Partida Rol por web

La enana agradece el agua con un gesto de la cabeza

- Mi nombre es Ola ¿Así que os envían los Aesir, eh?

Ola tiene cierto atractivo, a pesar de ser una enana. De cuerpo menudo (1,40 aprox.), formas voluptuosas y caderas generosas, puede que no sea el tipo de muchos varones humanos, pero a más de uno se le ocurriría fantasear con ella

Cybil termina de beber, y os mira

- Vosotros también, entonces... Mi nombre es Cybil ¿Alguien tiene algo de comer? Estoy hambrienta

Hagger se dedicó a dar vueltas alrededor del emplazamiento a ver que había por allí a mano y tambien para asegurarse de que estaban sólos. 

No hay gran cosa; herramientas y maquinaria de minería abandonada o estropeada. Así de utilidad hay algunos bidones de combustible. Por lo demás, no parece haber más gente.

Bajo tierra obviamente no

Recojo la cantimplora y saco un par de barritas de muesli de la mochila. Se las lanzo a las dos cautivas mientras envaino la espada. De momento parece que no la voy a necesitar.

- ¿Qué sabéis del Corazón del Invierno? - pregunto directamente. Si seguimos andándonos por las ramas podemos estar aquí hasta el propio Ragnarok, especialmente si ese gigante ya se ha hecho con la reliquia.

Mientras espero su respuesta miro alrededor por la habitación, buscando cualquier cosa que pueda darnos alguna pista más sobre el artefacto o sobre el gigante. Es posible que entre las tarjetas de su cartera esté una dirección donde poder localizarlo, pero de momento no quiero rebuscar en ella ante las dos desconocidas. Pese a pertenecer al linaje de los dioses, la humana no estaba entre los designados por el mensajero de Odín y, si lo era, se había precipitado viniendo aquí sola.

Ola mira la barrita de muesli con cara rara, y tras decidir que no le apetece, se la pasa a Cybil, que parece más hambrienta

- Oí a Robrek hablar de eso, pero no se gran cosa. Sé que se lo envió a su hermano hace unos días, pero nada más.

- Cybil, Ola perdonad. ¿Quién os ha enviado? - le pregunto. Ya tendré tiempo una vez fuera de hacer mis indagaciones ahora necesito respuestas.

- ¿Enviado?

Ola suelta una risa irónica

- Nadie nos ha enviado. Ese bruto de Robrek y los matones que le acompañaban me secuestraron a mi y a unos cuantos enanos más. Nos sacaron a rastras de nuestra colonia, y nos trajeron aquí para que trabajásemos para ellos. A mis compañeros los transformaron en trolls; yo salvé el pellejo porque fui capaz de convecer a Robrek de que estaba embarazada, y que convertir en troll a una enana embarazada podía tener consecuencias muy feas...

Cybil coge una de las barritas de muesli y empieza a comérsela lentamente

- En cuanto a mi... Yo soy amiga de Ola y de unos cuantos enanos de su colonia. Cuando los secuestraron, me llamaron pidiéndome ayuda, y como tengo cierta capacidad para la profecía, los seguí hasta aquí. Sin embargo, no supe preveer que me capturarían...

- Si, puedo corroborar eso. Cybil nos ha ayudado en el pasado, y me parece bastante lógico que mi marido la llamase cuando me secuestraron.

- ¿De qué Colonia eres Ola? - le pregunto visiblemente preocupado.

- Bixby Noll. No la conoce mucha gente

- No, no, no. Por favor que no le haya pasado nada. - pienso al escuchar el nombre de la Colonia.

- ¿Conoces a Brendan Spaki? - le pregunto acercándome a ella. Es un Gran Amigo.

- ¿Brendan? Si claro, el armero. Recuerdo verle salir de su casa pegando tiros con un revólver enorme mientras se nos llevaban. Los gigantes no tuvieron cojones a llevárselo; les habría volado los huevos.

Se queda pensativa unos momentos

- Un momento... ¿no serás tu su "ahijado", verdad?

- Puede ser que me llame así. - respondo francamente. ¿Y que hay de su familia?

- Menos mal. Por un momento pensé lo peor. - pienso recordando a los Trolls.

- ¡Vaya, esto si que es bueno! ¡Sabía que Brendan tenía un "ahijado", un hijo de Heimdall, pero no me imaginaba que nos encontraríamos de esta forma!

Hace una pausa

- Sobre su familia, pues bien, con su esposa y sus dos hijos. Creo que uno de sus primos tuvo la mala suerte de ser uno de los trolls que habréis visto antes.

- Vaya, le daré el pésame cuando hable con él. - respondo.

- Por cierto, cre que no me he presentado. Soy James.