Partida Rol por web

- Me gusta cuando te pones bruto... - le digo de repente a Kurdran, creo que es mi primera reacción natural de atracción hacia él. Los varones debían ser rudos, salvajes, toscos y además estar de mi parte, era la combinación perfecta -...El viejo quiere el cofre pero teme abrirlo, sea lo que sea lo que haya, mejor cerrado y en las manos de su destinatario.... No lo pensemos más, sigamos adelante.... No dudes Quyen.... - no voy a forzarla, me importa lo que ella opina, respeto sus dudas, le doy su tiempo

El viejo Ukhu suelta un bufido cuando os escucha debatiendo. Hablando delante de él como si no estuviera presente. 
 

Vaya falta de respeto

—Hasta los huevos que me tenéis con vuestras preguntitas...— espeta. —Anda y que os den a todos. En especial a ti— dedica una última miradita a la Valkiria—. Ahí os quedáis con vuestro cofre de mierda...

¿Dónde cojones está el viejo?
¿Dónde se ha metido?
Ha desaparecido en vuestra puta cara
¿Cómo demonios habrá hecho eso?

No importa. Ahora estáis solos y tenéis que salir de esta maldita jungla.

Pronto anochecerá así que...

¿Qué hacéis?

- Tranquilo, si quieres que me den, desde luego no serás tú el que lo haga... - le respondo al viejo antes de que se marchase de allí, dejándome cierto malestar cuando desaparece -...debemos irnos de esta zona, las mujeres que nos atacaron pueden regresar o el viejo loco...,  buscar un refugio es nuestra prioridad..., así que andando... - comienzo a caminar en la misma dirección que íbamos inicialmente, espero que esa sea la vía correcta.

Asiento a las palabras de Athena y le entrego tanto el cofre como la llave. ¿Con quién estarán mejor que con una mujer bendecida por su diosa? Ella o bien su diosa a través de ella, son las más idóneas guardianas de la amenaza que pueda contener.

-Toma Athena. Tienes razón, ese viejo chocho tiene demencia senil. Me da pena, me pareció que podía ser nuestro aliado. La verdad es que no sé cómo pudo ahuyentar a las amazonas.

Echo una mirada al lugar donde luchamos y retrocedo para recoger los colgantes y el carcaj de flechas de la amazona caída. Así ya no seré un estorbo en el próximo combate que sospecho no tardará en llegar.

De vuelta, entrego a Jamn y a Kurdran sus colgantes y ya estoy lista para reanudar el camino.

-Dínos Jamn, ¿Qué es plukanka?

Cojo el cofre y la llave y guardo ambos elementos en mi mochila, estoy segura de portar aquellos objetos, mi diosa me protegía -...Yo tampoco tengo claro cómo ese viejo espantó a las salvajes, pero no tiene porqué ser por poder, quizás fuera por culto sagrado, a saber los pensamientos de esas mujeres, en cualquier caso debemos de centrarnos en salir de aquí y cuanto antes, enemigos en las montañas y enemigos en la jungla... Si subimos a un punto elevado podremos ver el relieve y elegir la senda por la que continuar... - me fijo en si hay un monte o montaña cerca, esa debe ser nuestra dirección para continuar.

Escuchar a Athena hace de efecto relajante en mi, ésta belleza de mujer me tiene hipnotizado... estoy suspirando profundamente casi como un jadeo rabioso hasta oírla. Incluso ameniza y me hace olvidar lo ocurrido de antes, tal vez está ahorrando su consultoría con su Diosa para mejor momento, con lo que la miro y le pico un ojo con confianza. -Que ese viejo se vaya al infierno grgrggr lo maldigo!! Quyen, buena decisión, y cierto Athena, debemos partir ya! No es buena idea permanecer aquí mucho más tiempo.... Jamn, saca el mapa y sigue guiándonos por ésta maldita selva...!!  

Habrá maldecido nuestros vienes? Dejaré ahí esas 2 onzas porque no me fío ni un pelo de su fea barba.... 

