Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Páramos - Zona 2.

Cargando editor
19/12/2011, 12:55
Ponzoña.

El Hiena había escuchado la pregunta de Campaña y su silencio, no solo obedecía a la presencia de los antílopes en la lejanía, si no a que estaba meditando su respuesta.

En voz muy baja, casi susurrante respondió.

-No, no le tengo miedo. El miedo es una emoción que mis padres me quitaron -dijo sin precisar más-. Pero le tengo respeto. Puedo matar y morir. La muerte me merece respeto -guardó un corto silencio-. Lo más probable es que muramos todos. Somos un grupo pequeño, enfermo y que justo ahora está empezando a aprender a trabajar juntos. Lo más seguro es que peleemos en solitario en vez de preocuparnos por pelear con alguien a la vez. Se olvidarán las órdenes, se olvidará al compañero. Y moriremos -Ponzoña volvió el rostro hacia Campaña-. Pero si peleamos hombro con hombro, quizás sobrevivamos. Shhh -dijo pidiendo silencio-. Es complicado. Están nerviosos. O nos oyen o nos huelen. Nuestra única posibilidad es que uno los rodee y los asuste para que vengan en esta dirección y así derribar una pieza. 

Cargando editor
19/12/2011, 13:09
Campaña.

Campaña pensó que Ponzoña estaba en lo cierto, pero sólo en parte. Los hostigadores contaban con algo muy importante que seguramente sería decisivo en la batalla.

- Si, hermano - contestó Campaña - Pero ellos no saben que llevamos a Portaestandarte con nosotros, no podemos perder si viene con nosotros... aunque hay que hacerlo con cuidado, Padre dice que si la batalla está cerca se puede volver loco y ser peligroso también para nosotros... Ponzoña es listo, seguro que se inventa un plan para vencer y vivir, Campaña está seguro.

En realidad Campaña confiaba mucho en Ponzoña, pues le había demostrado con sus acciones que tenía grandes conocimientos en muchos campos y que pensaba rápido y de forma inteligente. Por su parte tenía claro que cuando llegase el momento de la batalla trataría de permanecer a su lado, pero primero había que llegar hasta el poblado y ver en qué estado se encontraba.

El gigante escuchó el plan de actuación de Ponzoña, parecía fácil.

- Campaña rodeará a los animales - dijo - y después correrá tras ellos para que huyan en esta dirección, Ponzoña hará el resto.

Campaña estaba convencido de que el plan no podía fallar.

Cargando editor
19/12/2011, 13:29
Ponzoña.

-No podemos depender de Portaestandarte. He oído rumores y sí, es un peligro para todos. En el calor de la batalla, no distingue amigos de enemigos. Quizá sea importante para la Compañía. No para mí. No ahora. Pero tú sí. Quiero tenerte a mi lado. Quiero que ambos peleemos juntos. Hombro con hombro, espalda contra espalda, cara a cara contra los castores. Quizás entonces vivamos para vencer. Ahora ve. Yo aguardaré aquí.

Cargando editor
19/12/2011, 14:00
Campaña.

Campaña asintió mostrando que estaba dispuesto y después se dirigió hacia el grupo de antílopes. Ahora que todavía estaba lejos trató de rodearles sin que se dieran cuenta para colocarse justo en posición opuesta a la que se encontraba Ponzoña en aquellos momentos. Después saldría corriendo hacia ellos haciendo ruido para asustarles y hacerles correr hacia su compañero, y si alguno se rezagaba y tenía la oportunidad le daría un cabezazo para derribarlo.

A pesar de todo, Campaña pensó que podría haber otros depredadores acechando al mismo rebaño así que se mantuvo alerta, no quería convertirse él en la presa en lugar del cazador.

Cargando editor
20/12/2011, 12:32
EL TIEMPO SE AGOTA.

ATARDECER.

Cargando editor
20/12/2011, 12:35
Reclutas de la Compañía Negra.

