A Edward
En este vagón la seguridad es menor. Apenas hay Zimmerman. Pese a ser tercera clase, te llama la atención las comodidades. Se nota que la procedencia del ingeniero es de origen humilde. No hay lujos y todo allí es práctico. Algo que aprecias. Allí los decoros no distraen de los mecanismos y tubos que recorren las esquinas de la zona superior.
Ves la cadena al fondo que evita el acceso al descansillo de la puerta que da al vagón de carga (el último vagón de cola). Allí las maletas se amontonan en hileras y si alguien hubiera querido meter un arma, lo habría hecho por allí. Vigilar esa puerta puede ser una muy buena opción.
En cualquier caso, no está demás encontrar tu compartimento.
Tras de ti entran una pareja curiosa. Un tipo de gafas con cristales rojos parece acompañar a la mujer que viste cuero marrón y porta un pesado bolso con un grueso libro. La mujer te dedica una mirada y se despide de su acompañante para entrar en el último compartimento.
A Zero
En este vagón la seguridad es menor. Apenas hay Zimmerman. Pese a ser tercera clase, te llama la atención las comodidades. Se nota que la procedencia del ingeniero es de origen humilde. No hay lujos y todo allí es práctico.
Tu acompañante se suelta de tu brazo a medio camino para coger su billete. Vuestros compartimentos están juntos. El suyo es el último y el tuyo el penúltimo.
Ambos pasáis junto a un tipo con aspecto de mecánico que admira la construcción del vagón. Un pasajero ansioso por desvelar los entresijos y mecanismos de aquella magnífica creación.
Camináis hasta casi el final. Tu compartimento es el penúltimo.
Ves la cadena al fondo que evita el acceso al descansillo de la puerta que da al vagón de carga (el último vagón de cola). Allí las maletas se amontonan en hileras y si alguien hubiera querido meter un arma, lo habría hecho por allí. Vigilar esa puerta puede ser una muy buena opción.
-Bueno, ha sido un placer chere- le digo mientras me acerco a mi puerta -Voy a dejar las maletas. Estoy segura de que nos veremos durante el viaje.- Comento y, tras una sonrisa, entro en mi compartimento.
Entro con paso firme y rápido que ralentizo al ver al tipo que parece un mecánico y al otro de sombrero de copa y gafas con cristales azules.
No los saludo. Me limito a ir a mi compartimento, el último, con paso firme y sin entretenerme.
-...jajajajaja- entro en el penúltimo vagón riéndome a través de mi respirador pero bajo la voz cuando veo a los dos tipos. Les guiño un ojo mientras camino junto a mi acompañante hacia el último compartimento.
Le ha hecho mucha gracia el comentario. Sigo a la señorita del respirador a través del pasillo. -Buenos días- saludo al primer tipo con el que me cruzo -Un placer- le digo al segundo haciendo una leve reverencia. Estoy seguro de que mi aspecto de ladrón, ratero de barrio, atrae poderosamente su atención, pero he mostrado mi entrada en la taquilla y tengo tanto derecho a estar aquí como ellos.
Para mí, esta situación es muy prometedora. Estoy deseando mezclarme entre la multitud en el Salón Comedor para echar el guante a quién sabe cuantas baratijas y alhajas de los de primera clase.
//Señores viajeros. La taquilla ya ha cerrado sus puertas. Manténganse alejados del anden. En breve el RollXpress partirá hacia la grandeza//
Se oye decir por megafonía.
Fui a meterme a mi compartimento poco a poco respondiendo con un saludo de cabeza y una sonrisa a aquellos que me saludaban de una y otra forma. Quería dejar cuanto ante las cosas que no necesitaría a mano una vez el tren se pusiera en marcha
Para Solomon
En este vagón la seguridad es menor. Apenas hay Zimmerman. Pese a ser tercera clase, te llama la atención las comodidades. Se nota que la procedencia del ingeniero es de origen humilde. No hay lujos y todo allí es práctico. Algo que aprecias. Allí los decoros no distraen de los mecanismos y tubos que recorren las esquinas de la zona superior.
Ves la cadena al fondo que evita el acceso al descansillo de la puerta que da al vagón de carga (el último vagón de cola). Allí las maletas se amontonan en hileras y si alguien hubiera querido meter un arma... Vigilar esa puerta puede ser una muy buena opción.
En cualquier caso, no está demás encontrar tu compartimento: Vagón 3, compartimento 5, asiento 5.
Para Edward
Eres el primero en entrar en este compartimento, seguido del tipo con gafas rojas y sombrero de copa que, curiosamente, se encuentra alojado en el asiento 4, entre el 2 (el tuyo) y el 6 que por el momento está vacío.
Después de unos segundos accede el tipo de espesa barba pelirroja que coqueteaba con una bella joven retrasando la cola de la taquilla. Parece que su asiento es el 5. En frente del 6.
