Partida Rol por web

Vio a un Chacal entre la maleza, ya había luchado contra ellos y había matado a dos en la anterior emboscada, le ataco con la lanza corta, un golpe certero en un brazo. Aunque lo herida era muy dolorosa pero no era mortal. En ese momento aparece derviche, remato al pobre desgraciado de un certero espadazo.

Miro alrededor buscando un nuevo objetivo, a lo lejos Guepardo cae inconsciente. Finalmente un bandido esta lo suficientemente cerca como para carga contra el, pero con tan mala suerte que su lanza no encuentra su objetivo. En ese momento su discípulo mata a un bandido, Bien hecho Manta, pensó el jorobado.

Un grito retumbo por encima de la algarabía de la batalla, el grito provenía de Mirada, que acaba de recibir un terrible lanzo en el pecho, y caía al suelo. Luego al lado de Mirada, Marcado cae herido, desde su posición no sabe si esta muerto o solo inconsciente. Entre todo el caos, el jorobado se a distraído de su objetivo, el bandido consigue alcanzarle habiéndole una brecha en un brazo. Gruñe de rabia y pero cuando va a atacar al bandido esta ya esta muerto. Manta, mata a otro. Caracabra ve a otro bandido, corre contra el y le propina un terrible lanzo en la cabeza, trozos de carne se desgarran y el hueso se parte, el bandido se desploma sobre el barrizal.

Malamente cae al suelo. Caracabra recibe otro ataque pero consigue evitarlo, ataca un primer golpe superficial en uno de los hombros, el otro más certero atravesó el pecho de su oponente.

Un bandido ataca a Manta, y parece que lo hiere. El jorobado se lanza a la carrera contra el bandido, propinándole un buen lanzazo en las costillas. Caracabra cubierto de sangre levanta la mirada hacia su discípulo, enhorabuena, ya has sobrevivido a tu primer combate. Pero todavía queda mucho por hacer. Ayuda a transporta a los heridos mas grabes, cerca del fugo. Yo comprobare si hay mas supervivientes entre los caídos.  El jorobado avanzo hacia el grupo de Mirada y Marcado, tenia la esperanza de que alguno de los exploradores hubiera sobrevivido, Avanzaba completamente alerta. Podrían volver a atacar.

Conseguí encender la hoguera sin problemas y noté como el miedo comenzaba a inundar mi interior pero debía mantenerme firme. Me escondí como los demás, entre las plantas y árboles, esperando que la emboscada saliese bien. De repente todo empieza a suceder muy deprisa.

La emboscada no ha salido bien ¿Jabalí? ¿dónde está un maestro cuando más se le necesita?

Solo quería aprender de una de las personas que más admiraba y a la que más respeto tenía. El grupo comenzó a separarse, golpes, caídas y sangre... No me gustaba la sangre, debía hacer algo.

Rápido, idiota, no te quedes parada.

Tratando de atacar a mi contrincante acabo en el suelo con la lanza rota. Genial... simplemente genial... Los golpes, el dolor y las caídas sigues produciéndose sin cesar. Finalmente, desenfundé mi cuchillo y, con un posible golpe de suerte, conseguí acabar con un enemigo, realmente era al primero que mataba... Oh dios mío... mi cuerpo se estremeció pero mantuve la firmeza, busqué con la mirada a Jabalí, necesitaba su mirada, necesitaba su aprobación en esto, un apoyo que le dijese que lo había hecho bien.

Por suerte todo acabó, habíamos perdido a Vivo, a Marcado y a Mirada... rezaría por ellos, las nubes se llevarían su alma y su espíritu, aunque siempre permanecerían en nuestros corazones. Moristeis con honor... Una lágrima recorrió suavemente mi rostro, la que podría haber sido un cadáver era yo pero, sin embargo, fueron ellos los que cayeron dejando un vacío en todo el grupo.