- Campaña pasa horas persiguiendo en vano a los lejanos antílopes, corriendo de un lado para otro sin propósito. Finalmente regresa, cansado.

- Ponzoña busca infructuosamente presas factibles.

- Al acabar la jornada, Ponzoña encuentra un arbusto en el que parece haber algunas bayas que pudieran ser comestibles. Se agacha a recogerlas, pero cuando Campaña regresa, el gigantón confunde los dedos de Ponzoña con una liebre y salta encima con sus enormes botas de bronce blindado.

- Ponzoña logra apartar la mano parcialmente para evitar que el gigante le pulverice todos los huesos. El pisotón resulta simplemente doloroso, en lugar de completamente desastroso. Un dolor que pasará sin más en pocas horas.

- El arbusto de bayas queda completamente destrozado.

Cargando editor
20/12/2011, 17:59
Campaña.

Campaña regresó agotado de tanto correr tras los antílopes. Evidentemente su plan había fallado y la carrera no le había servido más que para mantenerse en forma. Vio que Ponzoña se arrodillaba frente a un arbusto, parecía que había encontrado algo comestible, pero cuando estuvo más cerca su imaginación le jugó una mala pasada.

De repente Campaña detectó movimiento entre las ramas del arbusto, como si de un pequeño animal se tratase. Mientras tanto Ponzoña oteaba el arbusto y tocaba los frutos para comprobar si estaban o no jugosos. Con pasos cortos y en silencio para no espantar al animal, el gigante se fue acercando al arbusto poco a poco hasta que vio aparecer unos apéndices de color marrón. Entonces estuvo seguro de que se trataba de un conejo y en un rápido movimiento pateó el arbustro con sus botas tratando de aplastar al animal.

Ponzoña había visto a Campaña acercarse pero ni de lejos podía haberse imaginado lo que intentaba hacer, de modo que no pudo evitar el pisotón. El Hiena sacudió la mano y soltó un grito de dolor, con lo que Campaña se dio cuenta de que le había pisado, había destrozado el arbusto y además allí no había ningún conejo. Avergonzado por lo ocurrido, el gigante se acercó a Ponzoña con las manos por delante, disculpándose por lo ocurrido.

- Campaña lo siente... Campaña vio un conejo y quería cazarlo - estaba realmente avergonzado - pero resulta que era la mano de Ponzoña... Campaña es idiota... Campaña lo siente, de verdad...

Cargando editor
20/12/2011, 21:11
Ponzoña.

El Hiena sintió una fría e irreflexiva furia recorriéndole ante el dolor de su palpitante mano. Flexionó los dedos, comprobando que no había nada roto y respiró profundo buscando la calma antes de hablar. Cerró los ojos al tiempo que se ponía en pie, abriendo y cerrando la mano.

-No ha sido nada -dijo finalmente-. Puedo moverla. Así que puedo luchar y matar o morir defendiéndome -miró a lo lejos. La manada de antílopes pastaba tranquila, aunque sus orejas y ojos les vigilaban constantes-. Espero que los Castores no sean tan listos como ellas o poco haremos. Ya es tarde, Campaña. Debemos regresar al campamento y dormir bien para partir mañana al alba. Nos espera una jornada larga y dura. Y no será lo peor. Hasta que nos encontremos todos de nuevo, deberemos conseguir algo de comida y agua. Estos odres apenas contienen agua para un día y eso racionándola. Pero ya nos preocuparemos de eso cuando corresponda. Es hora de volver -dijo poniéndose en marcha.

Cargando editor
21/12/2011, 12:05
Campaña.

Campaña asintió y guardó silencio, estaba muy avergonzado y no tenía nada más que decir, además era mejor dejar que Ponzoña se calmase un poco. El gigante se lamentó por aquella estupidez, había pisoteado el arbusto dejando inservibles todos sus frutos y encima casi le rompe los dedos a su amigo. El arbusto era lo de menos, pero no quería perder un amigo por hacer el idiota. Cuando ya llevaban un rato de caminata Campaña no pudo soportar más aquel silencio incómodo y habló.