Por último, un tipo rudo de aspecto americano y bigote bien cuidado llega y se sienta en el número 3 (junto al tipo de espesa barba roja).
Para Zero
Eres el segundo en entrar en este compartimento, precedido del tipo que parece un mecánico y que, curiosamente, se encuentra alojado en el asiento 2, junto al 4 (el tuyo) y el 6 que por el momento está vacío.
Después de unos segundos accede el tipo de espesa barba pelirroja que coqueteaba con una bella joven retrasando la cola de la taquilla. Parece que su asiento es el 5. En frente del 6.
Por último, un tipo rudo de aspecto americano y bigote bien cuidado llega y se sienta en el número 3 (junto al tipo de espesa barba roja) y frente a ti.
Para Solomon
Eres el tercero en entrar en este compartimento. En su interior se encuentran un tipo con indumentaria de mecánico (que viste en la cola detrás de ti) y el un individuo con gafas rojas y sombrero de copa que llegó el último al tiempo que Elionor y tú erais atendidos en la taquilla. Ambos se encuentran sentados uno junto al otro. El mecánico en el asiento 2 y el del sombrero en el 4. Por el momento el 6 está vacío.
Los asientos pares se encuentran a la derecha y los impares a la izquierda. Te toca ir de espaldas al movimiento del tren. No importa. Tu asiento es el 5º, en frente del 6º en el que no hay nadie por ahora.
Por último, un tipo rudo de aspecto americano y bigote bien cuidado llega y se sienta en el número 3 (junto a tu derecha).
Para Bruce Ford
Eres el cuarto en entrar en este compartimento. En su interior se encuentran un tipo con indumentaria de mecánico y un individuo con gafas rojas y sombrero de copa. Ambos se encuentran sentados uno junto al otro. El mecánico en el asiento 2 y el del sombrero en el 4. Por el momento el 6 está vacío.
Los asientos pares se encuentran a la derecha y los impares a la izquierda. Te toca ir de espaldas al movimiento del tren. No importa. Tu asiento es el 3º, en frente del tipo de sombrero de copa y gafas rojas y junto a ti hay un individuo de complexión fuerte con espesa barba pelirroja.
Parece que soy de los últimos en llegar. Veo dos asientos vacíos y la estancia era agradable. -Buenos días, caballeros.- Sentencio con voz tranquila mientras miro de reojo el billete que tengo en la mano. Sin más, dejo el equipaje de mano en el compartimento superior y me siento poniéndome cómodo. -Parece que pronto iniciaremos el viaje, caballeros- digo en tono amable para romper el silencio.
El quinto en entrar es ya famoso entre algunos viajeros por sus rasgos. Su pelo blanco, su cara asimétrica debido a alguna malformación o mala nutrición durante la infancia y su fuerte acento ruso era algo fuera de lo común.
Su asiento es el 3.5-6...
-¡Porr fin!- Exclamo al llegar y encontrar mi asiento. Me dejo caer y miro a los que serán mis compañeros de viaje. -Hola compañierros. Soy Ryzhkov Zonoviev. Encantaaado.- Sentencio. Frente a mí hay un tipo con espesa barba roja y a mi lado un tipo con sombrero de copa y gafas con cristales entintados de rojo. También hay un tipo que parece un mecánico -interesante- y un hombre corpulento de aspecto americano.
Llegue al vagón sin demasiados problemas y allí ya estaban sentados algunos pasajeros que había visto en la cola.
Me senté en mi asiento, no sin antes dejar mi mochila el el compartimento superior, y salude a los que ya estaban sentados.
Buenos días, eche una mirada al vagón de cola viendo un montón de maletas apiladas. Veo que esta parte del tren no esta tan sofisticada como las otra, y deje caer una pequeña sonrisa.
-Ja,ja. No, parece que no.- Contesto al comentario del tipo de la barba pelirroja -Lo prefiero así- admito asintiendo -Soy Bruce Ford. Gusto en conocerles- Exclamo esperando que mis compañeros de viaje se presenten también.
Yo soy Solomon, encantado. Le conteste el saludo al tipo que respondió a mi comentario. Su aspecto era bastante rudo, algo que confirmo con su comentario.
Solo quedaba un asiento libre, al parecer su ocupante se había entretenido en algún lugar. Mire hacía la puerta por donde había accedido al vagón esperando a que otra persona entrara a ocupar su sitio.
Aparto el cuello de la gabardina, cojo el ala del sombrero que alzo levemente a modo de saludo -Zero Schrödinger es mi nombre, caballeros-. Acto seguido devuelvo todo a su sitio y contemplo detenidamente, a través del rojo de los cristales de mis gafas, a cada uno de mis compañeros.