Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Camino a Cho n Delor.

Cargando editor
12/01/2013, 20:40
Derviche.
Cargando pj

Derviche miraba el cielo, sumergida en sus delirios, y vio una nube que oscureció todo el horizonte. Un ligero terremoto empezó a elevarla desde el suelo. Intentó aferrarse a algo, extendió su brazo, pero no consiguió agarrarse a nada. Empezó a llover y la K'hlata sintió un río de vida inundando su boca.

Con pequeños tragos, Derviche sació su sed. Parpadeó varias veces, para aclarar la vista, y vio que la nube la estaba mirando. Esa mirada la había visto antes, concentró su mirada y por fin consiguió ponerle nombre. Era uno de sus compañeros campamentero. Agradeció el gesto que tuvo con ella hace días, de taparla con su manta. Fue así como grabó en su mente su cara y su nombre para poder devolverle el favor, algún día. A este paso nunca pagara su deuda, pero Derviche se sintió aliviada al saber que el delgado vago seguía vivo.

Asintió ante sus palabras y suspiro resignada. Apenas se podía mover, mucho menos caminar. No le quedó más que esperar a que la subieran al carro y descansar mientras tanto.

-¿Qué ha pasado? ¿Por qué sigues vivo? No recordó muy bien el momento en el que perdió su conocimiento, solo que ella estaba en medio de sangre y dolor. No quería ofender al chico, pero tenía curiosidad en saber como se desarrollaron los hechos. Cambió su opinión sobre muchos de sus compañeros, el campo de batalla sacó las ganas de vivir de sus adentros y pudo burlar a la muerte.

Cargando editor
12/01/2013, 21:27
Pipo.
Cargando pj

Pipo ha estado un rato cavilando, mientras mueve los labios, como si hablara para si.

¡Pipo puede ayudar! Dice alborozado. Conoce a Matagatos y a Dedos. Se ha presentado a ellas... Pipo no sabe mucho mucho mucho, pero un poco si. Hay que subir ahí. Señala el carro. Luego los animales andan y, como están sujetos a esa cosa, la cosa se mueve. Se muestra muy didáctico. Y todo lo que haya dentro... ¡se mueve con ella! ¿Comprendéis? Pipo les dice: ¡Izquierda! Y tira de una cuerda. O ¡Derecha! y tira de la otra... y Matagatos y Dedos hace lo que Pipo dice: si.

Cargando editor
13/01/2013, 20:05
Guepardo.
Cargando pj

Guepardo ofreció dos manos, tan solo una fue cogida. Malamente seguía mirándolo fijamente con una sonrisa. Cuando el antiguo Jaguar vio sus ojos supo que algo no iba bien. Las palabra de Manta se lo confirmaron. En ese momento el espectáculo que tantas veces había visto con Sacorroto se lo confirmó. Malamente estaba muerto. No obstante le preguntó al campamentero. —¿Qué pasó después de que me abatieran?

Cargando editor
13/01/2013, 20:14
Manta.
Cargando pj

Antes de transmitirle las palabras del brujo a la exploradora, tras dar de beber a Derviche y ayudarla a acostarse nuevamente, la mujer le había preguntado qué había pasado, por qué seguía vivo. Manta había dudado un momento, pues él mismo no se había hecho esa pregunta, y se dio cuenta de que la respuesta podía ser importante, quizás no para la fanática, pero sí para él.

Manta recordó el combate. Los bandidos y los chacales lanzándose contra ellos. Los exploradores, sabiéndose responsables de los demás, avanzando sin miedo, para acabar empalados por las lanzas enemigas, tras llevarse a algunos de ellos por delante. Guepardo comandando la carga y cayendo antes de derramar sangre. Derviche tumbando a varios oponentes con sus cimitarras antes de ser alcanzada, Caracabra demostrando una habilidad sorprendente para su deforme físico. El combate, en su mente, parecía haberse desarrollado en tercera persona, pero Manta tenía las heridas que probaban que había estado involucrado personalmente.