- Hermano, te ruego que perdones a Campaña... - dijo todavía avergonzado - Campaña es un inútil, no sabe hacer nada, ni siquiera perseguir antílopes... Campaña se merece que le machaquen la mano - entonces tuvo una idea - ¿Y si Ponzoña le da un mazazo a Campaña en la mano? Así estarán en paz.

Cargando editor
21/12/2011, 22:06
Ponzoña.

El Hiena se detuvo en su marcha, volviéndose hacia Campaña.

-Que estos sean todos los males que hayan de aquejarme en esta vida. No tengo nada que perdonar. ¿O acaso si yo te hubiera pisado, tú me tumbarías de un cabezazo? Hermano, aunque no estemos juramentados te tengo por tal. Y por un amigo, además. Si no, no hubiera aceptado tu compañía. Estás a mi lado que es donde quiero que estés y donde quiero estar -dijo con seriedad y su habitual voz grave-. Me has pisado, sí. ¿Ha sido voluntario? No. ¿Eres un inútil por ello? No, y no quiero volver a oir algo igual en tu boca -la mano de Ponzoña se posó con fuerza sobre el hombro de Campaña-. Hermanos. Amigos. Hasta que la sabana pida su precio y nuestros cuerpos reposen en ella para siempre -afirmó con contundencia -. No pidas un mazazo que pudiera acabar con tu vida. No hay necesidad de paz, pues no estamos en guerra. Tú y yo, no. Pero cuida ese pie. Será valioso para aplastar las cabezas de nuestros enemigos. Y ahora marchemos. El sol se pone.

Cargando editor
22/12/2011, 11:41
Campaña.

- Tienes razón, hermano - dijo Campaña

Entonces volvieron a caminar en silencio, aunque aquel silencio ya no era incómodo sino todo lo contrario, permitía escuchar los sonidos de la sabana y disfrutar un poco del paisaje y la compañía, algo a lo que los Hostigadores no estaban acostumbrados últimamente. Inmerso en la calma del viaje, Campaña recordó algo que quería preguntarle a Ponzoña.

- Hermano, Campaña quiere preguntarte algo ¿Por qué quieres que Serpiente venga a explorar el poblado? Campaña cree que se ha vuelto peligroso... Campaña sabe que es listo, es un idiota pero es listo - en realidad a Campaña le parecía muy listo cualquiera que lo fuera más que él - pero el día que Campaña le pegó... se levantó como si nada, usa magia mala, Campaña está seguro... si viene algo saldrá mal y además Campaña le odia por lo que hizo.

Cargando editor
22/12/2011, 16:45
Ponzoña.

Ponzoña siguió avanzando. Su paso era elástico y ágil, habituado como estaba a la sabana desde su más tierna infancia. Recordaba las jornadas de caza, acompañado tan solo por sus dos hermanas, cuando ni siquiera despuntaba como hombre y seguía siendo un muchacho. Una época en la que el odio no había florecido.

-Somos un grupo pequeño. Tú, el explorador, el brujo y yo. Variedad. No sabemos a qué riesgos nos enfrentaremos y de qué tipo serán. Cuanto más distintos seamos, mejor podremos hacer frente a las dificultades. Odias a Serpiente. No deberías. Pronto será un juramentado más. Pero haces bien si desconfías de él. A mí tampoco me gusta. Su magia hace que se me erice la piel. Pero si ha de usar su magia, que lo haga contra el enemigo. Y quiero ver cuán fuerte es. Hasta ahora se ha mantenido sano y no ha rechazado acompañarnos aunque nos desprecie. Además, es peligroso. Y el peligro, lo prefiero cerca a tenerlo a mis espaldas. Y alejarlo del grupo, será bueno para este. No olvides que tan solo es un hombre. Puede morir.