R'Gaa llevaba más de una hora curando a los heridos. Sus manos estaban limpias, debido a lo a menudo que se lavó las manos con jabón, antes de pasar de un herido a otro. Sus taparrabos y el resto del cuerpo no tenían la misma suerte.

Había entre sus compañeros heridos muy graves y la exploradora no tenía tiempo de cuidar su aspecto. Con paciencia, recordando todo lo que aprendió, miró cada herida de sus compañeros. El que más la tenía preocupada era su pupilo, Malamente. Se quedó en unas condiciones pésimas y temió por su vida.

Guepardo era el siguiente en la lista. No tenía muchas heridas, pero eran de gravedad. Derviche estaba inconsciente y R'Gaa vigiló su estado de cerca. Miro entre los que quedaron de pie y empezó a curarles. Jabalí no parecía tener heridas de gravedad. Su querida amiga Merra necesitaba descanso y cuidados. Caracabra, Manta y Chamán Rojo tenían heridas de gravedad pero seguían lucidos. R'Gaa limpió sus heridas y las vendó.

Pensó en la batalla, en cuan diferente serian las cosas si Pelagatos y en especial Peregrino no lea había abandonado. Su rostro estaba lleno de gotas de sudor, por el esfuerzo y la concentración que requería su trabajo.

-Bien Caracabra, no te muevas, te va a doler algo, pero aguanta y oremos a los espíritus para que todo salga bien y te cures sin problemas. Después de acabar cogió su equipo y marcho a por el siguiente.

-Manta, intenta mantenerte quieto. Si te hace falta, muerde un trozo de madera. Ya e queda poco y estas listo. Trabajó lo más rápido y bien posible.

-Chamán, tengo que ver ese pie, pero primero las heridas que se pueden infectar. Te va a doler, pero te vas a poner bien. Intentó sonreír, pero la situación no se lo permitió.

-Bien Caracabra, no te muevas, te va a doler algo, pero aguanta y oremos a los espíritus para que todo salga bien y te cures sin problemas. Después de acabar cogió su equipo y marchó a por el siguiente.

-Manta, intenta mantenerte quieto. Si te hace falta, muerde un trozo de madera. Ya queda poco y estarás listo. Trabajó lo más rápido y bien posible.

-Mi querida amiga Merra, me alegro de que sigas consciente. A ver, querida, levanta el brazo. No me vendría mal algo de ayuda. Miró y entre todos la única que estaba en perfecto estado era Codorniz.

-Codorniz, pequeña, si acabaste tus tareas, ven a ayudarme...

-Bien, Jabalí. Parece que tus heridas son las menos peligrosas. Miró donde el fuego seguía encendido. ¿Crees que esta bien seguir con ese fuego prendido? ¿Compañeros, que piensan, deberíamos de apagar el fuego? Volvió su mirada hacia Lejana y Pipo.
-Vosotros dos, cuando habéis venido a nuestro grupo nos dijisteis que evitáramos hacer fuego. ¿Qué pensáis ahora? Ya tengo agua caliente de momento, yo creo que sería mejor apagarlo. Dejando de lado el asunto del fuego, R'Gaa siguió limpiando y vendando las heridas de sus compañeros, sin olvidar de orar a sus ancestros

-Codorniz, pequeña, si acabaste tus tareas, ven a ayudarme...- Había oido que me decía R'Gaa, asique me acerqué a ella y me puse a su lado. -¿Necesitas que te traiga algo o que cuide de alguno por ti?- Le pregunté. Si no había sido de ayuda durante la batalla, al menos podría hacer algo con los heridos. Todavía me culpaba por no haber llegado a tiempo a matar a nadie, y, para empeorar las cosas, Pelagatos todavía no había vuelto con Peregrino, por lo que practicamente estaba sola con sus penas en el campamento.

Es para todos evidente que Malamente está sufriendo. Su expresión ha abandonado el talante hosco y hostil para transformarse en una máscara de sufrimiento, sudorosa y gris, por la pérdida de sangre y -los dioses nos asistan- quizá por una infección.

