* Hermanos: Nombres, si están vivos indicarlo: No tiene

* Esposa: Nombre, si está viva indicarlo: No tiene

* Hijos: Nombres, si están vivos indicarlo: No tiene

Historia:
(La historia del personaje, no incluyan nada sobre el mero presente, yo les daré la pauta. Aunque si consideren que la trama se gesta cerca de las montañas de KALADRUN).

Criado por su padre, el herrero Sigfrid, Karim Wendell aprendió desde pequeño que los orcos eran un mal necesario. Después de todo eran quienes alimentaban a la pequeña familia en compensación por las armas que Sigfrid producía para ellos. El herrero, según la interpretación de los administradores no resultaba demasiado bueno en su trabajo. Las armas que entregaban solo servían para sus subordinados porque no tenían la calidad que ellos deseaban para si. Sin embargo Sigfrid era capaz de producir armas de calidad. Y lo hacía. Solo que las almacenaba escondidas hasta que los rebeldes se acercaban a su pequeña herrería para retirarlas y utilizarlas contra los opresores.

Por un lado cada arma que producía para los invasores le causaba dolor. Sabía que era posible que con ella mataran a uno de sus aliados. Pero también sabía que mantener su trabajo era la forma de conseguir el metal que necesitaba para proveer a sus verdaderos clientes. Y además sobrevivir.

Wendell, desde que tuvo edad para sostener el pesado martillo de herrero comenzó a ayudar a su padre. Sin embargo tenía claro que la herrería no era su pasión. De hecho, en cuanto aprendió a manejarse por los alrededores del poblado fue el encargado de avisar a los rebeldes que su padre tenía un lote para ellos. O que debían acercarse para poder comunicarse con el. Para el pequeño, no dejaba de ser un juego. Al principio solo debía alejarse un poco hasta que un vigía lo observaba y se ponía en contacto con el. Sin embargo, a medida que pasaron los meses, y los años, confiaron en Wendell lo suficiente como para enseñarle sus distintos escondites. Y así el pequeño comenzó a acudir por si mismo a esos escondites cuando resultaba necesario, evitándoles a los rebeldes la peligrosa guardia en las afueras del poblado. Fue en esos viajes cuando aprendió a escuchar, esconderse y moverse en silencio. La patrullas sorpresivas podían ser peligrosas incluso para un niño.

Fue en uno de esos viajes, en parte gracias a sus incompletos conocimientos del metal y en mayor grado por la fortuna, que descubrió un yacimiento de hierro en las cercanías del poblado. Por un momento los rebeldes pensaron explotarlo ellos mismos, pero finalmente descartaron la idea. Resultaba demasiado riesgoso. Además Sigfrid cada vez conseguía menos metal por lo que sus aportes a la resistencia se iban espaciando. Finalmente decidieron que el pequeño informara al administrador de su descubrimiento, esperando que eso significara que Sigfrid podría fabricarles más armas. Los orcos tenías otras formas de conseguir armas. Ellos no.

Esta idea tuvo una consecuencia inesperada. El administrador del pueblo decidió premiarlo, nadie sabe si en broma o como castigo a quienes según el debían haber encontrado la mina. El premio no fue, como el y su padre hubieran querido una mejora en sus condiciones de vida, sino su nombramiento, pese a ser solo un niño, como "Prospector de Minas" de la región. Incluso en un acto en la plaza principal del pueblo le entregaron una nota que, según le explicaron, anunciaba que estaba autorizado a moverse por los caminos con el fin de encontrar minas para la mayor gloria de Izrador. Eso le permitió comunicarse con la resistencia, cuando resultaba necesario, sin necesidad de ocultarse.

En uno de los campamentos ocultos, conoció a un viejo guerrero que, a diferencia del resto de sus compañeros, prefería evitar las armas y combatir solo con el poder de su cuerpo. Tras observar un par de entrenamientos Wendell decidió que esa forma de combate le interesaba más que su aprendizaje de herrero. El pequeño comenzó una extraña rutina. Durante varios días permanecía en el campamento, practicando sus movimientos mientras se suponía que estaba buscando minas y luego volvía a la casa de su padre, al que cada vez veía menos, para aprender, con cada vez menos ganas, las artes de la herrería.

