Partida Rol por web

La Larga Búsqueda: In Vitae Veritas

Londres Nocturno

Cargando editor
06/02/2014, 17:13
Håkan den Svarta

Durante un breve instante, algo cambió. Durante apenas un segundo, el ceño de Hakan se relajó, su sonrisa fue menos amenazante y por su mirada cruzó un brillo... Extraño. De reconocimiento. Durante ese segundo, se convirtió en una persona completamente diferente. Pero sólo fue un segundo. 

-Ahora sé que tienes la mala costumbre de no morirte cuando debes... Sajón

Y, aunque escupió aquella última palabra más que la dijo... Había también algo en esa forma de llamarle. Lo habitual habría sido inglés, bretón, britano... Sajón era algo muy específico. 

-Guarda tu espada, Daister, si no vas a usarla. Y ahora, todos vosotros, seguidme. No quiero resolver nuestros asuntos en lugar tan vigilado como este. 

Se dio la vuelta, dispuesto a adentrarse en las calles de Londres. Pero se aseguró de que era debidamente seguido.  

Cargando editor
06/02/2014, 17:24
Thomas Daister

Thomas bajó la espada, pero no la envainó. Miró a Rosalía y asintió.

-Si esto es un truco tu cabeza se separará de tu cuerpo antes de que puedas parpadear -le prometió mientras le seguía sin perder un ápice de cautela.

Cargando editor
06/02/2014, 17:31
Rosalía Caeiro

Rosalía no terminaba de comprender el cambio en la actitud del bárbaro ni en la de Thomas, pero con un gesto indicó a Rodrigo que envainara y siguió a Hakan sin separarse del Ventrue.

-En la visión que me dio el medallón -le susurró-, parecía que tú mismo hubieras preparado su ataque. Tal vez fuisteis aliados entonces...

Cargando editor
06/02/2014, 19:07
Håkan den Svarta

Rosalia no podía saberlo, pero con aquel comentario, percibido por Håkan gracias a sus sentidos aumentados, había resuelto una de sus sospechas. Les daba la espalda, y sonrió.

Por fin llegaron al callejón. Durante la noche anterior lo había buscado a conciencia. Casas con poca gente, todos mortales. Ninguna boca de alcantarillado, sólo una posible entrada, tejados bajos y bien vigilables... Un lugar donde poder alejarse de ojos y oídos indeseados. Ahí aguardaba una mujer de cabellos rojos como el fuego, piel blanca como la nieve y de aspecto fiero, con pieles de oso cubriéndola. 

-Astrid, vigila los alrededores. No quiero que nadie escuche nuestras palabras. 

Había sido muy cuidadoso... Y aún así no podía estar del todo seguro, pero era un salto de fe. Llegó hasta el final del callejón y se dio la vuelta para encarar a la cuadrilla. 

-No tenemos mucho tiempo y los Tremere pueden estar vigilando con sus sortilegios. Decidme quienes son este hombre y esta mujer que os acompañan. Ninguna palabra saldrá de mi boca a menos que sean de la más absoluta de las confianzas. 

Cargando editor
06/02/2014, 19:09
Thomas Daister

Thomas miró extrañado a la mujer del callejón, como si la reconociera en cierta forma.

-Será mejor que esperéis fuera -dijo tanto a Oana como a Rodrigo-. Aseguraos de que no es una trampa.

Ambos obedecieron, sin embargo la mujer los miró como recelando, sabiendo que la echaban por no fiarse de ella.

-Habla y ten cuidado con lo que dices.

Cargando editor
06/02/2014, 19:29
Håkan den Svarta

Hakan se relajó una vez más cuando los dos extraños salieron del callejón. ¿Por dónde empezar? El Gangrel suspiró. Suspiró. Un gesto demasiado humano, un reflejo de un pasado muy lejano que no encajaba en absoluto con un hombre de su naturaleza. No por lo que había mostrado hasta el momento. Sin duda, algo había ahí que no encajaba.

Su mirada había cambiado por completo. Ya no era fiera. Conservaba un deje de tristeza que no había antes y que bien podía resultar familiar a Thomas y Rosalía. Y sonrió. De un modo que tampoco resultó en absoluto amenazador. Se dejó caer sobre un barril y posó los codos sobre las rodillas.

-Hakan den Svarta… Un mercenario Gangrel despiadado, monstruoso, sin la menor sombra de piedad o remordimiento en su ser… Asesinó a Francesco Romani. Cometió sobre él el peor pecado de la Sociedad Vampírica: amaranto. Diablerie. Como prefiráis…

Tragó saliva. En realidad no lo hizo. Era otro reflejo del pasado, sombra de la humanidad perdida.

