Partida Rol por web

-Saludos señores disculpen mi atrevimiento, he venido acá buscando a mi hermana Elentari, según tengo entendido, estaba con el grupo del señor de Crum y les he escuchado que saben algo y quiero unirme a quienes vaya a la búsqueda de ellos...-

Al decir esto hago una reverencia marcial y espero de su atención

Elden levantó su sombrío rostro y miro con sus vidriosos ojos a los recién llegados, escuchándolos y evaluándolos. Aclalrando su garganta dio un sorbo a su bebida y comenzó a hablar.

Primero contesto a Erynn, relatando lo que sabía de Crum. Un fiero enano, protector y amigo! exclamo con orgullo. Lo vi con vida antes de desaparecer en la niebla y regresar con vida a Toril.

Muerte y desesperación es lo que encontramos en aquella maldecida tierra a la que fuimos arrastrados por la niebla. Sin embargo Crum, Ilene, Andor y Tom no fueron invitados por aquella tierra. Atravesaron el nuboso cielo donde apenas brilla el sol, creando un haz de luz haciendo que pareciera que el mismísimo Lord de la Mañana hacia acto de presencia allí.

Licántropos poderosos que doblaban el tamaño de los de Toril nos atacaron sin descanso, y los muertos vivientes incluso eran capaces de resistir las expulsiones. Sangre y dolor hallamos. 

Mirando a Ennari prosiguió: No sé nada de tu hermana Elentari, no estaba en el grupo de Crum cuando nos encontramos. Sin embargo en más de una ocasión hablaron de una tal Emerald, una taimada y malvada dragona de la que habían podido escapar a duras penas y que había jurado apoderarse del alma de Tom.  Al que castigaría durante miles de años para su deleite. Por lo visto Tom había perdido una apuesta y debía rendirle obediencia.

Escuché que se rodeaba de sirvientes a través de anillos de control. Quizás tú hermana forme parte de su harén....

Escuchó con atención a Dangmar, tanto lo que decía como lo que callaba aunque no tuvo oportunidad de responderle con cortesía respecto a Elden porque fueron interrumpidos por un mediano un poco asalvajado al que le acompañaba una bella elfa. Miró curioso, la había visto en la caravana pero no había aportado nada a las emboscadas realizadas a los bandidos y debía haber ido también en uno de los carruajes. Se había echo a la idea de que era una mercader que vendría a ampliar su negocio a Filo de Invierno y sin embargo parecía que se equivocaba y además compartían objetivo.

Se levantó para apartar una silla de la mesa e invitar a la elfa a sentarse mientras aprovechaba para echar un buen ojo a los diferentes grupos de gente que habían llegado con él en la caravana y después al recuperado de la niebla llamado Elden. Cuando se volvió a sentar observó como Elden estudiaba a todo el mundo mientras se acercaba a su mesa y comenzaba a confirmar que las personas que buscaban también estaban en el mismo lugar del que había vuelto el elfo.

El hombre no definía exactamente dónde había estado pero si cómo había llegado allí y sin embargo afirmaba que el grupo que él buscaba había llegado de una forma totalmente distinta. Un grupo peculiar sin duda y nada menos que huyendo de una dragona. Emerald, no sabía nada de ella y miró a Dangmar por si esté había oído algo por la zona. Quizá en la dragona encontraran la clave para traerles de vuelta o tratar de preguntar a Elden sin herirle cómo había podido volver.

- Es muy interesante lo que nos cuentas, ellos no llegaron tal como otros como tu llegaron allí y quizá ellos no puedan retornar de la misma forma que pudiste hacerlo Elden. Por lo que cuentas, aquel lugar parece sacado de una pesadilla. Si pudieras, ¿Podrías contarnos cómo pudiste encontrar el camino de vuelta? Quizá así podamos ir en su ayuda y traerlos de vuelta, sino dijo mirando a la elfa. - Si tu hermana estaba con ellos pero no llego a aquella terrible tierra, quizá rastrear al dragón sea lo más conveniente aunque no sensato. Dangmar, ¿Habéis oído algo de dónde pudiera estar localizado el dragón?

No puedo ayudaros, exclamo Elden con pánico. Su cara desencajada. Aparecí en el bosque de la Luna entre la bruma, recuerdo que luchaba por mi vida y reze una pleganicornio blanco surgió de la nada  y montando sobre el pude huir de una muerte segura.

Quitándose sus botas de montaña de gran calidad y depositando su bello alfanje cuya hoja parece brillar con un tono azulado cambiante, exclama sobrio mirando a los recién llegados:Tomad mis pertenencias, os las doy voluntariamente. Espero de todo corazón que encontréis a Crum y sus compañeros. A tu hermana también. sentenció mirando a Ennari.

Kroner, Dangmar, tomad mi anillo y la piedra mágica. Os los doy si vais con ellos.

Sacudió la cabeza.

-Jamás oí de una dragona así. Por otra parte, tampoco es un nombre común para un dragón, así que quizá sea un sobrenombre -dijo- Si encontramos una fuente adecuada, merecería la pena investigarlo.