La herida, que no parecía tan mala, ha debido ser muy profunda. Aunque el vendaje estaba limpio, hace apenas una hora, Malamente delira, y ha debido hacer un mal movimiento, porque la sangre lo ha coloreado todo de nuevo.

En su delirio, Malamente mueve los labios, casi siempre sin llegar a insuflar aire a sus palabras. Solamente de vez en cuando murmura, demasiado débilmente como para que quien no está a su lado llegue a comprender lo que dice.

Camino por las tierras de los muertos, sin comida, sin agua... Olvido, olvido, me has olvidado, Sol, me has olvidado, Agua, me has olvidado Nube. Te recuerdo tan bella, tu voz como una corriente de agua fresca.

Cuando, en un momento dado, alguna de las que le están atendiendo (posiblemente de R'gaa, aunque puede que Codorniz) arregla los vendajes, Malamente, evidentemente en medio de un delirio, agarra su mano y grita (aunque de su boca solo sale un susurro):

-No me abandones todavía, por favor, no me abandones todavía, no, no no no...

Y luego sigue perdido en sus delirios.

¿Y tú te haces llamar Jaguar?

Has vuelto a caer

Derribado...

Herido...

Destruído...

Eras el líder...

Estaban en tus manos...

¡Eres una verguenza! ¡Una deshonra para todos!

¡Vamos a acabar contigo! ¡Vamos a matarte! Y después arrojaremos a toda tu familia al acantilado.

Verguenza...verguenza...humillación

¡RECUERDA!¡RECUERDA DE UNA VEZ!

El grandulon se acerco a la curandera y esperó pacientemente su turno para ser atendido. Sentado en el suelo, miró a su pupila y los tratamientos que recibía y le hizo un ademán de aprobación con la cabeza. El gesto fue leve como de sorpresa y felicitación por haber sobrevivido a la batalla.

Mientras curaban su herida, miro a R'gaa y exclamó - ¿Que habrá sido de Peregrino? -

Bueno, aquí te dejo mi nueva tirada.

R'Gaa miró a Codorniz con ternura. Ella tampoco era muy mayor, pero la delicada niña que tenía delante, aunque frágil,  había dado ejemplo de valentía.

-Ven pequeña, vamos a cambiar el vendaje a Malamente, un suspiro salio de sus labios al mirar a su pupilo. Aguanta estos trapos. El guerrero tenía las vendas llenas de sangre, la exploradora se agachó, se sentó sobre sus rodillas y empezó a quitarlas.

 Se fijó en los movimientos de sus labios, como un temblor constante, que ocasionalmente liberaban susurros incomprensibles. Limpió sus heridas para evitar infecciones, y empezó a colocar las tiras limpias.

-Aprieta aquí y aquí, le pidió a la niña señalando los lugares con su pulgar. Su concentración era máxima, incluso aguantó la respiración.

De repente su pupilo la agarró de la mano y le habló. El susto que R'Gaa se llevó la hizo gritar con fuerza y retrocedió. No sabía si llorar del susto o reír de alegría. En cuando volvió en sí se acercó y le agarró la mano. Se dio cuenta de que solo era una de las reacciones inconscientes que el hombre había tenido últimamente.

-¿Has entendido lo que ha dicho? preguntó a Codorniz.

Mientras tanto le llegó la pregunta de Guepardo.
-No lo sé, dijo casi susurrando con la voz temblorosa por el susto. Ella también tenía preguntas acerca de todo lo ocurrido.

Al igual que a R'Gaa, me sorprendieron las palabras repentinas de Malamente, las cuales apenas había entendido.

-¿Has entendido lo que ha dicho?- Me preguntó su mentora, pero mi respuesta no fue muy buena. -Creo que repitió la palabra "no" un par de veces, pero no entendí más.- No sabía lo que eso significaba, solo que era un delirio por la fiebre y heridas, seguramente. Me estremecía pensando que así pude haber acabado yo, o incluso peor. De hecho, era una suerte que Malamente sea el único en una situación crítica, y los demás no hayan quedado lisiados de por vida.

