Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Pelotón de Campamenteros.

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14/04/2013, 17:16
Chamán Rojo.

Llegué al lugar de la reunión justo para escuchar las palabras de Lengua Negra. El castigo de Tarado me pareció bueno. Era duro y no ser hermano era un castigo que podía doler más que unos latigazos.

No tenía ninguna pregunta para Lengua Negra, así que esperó para seguir a sus compañeros fuera del campamento.

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14/04/2013, 17:32
Belleza.

Llegué con paso tranquilo, pero firme y seguro. Me encontraba bien y un poco de ejercicio me vendría perfectamente. Y es lo que proponía Lengua Negra. Así que con mayor confianza, esperé a que diera la orden para empezar el entrenamiento.

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14/04/2013, 18:13
Sabandija.

Sabandija llega al lugar de reunión de los Campamenteros  tras Belleza.  Camina despacio y ligeramente encorvado con la mano izquierda sujetando el vientre. Saluda a todos con un ligero movimiento de la cabeza. Comienza a estirarse pausadamente, como si quisiera comprobar hasta qué punto podía hacerlo sin sentir un dolor insoportable en la herida, aún reciente.  
- ¡Arg!- Ahí había llegado al tope.


Al ver a Piojillo allí, le comenta.


- Piojillo…. Lombriz estaba en la tienda de heridos y quería que supieras que  no sabe qué ha sido de su equipo, si alguien lo recogió cuando cayó herido.  Al menos quería que supieras que sabe usar lanza, cuchillo y escudo.


Sonríe a León Anciano por su generosidad.  Toma un nabo y una zanahoria del montón que había dejado el viejo y comienza a limpiarlas sentado en el suelo con las piernas cruzadas. Mientras lo hace escucha las palabras de Lengua Negra. La decisión de Piojillo y el castigo a Tarado….no le afectaba para nada.  Se alegraba de que Tarado no tuviera que sufrir un dolor físico y le parecía que Piojillo tendría sus razones para renunciar, por lo que no le dio más importancia. Sí que se la dio a las indicaciones para el entrenamiento. “Nadie golpeará a su compañero”. Eso le venía realmente bien aunque no sabía cómo se lo tomarían otros. Dudaba sobre  si el segundo día de entrenamiento podría hacer algo o, si por el contrario, debería repetir el entrenamiento del primer día.    No creía verse tan en forma como para luchar, además de que él debía luchar de otra manera. El cuerpo a cuerpo no era lo suyo. Hoy se centraría en acechar a sus presas y en evitar ser sorprendido por los demás.

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14/04/2013, 18:32
Derviche.

Derviche estaba tendida en el suelo y disfrutaba del aire fresco. Empezaba a tener hambre, desde ayer no comió nada y por alguna razón, no les dieron nada para la cena. Probablemente no se les consideraban dignos, para más de una comida al día. Esperaba paciente a que alguien le sirviera, pero de ninguna manera iba a pedir algo para comer. Antes se moriría de hambre.

-T... umm... s... ¡Jefe!, dijo en un final, después de buscar un término apropiado para el nuevo líder, ¡bienvenido entre nosotros! En realidad pensaba que era una maldición, un insulto, estar a cargo de ellos, pero el hombre demostró que era muy eficiente. Mientras ella dormía y muchos se rascaban los codos, él se encargó del castigo para el estúpido de Tarado y seguramente que de muchas cosas más. En unas horas dio más ordenes que Cochinillo en toda su vida. Sigo pensando que Tarado debería quedarse sin lengua, dijo con maldad mientras deslizaba los dedos por una de sus cimitarras, pero los mandos son sabios en sus decisiones, nunca lo dudaría, no solo lo dudaba, si no, estaba segura de que solo unos pocos valían para mandar, muy pocos. Es para que el hombre tenga una oportunidad, para poder pasar el periodo de prueba, aunque tenerla, es una verdadera provocación, ¿verdad Tarado? ¡Venga, di algo, maldito, sella tu destino y muere como un gusano asqueroso que eres!

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14/04/2013, 21:43
Lengua Negra.