Recordó al guerrero lanzarse contra él con su lanza. Armas de igual tamaño, pero miembros más cortos. Manta dio un paso atrás y le hundió la afilada punta entre las costillas, a la altura del corazón. El hombre cayó, muerto de inmediato. A otro, enzarzado con Caracabra, lo remató en un instante en el advirtió su flanco desguarecido. Hirió al menos a uno más, y el golpe que él mismo recibió lo hubiera matado sin o hubiera reaccionado rápidamente, saltando hacia un lado. Revivir la pelea le había hecho darse cuenta de la respuesta.

—La pelea acabó, ganamos, aunque algunos de los nuestros cayeron —respondió Manta—. Y estoy vivo porque… yo también estoy sorprendido. Puede que el entrenamiento sirviera de algo, o que ya lo llevara dentro y no lo supiera, pero parece que tengo cierta habilidad matando.

 

Manta tiene muy claro que, o bien la cabeza de Pipo no funciona apropiadamente, o bien el explorador se divierte haciéndose pasar por un loco. Sin embargo, ha sobrevivido al combate en el que mayor parte de sus compañeros han caído, y ha escuchado los bellos sonidos que arranca a su particular instrumento musical. No parece, desgraciadamente, que el conocimiento de los animales esté entre sus habilidades, pero al menos entiende cómo funciona un carro.

Guepardo sigue colgado de su brazo, pero no se ha movido desde que Manta le dijo que no había nadie al extremo de su otro brazo. La comprensión parece llegara  los ojos del guerrero, y pregunta qué pasó durante el combate, el combate que pasó inconsciente.

—Luchamos, matamos a todos —responde Manta, sin mirar a Guepardo—. Sobrevivimos la mayoría. Los exploradores se llevaron la peor parte, ellos y Malamente. Los sanos marcharon a luchar. Los heridos hemos quedado atrás, por ahora.

Cargando editor
13/01/2013, 23:04
Guepardo.
Cargando pj

—En la batalla mueren personas...—dijo resignado. No podía evitar sentirse culpable, él había comandado la estrategia y por su culpa había muerto Malamente. Lo cierto es que él no sabía que los exploradores iban a volver y fastidiar el plan.

— Tuuu, tú no has matado a ambos —dijeron al unísono Malamente y Sacorroto. —Túu...

—No, no es culpa mía. La gente muere...—murmuró entredientes el antiguo Jaguar.

Después se giró hacia Manta y le dijo: —Bien, creo que es hora de irnos. Ayúdame a llegar al carro.

Cargando editor
14/01/2013, 17:57
Pipo.
Cargando pj

¡Si! Subid a la cosa esta. ¡Pipo os lleva! Pipo no sabe mucho mucho, pero un poco si.

Parece convencido de que va a ser el conductor del carro. De hecho, se está subiendo en el pescante, y ha cogido una vara larga y fina... cuando se baja otra vez golpeándose la cabeza. Pipo se olvida. Dedos y Matagatos tienen que comer un poco, y beber agua. ¡Pipo! ¡Tonto! ¿Porqué te olvidas?

Cargando editor
14/01/2013, 18:02
Pipo.
Sólo para el director

Notas de juego

Como pipo tiene un 3 en trato con animales... pues anda trasteando con las mulas. Busca agua y un buen sitio para que coman. Luego, si nadie se opone, tratará de guiar el carro.

Cargando editor
14/01/2013, 18:40
Chamán Rojo.
Cargando pj

No distingo la realidad del sueño, mas que por leves lapsos de tiempo, cuando me acuerdo de beber agua o me alejo renqueando a orinar. Así llevo desde que Peregrino regresara a pie. No son mis heridas o la fiebre, es mi estado de animo. - Algo me dice que esto no es mas que el principio de la tragedia. Ni siquiera tendré tiempo de sentir el orgullo de haberme ganado el derecho a ser soldado.

A veces me preguntan y no se si respondo o solo pienso la respuesta.

