Partida Rol por web

La calma tras la tormenta

3.1 Problemas de magos, asuntos de villanos

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14/12/2009, 17:34
Director (Acedor1566)

"El Imperio, y de hecho, todo el viejo mundo, depende de lo que hagas a partir de ahora, mi niña. Confío en ti, y se que harás lo correcto. Y que la misma Verena te guíe en tu cometido."

-Últimas palabras del Gran hechicero Fausto Von Adalwäin a Gabriella Klara Von Hauss-

Director principal: Acedor1566

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14/12/2009, 17:42
Director (Acedor1566)

El ruido de los vasos chocando entre ellos, de los cubiertos, y del griterío y jaleo de los parroquianos, solo se ve eclipsado por la música que algunos de los clientes, con demasiadas cervezas en el cuerpo, tocan alegres, entonando una irritante melodía popular que parece no acabar jamás. Por fortuna, el resto de la clientela no se ha animado a cantar. Por fortuna. La noche no tarda en caer, y poco a poco la orquesta se retira, junto con la mayoría de los parroquianos, ebrios en su mayoría. Casi todos son campesinos que deben levantarse con la primera luz del alba, así que no pueden permanecer todo lo que les gustaría. A las nueve de la noche, la taberna se vacía casi por completo, y solo quedan dos mercaderes que se alojan allí y los hijos de los pocos funcionarios de la ciudad de Delberz. 

No obstante, en un rincón, un extraño grupo de forasteros, que inquieta en cierta medida a los ciudadanos y campesinos. Se les oye cuchichear en una mesa, al fondo de la taberna. A un lado, una mujer, joven, vestida con extrañas túnicas blancas y celestes, y con una suerte de cayado o bastón grabado con símbolos que pocos pueden entender. Su figura es sin duda turbadora. Aunque es una joven de gran belleza, su aspecto es liviano. Su piel pálida, su melena de cabellos blancos y plateados y sus ojos azules desvelan una apariencia fantasmal. A su lado, sin siquiera mirar de reojo a su extraña acompañante, sin el más mínimo temor, un enano, frente a un plato de huesos de cerdo y cordero, y tres pintas de cerveza, una de ellas medio vacía. Viste unos pantalones de tela y un justillo de cuero, a modo de armadura, y nada más. Su barba y su pelo, una cresta, son de intenso color naranja. 

Frente a estos, un hombre joven, de aspecto enérgico, y con rasgos y acento claramente estaliano, conversa con la maga. Sus vestiduras son humildes, pero en su cinto lleva enfundada una espada muy vistosa. Sin duda, un arma que no parece cuadrar con su portador, y que no deja de llamar la atención. Junto a él, un chaval con ropas mucho más elegantes, con aires de rico burgués habituado a la vida palaciega, de vez en cuando se mete en la discusión. Y a la sombra, en un rincón, una mujer, de arrebatadora belleza. Su rostro está oculto por un pañuelo, que oculta su boca y su nariz, dejando ver unos ojos azules, de mirada fría y cruel, orejas acabadas en punta, que revelan su raza, y una larga melena rubia, atada en una cola. Viste una capa verde mar de exquisita seda, atada al cuello con un broche. Bajo la capa, puede percibirse una armadura de mallas de exquisita manufactura, elaborada con el mejor metal venido de Ulthuan. Dos dagas enfundadas en la cintura, y un largo arco con un carcaj lleno de flechas plateadas revelan lo peligroso que puede ser siquiera acercarse. Una asesina sombría, parte de la mística fuerza de élite del Rey Fénix. Pueden matar a un humano varias veces antes de que llegue a tocar el suelo, o eso dicen. 

