Partida Rol por web

Lo que necesitas es una ducha.- digo limpiando la cara de Yadra con una pañuelo, no se hasta que punto es bueno que un dragon te bañe en babas pero el tiempo apremia.

Asiento a las palabras de Hundra mientras me saco la baba de los ojos...algo que nunca pensé que tendría que hacer.

Si...antes de ponernos a hacer hermanitos para Yadra, me asegurare de estar bien limpio...aunque tal vez la baba de dragón tenga propiedades afrodisiacas. Le guiño un ojo tratando de parecer animado. Quieres probar suerte esposa mía?.

En un momento de silencio escuchais lejanos sonidos de cascos acercandose. Son muchos, mas de dos docenas de hombres al galope

Al oír el ruido del galope me dejo de tonterías y ayudo a subir al lomo del dragón a mi mujer y mi hija, dando por sentado que Geoff sabrá muy bien lo que debe hacer.

Luego soy yo el que necesita ayuda para subir con las cosas a cuestas, cerrando los ojos al principio.

Geoff...ese cabrón de Kal y sus fanáticos están a punto de llegar...dile al dragón que se de prisa, por favor.

La situación hubiera sido graciosa si el tiempo no apremiara. Aún recordaba cómo había sido mi primer vuelo a lomos del dragón.

-Vamos, ¡todos arriba!- me aseguré que Luc estuviera bien sujeto, las mujeres ya sabían como desenvolverse, y luego tiré de las riendas, indicándole a Bast que era hora de partir.

Me agarro con fuerza en donde puedo y todavía con los ojos cerrados, espero el terrorífico momento en que levantemos vuelo.

Tomo a Yadra en brazos y la subo conmigo, sujetandola con un brazo y agarrandome con la otra mano a una de sus fuertes escamas, tan firmemente ancladas en su piel.

Luc, sujetate a mi.- le pido esperando que Geoff haga volar al animal.

No estoy como para llevar la contraria a Hundra, así que me aferro a ella con una mano y los bultos con la otra.

Subis al dragon y este toma altura. El eco de los pasos son los cascos de los caballeros, compañeros de Kal. Os gritan desde abajo pero apenas los ois o los veis, es dificil reconocer caras a mucha altura.

Algunas flechas pasan cerca de vosotros sin llegar a daros, rebotan en las escamas de Basth sin causarle daño mas cuando pareciais a salvo alguien lazo un conjuro muy potente.

Hundra reaccion lanzando una proteccion sobre vosotros pero no fue lo bastante rapida o eficaz pues aunque no os dio directamente el ala izquierda de Bast se congelo hasta el hueso.

El dragon dio un grito, se sacudio de dolor y cayo vertiginosamente.

Yadra salio disparada, su poco peso y la velocidad hicieron que los brazos de Hundra no fueran suficientes para sujetarla. Hundra se solto en un intento desesperado por alcanzarla y tambien hubiera caido si Luc no la hubiera sujetado por la cintura en el ultimo instante....

Despues todo oscuridad.

Al despertar Geoff se encontraba sobre aquel valiente dragon, con el ala amputada por el brutal impacto de su miembro helado contra el suelo, agonizando de dolor. Luc desperto en el suelo, unos metros mas lejos, sobre unos helechos que habian amortiguado su inevitable caida.

Hundra habia sido la primera en despertar y sostenia a su pequeña, con el cuerpo destrozado y la cabeza abierta como un melon maduro. Apenas queda rastro de cerebro dentro de su craneo y un ojo le habia saltado de su pequeña cuenca. Sus bracitos se doblaban por todos lados, desecha atrozmente.

No puedo creer que pase, se escurrio de entre mis brazos...

El mundo se paro y desaparecio de mi vista....

La busque al caer, sin detenerme a mirar tras de mi, con la esperanza estupida de que los dios se hubieran apiadado de ella....

Su cuerpo destrozado me devolvio a la realidad. Ni toda mi magia pudo arancarla del reino de los muertos y aunque hubiera podido jamas hubiera sido ni una sombra de ella. Cuanto podia hacer era sostenerla entre mis brazos, imaginar por un momento que no la habia perdido mientras sentia mi alma desgarrarse.

Vi a Luc de pie, mirandome y abrace a Yadra contra mi. No queria que la viera tan mal. Intente taparla con mi capa sin poder dejar de llorar. Luc debia odiarme... ella escapo de mis brazos... yo la deje caer...yo le prive de ella 5 años....

Me pongo en pie con dificultad, ayudado por las manos, solo para caer de nuevo cuando veo lo que ha sido de Yadra. No quería creer que mis ojos la habían visto caer desde lo alto, cayendo a nuestro lado a plomo, donde la dura tierra nos recibió.

Kal la ha matado...Kal y quien sea que lanzo el hechizo...tal vez Nat?. Si antes ya los odiaba, el aborrecimiento que siento ahora no conoce limites, aunque todo tendrá que esperar hasta que pueda ver a mi pequeña.

Avanzo a gatas, sin importarme lo que falte para que nos alcancen los fanáticos y aparto las manos de Hundra para poder ver lo que resta del rostro de nuestra hija.

Un gemido seguido por un sollozo sordo escapan de mis labios al verla así.

