Partida Rol por web

Una vez el material ha sido asignado y recogido por el personal requerido para ello, Cabo Barril carga el carromato de Khadesa como los bienen necesarios para partir a Cántaro Roto.

Tras haber comido algo, aparece a tiempo de empezar a ayudar a cargar las mochilas y equipo necesario para la expedición, haciendo piña con los demás.

TRANSFERENCIA DE MATERIAL:

- Espada Corta +1 (del buhonero asesinado por los Capas Rojas): Pasa del inventario general de Analista al de Reyezuelo.

- Una Cota de Escamas: Pasa del inventario del Cabo Barril al de Romo.

- Una Lanza Corta de gran calidad: Pasa del inventario del Cabo Barril al de Preocupado.

- Dos Escudos Torre, de hierro: Pasan uno a manos de Keropis y otro al Cabo Barril.

- Una Ballesta Pesada + una Aljaba con 20 Virotes Pesados de gran calidad: En la ficha de Cabo Barril, pendiente de transferirse o bien a Guepardo o bien a Dolor. Lo mismo pasa con un Cuchillo de Carnicero arrojable de gran calidad.

- El resto del material adquirido en Carnonegro por el Cabo Barril pasa al Cabo Ponzoña a disposición de que él lo reparta:

• • Cotas de escamas: 2.
  • Escudos paveses de hierro: 1.
  • Ballestas Pesadas: 2.
  • Cuchillos de Carnicero de gran calidad: 2.
  • Lanzas Cortas de gran calidad: 2.
  • Aljabas cada una con 20 virotes pesados de gran calidad: 2.

Permanezco atento no sea que algo o alguien escoja precisamente este momento para atacarnos.

Salgo de la tienda de heridos (creí que ya había dejado claro que la abandonaba) y me acerco a Ponzoña.

Solicito una de las lanzas cortas o, si hay alguna normal, alguna de esas.

Romo recibe la armadura con cierta alegría contenida, puesto que sabe que para su estilo de lucha es más que perfecta. 

Una vez recogida la impedimento y compuesto el petate, Campaña se sitúa a la zaga de su tío para partir a Cántaro Roto

Tras descargar el material del carro, salvo lo asignado a los que van a partir, Cabo Barril ayuda a a cargar el carromato con la impedimenta que se ha preparado, y que consta del equipo de los Infantes y Hostigadores que vana a partir, las provisiones y recipientes varios, un barril de agua y lo que se considere a mayores.

Después de eso parece preparado para partir, pero se entretiene un poco en un aparte con Ballestero y Cielo.

Ya habiendo cargado mis pocas cosas en el carro y ayudado a cargar el resto, me quedo a la espera de comenzar a marchar.

Corta su cuerda lo suficiente como para poder amarrarla a su hacha y colocar ésta en su espalda. Luego guarda lo restante y la coloca donde estaban sus demás pertenencias en el carro. 

Con todo su equipo listo, tanto lo que va en el carro como lo que lleva él, espera las órdenes del Cabo Barril para ponerse en marcha. 

Caracabra solicita a Ponzoña las dos lanzas cortas de gran calidad que quedan, por serle muy útiles por su estilo de combate y habilidad con las mismas. Tras dudar un instante, también solicita la cota de escamas.

Frontera sirve el almuerzo antes de que la Infantería parta.

Habla con Cabo Barril y Ballestero. La carcasa revivida se mantiene a unos metros de ellos.

Rastrojo come.

Se llevará todo su equipo a Cántaro Roto. Tratará de ir en el carro para no tener que andar.

- Se confirma la transferencia de un Cuchillo de Carnicero arrojadizo de gran calidad de: Cabo Barril a Guepardo.

- Se confirma la transferencia de una Ballesta Pesada, y de una Aljaba con 20 Virotes Pesados de gran calidad de: Cabo Barril a Dolor.