Fuera, se puede oír como la guardia cierra el pesado portón de madera, única entrada y única salida de la ciudad. Poco a poco los últimos clientes se retiran, y el tabernero mira de reojo al extraño grupo, con una mezcla de temor e inquietud. Le molesta tener a ese grupo en su taberna. Por mucho dinero que tengan, ese tipo de gente siempre traen problemas, peleas o incluso algo peor. Cuanto antes se marchen, mejor. Sin embargo, el apego por su propiedad no es suficiente como para compensar el temor de ganarse la enemistad de una elfa sombría, de un matador enano y de una maga, así que por ahora no dice ni hace nada, solo mira de reojo y murmulla algo, pero nada más. 

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18/12/2009, 13:11
Director (Acedor1566)

Por tu parte, estás en Delberz esperando el carruaje de tu señor, un envío del gran hechicero de la orden celestial, Fausto Von Adalwäin, uno de tus más sabios mentores, y lo más parecido a un padre que has tenido desde que ingresaste en la orden. El envío, un pequeño cofre camuflado entre un conboy de varios nobles y comerciantes. El pequeño cofre contiene el forúnculo de Nurgle, un artefacto capaz de convertir en putrefacción y enfermedad todo cuanto toca. El gran hechicero a concluido que ese artefacto de origen oscuro y maldito es lo que ha esparcido la enfermedad que asola las aldeas del Imperio. En las entrañas del forúnculo, una suerte de orbe del tamaño de un puño, puede estar la clave para elaborar una cura. Pero Von Adalwäin no puede manipular un artefacto así, que de hecho ni siquiera debería estar en su poder. Por precaución a que un incidente con el gran hechicero pudiera salpicar a toda la orden, e incluso a los mismos cimientos de la magia, el orbe debe alejarse de la academia. Por ello parte rumbo a Middenheim, a las expertas y mucho menos vigiladas manos de Meinrad Rüdiger, hechicero brillante y gran amigo de Von Adalwäin. Tu misión, tu primera misión como hechicera celestial, es escoltar al conboy desde Delberz hasta Middenheim. Ha de llegar mañana desde Altdorf. El Gran hechicero teme que ciertos rumores esparcidos por algún bocazas en la capital imperial puedan poner en peligro el envío. Las zonas cercanas a Middenheim están pobladas de asesinos del caos, de pieles verdes, bandidos y demás alimañas. Tú debes asegurarte de que todo sale según lo planeado. La vida de los guardias o los tesoros de los carruajes no importan, puedes negociar con ellos si quieres, pero el pequeño cofre debe llegar a la ciudad del lobo blanco, a toda costa. 

Por eso estás en la taberna. Has contactado con un grupo de espadas de alquiler, gentuza de los bajos fondos, pero con labia, astucia y buena presencia. Son buenos luchadores. Les ofreces siete coronas ahora y siete más al llegar, y ahora, estáis "negociando" "los términos del contrato".

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18/12/2009, 13:34
Director (Acedor1566)

Vuestro éxito es mucho mayor del esperado. Acabada de fundar vuestra pequeña banda, ya tenéis un cliente de gran potencial. Una hechicera, un personaje extraño, sin duda, inquietante, pero que paga, y paga muy bien. Y cualquier cliente con monedas en el bolsillo, es un buen amigo. Os ofrece catorce coronas de oro por escoltar un carruaje de aquí a Middenheim. Por un día de camino, catorce coronas. Perfecto. Eso os ayudará a financiar material y alguna que otra alegría, y a cambio, solo una misión sencilla. Por ti es perfecto, pero tu amigo está convencido de que se le puede sacar más...

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18/12/2009, 13:41
Director (Acedor1566)

Vuestro éxito es mucho mayor del esperado. Acabada de fundar vuestra pequeña banda, ya tenéis un cliente de gran potencial. Una hechicera, un personaje extraño, sin duda, inquietante, pero que paga, y paga muy bien. Y cualquiera cliente con monedas en el bolsillo, es un buen amigo. Os ofrece catorce coronas de oro por escoltar un carruaje de aquí a Middenheim. Por un día de camino, catorce coronas. Perfecto. Eso os ayudará a financiar material y alguna que otra alegría, y a cambio, solo una misión sencilla.

