Partida Rol por web

Todos retrocedeis a la espera de la acción de Hadarai

-¡Haced caso a Boran!--exclama Hadarai mientras se aproxima algo hacia el grupo--En tierra firme la ventaja será nuestra. Además, si estais todos en medio no puedo emplear mis conjuros como quisiera.

Luego el mago elfo gris lanza un proyectil arcano a uno de los trasgos, pero sin demasiada fortuna.

Sureya cegada aún retrocede a tierra firme.

Sabio consejo. Como siempre. 

Sureya, intentando memorizar dónde estaba la rana invoca la llama sagrada de su religión.

Sin embargo, su memoria no es lo que ella esperaba y el sapo se mueve para esquivar el golpe...

Aelar sonríe feralmente y empulga dos flechas a la vez, que suelta rápidamente hacia el sapo que le atrapara con la lengua.

A ver, bonito, abre la boca que tengo ganas de mear.

Los sapos mantienen su posición. Uno de ellos lanza su aliento a Varis y Boran pero ambos se protegen los ojos sufriendo menos daño.
El otro sapo lanza su lengua hacia Varis atrapándole con ella y atrayéndole.
El trasgo aprovecha para disparar su ballesta a su enemigo desprotegido hiriéndole e gravedad.

¡Malditos cobardes, bajad de esos sapos si tenéis lo que hay que tener! Exclama Varis al quedar atrapado por la lengua del monstruo, dejando a un lado sus buenos modales debido al dolor y la rabia.

El paladín se revuelve mientras trata de asestar un espadazo a su oponente para intentar zafarse de su presa, pero sus intentos son bastante torpes enfundado en su armadura pesada...

Varis consigue zafarse del agarrón del sapo y sana sus heridas, pero el esfuerzo hace que falle su ataque

El guerrero trata de afinar su golpe, y realmente lo afina porque termina haciendo un grueso boquete en el tórax de su rival, luego, sin quedarse a ver si sigue vivo, retrocede a tierra firma.

- Varis, atrás...

Boran asesta un fuerte golpe al trasgo, que se tambalea en la silla

Enarbolando la vara mágica, Hadarai se prepara para lanzar uno de sus potentes conjuros en cuanto el semielfo se haya apartado de en medio.

-¡Vamos, Varis! ¡Retrocede! ¡Que sean ellos los que encuentren la incomodidad del terreno!

Sureya se frota los ojos intentando recuperar la visión y cuando lo hace avanza para ponerse junto a su compañero mientras descarga otra llama sagrada sobre el enemigo. 

La llama sagrada de Sureya hiere al trasgo y da vigor a Varis. Pero la alegría le dura poco, ya que el sapo vuelve a agarrarle con su lengua ácida y el trasgo aprovecha para dispararle otro virote. Por suerte para el paladin el proyectil se rompe contra su armadura.
El otro trasgo dispara a Boran y guarda su ballesta. El sapo salta hacia el guerrero y con el ímpetu muerde la dura armadura mellándola un poco.