-Podéis entrenar con el rigor que consideréis oportuno siempre que no ponga en peligro vuestro estado de salud -dijo, tras lo cual dio un mordisco a la zanahoria, que sabía dulce-. Y Derviche, golpear al árbol caído no es una muestra de valor, sino de bajeza -comentó con tanquilidad mientras tomaba algunos tubérculos y los espetaba nuevamente para acercarlos al fuego-. Me han comentado que muchos no habéis declarado vuestras posesiones y habilidades además de necesidades. Hacedlo ahora. Cuando hayáis concluido, empezaremos con el entrenamiento.

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14/04/2013, 22:21
Derviche.

-Por supuesto que no, jefe. Y gracias al "árbol caído" sabía que callarse era lo mejor. Buscó con la mirada a los encargados de hacer las listas que mandó Lengua Negra.

-Manta, dijo un poco más alto, pero sin llegar a gritar, además de mis nenas que sé usar perfectamente, levantó orgullosa las armas del suelo, solo tengo un odre de agua, que me prestaron hace tiempo.

- Keropis, dijo al encontrar con la vista al ermitaño, nunca monte encima de un caballo.

Las ordenes eran claras y sus respuestas, igual. No iba a perder más tiempo de lo necesario ni del suyo, ni de los encargados.

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14/04/2013, 22:35
Piojillo.

Piojillo siguió el ejemplo de la fanática y dijo en voz alta:

Piojillo, lanza corta, escudo, daga. Llevo una armadura de cuero como ya dije. Tengo tienda de campaña, manta y esterilla.

Volviéndose hacia Keropis dice.

Se montar y cuidar de los caballos.

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14/04/2013, 23:47
Manta.

Manta se encogió de hombros y asintió a las palabras de Lengua Negra. Indudablemente, sería la forma más rápida de hacerlo, y evitaban tener que perseguir por todo el campamento o interrumpir durante sus entrenamientos a los demás campamenteros, pero hubiera deseado hacerlo por su cuenta. Hacía poco tiempo que conocía el orgullo, pero ya le producía satisfacción ejercitarlo y cierta frustración tener que tragárselo.

León Anciano había traído hortalizas para todos. Era un desayuno frugal, pero tenía buen sabor y refrescaba la boca. Echó un vistazo hacia la tienda de los heridos, algunos de los cuales probablemente debían mantenerse en reposo absoluto todavía. Especialmente Lombriz, que el día anterior tenía la pinta de alguien que había escapado de la muerte por un suspiro.

—Plumilla —Manta se acercó a la que se había convertido en la sanadora oficial del escuadrón con un montón de zanahorias y rábanos entres los brazos—, ¿pueden comer los heridos?

 

Derviche fue la primera en enumerar sus posesiones. Sus armas, y el odre prestado por uno de sus compañeros. Piojillo dijo que disponía de manta, estera y tienda, y no hacía falta preguntar para comprobar que disponía también de dos odres de agua, pues los cargaba bien llenos y visibles.

—Derviche, ¿recuerdas quién te prestó ese odre? —preguntó, aunque en su opinión, la respuesta revestía poca importancia, pues si bien no recordaba la persona, sí sabía que pertenecía a alguien que disponía de dos—. A los demás, además de vuestras armas, decidnos si tenéis odres, mantas, esterillas y tienda, y cuántos si son más de uno.

»Yo tengo una lanza larga, una lanza corta, un cuchillo —enumeró—, y sé cómo usar todos. Sé cómo usar un escudo, y probablemente podría llevar una armadura, pero no tengo ni uno ni la otra. Tengo un pellejo de agua, una esterilla y una manta. Y también tengo una cuerda, un pedernal y algo de yesca.

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15/04/2013, 13:24
Sabandija.

Al parecer el entrenamiento no comenzaría hasta que todos hubieran cumplido las tareas que les habían encomendado a Manta, Keropis y Piojillo. A Sabandija nadie le había preguntado directamente, pero se puso de pie y habló en voz alta.

- Por mi parte tengo una daga, una lanza corta, tres jabalinas, un pellejo de agua, mis cuchillos para las piezas de caza, cuatro antorchas, una tienda de campaña para dos plazas como máximo, una estera y una manta- Tenía algún objeto más pero de poca importancia por lo que no lo comentó. – Sé usar todas esas armas, mejor a distancia que de cerca. Sólo habré montado un par de veces en toda mi vida. Soy cazador por lo que me defiendo bien en campo abierto y acechando a las presas…sé como hacer para que no me detecten y sorprenderlas, o construir pequeñas trampas. Creo que armadura y escudo me entorpecería más que ayudarme, a no ser que fuera una muy ligera.- Se volvió a sentar a terminar de roer lo que le quedaba de las hortalizas de León Anciano.