No obstante, esa maga tiene todo el aspecto de tener mucho más que eso en el bolsillo, y cuanto más se le pueda sacar, mejor... 

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18/12/2009, 13:42
Director (Acedor1566)

Esperas, a que esos tristes humanos acaben sus malditas negociaciones. Peleándose por unas pocas monedas de oro. Vigilas la taberna, viendo como cada vez se queda más y más vacía. El tabernero parece miraros de reojo...

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18/12/2009, 13:44
Director (Acedor1566)

Satisfecho por la reciente comilona, un plato digno del gusto de un buen enano, esperas, junto a una pinta de cerveza medio llena. La humana a las que has jurado servir, parece interesada en contratar os servicios de esa banda de mercenarios... Solo una maldita maga querría a una orejas picudas como protectora. Tu hacha sirve bien como docenas de esos malditos elfos. pero la humana parece muy interesada en sus servicios y poco en tu opinión, así que, por ahora, callas. 

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11/01/2010, 12:14
Gabriella Klara Von Hauss

Hace tiempo que la interminable música había cesado su incesante resonar, y la mayoría de los parroquianos habían abandonado la estancia. Era la hora de cerrar el trato, por fin, tras muchas horas de vueltas y revueltas.

Tras algún tiempo hablando, y haber hecho las presentaciones, la conversación sigue hasta llegar al centro de la cuestión.

Como ya he dicho anteriormente, os ofrezco siete coronas de oro ahora, y siete mas cuando lleguemos a nuestro destino, la ciudad del lobo blanco.

La voz de la maga concuerda con su aspecto; a un tiempo es ligeramente queda y acariciante, pero en ella hay un deje frío, como cuando comienza a nevar y solo unos pocos copos disuaden a los más avispados de salir, pues comprenden que se puede desencadenar una ventisca.

Me dispongo a partir camino a Middenheim en la compañía de la primera caravana de mercaderes que lleve el mismo destino, cosa común, y que espero sea mañana o pasado a lo mas tardar. Vuestra misión seria simplemente protegerme a mi y a mis pertenencias de los peligros de Drakwald, pues si bien soy capaz de protegerme a mi misma no gusto de hacer ostentación de poderes mágicos a la ligera, y os he juzgado competentes para derribar a unos cuantos hombres bestia si se diera el caso.

Mi mirada se posa especialmente en la elfa, la que parece a priori más competente del grupo, aunque todos tienen el aspecto atezado que da la dura vida de aventuras.

Querría dejar especialmente claro que, a pesar de que tengáis, tal vez, un orden interno, yo soy la que esta al mando. A pesar de ello no esperéis que os controle constantemente, ni que de órdenes que entorpezcan vuestro cometido; habrá materias de las que sepáis más que yo.- enarco las cejas, preguntándome cuantas.- y no me gusta interferir, pero si juzgo algo, mi decisión es definitiva. Aparte de esto, os conmino imperiosamente a no tocar mis partencias, pues como comprobaríais se hallan protegidas, y no me gustaría perder a un hombre tan pronto.

Hago una ligera pausa para comprobar las reacciones de mis interlocutores, y tomar un ligero sorbo del brebaje que conocen como vino en esta taberna.

Os agradecería que estuvierais preparados para partir mañana a primera hora, aunque dudo que ninguna caravana viaje de noche, a nadie le gusta hacer noche en el bosque.

Estoy dispuesta a escuchar vuestras propuestas, pero antes de que lo intentéis, el sueldo no esta sujeto a negociación.

No tengo tiempo que perder; la soldada es buena, y yo no puedo permitirme más, si no aceptan tendré que aventurarme en el bosque con la compañía única del enano. Esperemos no tener que llegar a ello. Al menos parece que el estaliano es el típico vividor, que no desaprovecharía la posibilidad de vivir una aventura…

Mi mirada recorre de nuevo a los presentes, esperando sus palabras.

