Partida Rol por web

Yo le dije al narrador que hiciera las acciones por mi que yo no me aclaro con este sistema de tiradas xD Lo que pasa es que el narrador ha estado un poco liado y no ha podido hacerlo xD

A ver, puedes hacer otras cosas aparte de atacar; si no me dices que quieres hacer, no puedo hacer las tiradas xD

Le ataco. Claro y conciso, haz tu lo demás. 

Una súbita llamarada de luz surge de las manos de James, cegando a los enemigos. Los trolls gritan de dolor, sus sentidos sobrecargados por la luz, y caen a suelo gimoteando. Al gigante no le afecta tanto, pero si lo suficiente como para quedarse dando tumbos, mientras os maldice en un idioma que solo puede ser nórdico antiguo.

Al mismo tiempo, Hilda dispara contra un troll, y el disparo, aunque preciso, solo perfora ligeramente la gruesa piel de la criatura. Hagger se lanza contra el gigante, abriendo una herida en su costado. El gigante grita de dolor y cae al suelo.

- ¡Basta! ¡Basta! ¡Me rindo! ¡Os diré lo que queráis saber!

No dejo de apuntar al gigante mientras me aproximo a él.

- Ni se te ocurra levantarte - amenazo, amartillando el arma con un sonoro *click*. - Y ahora dinos, gigante. ¿Quién eres y qué haces aquí?

Cientos de preguntas se acumulan en mi mente en un breve momento. ¿Hay alguien más aquí? ¿De quién son las huellas de mujer? ¿Qué sabes del Corazón del Invierno? ¿Qué es exactamente? ¿Dónde está? ¿Quién lo busca?... Sin embargo no quiero forzar de entrada y, a pesar de lo poco que he visto de mis compañeros, me parece probable que alguno de ellos se sienta tentado a preguntar bastantes más cosas y a usar medios menos sutiles para obligar al gigante a contestar.

El gigante gruñe, fastidiado

- Mi nombre es Robrek Fronson. Seguramente ya sepáis que hago aquí; si no, no estaríais aquí, ¿verdad?

Wow, que listo, para ser un gigante, claro

Resisto las ganas de darle una patada al gigante listillo.

- ¡Muy bien! ¡Has llegado tú solito a esa conclusión! Pero como no te muestres más colaborador mi amigo del mandoble va a empezar a cabrearse... - añado señalando a Hagger. - Así que no me fastidies y dinos qué sabes del Corazón del Invierno. ¿Dónde está? ¿Quién más ha venido a por él?

De alguna forma me siento como cuando en el instituto tumbaba a alguno de los amigos de mi hermanastro y trataba de hacerles confesar quién les había mandado a por mi. Nunca tuve demasiado éxito...

Miro a mis compañeros buscando algo de apoyo, es probable que a ellos se les de mejor que a mi interrogar a un gigante. Cuando mis ojos se paran un momento en Hagger, con su abrigo de pieles y su espadón me retracto por un momento de mi opinión y vuelvo a centrarme en Robrek, esperando más respuestas.

- Tú habla. Cuéntanos todo lo que sepas. - le inquiero al gigante mientras apunto a los Trolls. Y vosotros ningún movimiento si teneis aprecio a vuestra vida.

-Cuentanos Fronson...- Digo mientras aprieto fraternalmente el hombro de Hilda, para que ceda un poco de la tensión producida.

En tanto me paraba delante del gigante mirándolo a los ojos, con cara de conmovido. Metía la mano en mi chaqueta de cuero, acariciando  nuevamente el acero de mi arma, que había enfundado. Y de ahí, saco un cigarrillo.
Haciendo un breve gesto de ofrecimiento al gigante, me pongo el cigarro en la boca y lo enciendo.

Si la mina no ha volado con los disparos menos lo haría con un cigarrillo. Pienso mientras disfruto una pitada.

-... a estas alturas, lo mejor que no te guardes nada, viejo, dime cuanto sabes y te dejare ir.- Le digo al gigante, con palabras llenas de humo y concluyendo con una gran sonrisa.

El gigante acepta el cigarrillo, y de repente parece más tranquilo, menos desafiante

- Mi hermano Gunnar me envió aquí con otros tres gigantes; buscábamos el Corazón del Invierno. El caso es que ya no está aquí; envié el artefacto hace tres días. Yo me había quedado aquí buscando, por si hubiese más reliquias enterradas, pero los otros tres se marcharon en cuanto confirmaron el pago de Gunnar.

Tras darle un cigarrillo al gigante.

Genial, esto es genial! Pienso irónicamente, mientras le encendía el cigarrillo.
-Y a donde se lo han llevado?- Pregunto, sin quitarle los ojos de encima.

No soy el mas entusiasmado en oírlo, pero por los demás, seguro que es lo desean saber.
Como desinteresado me apoyo contra la pared, golpeo el cigarrillo para que caigan las cenizas y lo pito, ahora haciendo un par de aros de humo. Mientras el gigante habla.

Pienso por un segundo y...

-Oye Fronson y al final con que te has topado en la cueva esta?- Volviendo a prestar atención a las palabras del gigante.
Algunas reliquias... una abogada... a lo mejor una cerveza?...