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15/04/2013, 19:06
Plumilla.

Asintió conforme a las palabras de Lengua Negra pese a que temía que si se mantenía quieta mucho tiempo más se quedaría dormida de pie.

-Claro que pueden comer, Manta-contestó sin la acidez con la que otros habrían impregnado esas palabras, puesto que estaban todos más o menos conscientes y podían comer, con más o menos ayuda, en el caso de Lombriz. La chica imitó al oscuro tomando una zanahoria mientras contestaba.

-Tengo nociones básicas de monta, pero no podría controlar a un caballo de guerra pese a que los animales no se me dan especialmente mal-explicó hablando sobre las habilidades de montar a caballo- entre mis posesiones están una daga, una tienda, una estera y una manta además de algo de carne seca, un pellejo de agua y una piedra de afilar. No tengo armadura aunque la más resistente de cuero sería demasiado pesada para mí.

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15/04/2013, 23:11
León Anciano.

-Keropis, si, puedo montar y cuidar una montura. Bastante bien si no es soberbia.- Asentió León Anciano con una sonrisa en el rostro, y tras que sus compañeros terminasen de hablar. Había sacado, posiblemente de su tienda de campaña* una sartén y un cuchillo de despellejar con el que había pelado -no de muy buena manera, a decir verdad. Al fin y al cabo, era un cuchillo de despellejar carne, no para pelar tubérculos- una zanahoria y un rábano, que habían ido a parar a la sartén. Esta, a su vez, era sostenida por León Anciano sobre el fuego en un burdo intento de cocinar las hortalizas.

-Mis pertenencias, aunque si alguno de vosotros las necesita sois libres de usarlas, son un arco largo compuesto, una lanza corta, una tienda, una estera y algunos objetos, tales cómo una manta, un pellejo de agua o esta misma sartén.

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15/04/2013, 23:27
Asesina.

Escucho a mis compañeros relatar sus puntos fuertes y sus pertenencias. Si bien me siento algo defraudada al no tener hermano de capa se que tengo el deber de hablar así que de esta manera lo hago -Soy buena en el combate, ágil y escurridiza, no tengo temor alguno en mancharme las manos con la sangre de todos aquellos que sean objetivos de nuestra compañía. Además se moverme con cuidado y matar desde las sombras con facilidad. Respecto a mis pertenencias tengo en mi poder lo propio de mi tribu, un cuchillo y unos abalorios, un machete, una mochila, un pellejo de agua, algo de cuerda, una piedra de afilar, una manta y una tienda. No tengo armadura ni la necesito pues me manejo mejor sin ella.

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15/04/2013, 23:49
Plumilla.

Carraspeó y añadió.

-Lombriz dispone de un cuchillo, escudo, lanzas cortas, portalanzas, estera, pellejo de agua, mochila, cuerda, yesca y pedernal, manta de invierno y tienda de campaña individual.-guardó silencio, el herido bastante tenía con mantenerse consciente durante más de diez segundos y, siendo ella la encargada de atenderle, lo más lógico era que informara de sus pertenencias a falta de la capacidad de Lombriz para hacerlo.-No ha sido instruído en la monta de animales, pero cree que de ser necesario podría hacerlo.

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16/04/2013, 01:08
Manta.

Manta sonrió a la pequeña k’hlata. Recordaba que a algunos enfermos se les desaconsejaba comer ciertos alimentos, o incluso se les pedía que se abstuvieran de hacerlo por completo. No sabía si a los heridos se les obligaba a guardar tales precauciones, pero se alegraba de que no fuera así. Bastante tenían con encontrarse incapacitados, como para no poder disfrutar al menos de un poco de alimento.

Se acercó a la tienda, ocupada aún por los heridos más graves salvo Derviche, que reposaba en el exterior sobre su esterilla, y dejó caer un puñado de zanahorias y rábanos en la escudilla de cada uno de ellos.

—Comed —dijo desde la entrada—. Si tenéis sed, puedo traeros agua antes de que comencemos los entrenamientos.