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11/01/2010, 12:27
Gabriella Klara Von Hauss
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

 

Me gustaría haber realizado un par de acciones antes de lo que comentas, si fuera posible. Te las detallo en modo esquemático, si lo prefieres las roleo, pero al ser solo para el director y previas no lo he considerado necesario.

 

-Antes de empezar la conversación lanzar el segundo augurio de amul, con canalización y a dos dados, realizare las tiradas en este post.

 

-Encargar a un rapaz de la calle que vigile mañana por la mañana la llegada de una caravana por la carretera de Altdorf, prometiéndole una suma razonable por comunicármelo en la posada en la que me hospede.

 

-Dejar una alarma mágica (ahora realizare el hechizo) en mis pertenencias, en el caso de que haya tenido que dejar alguna en la posada, cosa que no me gustaría.

 

-Hablar con los patrullas de caminos, para tratar de convencerles de que echen un ojo a la carretera de Altdorf (ayer) y saber si había ocurrido algún incidente.

 

-Si pudiera contratar a un mensajero, en la casa de postas, para que entregara un mensaje en la caravana lo enviaría el día anterior, con el encargo de que regresase, para saber en que estado se encuentra.

 

-Saber si tengo algún contacto en la caravana, espero no tener que revolver e intentar encontrar el cofre en la caravana (si llega, cosa que no tengo muy clara XD), y si alguien más conoce mi misión, al menos que yo sepa claro.

 

-¿Podría escribir escenas para el enano de lo que ha pasado antes entre nosotros? ¿Si pudiera, lo haría en esta escena o en la 3.0?

 

¡Que ganas de empezar!

 

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11/01/2010, 12:54
Alvaro de la Mancha.

No es que la musica me encante, pero es alegre la tonadilla, el problema es que me distrae de los menesteres que traemos entre manos, y esta tal Gabriella no tiene pinta de achicarse, aunque llevo un rato mirandole el escote y esta muy bien proporcionada.

-Quizas me lea la mente- pongo cara de sorprendido - idiota se van ha dar cuenta, cambio  a cara de poker de nuevo, no, no lee la mente si no ya me huebiera fulminado con un rayo o algo peor...

-Si tienes razón ...emm!
-Centrate Alvaro centrate. Mirando alrededor, para que nadie me escuche, almenos no claramente.

-Mi muy querida señora, entiendo vuestra urgencia y yo y mi grupo nos ponemos a vuestra disposición, entiendo que quiera tomar el control de la expedición, lo entiendo,-ago una pausa para dar mas enfasis - pero tenga en cuenta que a mis chicos los mando yo, y yo recibire cualquier castigo, pena o alabanza, que tenga ha bien dirigirnos. Pues bien saben ellos quien es "el de la voz cantante"

-Alabanzas, umm... la tengo en el saco, una nueva florecilla en mi jardin.

Con una sonrisa - espero que lo entienda, no es por jactancia, pero sabemos hacer nuestro trabajo, y muy bien- mirando a todos los del grupo al rededor. -Pero señora mia, lo que no acabo de entender quien es este señor enano que la acompaña,
que buenos igados parece que tiene, y mas de un susurro crea a su paso-
un plus por acompañante ummm... - en todo caso si tenemos que salvaguardar su seguridad y su equipaje, cosa común, no emos hablado de su acompañante, que en cualquier caso tendra que valerselas  por el mismo en caso de, digamos, molestias en el camino, si usted me comprende.
Mirando a Wolfgang con cara de inocente - a no ser que ... deja la frase a media para que intervenga Wolfgang.

Se ve bastante lista, pero no lee la mente, esto es pan comido. El viaje sera coser y cantar, y el salario no esta mal, quizas podriamos tener un pequeño romance por el camino, solo que el trayecto es muy corto, una pena, pero mayores gestas he hecho y muchas otras me esperan.

