Partida Rol por web

-Si, si puedes hacer algo que me sea util a cambio... Quiero una alianza con tu pueblo, Togarde, y que unamos fuerzas para domeñar a los enemigos que nos rodean. Nithgeria tiene el poder y la inteligencia para tal, y los trasgos los numeros para reforzar ese poder. Pero paracumplir ese deseo, necesitamos que tu pueblo se someta al nuestro en las cuestiones militares, y los trasgos sigan las directivas de nuestros generales.. El lider trasgo por ende debe ser alguien que sepa donde ceder, para obtener por otro lado. Como dices, Lesh es un buen lider, pero es un guerrero... Crees que asi como asi rendira su espada y obedecera? Tu, por otra parte, eres un trasgo de fe, mucho mas astuto. Ves un panorama mas amplio. Tu pueblo conducido a la guerra al lado de los conquistadores extranjeros... sin riesgo ni pena para ti, bajo la responsabilidad de los nithgerianos. Pero cuando venzamos... quien fue el que posibilito esa union? Que trasgo les puso del lado victorioso? Toda la gloria a Togarde... lider moral y civil de su gente. Todo eso, sin contar los beneficios de tener amigos en la Ciudad de las Cadenas...

Parchan sonrió al escuchar las razones de la Gran Trasga - entonces, creo que somos tremendamente interesantes para vos - dijo de manera lo más amable que pudo, haciendo gala de un pequeño toque de soberbia propia de un mago cuando se siente adulado - así que no sé por qué no vamos a sernos de utilidad mutua, ¿verdad? - concluyó dejando la conversación en manos del bardo de nuevo.

Togarde asiente a tus palabras con una sonrisa perversa

- Sin duda, sin duda. Si yo fuera el lider sin duda actuaría de otro modo con respecto a Nigerthia. Pero para ello seria necesario ser jefe. Y los jefes lo son hasta que mueren. Si eso se arreglase... todo seria distinto. Bastaria con ello para que pudiera hacerse como es el gusto de ambos. Y en una sola noche 

Un gesto de odio y desprecio aparece por un instante al decir eso en el rostro del gran trasgo.

El sargento aguanta los gritos en los primeros golpes del látigo, pero no asi en los siguientes. Sin embargo no suplica piedad, ni se humilla ante ti.

Finalmente tienes que parar, o lo dejarás inconsciente. La otra esclava está acurrucada mirando el castigo temblando

Como Morzog no quería cargar con todo el trabajo de hablar y sabiendo que siempre podía intervenir para cambiar el rumbo de la conversación, al escuchar a Parchan decir algo se ladeo un poco como dejando su turno y permitiendo a los demás continuar con la conversación.

Al fin y al cabo, si tenían que tentarla con magia, mejor que hablaran los expertos ... a Morzog ya le había quedado claro que la shaman era avariciosa.

-Eso... puede verse. +respondo, suavemente+ Si el muriera, el poder pasaria directamente a tus manos? No tiene herederos, nadie que pueda disputarlo??... Tambien, deberia ser de una manera que muera la menor cantidad de tu gente posible... Acaso todo se daria, si de alguna manera, digamos, amaneciera muerto??

Asiento ante las palabras de la trasga. – Traducirle mis palabras.

– Nos podemos ayudar mutuamente nuestros artífices os podrían fabricar artefactos como pago por vuestra ayuda a Nigerthia.

Mientras hago una pausa haciendo muestras de contrariedad. – El único problema, bueno son dos, convencer a vuestro líder de acometer una acción contra nuestros enemigos en la colaboraríamos para demostrarle la utilidad de nuestra alianza y que parte del pago este de acuerdo que este destinado a los objetos que indiquéis.

- No tiene herederos - dice Togarde respondiendo a tu pregunta- Y yo soy el sumo sacerdote. Algo se daría, en efecto, si ocurriera lo que dices

-Que beneficio obtendria yo, exactamente? +pregunta, ya sin rodeos. Su tono no le agrada (tampoco el), pero...+ Si vamos a negociar, debe ser sobre un mutuo entendimiento... Te he explicado lo que ganarias tu, y lo que queremos nosotros. Que quieres tu y que ganaria yo?.