Da en préstamo una espada corta y una armadura de cuero tachonado (necesita reparaciones y ajustes que correrán a cargo de Gobaldet, mediante la intervención de Serpiente) a Gobaldet.

Está departiendo con Barril, Cielo y ahora también con Ponzoña.

- Se transfiere del inventario general de la Compañía (en la ficha de Analista) al de Gobaldet:

a) Armadura de Cuero Tachonado dañada: Se puede arreglar y ajustar en la Curtiduría de Carnonegro (requiere la presencia de Gobaldet para que le tomen medidas). El coste es 2 oros un trabajo rápido y profesional, o de 1 oro un trabajo hecho por aprendices a lo largo de tres semanas.

b) Espada Corta de calidad normal.

Antes de partir, me acerco a Analista y le ofrezco mi armadura parcial de cuero, por si algún otro miembro de la Compañía Negra, más desprotegido, lo necesitara.

Palabras de Cielo repetidas a Ponzoña sobre su estado:

TRIGÉSIMO QUINTO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 8, DÍA DEL SOL.

HORA: HACIA LA MEDIA MAÑANA. - CLIMA: CIELO DESPEJADO. TEMPERATURA TEMPLADA.

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Asintió a las palabras del Cabo Barril.

-Sí, Cabo. Antes de nada, Ballestero, estoy de acuerdo con lo que has dicho, y si mereciese castigo por lo que he hecho, habría estado totalmente de acuerdo, pero en vista de lo que voy a contaros, como que unos bastonazos, latigazos, o incluso castigos mayores, serían poca cosa en comparación con lo que me puede pasar.

Respiró hondo, procurando ordenar sus ideas antes de seguir. Lo que iba a pasar, tenía que ser conocido por los mandos, para bien o para mal, suyo y de todos.

-Me visteis alimentarme de carne humana. También visteis mi transformación -Bastante obvia; la jodida lengua no dejaba de recordárselo a él y a los demás lo que había pasado- Pues bien, esto no es algo que me sea desconocido, a través de leyendas de mi tribu. Habréis observado que, desde entonces, como poco. Me temo que es normal, pero dentro de unos días, una semana aproximadamente desde que pasó aquello, tendré la necesidad de alimentarme de carne, de carne de seres pensantes... humanos o lo que sea parecido, pero que tenga conciencia de sí. Si no me alimento, es probable que pierda el control, y que el ansia por hacerme con ese alimento, me vuelva peligroso, inestable, una bestia, vamos, y que pese a conseguir alimento, mi cordura se vaya perdiendo según acontezcan ese tipo de situaciones.

Miró a ambos

-En resumen, me tendré que alimentar de carne humana.-Señaló con la cabeza la carcasa que se mantenía a distancia prudente- El Inquisidor parece que conoce bien este tipo de cosas, pues no ha hecho sino confirmar lo que ya sabía, y me ha proporcionado una despensa para la próxima vez que tenga la necesidad de alimentarme.

Hizo una pausa

-Sí... esa carcasa, que dejé a medio devorar, será mi comida dentro de unos días. La atacaré, y dado su estado de no vida... lo devoraré incluso aunque parezca que sigue vivo. El Inquisidor me ha dado así unos días más de margen hasta que me vea en la necesidad de cazar presas. Esto es lo que hay, y el Capitán debe saberlo, y decidir qué hacer conmigo. Tal vez lo más piadoso fuese ajusticiarme, o quizá expulsarme y que me vaya lo más lejos que pueda de donde esté la Compañía. También puede dejárseme ir a cazar enemigos con los que alimentarme, o seres malignos, que también me saciarían, cuando sea necesario.

-Este es el destino que me espera, a grandes rasgos, y es por eso por lo que este tiempo reciente me veis apartado del resto, meditando. Probablemente me espere un futuro en soledad o la muerte, no lo puedo adivinar, pero sí que tengo claro que mi vida sería una lucha continua por no dar el paso que me haga dejar de ser yo mismo.