Partida Rol por web

Al moverse la sombra Drussilla volvió a ponerse en guardia, aunque no parecía agresiva estaba preparada.

- Sé lo que no me gusta... los acertijos, que me hagan perder tiempo, y los tontos que amenazan con matarme... de estos ultimos abundan. ¿De qué hablas? ¿Quien eres?

Quizás es el tono apremiante con que lo dices, pero Genie aguanta el grito que le nace un momento mirando la expresión de Marcus. Se lo merecía, quien la mandaba a ayudar…

-NO-LO-SE. +replica cortantemente+ No eran de aquí, o los conocería. Ahora suéltame!!

Reanuda sus intentos por zafarse con mayor fuerza que antes, mientras toma aire con fuerza para gritar y su boquita pequeña se frunce… Ya estaba harta de eso y mucho mas de que la tocaran.

Resopla apenas. Sin inmutarse al parecer, replica en tono suave.

-Déjate de tonterías y responde…  Eres tú la tonta que amenaza; en mi caso, solo te señalo lo que puede suceder.  Te estoy hablando de volver a ser más que una simple puta. O jefa de putas, como prefieras.

Una brisa ondeo en el aire, pero tibia como correspondía al clima. Aquel hombre era extraño; no era que tuviera una presencia siniestra (estabas acostumbrada a eso), sino mas bien que no tenia ninguna. Una sombra podría haber parecido de mayor sustancia.

- Se lo que eres, por eso creo que seria un desperdicio que murieras solo por estos... +continua, con aplomo en el tono...+ y tampoco soy como Danro para simplemente buscar humillarte. Juntos, podemos ir a por mucho más. 

Danro... el sonido de aquel nombre cambió todo. De alguna forma volvía a escucharlo. Hacía años que nadie lo decía en voz alta. Pocos, casi nadie vivo conocía su historia allí en Poniente.

Aquel ¿hombre? debía ser un mercenario. Entre las compañias se solía contar la historia de Danro y de cómo fue vencido.

O ella había bebido demasiado sin darse cuenta y estaba hablando con la nada. Relajó un poco su espada.

- Soy todo oídos. ¿Que idea tienes?

No la dejó ir. - Eres una niña muy lista, lo sé. Ayúdame a identificar a quienes son los culpables y te prometo que te compensaré generosamente - trató de seducirla con su imaginación, le daría oro, o alojamiento, no sabía muy bien el que, pero sin duda, si le ayudaba, sería generoso con la pequeña. 

-Son proyectos realmente, pero vamos paso a paso… Primero debería poder confiar en ti. O, siendo más realistas, confiar en que nuestros intereses van en la misma dirección. Tengo un par de preguntas para estar seguro de eso…

Un girón de tela de la túnica que le cubre ondea en la noche, señalando el patio.

-Mañana estos hombres irán a una batalla que puede ser muy significativa en todo esto. Sé que los has entrenado, incluso que aprecias a algunos de ellos. ¿Qué piensas de que mueran en esa lucha?... Asimismo, en general,  ¿te interesa quien gane o pierda?

Aquello ya era demasiado. Quería meterla en medio del embrollo. Sin vacilar más, Genie grito a pleno pulmón, con una vocecita aguda que perforaba tímpanos y muros.

-AYUDA!!!! ME ESTA TOCANDO!!! AAAAAAAAAAHH!!! AYUDAAA!!!! AAHHHH!!!AYUDAAAAA!!!!!

Los gritos destemplados resuenan en el cuarto, y sin duda también afuera, para cualquiera que no fuera sordo al menos… su cara se pone roja por el esfuerzo y las lagrimas acuden a sus ojos para reforzar la imagen que dara cuando vengan: de una niña a la cual iban a abusar...

Dru frunció el ceño, muy curiosa.

- Son soldados, todos los somos. Morir puede ser parte del trabajo. Pero no me gustan las muertes innecesarias de ninguna manera. Si puedo salvarlos haré lo posible... Aquello parecía cada vez mas peligroso. ¿Quien era aquel sujeto? ¿Un espia? ¿Que quería?

- Solo me interesa lo mejor para mi y para los mios. A veces perder una batalla es mejor que ganarla...

-AYUDA!!!! ME ESTA TOCANDO!!! AAAAAAAAAAHH!!! AYUDAAA!!!! AAHHHH!!!AYUDAAAAA!!!!!

