Partida Rol por web

Por fin llego hasta donde está Delilah y veo que ha cargado la ballesta. Con un gruñido se lo cojo de las manos

Déjame a mí este trasto, niña. Digo mientras apunto al semiorco mientras huye. Lamentablemente, cuando voy a disparar, la barca se mueve y el virote se cae de la ballesta

Grrr, si no llevo una de estas es por algo

Colmillo de Hierro se ve ya lejos y a punto de llegar a una línea de embarcaciones tras las que ya estará fuera de vuestra vista.

No merece la pena... Será mejor que tratemos de preguntar a su "amiga". La que le avisó y nos enteremos de donde tiene su guarida...

Este trabajo ya nos ha salido muy caro...

Sin dejar de mirar al semiorco que huye, asiento a las palabras de la muchacha todavía con la mandíbula cerrada y apretando los dientes mientras abro y cierro el puño de la mano derecha.

Llevemos el cuerpo del elfo digo recogiendo el cuerpecito de Keravia del suelo y dirigiéndome por donde debería de venir Ubim

-Ya zabía yo queze tipo iba teminá haziendo daño arguien--sale una mediana de detrás de los barriles cercanos, donde parece que se había escondido para escapar de la refriega--Ez mu malagente, mu malagente.

-¿Za muerto?--inquiere con preocupación mirando al inerte cuerpo del elfo que transportáis--¡Pobrico, mi arma! ¿Dónde lo llevaiz?

Colmillo de Hierro desaparece tras unas gabarras. Ubim llega resoplando casi al mismo tiempo que una mediana de cabelleo negro azabache y ropajes chillones hace su aparición.

-Dezpuez dezto, zeguro queztá penzando en dejá la ziudá unoz díaz, er mu cobarde--afirma la mediana volviendo la vista hacia el semiorco que apenas se distingue ya en la distancia--Zé dónde vive Cormillo de Hierro, quez como lo llaman. Ar finar dun callejón de mala muerte que noztá lejoz daquí. 

¿Tenías algo en contra de esa mala bestia? ¿Qué más nos puedes contar sobre él?

¡Noooo!

Exclama el clérigo cuando ve al elfo inerte en los brazos de su compañero.

Malditas sena mis cortas piernas... no he llegado a tiempo. Perdóname Moradín y que me perdone este buen elfo que fue valiente y murió persiguiendo a un ladrón.

Resopla y se escurre als barbas aún empapadas tras el chapuzón.

Ese semiorco va a responder ante el martillo del Hacedor. Que me muera si no lo hace.

-¿Y quieno tiene argo contra Cormillo en ezta ziudá?--replica la mediana a Delilah--Ezun malaje.

-¡Ay, nena! Qué guapa erez, tú. ¿No? Por zierto, Merla ez mi nombre.

Sorprendido por la aparición de la pequeñaja, ladeo un poco la cabeza entrecerrando un ojo mientras la observo y escucho

Así que, dices que sabes dónde vive el cabrón ese y estás dispuesta a llevarnos hasta él. Si como dices está cerca, podríamos llegar incluso antes que él, pero cuidado digo alzando un dedo y mostrándoselo a la mediana no intentes jugárnosla, te lo aviso

Perdona mis modales, con la muerte de Keravia estoy todavía algo tocada...

Me llamo Delilah y estos son Ubim y Aza. Veníamos a hablar con ese tipejo pero él nos ha contestado con su acero. ¿Sabes quién es la que le dio el aviso?

-No te preocupez, guapa.

-No, no zé quién lavizao. Pero zeguro que ha zido arguno de lozecuacez que tienel puerto--afirma Merla con rotundidad--Musha gente letie miedo, ¿zabez? Pero yo no.

La mediana observa divertida a Azaghal antes de proseguir:

-¿A zucaza ahora? ¿Coneze pobrico azí?--se sorprende la muchacha mientras señala a Keravia--No zé yo zi... En fin, zeguidme que a mí también me debe argo, er malaje.

Al comentar la mediana el tema de dejar a Keravia allí tirado, Delilah mira a los enanos. Ella está ansiosa por cobrarse venganza pero entendería que hubiera que encargarse del que fue su compañero.

Ubim mira a la mujer y asiente comprendiendo más que si hubieran hablado.

De ninguna manera, no pude ayudar a su cuerpo en vida pero al menos honrraremos su alma. Supongo que algún templo podremos buscar donde se ocupen del paso a la otra vida con dignidad y respeto. Yo mismo lo haría pero sus restos deben descansar en algún sitio y no creo que él quisiese terminar encomendado al Hacedor de Enanos.

Arruga el gesto frunciendo la nariz.

Al fin y al cabo era un elfo, valiente no cabe duda, pero elfo...

Delilah se queda pensativa durante un rato y pregunta a la mediana:

¿Sabes si de camino a la casa de ese gañán hay algún templo?