Asimismo, la convivencia, durante tantos años con el grupo de rebeldes, le permitió mejorar sus conocimientos idiomáticos. No sólo mejoró la forma de expresarse en la Lengua de Comercio, de la que ya conocía algunas palabras, sino que aprendió a expresarse, más mal que bien, en el idioma de los medianos.

El pequeño se convirtió en adolescente y luego en adulto. Y así como las horas en la forja lo dotaron de unos buenos músculos, el entrenamiento sin armas hizo resaltar su destreza y velocidad natural. Incluso participó, con los rebeldes, en pequeñas emboscadas a patrullas orcas. Pero un día todo acabó.

Lo cierto es que la ultima vez que vio a los rebeldes fue cuando abandonó su campamento y se dirigió al pueblo para visitar a su padre. Como tantas otras veces, al escuchar a una gran patrulla de orcos decidió esconderse mientras estos avanzaban por el camino, sin sospechar que esos mismos orcos se dirigían al campamento del que acababa de salir y acabarían con todo el grupo.

Al llegar al pueblo y acercarse a la herrería de su padre, descubrió que algo no andaba bien. El hombre estaba crucificado, con ambas manos clavadas en el portal de la puerta de su pequeño negocio y el cuerpo colgando de ellas, mientras una pequeña patrulla de orcos impedía que nadie lo socorriera. Por un momento estuvo tentado de atacar a la patrulla, pero supo que, pese a su habilidad era imposible que lo consiguiera. Gracias a su experiencia en las artes del sigilo consiguió rodear el taller sin que lo vieran, entrar por una ventana trasera y acercarse a su padre. No podía liberarlo, el hombre ya estaba a punto de morir, pero consiguió hablar con el.

Así se enteró que uno de los rebeldes, al ser atrapado y torturado había traicionado al grupo. No solo había delatado a su padre sino que había explicado la situación del escondite y una patrulla se dirigía a acabar con ellos. Recordando lo que había visto en el camino, Wendell supo que era cierto. Pero las siguientes palabras de su padre lo obligaron a tomar la decisión más difícil de su vida. Sigfrid sabía que no tenía salvación. El mismo se lo explicó. Si sobrevivía a la tortura actual, en cuanto la patrulla volviese inventarían algo peor. Solo tenía un pedido para su hijo - Coje las botas esas que siempre quisiste, las que tienen las dagas en sus cañas y mátame. No permitas que me sigan torturando. Aún no dije nada, pero tengo miedo de no ser capaz de resistir. Y huye de aquí, creo que aún no se dieron cuenta que el Prospector de minas es mi hijo. Pero si hacen la relación, pondrán precio a tu cabeza. Mátame y huye -

Con gran dolor, pero sabiendo que era lo correcto Wendell cumplió la ultima voluntad de su padre. Tras tomar las botas que siempre le habían gustado, esas donde su padre ocultaba, en las cañas de las mismas, un par de dagas, respiró profundamente y desde el interior del taller, clavo una de las dagas en su corazón. Luego huyo, antes de que los orcos entendieran quien, y como, había realizado lo que ellos deberían haber impedido. Una sonrisa macabra se dibujó en los labios de Wendell mientras pensaba en el castigo que les esperaba. No tenía opciones, huyó del poblado y se dirigió al campamento de los rebeldes. Quizás alguno había sobrevivido...

No. Nadie había escapado a la matanza. Tras ocuparse de enterrarlos, recogió algunos objetos del campamento, y se prometió a si mismo que, como su padre, preferiría la muerte antes que traicionar a alguien más y decidió alejarse hacia las montañas Kaladrun. Estuvo tentado de abandonar su permiso de Prospector en las tumbas que acababa de cubrir, pero finalmente lo guardó. Quizás le sería útil en el futuro.