Partida Rol por web

Tras recobrar el aliento me paro cerca al borde del muro a donde he llegado, el intenso ruido de los bichos de hace un rato se ha minimizado hasta casi ser un susurro, el piso tampoco tiembla mas. Estiro ni cabeza buscando un objetivo, me toma algo de tiempo distinguir alguno entre el montón de cadáveres en la base, al fin un poco hacia el norte encuentro uno el cual a pesar de tener algunas heridas y de estar rodado de un enjambre de muertos de su especie, no ceja en su intento de abrirle una brecha a nuestro muro...

al menos se les abona el esfuerzo... – me paro firme y pongo el ojo en la mirilla para  acabar con su amenaza con cuidado me voy moviendo hasta tenerlo en frente

aprieto suavemente e gatillo.

Becerra como hombre más al norte del escuadrón, decide recargar el arma que acababa de vaciar en el enemigo, y avanza un poco hacia el sur para no estar tan alejado de sus compañeros pero seguir cubriendo el norte.

Señor, Becerra informa que el norte esta despejado. Mantengo mi posición en la espera de una nueva oleada, sino quieren que el ayude por el sur.

Tras estas palabras Becerra se dispone a escudriñar el horizonte en busca de nuevos enemigos.

Rapidamente recojo el regalo que me ha dejado Dragon, entonces vuelvo y pongo el rifle por encima del muro y descargo una ronda corta sobre este bicho testarudo...

Las rondas le golpean con furia, las balas le destrozan la coraza, y yo aprieto los dientes esperando que el desgraciado se muera...

Muerete ya desgraciado...

Dejo atrás el cuerpo moribundo del Sargento y me encamino hacia el sur, el teniente está enfilando a unos bichos en la esquina, pero al ser el más adelantado del escudrón tengo que se guir pivotando para los que vengan detrás tengan objetivos mientras se mueven.

Acitvo el comunicador para hablar con el sargento mientras me desplazo.

- Mi sargento, los de la Fox dicen que no necesitan ayuda, pero el teniente nos indica que aun así vayamos al muro sur, el capitán guarda silencio por radio- paso al lado del teniente y otro soldado que no me fijo en quien es- me dispongo a asomarme por el muro sur.

Llego hasta el muro y veo que también han llevado a cabo una buena matanza, sin embargo esta parte del muro ha resistido el embiste de un tanque y no es mala idea acabar esto cuanto antes. Apunto hacia abajo con mi nuevo cargador flamante de mi querida morita.

- Aquí Bell, el muro Sur tiene algún problema estructural dañado por el tanque, bichos en la base- abro fuego-.

Aprieto el gatillo.

Observo como mis compañeros están acabando con los últimos bichos de la zona y como Firestorm comienza a disparar a los que tengo más cerca. La cosa marcha bien, no será el primer pez el que se coma el cebo...pero llegarán otros más grandes.

-Cabo, Voy a la parte sur del muro para echarles una mano!.

Agarro mi arma con fuerza y me dirijo hacia la parte sur en la que aún quedan bichos por matar. En mi trayecto no puedo evitar pararme levemente al observar el cuerpo de Ivanovish. El cabo dispara frenéticamente a los bichos que hay en la zona y yo, simplemente sigo mi camino a la nueva posición.

El combate al fin había llegado a su fin, había sido duro y difícil, y sin embargo los infantes miembros de la compañía Sirius había logrado una gran proeza al mantener a los bichos a raya y no sufrir prácticamente ninguna baja.
El ultimo de los bichos había sido abatido por el teniente Brown, que haciendo una inspección en el muro, iba disparándole con su pistola a cualquier bicho que llegase a moverse siquiera un milímetro. Al igual que el resto del mando, el teniente había peleado codo a codo con los infantes, intentando mantener en orden a los infantes mientras combatían.
Agotados por la ardua jornada, los infantes se recargaban en el muro mientras vigilaban y escuchaban las palabras del capitán, quien personalmente había acudido a hablar con cada escuadrón.
Según parecía, la Sirius Prime estaba por mandarles atención médica y municiones, estas ultimas a manos llenas. Sin embargo se insistía en que la flota estaba por llegar y en que a toda costa debían mantener el fuerte integro. Era claro que esto al capitán le disgustaba, pero poco podía hacer él al respecto.
Para los infantes era claro que los muros no resistirían para siempre y que incluso quizá no resistieran ante un ataque igual de intenso que el anterior. Bajo ordenes del capitán, se había asignado la vigilancia de cada muro a 3 infantes por escuadrón, el resto debería descansar, preferiblemente en el frío suelo que el muro les otorgaba.