-No sé cómo. No sé por qué… Pero Francesco no murió. Su cuerpo se hizo cenizas y de él y su pasado sólo quedará el recuerdo. Pero su memoria, su mente, su alma… -se llevó una mano al pecho y miró fijamente a Rosalía y Thomas, sus viejos amigos-. Permanece en el interior de su asesino. Mi voluntad… Mi ser se sobrepuso al de mi asesino. Y así fue cómo Francesco derrotó a Hakan.

Sonrió. Estaba orgulloso de sí mismo. Más que nunca. No dejaba de preguntarse cómo diablos había ocurrido. Nadie jamás le había hablado sobre algo así, que fuera posible tal milagro. Y sin embargo, así era.

-Vivo, amigos míos. No soy un guerrero de Samiel. El tercer ojo ha desaparecido de mi frente y ya no volverá. Ahora habito este cuerpo, visto estas pieles y actúo como el repugnante ser que, se supone, he de ser. Se me ha concedido esta segunda oportunidad, y pienso aprovecharla. Y… Me alegro tanto de veros.

Su sonrisa se amplió aún más. Fresca, sincera, limpia. La sonrisa de Francesco… Pero con otro semblante. 

Notas de juego

La canción me gusta y la letra pega mucho, así que si no os gusta juzgad a vuestros padres, no a mí, xDDDDD

Cargando editor
06/02/2014, 19:47
Rosalía Caeiro

Rosalía escuchó el entrecortado discurso del Gángrel sintiendo cómo el corazón se le iba agarrotando en el pecho conforme más y más decía.

Aun cuando terminó permaneció en silencio, con los ojos clavados en él, como si intentara reconocer a Francesco en aquellos rasgos fieros, como si no pudiera o no quisiera creerlo del todo.

Hacía tan sólo un par de noches que Marco se había puesto en contacto con ella; después de creer que estaba muerto, después de temer que hubiera muerto en sus manos, y ahora...

Su gesto pétreo se quebró y sin decir palabra se acercó a Hakan y lo abrazó, conteniendo los sollozos le tomó el rostro entre las manos y lo volvió a mirar incrédula, y por fin lo abrazó de nuevo.

-¿Por qué me alegro tanto, Francesco? -protestó intentando en vano disimular la emoción.

Cargando editor
06/02/2014, 20:53
Thomas Daister

El rostro del Ventrue se tornó en una panoplia de expresiones cuando Hakan o quizás Francesco, dejó de hablar. Con las cejas apretadas retrocedió unos pasos, totalmente desconfiado, seguro de estar percibiendo un peligroso engaño. Entonces se detuvo y volvió a mirarlo, o más bien lo escrutó. ¿Era aquello acaso posible? Pero sus gestos... Parecían los de su compañero Salubrí, al que tantas veces había mirado de frente con mejor o peor propósito.

Entonces, como sin quererlo, Thomas Daister dejó caer la espada al suelo y comenzó a reír. Rió satisfecho como nunca antes lo había escuchado ninguno de los dos.

-Viejo bastardo italiano -dijo acercándose y abrazándolo junto a Rosalía-. ¡Qué bien te he enseñado! -bromeó.

 

Cargando editor
06/02/2014, 21:04
Håkan den Svarta

Francesco no ocultó su alegría cuando Rosalía le abrazó y le dirigió esas palabras. Aquella simple pregunta le provocó una intensa emoción. Abrazó también a la castellana y la alzó en el aire sin esfuerzo alguno, cerrando los ojos con fuerza. ¡Dios, se sentía vivo de nuevo!

Extendió el abrazo a Thomas, tan alegre como sorprendido porque el Ventrue dejara traslucir de tal modo sus emociones. Supo, entonces, que todo lo que habían vivido durante tantos siglos había sido por una razón, y había servido para algo. Sino para prosperar, al menos sí para forjar unos lazos irrompibles. Yurev, Thomas y Rosalía eran su familia. Mucho más que cualquier Romani. 

Profirió una sonora carcajada que se unió a la de Daister y palmeó su hombro, afectuoso. 

-No podía ser de otro modo, maldito Embaucador. El Gran Mentiroso, eso es lo que eres... Porque, querido amigo, este drama lo has preparado tú. ¡Lo hemos preparado todos, estoy convencido! -exclamó, alzando los brazos-. Ahora sé que ambos fingimos tu asesinato y que de algún modo borramos nuestra memoria, o la bloqueamos, para que nuestros enemigos no pudieran dar con lo que buscan. 