HA TRANSCURRIDO UNA HORA DESDE LA BATALLA.

- "Es mejor apagar el fuego..." -

Pipo se había acercado al calor de la lumbre y compone un mohín triste cuando se habla de apagar el fuego.

- "Es una pena..." -

- El estado de Malamente no mejora. En un momento dado incluso comienza a toser sangre...

BOTIN:

- Diez lanzas cortas, cinco escudos de los Chacales, cinco cuchillos tribales, diez machetes, diez cuchillos de muy mala calidad, Platas: 25. Abalorios diversos (no tasados).

* Es importante recordar que hay que guardar la mitad de todo para la Compañía. El resto es lo que se reparte (puede ser la mitad para los Exploradores y la otra mitad para los Hostigadores).

Los Campamenteros, al ser Reclutas, no tienen derecho a ningún botín.

Caracabra observo como R'Gaa le curaba la herida, muchas gracias, pero deberías gastar tu tiempo en los compañeros que están más grabes.

El jorobado no sabía muy bien que hacer, Guepardo el líder temporal del grupo estaba inconsciente. ¿Que debían de hacer? Con tantos heridos no podían moverse.  Solo podemos esperar a que Pelagatos y peregrino vuelvan con noticias. Mientras tanto habrá que reorganizar las guardias. Dijo mientras miraba al resto de grupo, el jorobado no tenía madera de líder, prefería acatar las órdenes era mucho más fácil, y espero que algún otro miembro del grupo las asignara.

Manta se dejó curar por R'Gaa. Esperaba que no fuese grave. Durante el proceso estaba abstraído. Era su primera herida en combate real. Era poco comparado con lo que podría haber pasado. Algunos habían caído e incluso el líder estaba inconsciente. Una vez más, había conseguido hacer un digno papel.

La experiencia del combate le había dejado tranquilo. Ya no había un peligro tan inminente como el de un rato atrás. Ahora podría volver a su ritmo de vida normal.

Malamente estaba mucho peor. Tosía sangre. Sudaba. El borde de su herida, al cambiar su vendaje, tomaba un tono violáceo, y no olía bien, signo de probable infección.

Tiritando de fiebre, con la piel gris, y de un tono mate, enfermizo, gritaba... ¡No te encuentro! No te encuentro. ¡Ah! ¡Chacales! ¡Arañas venenosas! Abría enormemente los ojos, mirando sin ver lo que tuviera delante y viendo, sin duda, fantasmas y espíritus que lo acosaban, invisibles para los demás. Luego caía en un trance de inmovilidad, como si ya hubiera muerto. Pasaba unos minutos agotado y sin aviso, volvía a despertar a su delirio.

¡No te encuentro! Sólo veo frío y niebla. ¡No! ¡Demonio, deja de torturarme!

- El grupo se esta desmoronando. Los heridos y los muertos son numerosos, y aunque la barrera entre Campamenteros y Hostigadores parecen haber desaparecido, los Exploradores y estos siguen actuando como un frente desunido. - Pienso mientras pongo en practica mi leve experiencia con la madera para fabricarme una muleta sencilla. - Y para colmo Peregrino no aparece, y Guepardo esta inconsciente...

Convendría que alguien tomara el mando, no por mandar, si no por organizar y orientar a los supervivientes. - Algunos parecen realmente perdidos. - Pero un simple recluta...

Me pongo en pie ayudado de la muleta, y aprovecho que todos están relativamente juntos motivado por el hecho de el recién apagado fuego. - Codorniz, Meera y Caracabra, vosotros no estáis heridos, convendría que montarais guardia, podéis hacerlo en triangulo y a una distancia prudencial del grupo. El resto, esperaremos a que vuelva Peregrino, o alguien de los otros grupos en su defecto... - Digo con la mirada perdida en la dirección en la que espero ver aparecer a Peregrino pronto.