La Heat había logrado excelentes resultados, mostrando una buen trabajo en equipo durante el combate. Lamentablemente, 2 infantes habían caído, entre ellos el mítico sargento Rendor, de quien se decía nunca antes había sido siquiera tocado. Ahora, basto solo una racha de mala suerte para que sargento perdiera la vida. El escuadrón había envuelto su frío cuerpo en colchas y lo habían llevado a los dormitorios, esto a espera de que la Sirius beta mandara las lanzaderas.
Ahora el escuadrón tenia un nuevo sargento y un nuevo cabo. Ambos habían desempeñado un papel inigualable durante el combate, por lo que todo apuntaba a que se vendrían buenos tiempos para el escuadrón.

Tras el último disparo del teniente Brown, un momento de silencio reinó en el fuerte, para dejar paso a los gritos de órdenes y regocijo de todos mis compañeros, lo habíamos conseguido, habíamos hecho nuestro trabajo pero a un coste demasiado alto. Allí en medio de la nada, en un fuerte en un lejano planeta helado estaba ahora junto al cuerpo abrasado de uno de los nuestros, y a pocos metros el cuerpo sin vida de un héroe de la federación reconocido, nuestro anterior sargento, el sargento Rendor.  

Antes de llevar los cuerpos hasta los dormitorios, recojo la chapa de identificación del sargento y la pongo a buen recaudo en uno de mis bolsillos, para a continuación llevárselo hasta allí. cuando voy a recoger las chapas identificativas de León veo también como lleva al cuello una medalla de un santo que no llego a recordar quien es, aunque si recuerdo que de camino le escuche decir una oración, - esto era importante para tí -, guardo  las chapas y la medalla con intención de devolvérsela a alguno de sus seres queridos, si consigo volver de este maldito frío agujero. 

Mientras llevan al sargento hasta los dormitorios, aviso a alguno de mis compañeros para que me ayuden a llevar a Ivanovish junto al sargento, - Necesito un voluntario que me ayude a llevar a León junto al sargento Rendor- mientras llega la ayuda reviso si ha quedado algo de su equipo que nos ayude a sobrevivir hasta que llegue la ayuda. Cuando llega un infante vamos hasta los dormitorios para dejar el cuerpo de León. No puedo dejar de ver la imagen de León siendo engullido por el chorro de fuego que salía de la boca de ese monstruo gigante, intento no pensar en ello pero quizás no quiera olvidar lo que le ha pasado, lo que nos puede pasar a todos.

Cuando llegamos hasta los dormitorios, allí junto al sargento Rendor y a Leon, activo el comunicador para que me escuche todo el escuadrón, y así intentar levantar un poco la moral, incluida la mía:

- Escuadrón Heat, Infantes, amigos ... hermanos. Llegamos aquí hace unas horas para repeler a esos malditos bichos, y lo hemos conseguido. Sí hemos sufrido dos grandes pérdidas, hemos perdido al gran Rendor Kaylan y a Ivanovish, pero hemos hecho nuestro trabajo, ahora tenemos que seguir aquí defendiendo este pedazo de tierra, y es lo que vamos a hacer por mucho que la flota se empeñe en ponernos las cosas difíciles. Cuando llegamos nos llamaban el escuadrón Heat nadie apostaba por nosotros,  pero  nosotros somos los guardianes de este fuerte, somos los guardianes de Corbec!

Para terminar sentándome en un rincón para descansar un momento.

Y el repiqueteo y las detonaciones cesaron. Levanto mi vista hacia el cielo, hacia las tan esperadas naves de la federación. Ya había tenido una buena dosis de infierno. Pero las palabras viajan con el viento, No habría evacuación aun, solo reaprovisamiento . Siii, el mando desea que sigamos disfrutando del paraíso. Camino contemplando el fuerte a mí alrededor  veo al cabo al lado del cuerpo de Ivanovish, entonces le escucho pedir ayuda para levantar su cuerpo…

SEÑOR; ESTOY EN CAMINO SEÑOR!!!!!

Le respondo y de inmediato Voy hacia el cuerpo Ivanovish, la imagen no es nada agradable, y entonces contemplándolo por un instante,  levanto el cuerpo de Ivanovish, lo hago con toda la deferencia que se merece. Con sinceridad deseo que se le trate como a un héroe…

Tomo el cuerpo de Ivanovish y con el mayor cuidado posible lo coloco al lado de Rendor, a los dos les cruzo las manos sobre sus pechos. alli estan, los dos juntos, uno al lado del otro. pienso que al menos sus cuerpos estan aqui para ser lamentados, y muy posiblemente retornaran para ser llorados por sus familias, eso es algo bueno. Doblo mis rodillos sobre el suelo con mi rifle aun en la espalda y los miembros del escuadron haciendo sus tareas a mi alrededor y poniendo mis manos en modo de plegaria elevo una súplica al creador…

Que descansen en paz nuestros hermanos. Que descanse Rendor e Ivanovish cuyo sacrificio se hiso por sus hermanos. Dios, agradecemos que los tengas en tu memoria y que si es tu gracia les tengas en cuenta para el día en que hayamos de ser juzgados por nuestras acciones.