Se apartó de ellos a regañadientes y, aunque seguía feliz, su semblante se ensombreció. El reencuentro había sido magnífico, pero el peligro acechaba. 

-Lamento que la dicha no pueda perdurar mucho por ahora, pero debéis saber que estáis en peligro. He sido contratado, Hakan quiero decir, por los Tremere locales. Ya me contrataron antes para matar a Thomas, y ahora debo terminar el trabajo y llevar a Rosalía a su guarida, al castillo de Stonegaze. No tenemos mucho tiempo y debemos planear algo cuanto antes, pues ya sabían que veníais ambos a Londres y que tú, Thomas, estabas vivo. Sabéis que los Usurpadores son ladinos y con grandes recursos. Tienen ojos por doquier, y temo que también posean ojos y oídos mágicos. De hecho estoy arriesgando mucho hablando de todo esto con vosotros ahora... ¡Pero que me aspen si podía contenerme! 

Era cierto. Quizá había sido imprudente, pero su ardor natural le había jugado una mala pasada. 

-De cualquier modo, como os decía debemos aprovechar esta ventaja. Nadie, sino vosotros y Astrid, sabe quién soy en verdad. Y esto ha de seguir así por siempre, haga lo que haga Hakan a partir de ahora. Debemos aprovechar esta ventaja táctica, esta mentira que hilvanamos tiempo atrás.  

Cargando editor
06/02/2014, 21:18
Director

Notas de juego

Recuperamos toda la Fuerza de Voluntad por este momento de euforia y alegría.

Cargando editor
07/02/2014, 10:12
Rosalía Caeiro

Desde luego no eran tiempos aquéllos para celebrar. Una buena noticia y al instante una mala, llevaba siendo así desde que despertara del Letargo.

-¿Cómo pueden saber que Thomas vive? Hace menos de un mes que en Zaragoza topamos con una Tremere, Sandra Keller; me descubrió a mí pero no a Thomas, y varias veces se refirió a él como si lo creyera muerto. Han tenido que enterarse hace muy poco... -se concentró en el desconocido rostro de Francesco para evitar mirar a Oana, y también para evitar recordar la conversación con Marco... si es que era Marco-. ¿Y por qué querrían a Thomas muerto y a mí prisionera? ¿Qué se yo de la maldita Corona que no sepáis vosotros? Lo mejor que podemos hacer ahora es encontrar a tu Sire, Thomas, y recuperar la memoria. Tenemos que empezar a jugar con las mismas cartas que ellos, o tarde o temprano perderemos. Yo no quiero huir, planear, engañar y sobrevivir toda la eternidad.

Notas de juego

Jooo, yo ya tenía la Fuerza de Voluntad a topa. ¡Muérete otra vez y reaparece cuando tenga poca, Jaime!

Cargando editor
07/02/2014, 11:39
Thomas Daister

Thomas sopesó un instante las palabras de Francesco. Sabía que si habían hecho todo aquello era para tener ventaja y así se lo había dicho a Rosalía, pero no recordarlo era un inconveniente.

-Esto es lo que nosotros sabemos, Hakan -le dijo para acostumbrarse a llamarlo de ese modo-. Tiempo atrás conseguimos la Corona, pero por... algún engaño Tremere, ello se hicieron con la reliquia. Han utilizado su poder para asentar su posición en Centro Europa y conseguir hacerse un hueco entre los Clanes. No obstante, según parece, la Corona estaba forjada de dos Clavos de Cristo. Y ahora buscan el tercero. Creo que nosotros encontramos el tercero y lo ocultamos... Pero ellos nos hostigaron allí donde íbamos, difamándonos y poniendo precio a nuestras cabezas así que decidimos ocultarnos y entrar en Letargo. Yo os borré los recuerdos a todos, o quizás os preparé que vuestros recuerdos desaparecieran cuando entrarais en el Largo Sueño. Rosalía descansó en Toledo y yo viajé a Asturias para ir de ir de allí a Francia, pero tú, Hakan, me sorprendiste... Eso lo vio Rosalía a través del Auspex sobre mi medallón Lupino.. Me atacaste y estabas a punto de acabar conmigo cuando dudaste y entonces yo capté tu mirada y te obligué a volver con tus contratantes para decirles que me habías dado muerte...

