Partida Rol por web

TIENDA DE GROG:

- La Tienda de Grog es una constante de la Compañía Negra. Allí donde esté el Campamento Principal de la Compañía y sus seguidores de campamento estará la Tienda de Grog.

- A menudo es físicamente una gran tienda de campaña, más bien un pavellón, toda hecha de telas rojas. En su interior hay alfombras, tapices, multitud de cojines y mesitas bajas. Predominan los colores cálidos, sobretodo el rojo.

- Gordo Wem, el encargado, y las esclavas que le ayudan, sirven cerveza, vino, ron, y la bebida favorita de la Compañía Negra: el Grog.

- El Grog se elabora a base de agua caliente, gran cantidad de azúcar de caña, zumo de limón y ron. Es una bebida dulce, reconfortante (especialmente en las noches frías), y con menor contenido en alcohol que el ron sin mezclar (por lo que se puede beber más cantidad antes de caer borracho como una cuba). Cuando uno bebe demasiado Grog se dice que está "groggy".

- Las prostitutas de la Compañía suelen tener su "base de operaciones" en o entorno a la Tienda de Grog. Las que tienen algún talento artístico, como tocar algún instrumento musical, cantar o bailar, también lo ejercen en este lugar.

- Gordo Wem es buen cocinero y en la Tienda de Grog también se puede comer alguno de sus guisos, por un precio.

- Otro servicio facilitado es el de la venta de todo tipo de drogas y estupefacientes.

- En la Tienda de Grog se organizan a veces competiciones de lanzamiento de dardos o cuchillos, el ocasional juego de cartas y juegos de dados, sobretodo el juego más popular de la Compañía: Los Puñales. Gordo Wem organiza de vez en cuando grandes partidas de los Puñales, con fuertes apuestas. La Casa se lleva el 10%.

- Por último, Gordo Wem compra y vende objetos de segunda mano, cosas abandonadas o donadas por clientes, o dejadas en pago por deudas de juego o de bebida.

Se rumorea que Gordo Wem también compra y vende objetos robados, pero es de mal gusto mencionar algo así en la Compañía, especialmente en su local.

GORDO WEM:

- Gordo Wem es el encargado de la Tienda de Grog. Todo el mundo sabe que trabaja para Usurero.

Es un Oscuro extremadamente obeso. Se le da bien preparar Grog, así como fabricar cerveza y destilar ron.

No es mala persona, pero no le gusta hacer favores y vive bajo la premisa de que absolutamente nada es nunca gratis. Si bien en ocasiones especiales, la Tienda de Grog (por instrucciones de Usurero) invita a una jarra de Grog a algunos miembros de la Compañía.

TIENDA DE GROG:

- Actualmente la Tienda de Grog está ubicada en un salón del Ala Este del Palacio de la Discordia.

- Casi parece una posada de verdad, con muebles y todo, además de paredes, suelo y techo de piedra.

- Pulga entra en la Tienda de Grog y descubre que apenas hay clientes a estas horas.

- "Buenas tardes, señor. ¿Desea el señor que le guarde algo?" -

Sonrió a la mujer que se le acercaba y aún amplió más su sonrisa cuando escuchó las palabras de esta. Se miró descaradamente de arriba abajo para comprobar que tan solo llevaba su taparrabos, la daga y la bolsa con las monedas.

Me pregunto cual de las dos quiere guardar.

Era probable que ambas, aunque no sabría asegurar el orden en que lo haría.

-No es necesario gracias. Dijo abriendo los brazos y mostrando su cuerpo casi desprovisto de ropa mientras le guiñaba un ojo a la mujer. Pero quizá más tarde podamos guardar algo juntos.