Notas de juego

Cai en el enano, y un tio sin armadura no tiene pinta de sobrevivir mucho, o esa es mi opinión de momento.

Wolfgang no es que quiera ocupar tú post, pero me parecio curioso que hicieramos algo asi para engatusar a los posibles clientes, estilo poli bueno - poli malo. Alfin y alcabo el enano excepto si es equipaje es un extra.

Desde hoy y hasta que me maten Grabriella me mola, no es que desprecie a las elfas, pero la nuestras te mata 14 veces antes de morirte, y no quisiera que me pillara con otro, si vuestra merced me entinde.

Hablo asi porque al ser de Estalia presupongo que tengo que hablar un poco diferente, con alguna palabra al menos, con otra melodia de voz, al ser "extranjero" aunque me crie en el imperio desde pequeño, creo que no esta muy mal llevado.

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11/01/2010, 13:24
Gabriella Klara Von Hauss

Los términos del acuerdo son claros, aunque si es menester no tengo inconveniente en repetirlos, algo mas claro si es necesario.

Hago una pausa para inspirar, al parecer las apariencias hay veces que engañan…

Yo y mi equipaje. De aquí hasta mi destino en Middenheim. No tocar mis pertenencias. Hargrim sabe cuidarse solo, y mejor que muchos que conozco. También vendrá con nosotros.

Mientras digo estas ultimas palabras saco un pergamino y una pluma de mi morral, de un portafolio. En el pergamino se puede ver alguna clase de contrato, y si se inspeccionara más de cerca se podrían leer los términos antes mencionados, además de los honorarios.

Viendo que acceden a los términos, agradecería que lo dejaran reflejado con su firma en este contrato.- tiendo el pergamino y la pluma a Álvaro.- Doy por supuesto que saben leer, pero lo reflejado es lo que les he expuesto. Nunca falto a mi palabra.

Antes de que la mano de alguno se tienda siquiera para examinarlo, continuo.

Por supuesto, de la elfa no necesito ninguna firma. Su conformidad es para mi mucho más valiosa.

Hago un gesto de respeto elfo hacia ella.

Extraños tiempos en los que guerreros nobles se mezclan con aventureros de capa caída.

Notas de juego

Yo estoy usando:

Negrita: Dialogo

Cursiva: Pensamientos

Normal: Narracion

Para que nos entendamos :P

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11/01/2010, 21:26
Hargin "Revientacraneos"

Puedo entender la necesidad de que esos dos humanos nos acompañen pero, ¡una orejas puntiagudas! Nada bueno pasa en compañía de uno de esos rompejuramentos pienso mientras termino de un trago lo que resta de la primera de las pintas. Una vez acabada, la dejo en la mesa con un sonoro golpe, acompañado de un eructo igual de estridente. Acto seguido, vuelvo a concentrarme en la comida, echando desaprobadoras miradas de reojo a la elfa cada poco tiempo.

Me mantengo al margen de las negociaciones. Hace tiempo seguramente no habría dudado en meterme de lleno en ella, en regatear para conseguir mejores precios, hacer trueques para obtener mejores mercancías, fiar a cambio de futuros favores… pero ya no, eso fue en otra época, ya lejana en el tiempo, la cual nunca volvería. Ahora solo había una cosa que ansiaba, y esperaba que este viaje me brindara la oportunidad de lograrlo.

