Partida Rol por web

El minotauro avanza lanzando un puñetazo con todas sus ganas, seguido de una cornada al esqueleto que acosa al enano.

El puñetazo de Kolthar quiebra algunos huesos del esqueleto, no así su cornada, que se cuela entre las costillas.

Craster ataca con su hacha, pero no acierta.

¡Maldita sea! ¡He de probar otra cosa!, refunfuña mientra se echa hacia atrás.

Otro de los muertos vivientes trata de atacar a Alfio, pero el ergothiano lo mantiene a raya.

Aprovechando el caos existente, me cuelo por detrás de uno de los esqueletos que está luchando con Amil pero el bastonazo sale muy desviado.

Solo espero no haber llamado mucho la atención del huesudo ser.

Hank viendo su éxito con la ballesta se pronuncia unas palabras y le lanza un orbe de ácido al esqueleto 1. Tras ver el efecto monta la ballesta para su sigueinte ataque.

El ácido que lanza Hank es suficiente para acabar de destrozar otro esqueleto más.

- Los tenemos, los tenemos - la voz del caballero se alza en la noche expresando más sus deseos que la realidad. Sin embargo, en el fondo de su ser sabe que la situación es complicada y que ha recibido demasiadas heridas, por lo que se escuda, aún más, en su escudo mientras mueve su nueva arma hacia el esqueleto que nota más herido.

Con todo, su preocupación por la defensa no lo deja mover su arma como hubiera debido y el filo pasa lejos de su objetivo.

Alentado por la caída de los dos esqueletos, Amílcar vuelve a la carga con la porra. Adelantándose hacia el que tiene más cerca, el arquero trata de golpear sin embargo al que ya ha sido dañado por Kolthar y Cráster. No obstante, una vez más, su intento resulta lamentablemente infructuoso.

Alfio y Kolthar reciben más heridas, pero Amílcar logra esquivar al que le ataca.

Kolthar vuelve a impactar otro puñetazo y nuevamente trata de cornear, aunque no acierta a dañar al esqueleto con los pitones. Para evitar ser nuevamente atacado se mueve un paso hacia detrás.

Con el puñetazo de Kolthar, el esqueleto se desmorona en un amasijo de huesos.

Craster, con gesto furioso, invoca un conjuro con velocidad e igual de rápido se lanza con su hacha a por un esqueleto. El golpe es tan brutal que el esqueleto queda hecho añicos.

Hank, casi sin recursos, lanza el único conjuro que le queda con la esperanza de que se vea afectado el esqueleto que tiene más cercano con el que se enfrenta su compañero Amilcar.

El esqueleto no se ve afectado por el conjuro de Hank.