Su tren de pensamiento se vio interrumpido por Elden. Se levantó con rapidez, haciendo el curioso efecto enano gracias a su torso más desarrollado de que no hacía mucha más altura de pie que de sentado, y se fue con rapidez hacia él, poniéndole una mano en el brazo y tranquilizándole.

-Elden. Elden. Nadie va a forzarte a hacer nada. Has sufrido algo que nadie debería sufrir... necesitas descansar. Nadie puede forzarte a nada, ni permitiremos que lo hagan -le dijo, y le cerró, con cierto cuidado, la mano que tenía extendida- No necesito un anillo, haré esto de todas formas. Son tus posesiones, ¿de acuerdo? Y ahora, vamos...

Dijo, llevándole disimuladamente más cerca de la lumbre, para que el calor pudiera apaciguarle y confortarle.

Kroner se sorprendió ante la mención de la joven. Elden les había hablado de Crum, la bella Galena, y sus demás compañeros, pero nunca les había hablado de la dragona.

-¡Hey! Amigo, espera, serías de mucha ayuda... siempre lo has sido- dijo el humano, que con largos trancos se puso junto al elfo que parecía diminuto junto al gigantón, luego de hacerles un gesto disimulado a los invitados para que no tocaran nada -¿Por qué te desprendes de esos objetos? Nos los ganamos, especialmente eso- dijo señalando la piedra que Dangmar le devolvía -¿O no lo recuerdas?-

Dangmar intercedió muy diplomáticamente, como bien sabía hacer, y lo dejó hablar.

-Como dice... no te vamos a forzar, pero nos vendría muy bien tu ayuda, tu arco, tu cimitarra...- e hizo un gesto hacia donde había puesto la hoja mágica que habían encontrado como botín -Sabes que no necesitamos mucho incentivo si hay una dragona que podría ser eliminada...- y le guiñó un ojo -¡Vamos! ¡Cantarán canciones de nosotros! ¡Los Matadragones!-

Sabía que Slayer sería de mucha ayuda, y que ninguno de los dos se abstendría de semejante desafío. Sería Glorioso...

Asintió ante la respuesta de Dangmar, no había nada más que le gustara que investigar y desvelar secretos. Iba a contestarle cuando tuvo que dirigir su mirada a los ojos de Elden mientras les hablaba. Veía el terror en los ojos de aquel elfo, había perdido el coraje y le sorprendió que estuviera quitándose sus pertenencias y poniendolas sobre la mesa. Todos los objetos parecían mágicos. Sin duda aquel hombre había perdido la voluntad.

- Quizá ahora no encuentres la fuerza para ayudarnos, pero estoy seguro que tus habilidades ayudaran a sustentar y ayudar crecer a filo de invierno. No hace falta que nos acompañes. Ahora necesitas descansar. le dijo apoyando Dangmar, más que a Kroner. Pues lo que había visto en sus ojos le había dejado claro que pasarían años antes de que volviera a tener una aventura. Se acercó a Kroner y le tocó el brazo para llamar su atención. - Entiendo que no queráis dejar a vuestro compañero atrás pero como dice Dangmar, necesita descansar y el descanso puede ser muy largo. Lo que haya visto en aquel lugar le ha arrebatado parte de él mismo. Por eso no le cuesta desprenderse de su equipo, son sólo objetos cuando parte de su ser ha sido arrebatado. Animadle dándole una labor en Filo de Invierno, algo liviano para empezar. Cortar leña, abastecer de alimento, pero no le habléis de enfrentar a un dragón pues es algo que es superior para él ahora.

Observo la acción de Elden y si bien los compañeros cruzan sus opiniones sobre su posición de ir o no, lo haría un eslabón debil en el grupo 

-obviamente nuestros caminos no se cruzan, pero los acompañaré si no les importa contar con mi presencia... aun así dudo que mi hermana este de esclava de un dragón la de las malas decisiones soy yo ella es mucho mas precavida; sin embargo, si puedo averiguar mas de lo ocurrido tendré mas información.

Elden asintió a las palabras de Dangmar, sin saber muy bien que hacer, si recoger sus pertenencias o dejarlas allí para el que las quisiera. Con la cabeza gacha sorbió la sopa y la bebida caliente que le ofrecía Dangmar. No estoyyy loco. exclamó el elfo entre balbuceos. Muy poco puedo hacer, creedme. sollozó..A lo mejor, con el tiempooo...Usad lo que necesitéis a modo de préstamo. Cuando esté bien os pediré de vuelta las cosas, siii. En su mirada veis que el elfo se encuentra muy perdido..

-De acuerdo, amigo, luego hablaremos pero te prometo que te los traeré de vuelta- dijo el explorador poniéndole una pesada y curtida mano sobre el hombro del esmirriado y desmejorado elfo -Ya escucharon, son a modo de préstamo- dijo mirando especialmente a los recién llegados.

Él ya se sentía un poco parte del pueblo. No se podía considerar forastero, por más que oficialmente él todavía formara parte de la Tribu del Águila Blanca.

-Dang, quédate con esa piedra, te será de mucha utilidad- le dijo al enano, sabiendo qué hacía -Y cuídala, que un ángel nos la dio- y le guiñó un ojo.