Que su espíritu sea recordado…Amen

Me quede parado en tanto los chillidos de los bichos iban siendo apagados por ráfagas de rifle, cada vez sonaban menos disparos claro indicio que el combate había llegado a su apogeo , habíamos ganado esta batalla a pesar de los pronósticos habíamos salido victoriosos pero a que precio. Sigo sin ninguna reacción mirando el horizonte ya ni siquiera me preocupaba si habían bichos vivos en la base pues el teniente Brown se estaba encargando de hacer la ultima limpieza.
Me giro para ver el interior del fuerte casi desolado  pues la mayoría de los infantes aun están en lo alto de los muros, en varios puntos celebran a rabiar con abrazos y gritos de júbilo, sin embargo este no es nuestro caso, la Heat había tenido dos bajas, una de ellas nuestro Sargento y eso contaba para la mayoría de nosotros como casi una derrota.
Mientras observo a mi escuadrón veo al Cabo y a kaboom llevando los cuerpos de nuestros héroes caídos Rendor e Ivanovish -ha sido un placer servir junto a ustedes – me voy a ir con ellos pero algo me detiene, no me siento bien y solo logro agacharme recostado en el muro con la morita en el piso y mirando al cielo mientras escucho las palabras del cabo Stone y la oración de Kaboom.
-Amen – susurro y me levanto de nuevo vuelvo a intentar caminar para bajarme del muro pero el solo hecho de pensar en descansar me aterra
Sargento me ofrezco para estar entre los tres que deben permanecer en el muro haciendo guardia
Digo por el comunicador casi sin pensar , solo una reacción al escuchar las ordenes del capitán, me giro y sigo observando el horizonte mientras la nieve empieza a caer de nuevo ...que nos espera de aqui en adelante?

Sentado con la mirada fija en nuestros hermanos caído escucho las palabras de McNealy, nunca he sido religioso pero sus palabras llegan dentro. En silencio dejo que termine su plegaria, cuando noto que una lagrima me resbala por la mejilla, la seco con la mano, -Amén . Apoyando la morita, me levanto, con una palmada en el hombro a Kaboom, - bien dicho, Kaboom, bien dicho, ahora descansa lo que queda del día será muy largo. Y me preparo para dirigirme hacia el muro donde está el sargento Corbec para ir preparando la defensa de la siguiente oleada.

Uno...dos...tres...cuatro...cinco...seis...

Las pulsaciones van descendiendo gradualmente cuando la calma llega a nuestra posición. Sonrío abiertamente y contengo mis ganas de gritar de satisfacción. La adrenalina aún tiene que disiparse lentamente y estar vivo se convierte en una maravillosa sensación. Pero vuelvo a mi seriedad lo antes posible.

Dos compañeros han muerto. Una lastima sinceramente, pero solo es el principio y hasta que los de arriba no tengan en su maldito punto a mira a todos los bichos posibles, no moverán ni un dedo.

El cabo y McNealy se llevan a Leon a la misma zona que al sargento. No quiero pensar en sus familias ni en sus amigos. Es inútil pensar en eso mientras tenemos los pies en el hielo. Las oraciones están bien, pero no frenarán a los bichos. Echo un vistazo a blanco horizonte, inspiro profundamente y...

Uno...dos...tres...cuatro...cinco...seis...

Las pulsaciones están dentro de una normalidad, el corazón funciona y los pulmones responden. El agua que bebo de mi cantimplora alivia mi sed y parece que cinco minutos de pensamientos, son suficientes por ahora.

-Cabo, solicito permiso para inspeccionar el exterior de nuestro muro para ver cuanto más aguantará

Tengo que ponerme a la tarea, demasiadas cosas que hacer y poco tiempo

- Bien, Oldman, pero ten los ojos abiertos y al minimo movimiento extraño vuelves - respondo a la petición del infante, vuelvo a activar el comunicador - Dragonstone, no despegues los ojos de Oldman, va a hacer un examen al muro, no queremos sorpresas. Vuelvo al muro.- digo al saber que dragonstone pedía estar en la guardia del muro- El resto descansad todo lo que podais, montare guardia junto a Dragonstone y el sargento. Os quiero frescos como una lechuga para cuando los bichos decidan volver a hacernos una visita. - digo mientras me dirijo de nuevo al muro. Mi voz sonaba extraña dando órdenes, nunca quise el mando y me costaba responder a mi nuevo rango, pero ahora estaba ahí y los demás dependían un poco más de que lo hiciera bien.