Alargue el brazo derecho para alcanzar la segunda pinta y me la llevo a la boca para beber, pese a que aun no había acabado de tragar lo que tenía en la boca. Mientras me encontraba en ello, escuche el comentario sobre mantener mi propia seguridad. Termino la pinta de un solo trago, mientras mi compañera de viaje vuelve a explicar las condiciones del contrato. No te preocupes por mi humano, yo ya mataba hombres-rata cuando tu todavía llevabas pañales respondo con voz dura mientras me paso el brazo izquierdo por los morros para quitarme los restos de cerveza mejor deberías preocuparte por encontrar compañía más adecuada, o el día menos pensado te encontraras con un puñal en la espalda. Vuelvo a lanzar una mirada llena de odio hacia la mujer elfa, y acto seguido vuelvo a enfrascarme en rebañar la poca carne que queda en los huesos al menos la carne es de calidad media, no como esa agua de fregar que los humanos llaman cerveza.

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12/01/2010, 10:28
Gabriella Klara Von Hauss

Escondo una pequeña sonrisa antes la reacción del enano. Previsible.

Para un enano un juramento es tan importante como su clan, y los matadores no tienen clan, así que no ha de que preocuparse. Rezongara y tendré que hablar con el, pero finalmente aceptara ir con la elfa. No seria la primera vez que dos seres de dichas razas acaban tomándose cierto… aprecio.

Miro al resto de los presentes, esperando a que expresen sus opiniones. No tenemos demasiado tiempo…

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12/01/2010, 13:53
Lollenda

En su sitio, algo lejos de donde estaban sus compañeros y los posibles contratistas, Lollenda estaba ojo avizor atenta a todo. No perdía de vista al tabernero ni a la gente que poco a poco se iba yendo... y eso no le gustaba, en cierto modo, poco. Los intentos de asesinato se daban en tabernas vacías y a la salida, cuando había gente se daban esas típicas peleas donde los camorristas bebidos de mas.

Paseaba su mano con delicadeza por su antebrazo... no tardo en percibir aquellas furtivas miradas lanzadas por el enano - divertidos como siempre, niños con barbas - pensó dedicándole una dulce sonrisa al enano en una de esas miradas llenas de "amor" que aquel fornido enano le dedicaba - seguro que hasta se ha enamorado de mi - se dijo así misma escondiendo las ganas de reírse. Se estiró sobre su asiento y se quedó recta, como acostumbraba, y siguió con su tarea de vigilancia - a ver si logran algo... mira que llegan a ser lentos.

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12/01/2010, 14:32
Wolfgang Ehrlichmann

- Aaaaajajajajajajaja - Estalla en sonoras carcajadas el compañero de Álvaro, que hasta entonces parecía haber estado reprimiendo su ansia por hablar en por de las negociaciones. Estaba bien que todo el mundo supiera quién era el que mandaba y llevaba el liderazgo de la banda, por eso se había esforzado en mantener la boca cerrada, para no menoscabar la posición de Álvaro en aquella tensa reunión de negocios. Pero la última declaración del enano había sido ya demasiado como para callarse.

- Amigo enano, ¡cómo se nota que no sabéis lo que decís! Nuestra compañera es cien veces más fiable de lo que jamás podríais llegar a serlo vos. ¡Cien veces nada menos! Tanto en combate como en el día a día. No soy capaz de imaginar compañía más adecuada para nosotros como espadas de alquiler e incluso para un enano curtido en mil batallas contra hombres-rata como seguramente sois, que ella. - Sonría empliamente y empuña su jarra de cerveza antes de darle un largo y sonoro trago - ¡A la salud de Lollenda! ¡Qué nos ha salvado tantas vidas como tendría un saco lleno de gatos negros! - Golpea con el culo de la jarra la mesa de madera, llamando la atención de todo el mundo y cambia su tono a uno mas confidente, conspirador. - Me parece relativamente correcto el trato al que hemos llegado. Siete coronas ahora y otras siete al llegar. No hay problema, es un buen pago. Pero quiero hacer un inciso y que quede reflejado en el contrato: Todos los bienes a los que podamos tener acceso por asuntos derivados de este trabajo, se repartirán entre todos los miembros de la expedición a partes iguales. - Hace una pequeña pausa y clava la mirada en el cliente, la maga humana de extraña y embelesadora apariencia - Es decir, si nos cruzamos en la carretera con un grupo de asaltantes armados con sombrías y violentas intenciones, a parte del derecho de cada persona a defender su vida, también tenemos derecho a compensar las pérdidas haciendo acopio de las pertenencias de quienes nos han intentado atacar. Un susto de semejante magnitud se merece una compensación. - Asiente un par de veces, consciente de que Álvaro estaría totalmente de acuerdo con aquella cláusula y que la maga no tendría motivos para rechazarla. - Del mismo modo, si en alguno de esos encuentros desagradables nos topamos con una pieza de artesanía, orfebrería, peletería, herrería o cualquier otra disciplina de fabricación llevada a cabo por cualquier raza de las que pueblan este, nuestro gran mundo, que no pueda ser dividida en partes iguales in situ, la custodiaría nuestro carismático lider hasta el momento de llegar a una población en la que pudiera ser vendida y repartidos los benficios obtenidos de ella.