Serpiente aparece conduciendo un carro, parece haberse recuperado de sus heridas. Todos nos preguntamos que hace aquí, algunos lo hacen en voz alta. - Es una perdida de tiempo, Serpiente no daría nunca una respuesta clara e inteligible aunque su vida dependiera de ello. - Pienso con amargura. - Mejor que me arrastre hasta el carro.

Recojo mis enseres, cojo mi mochila y mi escudo y usando la muleta y también la lanza a modo de bastón me arrastro hasta la parte delantera del carro. - Desde luego no estoy en condiciones de conducir, pero si a Pipo se le va de las manos tendré que tomar parte. Las mulas son animales tan caprichosos o mas que sus progenitores burros, pero con la fuerza y bastante de la velocidad de los caballos. Si se encabritan pueden ser difíciles de controlar.


 

Cargando editor
14/01/2013, 20:01
Manta.
Cargando pj

Chamán Rojo ya ha recogido sus cosas y se encamina hacia el carro, cabizbajo, cojeando sobre su muleta. Manta suspira. Este no va a poder ayudar a nadie de momento.

—Son solo unos metros —informa a Guepardo.

Tira del brazo del guerrero, lo coloca sobre sus omóplatos y le sujeta la espada con el otro brazo. Guepardo camina con dificultad, incluso cargando su peso sobre Manta, pero se las arreglan para llegar al carro sin contratiempos.

—Ya estamos. —Manta ayuda a Guepardo a sentarse en la parte trasera y le entrega la escudilla, que todavía llevaba en la mano—. Ponte lo más cómodo que puedas, pero deja un hueco para Derviche. Luego traigo el resto de tus cosas.

Pipo parlotea desde el carro. Ya está sentado en el pescante, pero antes de tener tiempo de hacer nada más, parece pensárselo, y baja de nuevo, dirigiéndose al campamento, murmurando que los animales necesitan comer y beber.

Manta regresa también, esta vez en busca de Derviche. No cree que sea capaz de caminar por su propio pie, pero teme que la mujer sea demasiado orgullosa como para aceptar que la lleve a cuestas al vehículo.

—Derviche —dice, agachándose junto a ella—, ¿crees que podrás andar hasta el carro?

Cargando editor
15/01/2013, 10:36
La Compañía Negra.
Cargando pj

PIPO:

TIRADAS:

- Otear.

- Buscar.

- Supervivencia.

- Trato con Animales.

* Generalmente los heridos aplicáis un -1 de penalizaciones por estar doloridos y en mal estado, no las aplicas en este momento pues te sientes hiperativo, al menos hasta que el dolor y la fatiga vuelvan a pasar factura y te sientas menos inclinado a la acción.

Cargando editor
15/01/2013, 22:33
Pipo.
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

Listo. Las he hecho ocultas, aunque igual no hacía falta...

Cargando editor
16/01/2013, 13:04
EL TIEMPO SE AGOTA.
Cargando pj

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Sexto (Tercero de la Primavera). Mes del Castor.

Día: 09.

MEDIODIA.

Cargando editor
16/01/2013, 13:05
El Cráneo de Plata.
Cargando pj

- Pipo encuentra agua y frutos silvestres para todos. Se encarga de alimentar a personas y mulas, pero se da cuenta de que los animales han sido muy maltratados y no están todavía listos para viajar.

Cargando editor
16/01/2013, 18:13
Pipo.
Cargando pj

Tras tener a todos subidos en el carromato, Pipo se ha dedicado a atender a los bichos, a desenterrar raíces, a cavar un agujero en el suelo en un sitio arenoso, del que se ha comenzado a filtrar agua del suelo. Las mulas han comido todo lo que les ha dado como si llevaran días sin probar bocado. A pesar de sus aires ridículos, Pipo, canturreando y diciendo tonterías, actúa con diligencia.