El sacerdote gran trasgo te mira, al parecer sin entender. O sin querer entenderte

- Has sido tu quien has puesto el escenario. Yo ye he dicho lo que podría pasar si se diera una circunstancia que tu has mencionado. ¿Qué mas quieres ganar? Todo de lo que hemos hablado es de lo que tu querias que pasase: que hubiera alguien mas receptivo a tu patria e intereses gobernando este enclave y a esta tribu

La shaman os mira con algo parecido a una sonrisa en los labios que muestra unos dientes cariados y desagradables cuando traducís las palabras de Joanuth

- Si hay magia para mi y para mi señor, ayuda en nuestra lucha contra otras tribus enemigas ahora, y se paga por nuestros servicios a vuestro reino.... creo que podría convencer al gran Llesh para que diga que si.

-No. Te he explicado lo que quiero, y preguntado que es lo que tu quieres. Lo primero esta dicho, pero lo segundo no. Ademas, tampoco me haz dicho que podria pasar. Solo que algo pasaria... Algo como qué exactamente?...

El ceño de Briareos se frunce, disgustado. Este tipo no les conviene ni sirve, da demasiados rodeos. Matarlo, por otra parte... Debio venir con uno de los magos, lo sabia.

Al final recojo el látigo ligeramente sorprendido por no escuchar ninguna súplica por parte del sargento, aunque su silencio no hace sino mostrar su desconocimiento por mis métodos.

- Generalmente - me dirijo tranquilamente al sargente - el látigo es la última herramienta que utilizo cuando pretendo reconducir una conducta inadecuada. Podrías considerarlo una especie de tradición familiar. Pero tu no eres un esclavo cualquiera y yo no soy un maestro torturador como Morzog, por ello sólo puedo mostrarte lo que puedo hacerte día tras día, noche tras noche, hasta que se decida que careces de total importancia y acabe con tu vida.

Tomo una pequeña pausa en mi monólogo para dejarle claro lo que va a ser su futuro a partir de ahora.

- Pensarás "puedo soportarlo" y después de los días, meses o incluso años, me convencerás a mi también y entonces modificaré ligeramente el castigo. Seguramente me decida por traer a nuevos esclavos y premiarles con tu mismo castigo, primero ancianos, luego hombres maduros a los que seguirán las mujeres... ¿podras aguantar hasta que al final llegue a los niños? ¿resistirás ver sufrir a tanta gente sólo por tu orgullo y te convertiras en alguien como nosotros?

Sonrío y miro a la mujer, quien seguro ayudará a entrar en razón a Modesto en cuanto salga.

- Piénsate si la próxima vez me dejarás escuchar tus súplicas.

Le dejo que reflexione mientras salgo al exterior en busca de un poco de aire fresco, o su equivalente en un poblado como este.

Parchan miró confiado a Morzog, dándole pié a retomar la conversación. Él era quien tenía las órdenes exactas y quien podría saber si se aceptaba la petición de la shaman. Él ya había hecho su trabajo de sonsacarle su interés...

Morzog parecía algo absorto mirando un componente que colgaba de la pared, estaba traduciendo las palabras de Joanuth si prestar demasiada atención ... habiendo perdido el interés en la conversación y curioseando con la vista la ristra de trastos inútiles que la shaman debía utilizar en sus rituales. Le fascinaban los huesos de animalillos y le asqueaban las cosas viscosas de color amarillento que la mujer tenia en su choza.

Que cosas mas desagradables que tienen por aquí...

Se percató después que todo el mundo se había callado y al girar la vista se encontró siendo el centro de atención.

Oh ...

C l a r o ... - Dijo lentamente mientras intentaba recordar que diablos había dicho Joanuth y la mujer trasga. - ... c l a r o ...

¿Tenemos un trato entonces? - Era una suerte que Morzog llevara una mascara que ocultara su expresión de incredulidad. Sus ultimas palabras habían sonado con bastante falta de convicción, pues no sabia a que se estaba comprometiendo ... si es que lo hacia.

Quien sabe, quizá habían intercambiado recetas de cocina rural ...

A Xiaoyan le parece recordar algo de las pesadas sesiones teóricas del monasterio (que la aburrían soberanamente, y de las que procuraba escaquearse, lo que le costó algún que otro castigo).