Partida Rol por web

Cuando advierte que Soker se le acerca, Geon va igualmente a su encunetro, reculando lentamente con sus hachas preparadas. Al encontrarse con el ladrón, le hace un gesto de silencio con el hacha de mano y hace que retrocedan un poco más antes de susurrarle:

-La sala no tiene salida alguna. Hay un enorme murciélago en el techo, del tamaño de nosotros dos juntos, pero no tiene correajes ni nada; parece natural del lugar. Me parece un riesgo innecesario adentrarnos. Primero examinaría otras zonas. No he visto ni rastros ni a nadie más oculto en la sala. Los kobolds son escurridizos, pero también son unos cerdos: hubieran dejado basura.- explkica Geon, mientras sigue retrocediendo hacia el resto.

Me preocupa que sea una mascota a la que puedan recurrir. Nos veríamos atrapados por dos costados, dice Rumuk con gesto serio mientras se debate en la decisión.

-El ser a duras penas cabrá por este pasillo, no tiene correajes, y la caverna en la que está no tiene entradas ni salidas. Está descansando en el techo de la cueva. Si realmente queréis abatirlo, Finn puede ir hacia él con su arco y atacarlo. Yo haría lo propio con el mío. Pero pronto se desataría un combate; la visibilidad es realmente mala y la luz lo pondría nervioso. La verdad, creo que nos causaría más problemas tratar de matarlo que no, y entre tanto casi todos, si no todos, estaremos en esa sala sin salidas... eso sí que es buen sitio para una emboscada.- replicó el tozudo enano, dejando bien claro que si iban a hacer aquella estupidez, el elfo iría delante.

Soker piensa por un segundo y en seguida habla.

Creí que nunca llegaría a pasar esto pero allá voy...

Es razonable lo que está diciendo Geon. Sigamos por otro sitio. Nuestra prioridad son los niños.

Vayámonos, pues. Pero estemos alerta.

De acuerdo con el gesto de Soker, el enano avanza corredor adelante, tratando de discernir lo que les espera más allá.

Geon comienza a avanzar hacia el norte. La sala está impregnada por una extraña baba por todas partes.
El enano va lo más sigilósamente que puede. En la sala se ven dos asquerosos sapos y un kobold de escamas verdes armado con una armadura de cuero tachonado negro.
El kobold gira la cabeza y comienza a gritar en su lengua. ¡Barbas! no se como tu hacer pero tu morir hoy

Geon se aleja por el corredor del norte. Tras poco rato escucháis los gritos de un kobold. Llegais a entender una frase. ¡Barbas! no se como tu hacer pero tu morir hoy

Tu entiendes más que los demás. ¡Alerta! ¡Un barbas se ha colado en la madriguera!

Tekdur sale hacia el ruido a la velocidad del caracol en su último momento de vida...

Soker tarda en reaccionar, parece estar intentando escuchar alguna cosa más de lo que dicen las criaturas.

Parece que han dado la voz de alarma... - dice el varisio con evidente preocupación.

Por muda respuesta, el enano aferra con fuerza sus hachas, preparado para lo que se avecina.

El kobold de la sala se aleja con su montura sapo hasta quedar fuera de vuestra vista mientras grita órdenes al otro sapo.
El otro sapo avanza un poco y escupe su asquerosa sustancia hacia Geon, pero el enano se parapeta tras el muro de la caverna y no se ve impregnado.

¡Más sapos¡ ¡Maldición!, exclama Rumuk mientras avanza preparando su espada y su escudo para la inminente lucha.

Tekdur, sorprendido por sus enemigos únicamente tiene tiempo de colocarse detrás de Rumuk convenientemente preparado para su proximo ataque.