No es sabio echarse atrás en un trato con un ser sobrenatural. Las antiguas leyendas están llenas de ejemplos. Dejo el torque grabado donde está. Cualquiera que lo coja se arriesgará a ser el blanco de las iras del viejo.

Llamo la atención de los demás con un siseo y les indico que me sigan. Para los no nacidos en la selva, lo lógico es emplear los senderos obvios pero estos siempre son la ruta de paso de los animales más grandes. Y eso incluye a los que comen carne. Los pueblos de la selva han aprendido con el paso de los siglos a orientarse en el follaje como si estuvieran a campo abierto.

-Seguir Jamn-indico atravesando la espesura como un fantasma. Eso me recuerda algo-Plukanka espíritus malignos. Servidores de Oscuridad Primordial. Aire y luz veneno para plukanka pero plukanka vive dentro de brujas y pesadillas. Ver persona pero plukanka controlar. Matar persona, plukanka huir.

Atravieso un arbusto lleno de frutos azulados. Cuando subí al árbol pude ver brevemente una zona a lo lejos donde los árboles altos brillaban por su ausencia. Un poblado, probablemente. Será un buen sitio para que mis compañeros descansen.

Los últimos acontecimientos revelan para todos parte de la naturaleza del significado de la palabra Plukanka. ¿Tenía algo que ver el cofre de Jannah con esa oscuridad maligna que menciona Jamn? ¿Quyen había contado todo lo que sabía u ocultaba algo a los demás?. Con esas preguntas en mente el herrero Kurdran camina con soltura a pesar de la extraña parálisis que había sufrido su cuerpo momentos antes. Cualquier otro hombre en tal situación hubiera visto como las piernas flaqueaban. Su fortaleza estaba fuera de toda duda. ¿Cómo Ukhu había sido capaz de curarlo de aquella forma? ¿Quién era realmente aquel anciano?.

Demasiadas preguntas para un largo camino...

Os sentís fatigadas. Más de lo normal

El calor de la selva os abrasa. La humedad de la jungla intenta asfixiaros

Escucháis los insectos conspirar a vuestro alrededor. Puedes sentir las miradas de sus pequeños ojos clavándose en vuestra piel

¿Qué os ocurre?

Es una sensación antinatural

ES COMO SI LA SELVA OS REPUDIARA

¿Os habéis fijado en Athena?

Está pálida y suda copiosamente.

¿Y Quyen? ¿Escucháis su respiración?

Jadea constantemente, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo...

...Cuando estimáis que la distancia del encuentro con las caníbales es el prudencial elegís un buen lugar donde pasar la noche. Un lugar semioculto elegido gracias a la sabiduría que del terreno demuestra la amazona. Y aunque no es un poblado como pensó la guía en un principio, es un lugar ideal para descansar.

No tardáis en echar un vistazo rápido alrededor del lugar. Descubris un pequeño torrente de agua cristalina que baja de algún recóndito manantial surgido en el corazón de las montañas cercanas. El agua helada apacigua el calor acumulado en vuestros cuerpos durante el último tramo del camino.

La atmósfera de la jungla me envenena haciéndome sentir enferma. Mosquitos grandes como nunca había visto se ceban en mí y pronto hay más superficie de mi rostro cubiertas por picaduras como partes libres de ellas. ¿Por qué Kurdran y Jamn no son objetivo de los insectos?

Después de una jornada de marcha penosa y que me resulta eterna, Jamn encuentra con gran pericia un lugar perfecto para pasar la noche. La pequeña cascada helada hace que el agua corra limpia evitando la presencia de sanguijuelas y otras amenazas que medran en aguas estancadas y recalentadas. Me siento feliz porque sigamos todos juntos y de una pieza.

Había estado pensando si debíamos destruir el cofre al estar relacionada con los Plukanka, pero ahora está custodiado por Athena. Si es una amenaza, Vesta le dirá lo que debe hacer. Ya no tengo preocupaciones. A parte de sobrevivir, claro.