Y luego se acercó a los elfos de Argluna mientras se colocaba el anillo con la veta de rubí que lo rodeaba. Sintió una sensación de frescura que no generaba frío, si no cierta relajación y hasta se sintió más calmo.

-Cuídenlos, y si llegaran a morir, se los traeré de vuelta a Elden- dijo mirando a uno, y luego a la otra.

No le cabía duda de que regresaría, pero de lo que no estaba seguro era de los nuevos integrantes de esta empresa que iniciarían. Tal vez era la combinación del nuevo anillo con la arrogancia que le insuflaba Slayer desde que la empuñaba.

-No partiremos mañana, pero al día siguiente lo haremos al despuntar el alba- dijo con cierta solemnidad -¿Sabes a dónde se dirigía tu hermana? Allí podríamos empezar a buscar a la dragona-

Slayer te susrro en el oido

- Date tiempo para recuperarte. Te prometo que haremos lo posible por traerles de vuelta. le dijo a Elden para reconfortarle. Tras entender Kroner lo que Elden necesitaba asintió a sus palabras y se sentó de nuevo en su silla. Y cogió su jarra para beber un poco de aquella cerveza. Negó con la cabeza pues no conocía el lugar en el que podían haber desaparecido los héroes y mientras tanto comenzó a examinar la cimitarra.

- Si me disculpáis un minuto. les dijo y sacó una gema de su bolsillo mientras que con su varita en la otra mano pasaba por encima de la cimitarra mientras conjuraba para conocer las propiedades de la espada. La curiosidad y el conocimiento le podían y no pudo evitar saber la historia de aquella espada y todo lo que el conjuro pudiera contarle de ella.

Al empuñar la cimitarra y desenvainar su hoja azulada una oleada de energía mágica recorre tu cuerpo mientras su hoja parpadea levemente. Observas su bella empuñadura con remates en marfil que se asemeja a un unicornio y su guardamano enjoyado con 2 diamantes azulados, en el centro hay un hueco, faltando 1 para completar el trio. La ligereza del arma y su equilibrio te agradan.

Slayer te susurra sensualmente en el oído: Un Dragón! No me provoques truhán, jjiiiii. Ya va siendo hora de que el Mundo me conozca. Que Slayer sea conocida en todos los Reinosss.   Cuando termina de hablar, notas la sensación de un mordisquito en la oreja. Una risilla se escucha de fondo en tu mente. 

Slayer parece estar desatada.

El anillo encaja perfectamente en el dedo de Kroner. Una sonrisa recorre su rostro mientras que el resto probáis los objetos prestados por Elden.

Dangmar queda gratamente agradecido al coger la piedra mágica dada por un ángel. Colocándose su monóculo la examinó y estudio con detenimiento.

Ennari cogió las botas y con un grácil movimiento se dispuso a probárselas, dando las gracias a Elden por su generosidad.

Al poco aparece una enana cubierta de polvo y sudor interrumpiéndoos, preguntando por Dangmar.

Maese Dangmar, Maese Dangmar! Soy Urika Palin.  Es tu capataz.

Señor, tenemos buenas noticias. La empalizada de madera ha sido reforzada con un muro de piedra de 1 metro y medio en todo su perímetro.  Señor, el Rey Bruenor del Clan Battlehammer ha enviado una cuadrilla de 20 hombres, desde Mitrhill Hall para auxiliar y ayudar a Maese Dangmar, bendecido de Morndinsamman.

Esperan entablar relaciones comerciales con ésta prospera ciudad. Ya les he asignado tareas, revíselas por favor. Entregándote un libro de cuentas y anotaciones de la Villa. 

 Tras transmitir el mensaje con orgullo se despidió tan rápido como vino, saludando a Kroner y al resto.

Tras examinar el arma con atención, guardó la perla y contempló la excelente manufactura del arma. - Un arma excelente aunque una de sus piezas debió perderse hace mucho tiempo. le dijo a Dangmar mostrando los dos diamantes azulados engarzados y el hueco en el centro. Con una mirada solemne buscó a Elden y agradeció con un gesto de su cabeza el prestamo del arma. Cogió el arma y ajustó la vaina al cinto junto a su cimitarra de plata cuando una enana apareció preguntando por su interlocutor y escuchó atento a lo que esta decía.

- Incluso Bruenor Battlehammer envía a sus hombres para ayudar. Estoy seguro que Filo de Invierno será una villa muy prospera en poco tiempo. le aseguró al enano y luego se giró hacia Kroner. - Podemos empezar por Quervar, allí se cuenta que fueron tras una batalla junto a Lord Únddrezh de Luna Plateada y dónde se cuenta que el enano donó para el lugar gemas por valor de 30.000 mo de oro. Podría ser un buen comienzo.

-como mi única pista de mi hermana es la compañía del señor Crum. Entonces con cuerdo que sigamos por sus pasos a fin de cuentas deberemos llegar a hasta algun rastro de su desaparición o paradero...-

Comento al grupo acordando estar con ellos o con sus gestas