Respondo a Guepardo sus palabras mientras me mantengo entrenando, sin siquiera mirarle pues nada hace que retire mis ojos del filo de mi espada:
- "Solo marcar, sin golpes. No podemos tener heridos e inconscientes."
Sigo haciendo las formas de mi arte marcial hasta que me conteste. Si su respuesta es afirmativa, cambiaré a mi arma de entrenamiento y haré entrenamiento con él, entrenando la técnica, la velocidad y la precisión de los golpes, sin incurrir en la fuerza. Solamente mejorar, no competir. Si luchásemos, alguno de los dos terminaría mal y no podemos darnos el lujo de cargar a un inconsciente o de atender a un herido. R'Gaa no parece en todas sus facultades para sanar a otro y las cosas siempre pueden salir mal, si no es cosa de preguntarle a Attar.
—Muy bien, solo marcar. —Le decepcionó un poco la respuesta del guerrero, pero sabía que era la adecuada. Tendría que esperar a estar otra vez reunido con el grupo para luchar con él, pero sería una buena piedra de toque entrenarse con él en ese momento. Guepardo soltó su lanza y cogió un buen palo, a la espera de que Peregrino encontrara otro.
PELAGATOS:
- Te encuentras ya recuperado de tus heridas y te sientes sano. Tu caballo también está bien.
R'GAA:
- Tras el descanso de dos días, parece que las manos te tiemblan menos y te sientes mejor.
- En un momento dado te parece ver una polvareda a lo lejos, en el Sur. Más o menos donde debe de estar el grupo de Matagatos.
DERVICHE:
- Sigues teniendo moretones de tu entrenamiento, pero cada vez te encuentras mejor.
CHAMAN ROJO:
- Todavía sigues estando magullado del entrenamiento, aunque nada comparado con como estabas días atrás.
GUEPARDO:
- Te sientes sano y en buen estado físico.
- En un momento dado ves una polvareda lejos hacia el Sur. Intuyes que el grupo de Matagatos puede haber entrado en contacto con el enemigo.
PEREGRINO:
- Estás sano, pero sientes una enorme fatiga y te cuesta mucho concentrarte o fijar la vista.
MANTA:
- A menudo miras al tendido, o al horizonte, pero nunca ves nada que merezca la pena.
- Al menos, te encuentras bastante bien de salud.
- "Eran espías, traidores y exploradores del Triplete. Los cogimos a todos, aunque unos pocos lucharon como verdaderos malnacidos." -
R'Gaa descansó los últimos dos días y gracias a los cuidados de Malamente se empezó a sentir mejor. Los temblores de sus manos ya no son tan fuertes.
Agradeció su mejoría y se levantó para dar un breve paseo. Pensó que ya era hora de entrenar con su pupilo, era algo que le faltaba por negarse a entrenar con Guepardo.
Se puso de pie y oteó el horizonte.
Mientras miraba hacia el sur le pareció ver algo sospechoso, se acordó que en esa dirección era el grupo de Matagatos.
-Eh, Peregrino, parece que alguien se acerca, ven a ver. Esta muy muy lejos.
Llevaba barios días con una actitud fría hacia su discípulo, y eso no podía segur así. ¿Cómo me hubiera sentido si mi maestro no me enseñara nada?. El problema era que el jorobado nunca había tenido un verdadero maestro, la vieja bruja había sido una tutora despreocupada, más interesada en sus asuntos que en estado de jorobado, aunque no le podía reprochar nada, después de todo le había salvado la vida.
Se levanto y se acercó a Manta, bien, es hora de aprender algo. ¿Sabes distinguir las plantas? Cuales son comestibles y cuales no, o saber si un rio esta limpio. Empezare aprendiendo algo sobre este entorno. En estas tierras había plantas que el jorobado nunca había visto, y recurrió a las enseñanzas de la vieja bruja, Si una planta esta llena de insectos y parece que ha sido comida por otros animales, no será venenosa. Pero si una planta esta en perfectas condiciones, y parece que ningún animal se atreve a acercase ha ella, ten casi por seguro, que es venenosa.