Apenas pude maniobrar cuando congelaron el ala de Bast. Con desesperación, vi como caíamos en picada y cómo el cuerpito de Yadra volaba por los aires para estrellarse contra el piso instantes después. Luego llegó el impacto.

Quedé aturdido unos minutos, apenas entendía que era lo que había ocurrido.

Pero luego, la certeza de lo ocurrido entró en mi cabeza como un rayo. Yadra estaba muerta. ¡Luc, Hundra! Busqué a mis amigos con la mirada y el alma se me heló. La escena era desgarradora. Ellos dos no volverían a estar enteros. Ya no.

No quise acercarme, no pude. Era un momento demasiado íntimo para ser interrumpido. Debían asumir su dolor y yo sobraba en ese instante.

Me acerqué al dragón y a punto estuve de romper a llorar. Bast también estaba condenado a muerte. ¿Por qué todos a mi alrededor sufrían? Al igual que cuando éramos niños... era como si llevara una maldición a cuestas. Aquellos a los que amaba, debía verlos sufrir una y otra vez, sin poder hacer nada para evitarlo.

-¡Malditos sean todos los dioses! ¿Donde está su compasión? ¿Por qué permiten semejante sufrimiento?- sin nada contra qué descargarme, mi ira se dirigía al cielo, buscando alguna clase de respuesta.

No tengo opcion, tambien es su niña pero hubiera preferido que no la viera asi.- Hay un tiempo para llorar a los muertos y un tiempo para vengarlos. Volvamos al norte, demosle una sepultura.. dejemos que crear que estan a salvo y cuando menos se lo esperen... - digo mirandole con un brillo de infinito odio.-... caera sobre ellos nuestra venganza. Pagaran mil veces mil por esto.

Me pongo en pie con el cuerpo de Yadra en Brazos.

Huid vosotros...yo los contendré el tiempo que pueda para ayudaros a ganar distancia...

Lo sabia...sabia que en cuanto fuese feliz alguien amado moriría...sabia que pasaría eso y aun así, de forma egoísta quise tratar de ser feliz. Solo era por mi culpa que la niña hubiera muerto. Ahora pagaría con mi vida, y por fin me llegaría el olvido.

Ois gritos de victoria en la lejania pero nadie va a ver que fue de vosotros, se os da por muertos y tras un brebe momento se alejan vitoreando a sus heroes. El viento lleba sus gritos

- ¡Salve Lord Kalthorin, valiente estratega!¡Salve Lady natalia, azote de dragones y brujas!

-Luc, tu no puedes quedarte aquí, ¡sería un suicidio!- ya era demasiado el dolor que cargaríamos en nuestras espaldas, no podría soportar también llevar su muerte a cuestas.

Mientras intentaba convencer a mi amigo, escuché los gritos de victoria de nuestros atacantes y cómo se alejaban. Mi rostro se ensombreció aún más. Al parecer, habíamos logrado nuestro objetivo, ahora Nat ocuparía el trono y tendría su rey para gobernar el reino. Pero el precio que habíamos pagado era demasiado alto. Poco importaba ahora que la victoria también hubiera sido nuestra. El lugar seguro que buscábamos para que Yadra creciera junto a su madre y su padre ya no era necesario. Sería mejor volver al norte e intentar cerrar las heridas que esta noche nos había dejado en el alma.

Por una vez en la vida, deseé poder llorar.

Escucho las palabras de Geoff, pero es lo que deseo hacer. Morir aquí y dejar de sufrir de una maldita vez.

Sin embargo, parece que eso me sera negado también, ya que los malditos fanáticos se alejan riendo y aclamando a sus héroes, como si hubieran derrotado a una horda de terribles monstruos, en ves de a unos amigos que huían con una niña a la que debían proteger. Ahora la niña estaba muerta, así como el dragón, amigo desde hacia años de Geoff, por lo que puedo ver.

Hundra...en el norte tienes amigos no es así?...crees que lucharan junto a nosotros por el asesinato de nuestra hija...y del dragón, claro.

Me pongo en pie aunque me cuesta, sin soltar a la niña de mis brazos. Quiero darle un entierro digno, no la quiero dejar aqui a mered de los animales carroñeros. Escucho a Luc, lo unico que me mueve ahora es la rabia y la ira.- Ellos temian a que me convirtiera en una bruja y arrasara el mundo... ellos me han convertido en esa bruja. Luc... voy a abrir las puertas del averno, voy a desatar el horror en este mundo hasta tal punto que hasta los dioses se estremeceran... Tu seras el general que comande esas tropas... en el norte se nos uniran guerreros que arderan con nuestra misma furia...  Geoff, a ti te libero de todo mal y de toda obligacion. Donde tu estes no entraran la guerra ni nuestras tropas, si quieres quedarte a nuestro lado se te dara un lugar de privilegio, si no... tambien estaras a salvo. Tu y tu descendencia quedais liberados de la maldicion que voy a desatar.

No puedo evitar sonreir pensando en lo que voy a divertirme arrancando la piel a tiras a mi querida hermanita.

Solo puedo asentir en silencio a las palabras de Hundra mientras miro el cuerpecito que tengo entre las manos.

Esos hombres y mujeres portaran las mejores armas y armaduras que su han fabricado jamas. Tendrán toda la maestría y el conocimiento que he acumulado durante años...incluso les daré los secretos que jamas me atreví a desvelar.

No matare mi dolor...lo ahogare en un río de sangre.