Cuando concluyó, regresó al centro de la zona de los campamenteros, a continuar con la tarea de inventario de las posesiones de los miembros del pelotón.

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16/04/2013, 01:25
Reyezuelo.

Cuando Reyezuelo se incorporó a la reunión de los campamenteros la mayoría ya estaban allí, pues había perdido la noción del tiempo cuando comenzó con sus entrenamientos matutinos. LLegó a tiempo de escuchar como sus compañeros le recitaban sus pertenencias a Lengua Negra y sus dotes para el combate. Esperó su turno mientras se relajaba un poco y volvía a recuperar la respiración. Al terminar Plumilla de enunciar las posesiones de Lombriz, comenzó él.

"Señor, poseo las armas que veis en mis manos, lanza corta y un escudo. Aparte de esto poseo un cuchillo propio de mi tribu." Dijo enseñando el afilado cuchillo.

"La escudilla de recluta, un pellejo para agua,algo de cuerda, mantas y mi propia tienda de campaña. No poseo armadura pero visitaré a Herrero para pedirle una ligera, pues no quiero que vuelva a pasar como en el último combate que tuvimos con esos k´hlatas. Aunque se montar a caballo no soy ningún experto, pues en mi tribu ejercía de guerrero, era responsable de una pequeña partida de guerreros, pues es lo propio de los que llevamos sangre noble en las venas. Adiestrarnos en el arte del combate y guiar a nuestros hombres a la batalla."

Tras enumerar sus posesiones se dirigió hacia León Anciano y le preguntó:  ¿Queda algo para mí?

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16/04/2013, 01:48
Manta.

Manta escuchó la enumeración de Reyezuelo. No mencionó la esterilla, pero alguien que poseía su propia tienda de campaña posiblemente tendría una.

—¿Tienes también una esterilla sobre la que dormir, Reyezuelo? —preguntó para asegurarse.

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16/04/2013, 01:53
Reyezuelo.

"Si Manta,  no le dí importancia, al igual que unos utensilios para reparar las joyas y abalorios que poseo. Y una piedra de afilar y también yesca y pedernal junto a dos antorchas que porto en mi mochila." el K´hlata mira fijamente a Manta como transmitiéndole un mensaje de -¿es suficiente o sigo? - 

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16/04/2013, 16:17
Manta.

Manta escuchó la respuesta de Reyezuelo con los ojos entornados. Quizás en su tribu solían dormir con la piel directamente sobre el suelo, quizás tenía que ver con esas joyas y abalorios. Las extravagantes costumbres de las diferentes tribus eran con frecuencia motivo de asombro para él, que había pasado su vida entre los seguidores de campamento.

—Si no le das importancia —dijo Manta, acariciándose la incipiente vellosidad que había surgido en su barbilla—, la puedes ceder a algún compañero que no la tenga, como Derviche.

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16/04/2013, 17:01
Lengua Negra.

-Son muchas las bocas que permanecen en silencio y esta es una cuestión vital -dijo Lengua Negra cuya mente había memorizado sin excesivos problemas los pertrechos de cada uno, fruto de una disciplina largamente cultivada por Analista-. León Anciano, pones a disposición de cualquiera tus bienes, incluidas tus armas. Mala idea, salvo que carezcas de pericia en el manejo de alguna de ellas. Dime, ¿eres diestro con el arco? De no serlo, tu arco tendría mejor destino que ocupar un lugar en tu espalda. ¿Alguno de los presentes, aparte de Sabandija, tiene habilidades en el combate a distancia aunque carezca de armas para ejercerlas? Y aquellos que manejáis lanzas cortas, ¿habéis tratado de comprar un arma más ventajosa en combate? Sé que son caras, pero necesito saberlo. Lucharé por obtener lo mejor para mis guerreros, pero solo si sé de vuestras necesidades, podré intentar procuraros algo.

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16/04/2013, 17:55
Sabandija.

Sabandija vuelve a abrir la boca para contestar a Lengua Negra.

- Siempre quise que Ojopocho, mi mentor, me enseñara a usar el arco, pero no tengo ninguno...- Sabandija hace una pausa. Era obvio que ninguno de los presentes nadaba en la abundancia en lo que respecta al dinero-...no tengo dinero. Espero que eso cambie para poder aprender a manejarlo y darle un buen uso a uno.