Hace una nueva pausa en la que pasea la mirada por todos los presentes, sonriendo de nuevo y dejando al descubierto sus muy separadas paletas. Tenía ese tipo de sonrisa que las abuelas de todo el mundo atribuyen a chiquillos mentirosos y poco fiables. Su imagen contrastaba de forma clara con lo fiables y lógicas que llegaba a sonar sus palabras.

- Dicho esto, me comprometo a firmar siempre que mi buen amado líder lo considere correcto.

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12/01/2010, 15:53
Gabriella Klara Von Hauss

Asiento mientras el último vocinglero miembro de los mercenarios habla. Minucias.

Me parece bien, pero yo custodiare los objetos, y podré elegir primero en caso de tener que repartir los bienes. Abonando su costo lógicamente. Si no hay ninguna discrepancia mas…

Alargo ligeramente el contrato hacia el lado de la mesa que ha quedado algo manchada por la cerveza derramada con tanto golpe de jarras.

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12/01/2010, 15:52
Alvaro de la Mancha.

No esperaba menos de la intervención de Wolfgang, ahora si que a dejado fuera de juego a la clienta, realmente somos profecionales, esto va bien.

-Exacto!, como bien a tenido a observar mi buen compañero, habra que integrar en el contrato una nueva clausula, si lo estima a bien, ya que lo quiere por escrito, mejor que este todo - miro por encima cada uno de los puntos del contrato, mientras asiento con la cabeza una vez tras otra, viendo que esta todo correcto-

-Mi muy señora mia, en cuanto agrege esta pequeña clausura, firmaremos todos, recibirimos el primer pago y estaremos a su entera disposición, como mucho tendremos que ir ha empacar el equipaje, lijero por supuesto- con una gran sonrisa.

Mirando al maleducado enano, se le ve muy fuerte como todos los de su raza, pero no tiene ni idea de quien es Lollenda, solo un insensato la despreciaria "a voz de pronto". -Mi muy señor enano, no quisiera oportunarlo, pero esta claro que aun queda un viaje por delante y no quiesiera, mal interpretarlo antes de tiempo, quizas, -haciendo una pausa,espero que no por sigmar-, tengamos problemas y en ese caso siempre hace falta otro compañero al lado, y no una nueva amenaza. Si es que me entiende.

Sonrio a Wolfgang, parece que el negocio esta cerrado, pero aun hay dos detalles de los que tenemos que hablar. Hagarro mi jarra por primera vez en toda la noche, y parece que me relajo ligeramente en la silla mientras huelo el mejunje con tranquilidad, umm! cerveza y le doy un ligero sorbo.

(Edito: que se me colaron :))

-Como la dama quiera, no sere un maleducado no aceptando este pequeño detalle, ademas, necesito espacio para mover las espadas y esto me molestaria, -con una sonrisa - como mande jefa!

Notas de juego

No se a los demas pero me hace falta comprar unas cosillas. ¿Alguno esta igual?