A Pulga le era indiferente que la mujer fuera una esclava, al fin y al cabo tenía las mismas necesidades que el resto de mujeres y él llevaba demasiado tiempo sin compañía femenina como para andarse con remilgos. El único problema de las esclavas eran sus dueños, siempre poco dispuestos a que sus posesiones fueran disfrutadas por otros sin su permiso. En cuanto a los esclavos en general solía tratarlos bien, le recordaban que tan solo por pura suerte él no era uno de ellos, aunque sabía perfectamente cual era el lugar de ellos en la sociedad. Sin más dilación se acercó a la barra comprobando que el lugar estaba casi vacio, lo cual era de esperar a esas horas, pero mejor para lo que quería hacer.

-¡Gordo! ¡Cuanto tiempo sin verte! Ponme una jarra de grog, a ser posible de las limpias. ¿Supongo que la primera ronda correrá por tu cuenta no? Hay que fidelizar a los buenos clientes.

Pulga se sento y sonrió al Gordo Wem, aunque él siempre lo llamaba solamente Gordo, y esperó a recibir su jarra. Miró alrededor fijándose en cada una de las personas que estaban allí dentro intentando reconocer cada rostro.

Gordo Wem sonríe al ver a Pulga, y no suele hacerlo.

- "Por ser tú, el Grog más malo del local a tan sólo un cobre la jarra." -

Poco después le sirve una jarra.

Pulga observa que hay varios seguidores de campamento sentados en los ricones, bebiendo sendas jarras de grog. Algunos mercaderes, artesanos y unos pocos rufinanes. Nadie demasiado interesante.

Bimbata y Bimbawa están hablando con los clientes.

Pulga dejó una moneda de cobre sobre la barra y sonrió a Gordo Wem mientras acercaba esa tentadora jarra de grog.

-Justo como a mi me gusta. Gracias Gordo.

Dijo mientras se llevaba la jarra a los labios y daba un buen trago. No parecía haber nada interesante por allí de momento así que continuó hablando con Gordo Wem.

-¿Has pensado en lo que te dije la otra vez? Puedo conseguirte un montón de nuevos clientes y con mis ideas interesantes la gente consumirá más. Y a cambio tan solo te pido unas monedas de los beneficios. Si ofreces la primera jarra gratis, o regalas la segunda la gente vendrá más y como beberán más acabarán consumiendo mucho más. Te lo digo yo. Aunque no lo parezca es un gran negocio. Prueba una semana, yo correré la voz si quieres.

Se llevó de nuevo la jarra a la boca mientras divagaba sobre los negocios que podría hacer con el Gordo Wem.

-¿Hay alguna novedad interesante? Por aquí todo parece igual. Aunque no estar dentro de una tienda me parece raro.

- "No puedo ofrecerte dinero, Pulga, pero si traes clientes, durante una semana tendrás una consumición gratis por cada seis que ellos consuman. Siempre y cuando quede claro que vienen de tu parte." -

Apuró la jarra de grog hasta el final y asintió con la cabeza mientras sonreía. -Bien. Un trato es un trato. Tu vete llenando esas jarras que yo me ocuparé de mandarte clientes. De momento lléname otra Gordo. Pulga dejó un segundo cobre sobre la barra al lado de su jarra vacía. El trato parecía justo, tan solo tenía que convencer a la gente de que fuera a beber a la tienda de grog y que dijeran que iban de su parte. Seguro que tarde o temprano se le ocurriría como hacerlo o quizá podría acompañarlos el mismo y conseguir que además le invitaran a alguna ronda. Ese era el mejor lugar de todo el campamento para Pulga, casi como un hogar. Se giró un poco y aprovechó la cercanía de Bimbata y Bimbawa para decirles algo. -¡Hey chicas! Hacia tiempo que no nos veíamos, espero que me echarais de menos. Les guiñó un ojo y les sonrió. Las hermanas eran dos auténticas preciosidades, lo que no podía decirse de algunas de las otras meretrices. Lástima que sus servicios fueran caros, aunque de vez en cuando se podía conseguir a las dos por el mismo precio. Al menos hablar con ellas era gratis, claro que para hablar se podía hablar con cualquiera.