Los últimos días habían supuesto una mejoría, ya no me duele la espalda, aunque el tobillo sigue inflamado, y seguramente volverá a empeorar si no mantengo esta rutina de descanso y buena alimentación - Por suerte, la parada esta durando varios días, hay multitud de exploradores, cosechando comida fresca, ademas de las propias provisiones que nos trae Pelagatos a diario. Seguramente estaría mejor si pudiera dormir a cubierto, pero mis ultimas monedas se fueron en este escudo y esta armadura, este clima no es como el de la Sabana. Ojala permanezcamos aquí unos días mas.
- Nadie se ha preocupado por mi estado en estos días, quizá solo sea porque es evidente que estoy para el arrastre.
Los exploradores han hablado de espías, infiltrados entre las gentes de Cho´n´delor. De mensajes entre sus unidades y de que la situación esta bajo control. Información de los mas interesante para mi, pero nadie preguntara tampoco por mi opinión -¿A quien le importa lo que piense ese esmirriado de Chaman Rojo? - Me pregunto a mi mismo con amargura con demasiada frecuencia.
MALAMENTE:
- Al contrario que algunos de tus compañeros, tú te encuentras sano.
CARACABRA:
- Te encuentras bien de salud.
- Dirías que puedes ver una polvareda en la distancia, hacia el Sur. ¿Es posible que alguien esté atacando a vuestro primer grupo?
Derviche siguió mejorando, pero su cuerpo aun tenía moratones. Durmió en la misma tienda que Peregrino y eso la ayudo bastante. Como los dos eran de baja estatura y delgados no hubo problema al compartir la tienda de este.
Derviche siguió con sus tareas por el campamento y entrenó por su cuenta. Sabía que su tutor estaba ocupado con todos los detalles de aquel campamento improvisado y no lo quiso molestar.
Grande fue su sorpresa cuando vio a Guepardo pedirle a Peregrino a entrenar juntos. Antes lo vio pidiéndole lo mismo Malamente, pero no le dio más importancia.
¿Por qué no entrena solo? ¿Por qué no está con su pupilo, cuidándolo? A Derviche no le gustó nada la actitud de su compañero, pero no hizo nada para delatar sus pensamientos.
Escuchó hablando a los exploradores sobre los espías pero ella no preguntó nada. Supo que estaba allí para luchar y para morir, si hace falta.
Le sorprendió la declaración de R'Gaa de ver algo a lo lejos hacia el sur. Ella miró y no vio nada.
Manta se sorprendió bastante con el cambio de actitud de Caracabra. Quizá se haya estado fijando en mí, pensó. Habrá visto que no soy lo que dicen. No me he dormido en una sola guardia, y soy tan capaz como cualquiera.
Cogiendo con más curiosidad que ganas esta nueva oportunidad, Manta siguió a Caracabra y prestó atención a todo lo que dijo. Mientras tanto, prácticamente todo el mundo estaba como loco con el tema de los espías. Manta no entendía que todos estuvieran tan sorprendidos. Para Manta era completamente lógico que los hubiera, y era el deber de la Compañía darles caza e interrogarlos. Él era tan novato como el que más, pero esperar no estar siendo observados y estudiados era demasiado inocente. Tanteó a Caracabra, tratando que saber qué pensaba él:
-Espero que los espías hablen pronto. Cuanto más tiempo tarden, más probable es que otros alcancen su destino.
Espera un momento, le dice a Manta, cuando oye las palabras de R'Gaa. El jorobado se pone una mano sobre los ojos a modo de visera para ver mejor el horizonte. Creo que veo algo. Hay una nube de polvo cerca de la posición del primer grupo. Puede que estén atacando al primer grupo.
Caracabra hace gestos al resto del grupo, ¡Eh!, ¡Creo que he visto algo!. Y señala el lugar donde ha visto la nube de polvo.
- Sea lo que sea está muy lejos, el único que tal vez tuviera una oportunidad de llegar a tiempo, si se lanzase al galope tendido ahora mismo, sería Pelagatos, y cansando bastante a Orgullo.
- En cualquier caso no parece que se acerque en modo alguno, este grupo no está en peligro inmediato, y desde luego no es una estampida de ningún rebaño salvaje.
- "No me gusta esto. Nuestras tropas no están en esa dirección y para causar esa polvareda se necesitan varios jinetes o un par de docenas de guerreros corriendo descuidadamente." -