Partida Rol por web

Bram no hablaba, pero prestaba atención a las conversaciones y comentarios que tenían lugar a su alrededor. Con el pasar de las horas había descubierto que era mejor centrarse en lo que decían los demás que en sus propios pensamientos, que casi siempre eran funestos y pesimistas.

Su conclusión era que iba a morir, pero hasta entonces, podía disfrutar un poco del paseo. O intentarlo al menos. Así que escuchaba y se formaba una idea y opinión de los demás concursantes. 

Lo que más le impresionó, más allá de la historia del hombre africano, fue la del chico que había dejado atrás esposa y una hija para estar ahí. Joder, esas sí eran dos buenas razones para jugarse el pellejo, ole sus huevos, Abraham deseó mentalmente que fuese aquel muchacho quien ganase el concurso, aunque sabía que había muy pocas posibilidades de que así fuese. De todas formas, si fuese el propio Bram quien resultara vencedor, utilizaría parte del premio para que la mujer y su bebé no tuvieran jamás necesidades.

Ja, ja. Qué pensarían de él sus antiguos compañeros de correrías si le oyeran hablar así. Como poco le llamarían maricón a la cara, no le cabía duda. 

Bah, que les jodieran, que se fueran todos a tomar por culo ¿Por qué no hacer algo bueno por alguien al menos una vez?

La Carretera. 18:42 horas.

El sol se había ya ocultado en el horizonte y la oscuridad era completa. En este tramo de la carretera no había luces de ninguna farola y el cielo se podía ver en todo su esplendor. Cuajado de estrellas y completamente despejado. Tal y como había dicho Garraty, empezaba a hacer frío y algunos marchadores, bastante cansados, empezaron a tiritar.

-¡Tercer aviso, número 71! ¡Último aviso, número 71!

El joven, que tiritaba incontroladamente, no pareció escuchar el grito del guardia. Siguió avanzando con paso irregular. Los soldados en el vehículo oruga alzaron sus armas expectantes. El pelotón se había alargado hasta romperse en algunos puntos formando pequeños grupos que caminaban juntos. Ahora mismo pasaban frente a una granja que tenía las ventanas iluminadas. El sonido de un televisor se podía escuchar. Los chicos se imaginaron a sus ocupantes cómodamente sentados dispuestos a cenar alrededor de la mesa. Muchos maldijeron por lo bajo la ocurrencia que habían tenido el día que decidieron participar en esto.

Abriendo mis ojos totalmente asombrado por su reacción ante mis preguntas, respondo de forma automática como si estuviera en juego mi masculinidad en cuestión de segundos. - Ehmm, hombre... ¡Qué me gustan las mujeres! Hablaba de otra cosa - pues claro, tenía menos conocimientos de ciencia ficción que yo de concertista.

Entre el cansancio que tenía encima al punto de sentir que llevaba una mula en mis espaldas y el olor a estiércol de este hombre ya estaba medio atontado, no sabía si esperar un aviso para que me quiten ese aroma nauseabundo o retener la respiración. -Madre mía, ya podría sacarse esa mierda de encima... ¿Se habrá cagado en verdad? - pregunto en mis pensamientos, todavía no existía esa confianza para tratar temas tan delicados o mejor dicho escatológico. 

Por suerte parece que él mismo estaba afectado por ello y estuvo un rato arrastrando el pie, ahora me cerraba todo. Una vez que limpió su regalo veo que se acerca para continuar conversando. Primero me trata de gay, luego mira mis pasos detenidamente ya no sé que pensar al respecto. Supongo que estamos todos locos de una forma u otra y estar aquí sólo fue el motivo para deshacerse de unos cuantos desquiciados cobrando por ello. 

Lo dicho el morbo se consume y se paga bastante.

De repente ni siquiera soy consciente de la hora, un cielo totalmente oscuro surge. En cierta forma lo prefería mil veces, era más refrescante. Mi querido compañero del estiércol espera una respuesta mía, lo noto en su mirada. - Los cylon son robots con apariencia humana, dicho de una forma burda. La número 6 era una mujer, muy linda. Esto es de la serie Battlestar Galáctica. Si sobrevives échale un vistazo. - publicidad y de forma gratis, cámaras filmen este momento y cuando sea el último en pie quiero mi tajada. 