Pobre Dedos ¿o es Matagatos? Bueno, Pipo llama Dedo-Matagatos y Matagatos-Dedos, así no se ofenden si Pipo se equivoca... Pone expresión de duda. Pero puede que tenga que llamar Matagatos-Dedos a esta y Dedos-Matagatos a esta. Se cubre la cara con las manos, superado por el dilema. ¿Qué hará Pipo? ¡Será descortés!

Trasegando trasegando, le llega el momento de examinar sus patas.

¡Oh! ¡Heridas en sus patas!

De nuevo adopta un aire solemne y anuncia a todos:

Dedos-Matagatos-Dedos y Matagatos-Dedos-Matagatos no pueden viajar. ¡Ellos maltratados!

Cargando editor
16/01/2013, 19:12
Derviche.
Cargando pj

Derviche levantó la cabeza, con mucho esfuerzo, y miró alrededor. No pudo ver nada e intentó levantarse. El dolor recorrió todo su cuerpo y apretó los dientes con mucha fuerza para ahogar un grito. Solo se escuchó un gemido, como si de un animal herido se trataba. Volvió a caer sobre el suelo y empezó a desesperar.

No pudo entender como era posible no tener fuerza ni para levantarse del suelo. Volvió a intentarlo unas cuantas veces hasta que sintió pasos acercándose.

Giró la cabeza y vio a Manta agachado a su lado. El flacucho compañero la preguntó si era capaz de andar hasta el carro. La fanática buscó con la mirada el carro y enseguida clavó su mirada en la del chico. Lo miró con desesperación y asintió con la cabeza, dándole a entender que sí, aunque su mirada decía justo lo contrario.

Ya intentó varias veces levantarse y no tuvo éxito. En vez de proceder como las otras veces, se giró por el suelo. En cuanto llegó bocabajo, empujó su cuerpo con las manos. Empezó a temblar fuertemente, pero no cedió en su intento. En esta postura pudo ver algo más de lo que pasó a su alrededor.

Vio a sus compañeros muertos y se preguntó si los van a abandonar ahí. Seguro que las bestias salvajes iban a dar buen uso de sus lechos. Suspiró y pensó en lo orgullosa que era cuando la aceptaron en la compañía. Ahora realizó que no era más que una piedra en el camino.

Con la mirada clavada en el suelo empezó a gatear hacía el carro. Cada movimiento le proporcionó impulsos de dolor. Su mente pensó en su diosa. Negó con la cabeza y suspiró con disgusto. Si no me hubieras abandonado ellos no estarían muertos. No voy a confiar más en ti, no. Solo tenías que darme fuerza, solo eso y yo te iba a traer como ofrenda la cabeza de muchos enemigos. No voy a confiar más en ti... no... no...

Cargando editor
16/01/2013, 20:31
Manta.
Cargando pj

Ante la atónita mirada del k’hlata, la mujer, que apenas es capaz de incorporarse, se pone a gatear a cuatro patas hacia el carro. Manta suspira. Cuando se recupere, voy a tener que andarme con mil ojos. Se agacha junto a la mujer, la agarra por la cintura y la levanta en volandas con cuidado, colocándola suavemente sobre su hombro. Míralo por el lado bueno, si hubiera sido Guepardo no tendrías que preocuparte porque quisiera matarte, pero te habrías dejado la espalda levantándole. Prestando oídos sordos a cualquier protesta, transporta a la mujer hasta el carro y la deposita junto al antiguo jaguar.

—No sé cuándo podremos salir —informa a los heridos—, descansad lo que podías.

Pipo está ocupado buscando alimento y agua en las proximidades del campamento. Manta recoge las pertenencias de los heridos y las lleva hasta el carro. Guepardo, siendo soldado desde hace tan poco, ha acumulado poco más que algunas armas, pero Derviche, como ya constatara unos días atrás, no dispone de nada más que la escudilla, las cimitarras y la ropa que lleva puesta. Incluso el odre fue un préstamo, recuerda. Todos sabíamos qué aceptábamos cuando nos convertimos en aspirantes, pero enviar a un recluta a combatir de esta forma... prefirió no acabar el pensamiento.