Carcajadas suaves brotaron de su garganta. Un sonido extraño en la sabana.

Cargando editor
24/12/2011, 12:03
EL TIEMPO SE AGOTA.

EL SOL SE HA PUESTO.

Cargando editor
24/12/2011, 12:04
Reclutas de la Compañía Negra.

- Campaña y Ponzoña regresan al oasis donde están acampados los demás Hostigadores.

Cargando editor
05/01/2012, 19:22
Reclutas de la Compañía Negra.
Cargando pj

- Guepardo y Ojopocho ya se han alejado del oasis.

- Ambos se internan en las tierras salvajes en busca de presas para cazar.

Notas de juego

TIRADAS:

- Esconderse.

- Movimiento Silencioso.

- Otear.

- Supervivencia.

Cargando editor
05/01/2012, 19:33
Ojopocho.
Cargando pj

Ojopocho andaba con el arco en sus manos, mirando a un lado y a otro con su ojo sano, de vez en cuando echaba la vista atrás para ojear que tal andaba entre las tierras salvajes Guepardo. Esperaba se apañara bastante bien y no pisara ningún hoyo "chascapiernas", y sobretodo, que no espantara la caza. Unas huellas hizo a Ojopocho detenerse. Eran huellas caninas, tal vez hienas o chacales y algun antílope pequeño o quizá una cabra extraviada. Ojopocho divisó a lo lejos un conejo saltando y alejandose en una loma... estaban en una buena zona, la caza sería fructífera si los espíritus les acompañaban.

Guepardo hizo ademán de hablar, Ojopocho se llevó un dedo a los labios, no se habla durante la cacería. El sol se iría elevando toda la mañana y el cazador que hasta ahora había ejercido de recolector de hierbas, esperaba volver a la compañía con un trofeo con el que demostrar cual era su auténtico oficio.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Vaya supertiradas, todo tirado con su -1

Cargando editor
08/01/2012, 15:08
EL TIEMPO SE AGOTA.
Cargando pj

AÑO: 201.

Estación: Primavera.

Mes: Cuarto (Primero de la Primavera). Mes del Pie.

Día: 02.

MEDIA MAÑANA.

Cargando editor
09/01/2012, 09:10
Guepardo.
Cargando pj

Guepardo seguía a Ojopocho como si fuera un novato primerizo, Guepardo iba a decirle a Ojopocho que él era tan valido como cualquiera para moverse silenciosamente cuando Ojopocho le hizo callar, era desesperante, no se merecía ese trato desde luego, era un guerrero habil y silencioso y además había sido entrenado para ser un asesino despiadado aunque ese aspecto no fuese el que más orgullosamente mostraba.

- Tiradas (4)
Cargando editor
09/01/2012, 09:49
Reclutas de la Compañía Negra.
Cargando pj

- Durante el resto del día, Ojopocho y Guepardo rastrean en busca de presas.

- Finalmente localizan unas rocas coronadas por árboles sobre los que anida una bandada de pájaros, seguramente comestibles.

- Ambos acechan, buscando el mejor momento para atacar.

Cargando editor
09/01/2012, 15:56
Ojopocho.
Cargando pj

Era perfecto un árbol lleno de nidos y pájaros, cazarían desde la maleza hasta que las aves se dieran cuenta del ataque y huyeran o hasta que se terminaran las flechas, después podrían recoger las aves y los proyectiles y saquear los nidos hasta dejar el árbol seco.

Ojopocho hizo un gesto de cabeza esperando que Guepardo tuviera proyectiles discretos, como una cerbatana o un arco. Mientras tanto el cazador aún agazapado empezó a disparar una flecha, y otra y otra, a abatir cuantos pájaros pudiera mientras estos piaban y revoloteaban por las ramas, tan pronto uno se quedaba quieto y se disponía a trinar una flecha le ensartaba de lado a lado.

El cazador continuó y continuó hasta que no quedaran aves o hasta que se terminaran las flechas.