Caminando a la par con el caminante 82 veo a lo lejos una cabaña, no tardé mucho en relacionar todo. Una familia, cena y televisión... ¡Cómo extraño estas cosas! lamentablemente tomé una tonta decisión y no estoy para niñerías, así que anulando todo tipo de pensamiento sensible mantengo la marcha sin aflojar. 

Akinlabi sigue marchando sin demasiados problemas, parece que ha cogido bien el ritmo.

- ¿De qué estarán hablando esos de ahí atrás?

Me quedé perplejo cuando Timmy me dijo lo de la mujer y el bebé. 

- ¿En serio? - Negué con la cabeza. - ¿Me estás diciendo que teniendo eso en casa has venido aquí a suicidarte?

Bufé.

- Será verdad que estamos todos locos... - Dejé caer y luego pensé en las implicaciones de lo que me había contado.

- Perdona, no soy quién para juzgarte. - Reconocí. - Seguramente las habrás pasado canutas en lo personal y en lo económico para ver en la Larga Marcha la única salida posible. Pero no puedo desearte suerte para ganar la carrera, como comprenderás. Yo, al igual que tú, no vengo con el objetivo primero de suicidarme. También quiero ganar.

Entonces me preguntó por mis motivos. Era evidente que pasaría, entonces me arrepentí de iniciar yo mismo la conversación. Pero, después de un rato de silenció, resolví contarlo.

- Digamos que mis ideas políticas no pueden contarse en público. No sé si habrías visto u oído hablar de una serie de dibujos animados, más bien gamberros, deslenguados y políticamente incorrectos que se llamaba NorthPark, donde despotricaban de las costumbres americanas, del gobierno e, incluso, de esta mierda de carrera. Pues bien, la hicimos mi colega Trey y yo. A Trey lo identificaron y lo encuadraron los escuadrones. A mi no me calaron y pude escapar. Huyo desde entonces, pero sabiendo que es cuestión de tiempo que me pillen.

La noche se nos echó encima regalándonos un firmamento cuajado de estrellas. El espectáculo era impresionante y, por lo menos, era lago hermoso que llevar a la tumba, en el peor de los casos. Agradecí el frescor del que nos había hablado Garraty, pero al cabo de un rato comencé a maldecirlo. Sin embargo yo aún marchaba bien, así que miré de no preocuparme demasiado.

No le gustó nada que aquel chico dijera que teniendo eso en casa viniera a suicidarse, no venía a eso, por supuesto. Era imposible que sustentara a su familia y si ganaba les daría la vida que merecían, para Timothy este era el mejor camino. El más rápido.

Frunció el ceño ante la reacción y escuchó sus razones, tras un interminable silencio. Aquello sin duda le parecía mucho más estúpido que su razón, pero no le iba a decir que era una idea estúpida correr delante de soldados armados para escapar de ellos, suponía que ya se daría cuenta él solo, si es que no lo había hecho ya.

-Nunca vi esos dibujos, pero he oído hablar de ellos...

Continuó caminando, hablar le daría sed, aunque fuera entretenido. Además, comenzaba a sentir el frío de aquel lugar y anheló profundamente su casa, su pueblo. Aquel lugar lleno de paletos que siempre quiso perder de vista. Él tenía grandes sueños, quería huir de aquel lugar de mala muerte, desde siempre... O al menos hasta que encontró a Stacy. Bendita clase de ciencias que los puso juntos en octavo curso, desde entonces habían sido inseparables.

...incorrectos que se llamaba NorthPark, donde despotricaban de las costumbres americanas, del gobierno e, incluso, de esta mierda de carrera. Pues bien, la hicimos mi colega Trey y yo...

-Vaya, yo sí que lo recuerdo. Logramos pasar algunas copias de manera clandestina en nuestro barrio. Erais algo así como nuestros héroes ¿Qué piensas pedir si ganas? ¿Que os la dejen emitir para siempre?

Asintió hacia Garraty al escucharle, tal y como se temía haría frío. En cuanto terminó de oscurecer, apareció un cielo nocturno que, por un instante, hizo de aquella marcha a ninguna parte un agradable paseo bajo las estrellas, por un solo y conmovedor instante. Después bajó la temperatura ostensiblemente, Henry cogió una de sus raciones del cinturón que llevaba y la comió con fruición. Su madre solía decir que con hambre hasta las piedras cobraban sabor.

Tenía más razón que una santa.

Tras comer se sintió mejor, más capaz de soportar el frío, aunque no podía evitar echar de menos su jersey favorito a cada paso.

