Partida Rol por web

-Despues de usted, señorita- 
Dejandole paso a Hilda para luego acompañarla.

Dandome la vuelta
-Metz, oye, que haces?-  
Vienes o te quedas?

Nos alejamos de la zona de la mina hacia el lugar donde habíamos quedado con el conductor de autobus.

- Nos va a tocar explicarle por qué volvemos sólo nosotros... - le comento a Ian mientras caminamos. - Aunque viendo que había una moto aquí y que podemos llegar por carreteras públicas, yo le diría que nuestros compañeros han decidido quedarse unas horas más y que vayamos a buscarles. ¿Te parece bien?

Por lo que he visto con el gigante, él tiene bastante más don de gentes que yo. ¡Maldita sea! ¿Cómo nos hemos metido en todo esto? Le doy vueltas al anillo de mi mano mientras caminamos. Enanos, trolls, gigantes e hijos de dioses. Las historias de mi madre parece que se han hecho realidad y cada vez parece que tengo menos control sobre mi propio destino. El recuerdo de esas leyendas me hace pensar en las Nornas, en particular con la valquiria con quien me comparan. ¿Qué nos tiene preparado Skuld? No deberíamos perder el tiempo en buscar el corazón, pero las profecías parecen decirnos que ayudemos a los enanos...

-Oye, tranquila, no te persigas- Digo tocando la mano con la que hacia girar el anillo, la notaba preocupada.

 -El chofer del autobús no le incumbe lo que hagamos de nuestras vidas- Y seria raro que indagara, pero no viene al caso ahora... a no ser que los gigantes sean dueños de la terminal y toda la ciudad... pero nos tendríamos que haber dado cuenta antes de eso.

No se por que pero cada vez desconfió mas de todos.

Palpo me chaqueta buscando un cigarrillo, pero no lo saco con tal de hacer buenas apariencias con Hilda, parche.
-Lamentablemente no tengo ningún parche de moto encima, si, en la caja de herramientas de mi harley, que deje estacionada en la estación. Crees que en tu vehículo puedas volver hasta la mina sin ningún problema?-

Mejor seria movernos por nuestra cuenta, antes que esperar al colectivo a que los recoja a todos en la noche ya que la Ola no podría salir y es mejor así, mejor no levantar sospechas. Y si! que es mejor así, quien sabe si ese colectivo no pasa hasta el otro día, rayos si he tenido malas experiencias de esperar colectivos que nunca vinieron bajo la lluvia.

Miro mi telefono, borrando algunos mensajes de algunas "amigas" que preguntan donde estoy. No me interesan ahora, no ahora, mas bien miro si tengo algun correo del viejo... Loky.

Lo cierto es que el conductor del autobús no parece muy interesado en saber que ha pasado con los demás; se limita a cobrar el ticket y ya está. No ocurre nada especial durante el trayecto; al cabo de veinte minutos, estáis de nuevo en Bodie, con vuestros vehículos particulares

Después de esperar media hora, Hilda e Ian regresan a la mina. El sol está empezando a ponerse, así que en breve podréis salir de allí sin que Ola sufra ningún percance.

Aparco el todo terreno junto a la moto de Cybil. Me bajo con la mochila y cojo una de las mantas de la parte trasera. Miro la rueda de repuesto de la moto y me vuelvo hacia Ian que está saliendo de su propio coche.

- Tendremos que cambiarle la rueda... Aunque mejor hacerlo cuando estemos todos. - Me echo la mochila al hombro y doblo la manta para llevarla en la mano izquierda. - ¡Vamos! - digo haciendo un gesto hacia el interior de la ciudad. - No terminamos de explorar la mina así que espero que no se hayan encontrado con ninguna otra sorpresa desagradable.

Me dirijo al interior de la mina, hacia el edificio donde habíamos dejado a los demás, cuidando de la enana y la hija de Loki. No creo que haya pasado nada pero, por si acaso, compruebo que llevo la pistola a mano mientras nos vamos acercando.

Tras una silenciosa negación a Ian cuando le preguntó sobre si le acompañaba, Eck se puso a pensar un poco sobre lo ocurrido y si podría averiguar algo más de lo ocurrido a través de examinar todos los datos uno a uno. Por lo que parecía, esto se iba a complicar considerablemente conforme pasaran los momentos...

Bajando de mi motocicleta harley, acompaño a Hilda con mala cara. No quería volver a esa mina, prefería esperar a fuera.

-Dime que en tu jeep tienes un compresor portátil de 12v... por que con solo un parche tendrán que inflar la rueda de mi... Hermana... a pulmón- Digo jactancioso

Caminando hacia la mina, saco mi arma de la chaqueta y la coloco detrás de mi cintura para poder desenfundarla rápidamente
-Siempre esperas lo peor de todo?... no me gustaría saber que prejuicios tienes sobre mi...- haciendo carita de triste.

Entro a la mina con una mano en la espalda, cerca de la pistola.

-Hagger bonito!... ya estoy en casaaaa!... mi queridisimo y pelúdo hombre de las cavernass- Me adelanto,  anunciando nuestra llegada.

Miro a Ian con seriedad. - No siempre... Sólo cuando hay más gente involucrada. - No se puede decir que yo sea una persona muy sociable. Hablo con los demás, por supuesto, pero siempre he preferido estar sola, más rodeada por la naturaleza que por otras personas.

Levanto una ceja cuando escucho a mi compañero llamar a Hagger. Niego con la cabeza en un gesto de desesperación antes de alzar yo misma la voz.

- Ya hemos vuelto. ¿Está todo bien? - Pregunto en voz alta. Agarro la empuñadura de mi pistola, dispuesta a sacarla en cualquier momento.

- Tranquilos. Todo está bien. - digo saliendo de mi escondite con el subfusil preparado.

- ¿Entonces todo listo? ¿Podemos irnos?

Escucho la voz de Ian decir eso e intento contener la rabia para no guillotinarlo con mi espadón, me acerco a él tirando el cigarrillo que tengo en la boca al suelo y me planto frente suyo, suelto el humo en su cara de la ultima calada tomada y le digo -Vuelve a llamarme así y separare una de tus extremidades de tu cuerpo- miro al resto y chocando mi hombro con el de Ian paso apartándolo bruscamente.