PULGA:

Dinero y Posesiones:

• Monedas de plata: 12.
• Monedas de cobre: 14.

Pulga bebió un sorbo de su nueva jarra y mientras las chicas se acercaban se volvió de nuevo hacia Gordo Wem.

-Gordo, durante la instrucción perdí mi flauta. ¿Por casualidad no tendrás alguna por ahí? Si tienes podemos llegar a un acuerdo razonable. ¿A que a vosotras os gustaría oírme tocar de nuevo?

Preguntó a Bimbata y Bimbawa que lo habían escuchado en alguna que otra ocasión, al igual que Gordo Wem o cualquier habitual de la taberna desde hacía años. Echaba de menos poder tocar de vez en cuando la pequeña flauta. Le relajaba y hacía que los momentos ociosos pasaran de una forma más entretenida.
De repente un gran estruendo se hizo patente en todo el palacio.

Cascos de caballos...

Estaba claro que los mandos habían vuelto de su reunión. Pulga dio un nuevo sorbo de grog para coger fuerzas, dentro de poco se acabarían los días de descanso y comenzarían la nueva campaña en Cho'n Delor. La única esperanza de Pulga era que los Campamenteros se quedaran cuidando del Palacio de la Discordia como habían estado haciendo hasta el momento con el campamento de la Compañía Negra, pero la llegada de nuevos aspirantes le indicaba que probablemente los nuevos ocuparan el lugar de los Campamenteros.

-Parece que ya han llegado los mandos de su reunión... Espero que no tenga que irme muy lejos de unas mujeres tan bellas como vosotras. No lo podría soportar.

Pulga sonrió a las mujeres y volvió a dar otro trago a su jarra, esta vez más largo para apurar todo el contenido de la misma. Los Hostigadores se habían pasado lejos del campamento mucho tiempo en su primera misión y si ahora les tocaba a los Campamenteros entrar en acción podía ser la última noche en mucho tiempo que pudiera disfrutar de bebida y mujeres. Afortunadamente para él, tenía plata suficiente para pasar una última noche memorable, incluso para más de una si era necesario.

-¡Otra más!

Enseñó su jarra vacía a Gordo Wem y siguió mirando con atención a su alrededor. Parecía que esa noche tampoco llegarían instrucciones de Usurero.

Gordo Wem sirve una tercera jarra de Grog a Pulga.

- "Yo creo que si quieres una flauta, lo mejor es que se la compres a Carpintero. Él hace las mejores.

Vaya, por fin llegan más clientes." -

Varios hombres de Infantería, Exploradores y Arqueros entran en el local, acompañados de más seguidores de campamento y de las "chicas de compañía".

MENOS DE UNA HORA PARA EL OCASO.

- "¡Una jarra de Grog para mí! ¡Paga Desastre!" -

- "Bueno, vale. Y otra jarra también para mí." -

- "No podemos quedarnos mucho, los mandos han ordenado descansar y mañana entrenamiento y después prepararlo todo para viajar al día siguiente." -

-Seguiré tu consejo. En cuanto pueda hablaré con él.

Se quedó mirando fijamente a los recién llegados, por fin la tienda de grog comenzaba a llenarse y eso siempre era bueno. Con su jarra en la mano saludó a los recién llegados.

-¡Hola chicos! ¡Después me podéis invitar a mi también!

Terminó la frase en una gran carcajada y dedicó una sonrisa a los soldados recién llegados.

-¿Ya hay nuevas órdenes? ¿Ya se sabe que tendremos que hacer?

Preguntó con curiosidad esperando que no fuera él el que tuviera que viajar dentro de dos días. Ahora mismo se encontraba muy a gusto en el palacio y no le apetecía andar o dormir a la intemperie.

Zu habla en voz baja con los compañeros que tiene al lado (Ganancia y Malmirado):

- "Oye, ¿quién es este? ¿Ya dejan entrar Aspirantes en la Tienda de Grog?" -