Los participantes estaban muy locuaces a esas horas, le sorprendió un poco, como siempre hacía se dedicó a imaginar el porqué desde un punto de vista humano-filosófico y llegó a una conclusión:

Debe de tratarse de una reminiscencia del miedo atávico del hombre a la oscuridad, un modo de eludirlo mediante la conducta instintiva gregaria de compartirlo centrando su atención en otras cosas.

El tema escogido, sin embargo, lo dejaba fuera, lo admitió en voz baja, casi para él mismo, como si se le escapara algo que pugnaba por salir de un modo u otro.

_{Yo no veo la televisión desde que murió mi esposa.}

Por fin era de noche, el punto fuerte de Chris, pues debido a su tamaño y su grasa corporal, aguantaba mejor el frío que aquellos canijos jovencitos.

No le hacía falta, pero le entró la gusa y echó mano de una de las barritas de cereales deshidratados que tenía en el cinturón.

hmm no saben a gran cosa, pero siempre es un placer hincarle el diente a algo, jeje.

Aprovechó la oscuridad de la noche para ocultarse todo lo posible de los demás corredores, no fuese que algún parlanchín de aquellos, tuviese ganas de taladrarle el oído con tontería.

Northpark! a más de uno en el bar se le hubiesen caído los huevos al suelo tan solo con pronunciar ese nombre, jaja, malditos moralistas de Kentucky...

El 76 se apresuró a dejar claro su heterosexualidad... como si eso a mi me importara mucho, pero eso sacaba a la luz una clárísima inseguridad sexual.... vamos , maricona seguro! Está claro que este no es de San Francisco por que allí si eres una  "locaza" te comen vivo... no como en Texas o esos sitios donde están todo el día con las gilipolleces esas de orgullo gay...

Vaya, por lo visto me estaba comparando con un robot... no sé si tomarmelo como una crítica o un elogio... Pobre, encima de mariquita.. friki. Lo cierto es que tras varias horas de caminar ya me estaba aburriendo así que decidí darle un poco de coba...Lo siento, pero no soy aficionado a los robots y navecitas, me parece demasiado infantil... la verdad es que soy más de series de humor negro... me gusta mucho la de "Breaking Bad"... Va de un profesor enfermo de cancer que se mete a hacer metanfetaminas para pagarse su tratamiento y para eso se asocia con un camello de poca monta que por cierto tiene un nombre ridículo...

Por cierto, me llamo Simon.. Simon Rogers, como el heroe que salvó a no se cuantas personas hace años en el incendio de la Torre Duncan y que luego acabó de alcalde de San Francisco pero al revés...

Comienza a hacer un poco de "birujillo" así que abro mi chubasquero y me lo pongo, no llueve pero al menos me servirá de cortavientos....

Joder, hacía frío. Bram había comido un poco más de una de sus raciones y había bebido a sorbos cortos, pero notaba el descenso de las temperaturas, le esperaba una noche larga de mierda ¿Llegaría a ver el amanecer? No tenía ni puta idea. 

Se concentró en seguir caminando para intentar borrar alguno de aquellos avisos que pesaban como losas de piedra sobre su espalda.

La Carretera, a 10 kilómetros de la conexión con la autopista. 19:51 horas.

El número 71 logró rehacerse así que consiguió retrasar su ejecución un poco más. De todas formas se le veía bastante afectado, al igual que varios marchadores que ya iban por sus segundos avisos. Sería una noche muy larga para muchos y muy corta para algunos. Quedaba una hora para que se cumpliesen las 12 horas de marcha ininterrumpida. El grupo ya había cubierto unos 70 kilómetros y sólo con una baja. Los televidentes que seguían el programa escuchaban decir al presentador que era el grupo que más terreno había recorrido con sólo un eliminado. Las apuestas en Las Vegas habían aumentado considerablemente en favor de Simon Rogers que parecía aguantar de manera impecable. Garraty, el héroe de Maine, le seguía de cerca.

No sabía si la conversación con el 82 o la buena dosis de comida que he devorado en cuestión de segundos ha logrado que me sienta un poco mas enérgico. Mi andar no era tan calamitoso, peor es llevar olor a estiércol durante todo el trayecto como mi compañero que al parecer está muy fresco. - ¿Tendré que pisar un poco de mierda para soportar la caminata? - no me lo pensaría dos veces si es su cábala. 