El grito de una niña pequeña, proviniente desde el castillo interrumpe en el silencio antes de la posible respuesta de la sombra. Esta ni se inmuta, sin embargo. Tras una pausa breve, continua hablando.

-Una respuesta inteligente. ¿Que me dices de las muertes necesarias, entonces? ¿Donde marcas el limite?+pregunta impasible, en tanto abajo continuan los desesperados chillidos, alertando al patio.

Con todo planeado no queda mas que aguardar el momento mas adecuado; tampoco es cuestión de irse de golpe, sino que parezca natural. Lo mas lógico seria antes del ocaso, como una patrulla mas antes de oscurecer que de una vuelta por los terrenos cercanos. De todas formas, entretanto hay que dejar todo listo en otras cuestiones, como la marcha de mañana, asi que no tienen para aburrirse esperando.

Finalmente se hace el tiempo. Pullo y Lucio se equipan normalmente y toman un par de los caballos reservados para patrulla (el lord no tiene suficientes para montar una unidad de jinetes) y salen tomando la delantera como planearon. Conducen las monturas solo unas decenas de metros antes de separarse del camino para rodear la colina e ir bajando paulatinamente hacia los campos.

Luego llega tu turno. Pero nadie parece estarlos siguiendo, al menos de los que estan en la fortaleza.

Como quien no quiere la cosa, sigo el plan previsto y cojo mi caballo para ir por el sitio pactado con mis hombres. Cada poco, con disimulo, miro a mi alrededor, mientras voy con mi montura...

Los gritos desesperados interrumpen la atención de Dru, que casi instintivamente corre hacia el lugar. Pero logra frenarse antes de moverse.

- Depende de cómo, cuando, cuántos, y quienes... ¿eso es cosa tuya? - señala hacia el castillo - ¿alguna suerte de prueba? Habla claro de una vez!

-Una respuesta un tanto vaga... asi que es negociable. +considera, no muy feliz pero tampoco decepcionado. Era de esperarse. La sombra medita unos instantes mientras los gritos resuenan en el patio+ Tampoco hay mucho tiempo que desee perder, pero me imagino que el limite debe ser alto... no vacilas en matar mujeres y niños, me han dicho.

Cambia su postura levemente, como si encarase el patio.

-Asi que no veo porque te molestan esos lamentos. Pero, contestando tu pregunta, no, no tengo nada que ver con ellos. Imagino que alguno de tus hombres encontro... diversion. 

El descenso es tranquilo y sin estorbos. Pronto queda claro que de la fortaleza, no viene nadie tras de ti. Al cabo de un rato es mas que evidente que no va a pasar nada... por ese lado. 

La verdad es que cuando te siguieron, fueron las tropas del poblado, no la guardia de Bronn. A estas alturas, tus compañeros ya deben estar en el punto de encuentro, pero parece que estas esperando a las personas equivocadas. Tendras que meterte en la boca del lobo, por asi decirlo, si quieres respuestas.

Decidí arriesgarme y dar un rodeo por el pueblo, para dejarme ver y ver si los guardias de antes volvían a seguirme. Sabía a que me exponía, pero esta vez estaba preparado...

Largate de aquí, maldita niña ingrata - le espetó furioso liberándola de su presa - reza que no vuelvas a joderme, porque de lo contrario, acabaré contigo sin dudarlo - le tenía harto, la situación, la noticia de la muerte de una colaboradora y que esa niñata caprichosa tratara de humillarle. 

Sin perder tiempo, se vistió, cogió sus armas, armadura y salió en la búsqueda de Gaheris... tenían que hablar con Bronn

- No vacilo en matar cuando es necesario. Jamas he matado un niño ni lo haré... Miró hacia el castillo y suspiró. Tengo asuntos de los cuales ocuparme. ¿Vas a decir algo en concreto o seguirás haciendo preguntas enigmáticas?

Con la noche que se avecina,  los soldados ocupantes montan algunos puestos de guardia en el perímetro del poblado mientras avanzas. Son bastante ordenados, hay que reconocerlo. No debe ser muy difícil llamar su atención si te aproximas a ellos.

¿Y después que? Ese es el punto crucial. La posta mas cercana esta siendo montada en la misma calzada que une el caserío con la fortaleza, mientras las demás están a unos 100 metros, espaciándose entre si. Cuatro o cinco hombres arman un fuego, mientras tienen los caballos atados cerca y las armas y jergones dispuestos a un lado, para pasar la noche cómodos, pero atentos.