Perdí las provisiones en el río. No es una gran pérdida porque la comida de viaje de los extranjeros es mala. Es como si trocearan una carroña reseca por el sol y la llevaran consigo contentos de que ni los buitres osarían tocarla. Práctico, sin duda, pero también desagradable. 

No me extraña que tengan siempre ese aspecto enfermizo.

-Jamn pescar. Comida fresca.

Diez pasos más abajo hay un remanso de aguas oscuras y tranquilas. Clavo la mirada un instante antes de percibir un leve movimiento ondulante en las profundidades. Levanto la lanza.

Ahora. 

Mi cabeza no para de pensar... Qué le pasa a Athena y Quyen...?? Es alguna maldición de ese viejo..mmm? Tras llegar a éste sitio donde vamos a descansar... -Athena bella estás bien?? Quyen qué os pasa?? Comed algo y descansad un poco...  Creo que pescar es una buena idea y me gustaría acompañar a Jamn a ello, pero antes debo fabricar una caña con los medios naturales que tengo aquí... pero nada sin resultado, no veo nada con lo que pueda hacer una simple caña de pesca.., hago fuego con el pedernal en un momento para en el campamento y tener luz más que para calentarnos, ya la temperatura era agradable en la noche para mí. Saco mi porción y ceno algo.... 

Jamn mira si puedes sacar varios pescados, yo me quedo aquí protegiendo a las guerreras indefensas y el campamento, ve tranquila Amazona!! ... 

- ¿Qué?....¿Cómo?.... - alguien me había hablado pero no entendí qué preguntaba, vi el rostro de Kurdran y le sonreí -....Descansar..., sí... no puedo más.... No..., debemos salir de este bosque..., todo zumba, todo... habla... este sitio está maldito...- y si no lo estaba, yo sentía eso en el fondo de mi alma. Me callo y reflexiono sobre lo que nos pasa a Quyen y a mi, ¿por qué a nosotras y no a Kurdran o a Jamn? -... No perdamos mucho tiempo aquí, este sitio me hace estar enferma... - veo comer a Kurdran y saco mi porción de comida, comienzo a comer -... Quyen...¿tienes comida?...¿o necesitas que comparta contigo?... - miró al hombre -...Kurdran, no me dejes sola... - era curioso, sentía que debía proteger a Quyen y a la par quería sentir la protección del herrero, estaba claro que algo me enfermaba, nunca había sentido necesidad de ser cubierta por nadie.

- Gracias Athena, pero no es necesario, debo tener de las mías en la mochila si no se han echado a perder.

Tomo una de mis raciones, o lo que queda de ella ya que en la mochila pasada por agua ha quedado hecha una pasta. Sin embargo entre lo que puedo recuperar de la ración y un poco de serpiente traída por Jamn consigo mantenerme en condiciones para reanudar la marcha.

- ¡Oh! Gracias Jamn, esto es realmente delicioso.

Cuando me echo a dormir, una vez terminada mi guardia, pienso que hemos sobrevivido a un día realmente duro y no se me ocurren peligro mayores a los ya enfrentados. Hemos sobrevivido, realmente estoy con unos luchadores prodigiosos. ¿Querrán que sigamos juntos una vez completemos este viaje? Tengo que demostrar que soy tan valiosa como ellos mismos lo son.

Me duermo y sueño con peleas en las que soy valiosa y les salvo la vida, en que les ayudo a salir de esta jungla.

Una vez cortada la cabeza y convenientemente destripada, la serpiente cruda es considerada un manjar entre las amazonas. Y esta es tan larga que podría haberme dado tres vueltas al pecho si hubiera sido ella la que me sorprendiese a mí.

Sin embargo, no me sorprende en absoluto que mis compañeras pongan caras. Tienen unos gustos muy peculiares.

-¿Qué?-pregunto ante los rictus de asco. Decididamente, están más raras de lo normal.

El hombre peludo no ha comido todavía. Le ofrezco una porción ensangrentada.