Después tuve que entrar en Letargo, pues herido ya no podía viajar a Francia, pero sin un refugio adecuado fue descubierto hace varias noches por dos nigromantes Giovanni, quienes me trasladaron a Zaragoza e intentaron, a través de mí, leer los recuerdos de todos los que en ese momento dormíamos. Por eso revivimos el tiempo hasta la noche de Buda, momento a partir del cual todo estaba ya convenientemente borrado. Al forzarnos de esa manera, provocaron que todos despertáramos a la vez, seguramente antes de lo planeado. Rosalía supo de mi paradero por mi Chiquilla, Oana, y viajó a Zaragoza para... rescatarme -le costó reconocer-. Gracias a lo que vio a través del toque del colgante supo que mi Sire fue la persona que me borró a mi los recuerdos y por ello hemos venido hasta aquí, ha buscarla. Sí.. Tenemos que encontrarla -dijo asintiendo a lo dicho por la Toreador-.... a Elizabeth...

Notas de juego

¡Toma información!

Cargando editor
07/02/2014, 16:16
Håkan den Svarta

Francesco, o Hakan, señaló a Rosalía tan pronto habló. 

-¿Sandra Keller?... Una Vampira llamada Sonja Keller es mi contratante. Y lo que tú sabes de la Corona es para mí evidente, aunque no para vosotros. Creo, amigos míos, que cada uno recordamos algún fragmento pasado. Por vuestras palabras así lo he deducido, y entre mis recuerdos está uno tuyo, Rosalía, sosteniendo en tus manos la Corona. También te vi a ti, Thomas, mirándome fijamente... Y por último a mí... Quiero decir, a Francesco, enfrentando una docena de enemigos. Esto vi antes de despertar. 

Se tomó un segundo para pensar. Sus deducciones habían sido buenas, pero no perfectas. Podía felicitarse por ello, pero sólo en parte. Escuchó las palabras de Thomas con gran interés y el gesto grave. Lo que contaba resultaba inquietante. 

-Elizabeth... Esa es la mujer de la corte, la que estaba junto a Thomas Camden. Así que es tu sire -reflexionó, casi para sí mismo-. Entonces en parte lo que yo pensaba era cierto. Ideamos el modo de pasar desapercibidos, pero algo ocurrió por el camino. Yo creía que ya era Hakan para cuando llevamos a cabo el engaño, pero ahora creo que en verdad Hakan intentó matarte y tú lograste eludirle. Llegué a pensar que pretendíamos aprovechar la ventaja de mi nueva identidad para hacer frente a la intriga Tremere, pero ahora veo cuán distinto es todo. No obstante, debéis saber aunque no lo recordéis que, en algún punto, supisteis de mi muerte. Porque ambos llevasteis mi carta de despedida a mi Chiquilla, Astrid. Ella misma me lo dijo. De cualquier modo, obtendremos respuestas tan pronto podamos tratar con tu maestra, Thomas. 

Sin embargo, el tiempo corría en su contra. El engaño no tardaría en descubrirse, y para ese momento Hakan ya debería estar matando a Daister y raptando a Rosalía. 

-Debemos actuar más raudos que nunca, amigos míos. Ahora mismo, Thomas, deberías estar muerto. Y Rosalía de camino a la Capilla de esos hideputas Usurpadores. O bien nos apresuramos para recuperar nuestros recuerdos e ir a por el último Clavo con la mayor presteza... O bien urdimos un plan para entrar en la Capilla y recuperar la Corona. Es más que probable que esté aquí, en Londres. Quisiera encontrar a Yurev antes de nada, pero temo que eso no será posible ahora. 

Otra vía que se le ocurría para obtener ventaja era manifestar su traición como mercenario denunciando ante la corte del mismísimo Mithras la infamia Tremere y cómo fue contratado para aniquilar a Thomas. No obstante, por el momento dejó que sus compañeros opinaran. 

Cargando editor
07/02/2014, 16:32
Rosalía Caeiro

Rosalía alzó los brazos y suspiró. Tanta información la abrumaba, y que el tiempo corriera en su contra no ayudaba.

-Puedes decirles que has matado a Thomas. Mientras, él busca a Elizabeth, la pone al corriente y recupera sus recuerdos. Y yo... -suspiró de nuevo-. Puedes llevarme a Stonegaze, si me aseguras que me sacarás después. Cuanto más tiempo consigas mantener engañados a los Tremere mejor para nosotros. Tal vez allí dentro averigüe algo, estoy cogiendo un poco de práctica en esas cosas... -miró de soslayo a Thomas y sonrió sin demasiado convencimiento.

Cargando editor
10/02/2014, 10:04
Thomas Daister

Thomas se acarició su mentón pensativo.