Yo tambien me ofresco de voluntario para la vigia del muro señor!!!!!

De acuerdo McNealy, no seré yo quien te quite la iniciativa, desplégate por el muro y atento a cualquier anomalía.  digo tras la petición entusiasta de Kaboom, cada vez me sentía más orgulloso de pertenecer a este grupo.

Becerra algo aturdido por todo lo acontecido, hace recuento esperando volver a tomar la situación por los cuernos. Se dispone a contar la munición que le resta mientras ve como sus compañeros se disponen a continuar en acción.

Nuestro compañeros dieron su vida por nosotros y podemos descansar ahora que esta todo en el aire.

Piensa Becerra mientras se dirige a su cabo.

Señor, me ofrezco también voluntario para cubrir el muro. Creo que es lo momento de arrimar el hombro, ya habrá tiempo de descansar.

- Becerra descansa un poco y en media hora relevas a McNealy,vigila la zona norte que no nos pillen en bragas esos malditos bichos - parece que nadie quería dejar su puesto, cada uno velamos por el otro, así conseguiríamos sobrevivir a sus acometidas.   

-Bell, comunica con la nave para ver si nos pueden enviar los recambios necesarios para el generador. Y si pueden traernos algunos litros más de combustible, la noche se nos echará encima y tenemos que estar preparados.

Con la respuesta afirmativa del cabo, preparo la lizard line para descender en la zona que vea con menos peligro. Los bichos están muertos, pero no me gustaría tener una mala caída encima de sus garras. Me sitúo cerca de Dragonstone y levanto mi pulgar antes de comenzar a bajar.

-Nos vemos ahora ¿te traigo un trozo para el almuerzo?-digo mientras comienzo a deslizarme lentamente.

Mientras me acerco al suelo, me mantengo alerta por si algo se mueve, no me gustaría estar colgado como un gusano en un sedal mientras un bicho salta a por mis pantalones. Una vez toco tierra firme, me estremezco por lo que me rodea. Están muertos, pero la cercanía hace que tenga los nervios a cien.

-Cuanto antes haga mi trabajo...mejor...

Hago un gesto a Dragonstone confirmando que todo va bien y ojeo donde están el resto apostados, zonas en las que me sentiré más seguro sin duda alguna.

Caminar por el exterior, es algo impresionante. Los cadáveres de los bichos esparcidos por toda la zona, la alambrada machacada, el muro del fuerte...eso es lo peor, el muro, lo golpes que ha recibido, las marcas de docenas de garras arañando la superficie con una fuerza brutal. ¿Cuánto podrá aguantar?. Refuerzos arrancados de cuajo, remaches que han saltado ya de sus posiciones y comienzan a mostrar pequeñas fisuras entre las chapas blindadas.

Me detengo un instante para mirar a la alambrada y más allá y me imagino allí, en tierra, solo y una oleada de bichos viniendo a por mi...el paisaje es realmente hermoso, dentro de lo que cabe.

Sigo revisando la zona y pensando en las posibilidades de mejorar las defensas. El número de bichos que hay en la base del muro es preocupante ya que si no nos da tiempo a retirarlos...

-Podríamos mover estos cadáveres a unos cinco metros del muro, así los bichos no podrían llegar corriendo y tampoco tardaríamos mucho en realizar la tarea mi cabo..

-Si nos trajeran más alambrada...podríamos preparar algo...

Sigo el recorrido, esta vez en dirección al Tanker...ahí sin duda está lo peor...

Escucho las primeras impresiones de Oldman, me quedo un momento pensando, todavía no pienso tan claramente como desearía. - Buena observación Oldman. Bien muchachos cambio de planes, Becerra, McNealy, Firestorm y yo ayudaremos a Oldman a mover los cuerpos de los bichos, el resto sobre el muro atentos a lo que haya por el horizonte.

Preparo para ir a la posición adecuada para bajar por la lizard de forma segura para empezar a mover los cuerpos unos metros lejos del muro.  Como Oldman ha dicho vamos a retirar los cuerpos pegados al muro, así tendremos una pequeña muralla hecha con sus cuerpos antes del muro.- me quedo un momento pensativo - Dejaremos unos cuantos bichos que formen lineas que lleguen desde el muro hasta la columna de bichos, con un poco de suerte conseguiremos prender fuego y formar una barrera ardiente con sus visceras.- digo al recordar la tactica inicial de utilizar los colchones que al final no pudimos poner en práctica.