Un tanto expectante mantengo la marcha mientras escucho al 82 presentarse, me resultaba muy gracioso el mero hecho de que me tratara de infantil. -Vamos bien: Gay, infantil... Sigamos sumando a la lista. - pienso al esbozar una pequeña sonrisa que a estas alturas era de resignación. - Pues mi nombre es Jesse...- no quería decir el apellido porque casualmente era igual al del camello de Breaking Bad, me daba un poco de vergüenza. Ni que fuera una celebridad, pero como ya tenía demasiados adjetivos en mi haber, no quería otro. 

- ¿Así que no te gustan las naves? La ciencia ficción es un género para todas las edades, creo que solo algunos entendidos pueden disfrutar de ese estilo, igualmente Breaking Bad es una serie que me impactó lo suficiente como para no olvidarla jamás. - al menos compartíamos gustos en el tema de conversación y le dábamos un poco de entretenimiento al público. No podía comprender a los consumidores de este reality como pueden pasar horas mirando a unos tipejos andar hasta morir. 

Mientras espero la respuesta de mi compañero divago unos minutos, es interesante entrenar la mente bajo estas circunstancias. Incluso prefería darle un poco de dinamismo a todo esto porque caminar en línea recta por una calle en silencio se torna más triste que la muerte de mufasa en el rey león, al menos si hablamos los televidentes tienen con que entretenerse. 

- Si ofreces más Show, tal vez uno puede aguantar un poco más... Espero que sirva de algo. - pienso al digerir la idea para luego dedicarle una mirada al 82. - Simón Rogers, tirado de nombre. Me suena a farsante pero no creo que sea tu caso. ¿Verdad?- pregunto ya en un tono mas bromista sin dejar de caminar un poco mas renovado, es el efecto noche y el fresquito que se trae consigo.

Akinlabi sigue marchando a buen ritmo.

Afortunadamente aun no nota demasiado el cansancio que parece estar atenazando a alguno de los otros marchadores, pero lo cierto es que tampoco piensa demasiado en ello y por la forma en que se va quedando mirando a todo aquello con lo que se criza casi parece un turista que hiciese la ruta a pie.

Siguió caminando. Parecía que la mayoría de conversaciones se habían parado, salvo pocas excepciones. Timothy entendió que sería por el frío, muchos de los otros corredores vendrían de climas más cálidos como él y les estaría afectando. El chico siguió con su ritmo, sin sentirse muy cansado aún y tratando de no tiritar. Tiritar podría hacerle ganar un aviso. 

Las sombras que proyectaban los árboles y ellos mismos debido a la débil luz que proyectaba el vehículo oruga en la carretera le hizo estremecerse. Era como ver ánimas danzantes a su alrededor, augurios de muerte que les seguirían toda la noche. Esperó que al menos aquella noche acabara sin ninguna muerte, o sobre todo que no fuera la suya por un traspiés traicionero por ir medio a ciegas.

Un rumor empezó a extenderse por el pelotón de marchadores: ¡el propio Comandante les recibiría en la entrada de la autopista e incluso habría una guardia de honor para celebrar el llegar tan lejos con sólo una baja!

El fresquito se lleva bastante bien... con el chubasquero la verdad es que el viento no molesta tanto, ciertamente fué una buena idea traerlo. Un pequeño traguito de agua para hidratarme... la verdad es que ya empiezo a tener algo de hambre, así que dentro de un ratito sería bueno tomar una de las barritas...

El tal Jesse resulta ser un curioso personaje... al parecer aficionado a las series...bueno, algo bueno debería de tener el chaval. No es que me caiga especialmente bien, pero al menos evita que me duerma de aburrimiento... por la noche la verdad es que hay poco que ver... En fin.. cuando le vea morir dejaré caer una pequeña lagrimilla... .... ... ... Nop!, en realidad no lo haré.

- ¿Farsante?... Bueno, al menos yo tengo un apellido.... o acaso es que el caballero no tuvo padres... ¿o acaso se avergüenza de ello? ¿algún trauma infantil....? Conozco un buen psicólogo... cuando acabe la carrera te puedo dar su dirección.... Ah! No! Que entonces ya no te hará falta...!!! Zas, en toda la boca!!! (Bazinga!!!según el original). ¿De donde eres Jesse...? ¿Por que habrás nacido en algún sitio....verdad?