-Eso es demasiado arriesgado, ¿No os parece? No hay ninguna garantía de que si entráis podáis salir. Tampoco conocemos la manera en que los Usurpadores han sido capaces de localizarnos y de saber que yo estaba vivo. Me preocupa que tenga alguna influencia... mágica sobre nosotros.

Cargando editor
10/02/2014, 14:28
Håkan den Svarta

Francesco admitió para sus adentros que, durante un instante, llegó a valorar lo que planteaba Rosalía. Por un instante. Si podía evitarlo, jamás volvería a acercarse a una Capilla Tremere y no iba a exponer a su querida amiga a tal riesgo. Por supuesto, esto quería decir que no tenía modo alguno de asegurar que podía sacarla de ahí una vez la hubiera llevado como prisionera. Como Håkan podía ser mucho más mortal de lo que era antes, pero aún así no podía rivalizar con el poder de una cuadrilla de Usurpadores. 

-Estoy de acuerdo. No arriesgaré tu vida de ese modo. Y desde luego no podemos desdeñar los poderes místicos de nuestro enemigo, por eso creo que la única solución a este conflicto pasa por llevar a esos bastardos a nuestro terreno. Esto es Londres, ciudad de intrigas y políticas. Es la ciudad que te vio nacer, como mortal y a la noche, y tu creadora parece gozar de influencia en la Corte de Mithras. Denunciemos a los Usurpadres públicamente. Confesemos el engaño: fui contratado para matarte y para secuestrar a Rosalía, pero mis lealtades ya estaban con vosotros antes que con ellos. Los Tremere nunca han gozado de buena reputación, y sus constantes infamias desafían el poder ahí donde están. Estoy convencido de que el clan de los Reyes no verá esto con buenos ojos, y nuestra denuncia puede suponer el empujón que necesitan para iniciar un proceso. 

Cargando editor
10/02/2014, 19:53
Rosalía Caeiro

Rosalía miró a su redescubierto amigo y se mordió dubitativa el labio.

-Fran... Hakan -se corrigió de inmediato. Debía acostumbrarse a llamarlo así a partir de ahora-, si hacemos lo que propones tú mismo pasarás a convertirte en enemigo y presa de los Tremere. Otra vez. Aun sin un tercer ojo en la frente. Ahora en cambio estás libre de su persecución... Piénsalo bien, aunque sólo sea un instante.

Cargando editor
10/02/2014, 20:05
Thomas Daister

Thomas chasqueó los dedos.

-¿Y si hacemos un poco de todo? Hakan, podrías contactar con los Tremere y decirles que hemos huído para que vuelvan a localizarnos de la forma en la que lo hacen y así descubrir cuán lejos llegan sus medios. Mientras, nosotros pediremos ayuda a Mithras.

Cargando editor
10/02/2014, 22:42
Håkan den Svarta

A Francesco no le gustaba aquel plan. Lo que decía Rosalía era bien cierto, y bien pensado no estaba dispuesto a volver a ser cazado por esos hideputas durante toda la eternidad. Si quería vengarse, tenía que ser paciente. Por otro lado, el plan de Thomas, aunque bueno en parte, no contaba con la posibilidad de que los Tremere ya supieran de todo lo que estaba ocurriendo en ese momento. 

Francamente, confiaba que no fuera así. Suspiró y se miró las uñas de la mano derecha. 

-No tenemos demasiadas opciones, por desgracia. Si vamos a hacer esto, entonces domíname para que la mentira que les diga sea totalmente creíble. No podemos dejar nada al azar, y esos malnacidos siempre han sido suspicaces. 

Cargando editor
11/02/2014, 10:58
Thomas Daister

El Ventrue bajó la cabeza con gesto meditabundo. Estaba seguro de haber manipulado la mente de sus amigos muchas veces, seguramente demasiadas.

-Si mientes obligado no sonarás creíble y necesitamos que estés despejado para reaccionar. Eso no puedo hacerlo... Pero hay otras formas de alcanzar la verosimilitud... -dijo mirando de reojo a Astrid. Quería que viera lo que iba a hacer. Entonces desenvainó rápidamente y hendió su hoja en el vientre de Hakan. Mientras apretaba el puño hacia dentro, con la otra mano sujetó la nuca de su amigo y lo miró a los ojos-. Huye- ordenó con su Poder, dejando su espada alojada en las entrañas del ahora Gangrel, para que los Tremere así lo encontraran.

-¡Corre! -gritó tomando la mano de Rosalía hacia el puerto, procurando hacer una llamativa huida, empujando a cajas y a personas a lo largo del muelle. 

- Tiradas (1)