—Podéis apoyar la cabeza aquí —dice a los heridos, entregándoles un par de esterillas enrolladas— y tenéis mantas a mano por si tenéis frío.

Pipo ha regresado de su breve expedición de recolecta, y está alimentando a los animales. Aparentemente, han sufrido bastante en los días previos, y todavía no se encuentran en condiciones de ponerse en marcha. Manta puede ver las secuelas del abuso en los rostros y cuerpos de las mulas, pero no tiene la menor idea de qué hacer con ellos.

—Podríamos limpiarles y refrescarles las heridas —propone al recordar la forma de actuar de R’Gaa con los heridos el día anterior.

Cargando editor
16/01/2013, 21:14
Pipo.
Cargando pj

Sigue hablando de las mulas, tras examinarlas un poco más.

Deben descansar, y luego podrán seguir, cuando descansen... pero tenemos agua para esperar. Y raíces. Y esos frutos que Pipo encontró. Todos pueden comer. Los pone en un montón, para que la gente coma. Y pueden llenar la escudilla en el agujero-en-la-arena.

Cargando editor
20/01/2013, 12:59
Manta.
Cargando pj

A pesar del alimento y el agua traídos por Pipo, las mulas aún no están listas para ponerse en marcha. Los reclutas, incluso los soldados, marchan cada día con una ración de comida. No se puede esperar que los animales estén mucho mejor alimentados, ni que hayan recibido mejor trato que los propios hombres. Si se hace de noche, tendremos que esperar a mañana. Guepardo y Derviche aún no se habrán recuperado, así que supongo que está bien.

—Hasta las mulas —dice Manta, sonriendo tristemente, tras escuchar las palabras de Pipo—, tienen derecho a descansar y comer de vez en cuando.

Del campamento, si es que se le podía llamar de tal forma, solo quedan Lejana  y un par de montones, en los descansan las pertenencias de Manta y las de Pipo. El k’hlata se acerca al lugar en el que sigue la exploradora.

—Señora —saluda—, el carro está listo, y las mulas alimentadas, pero Pipo dice que necesitan descansar más antes de partir.

Cargando editor
20/01/2013, 20:43
Pipo.
Cargando pj

Pipo está un rato más atareado, su aparente estupidez es desmentida por la gentileza con la que atiende las necesidades de agua y alimento de todo el mundo. Ricas babosas, frutos de aromático aspecto, desenterrados del suelo, hierbas jugosas y alguna seta sazonan la dieta básica de raíces fibrosas y de picante sabor.

Cuando todo el mundo ha sido atendido, él mismo come algo. Luego, cuidadosamente, con arena limpia, frota las escudillas de aquellos que no pueden valerse por si mismos, hasta que se desprende toda la suciedad.

Al terminar, se sienta con las piernas cruzadas y se queda mirando embobado al vacío. Sólo de vez en cuando se chupa el dedo, lo expone al aire, para ver de dónde sopla, y olfatea cuidadosamente: parece esperar con filosófica paciencia a que las mulas muestren, con algún signo de impaciencia que están listas para seguir la ruta.

Cargando editor
20/01/2013, 21:22
Derviche.
Cargando pj

Derviche sintió como Manta la agarró y la colocó en su hombro como a un saco. Así es como se sintió, como un peso muerto e inútil. Gruñó por debajo, pero no hizo nada más. Apenas se podía mover. En otra situación, le pegaría por tocarla, ahora solo agradeció, el gesto de manta, con indiferencia. Era mejor que mirarlo mal, o pegarlo.

Se comió lo que le dieron y se durmió a ratos. Le resultó difícil masticar las babosas, pero no protestó. Miró a Manta, luego a Pipo y después a los compañeros muertos.

-Se merecen un entierro. Suspiró y volvió a mirarlos. Algunas piedras servirán y sus armas. Ella no quería que al morir en campo de batalla le quitaran lo único que poseía, sus cimitarras. No era una orden, tampoco un pedido, solo su opinión hacía quien lo dieron todo para que ellos sigan vivos.