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12/01/2010, 16:11
Gabriella Klara Von Hauss

Por supuesto.-digo mientras añado la cláusula tal y como la he comentado.- Por mi no hay ningún problema, no tengo interés alguno en las propiedades de los hombres bestia.

Tras ello espero pacientemente a que se dignen a firmar…

El Imperio esta de capa caída, pero ciertamente los que huyen de otras naciones no parecen mucho mejores, para nada.

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12/01/2010, 16:39
Alvaro de la Mancha.

Mirando que escribe lo que dice que escribe;

-Muy bien, todos deacuerdo entonces, -mientras cojo la pluma y garabateo una rubrica, mil veces ensallada,puede que mi letra sea mala, pero me salgo con mi rubrica,se me escapa una sonrisa - Lollenda, si eres tan amable.

En lo que los demas corraboran el pacto, -señora cuando usted quiera, si necesita ayuda para buscar un carruaje, seguro que mi buen amigo Wolfgang le puede acompañar a buscar alguno en condiciones, y acoorde con vuestro estatus, si no, señale donde y cuando nos veremos y alli estaremos- digo mientras espero las monedas pactadas.

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12/01/2010, 17:58
Wolfgang Ehrlichmann

Wolfgang firma justo después de Álvaro. Dónde la firma del primero es preciosista y detallada, la del segundo es poco más que un garabato difícilmente reconocible. Se encoje de hombros y le pasa la pluma a Lollenda para que también estampe en el contrato algún tipo de signo distintivo.

- Por supuesto que podría ayudaros a localizar un carruaje digno de una personalidad como vos, dama Von Hauss. - Comienza de nuevo tras un trago a su jarra de cerveza, aventurando una nueva y larga intervención por su parte - No soy nativo de estas tierras pero todas las ciudades son iguales a lo largo y ancho de nuestra tierra, ¿Sabe? Los mercaderes se mueven por los mismos principios y tienen las mismas ambiciones aquí que en Tilea. Cualquier cosa que necesite, al margen del carro, también podría conseguirla en un abrir y cerrar de ojos sin que sea demasiado complicado, siempre y cuando estuviera dispuesta a pagar un módico y ridículo precio por mis servicios, ya que estos quedan fuera del contrato que acabamos de firmar... - Permanece en silencio, dando aspecto de estar recapacitando sobre sus recién pronunciadas palabras, aunque contando hasta tres para si interior sin dejar lugar a respuesta para Gabriella - Aunque bien pensado, como muestra de buena voluntad, voy a hacer ese pequeño trabajo, si realmente le es necesario, de forma gratuita. Va a ser un largo y complicado viaje y estaremos muchos días en compañía los unos de los otros. No me gustaría que llegara a pensar que los Recios solo aceptamos este trabajo por el dinero, ni mucho menos. Aquí mi buen Álvaro es todo un galán y un hombre de honor y siempre acepta encargos de damas que necesitan la ayuda de un par o tres de espadas. Y mi buena Lollenda es una elfa y, como es sabido, son seres de gran honor y compromiso. Los tiempos han cambiado tanto que apenas si son reconocibles y hoy día cualquier persona puede esconder un arma bajo sus ropas. ¡No se puede fiar uno ni de sus sombra! La desesperación lleva a los necios a cometer locuras y los caminos ya no son seguros para los viajeros. - Asiente apesadumbrado mientras entrecierra los ojos, recordando sus aventuras por los caminos del Viejo Mundo, cuando viajaba solo de ciudad en ciudad, antes de encontrarse hace ya algunos años con Álvaro - Si, los caminos no son nada seguros. Y ese, y no solo el dinero, es el motivo por el que os vamos a acompañar y proteger en este viaje. Y también por ese motivo voy a conseguir lo que les sea necesario para facilitaros el viaje a vos y vuestro rudo acompañante sin cargo alguno.