Partida Rol por web

Tres años dos horas. No estaba tan mal después de todo... aunque en realidad nada de lo que interesaba. Lo que llamaban eventos se refería a ferias de antigüedades, desfiles conmemorativos de la toma americana de Florida, concurso de tartas, mariscada y cosas del estilo.

En los últimos tiempos lo que abundaban eran anuncios, absolutamente nada de interés. Eran ya las 16 00 y el director se disculpó

- siento que no hayan encontrado nada caballeros, ya les dije que no había gran cosa. Charles y Claudia Collar de Nueva York, aquí se lo dejo. Vamos a cerrar en seguida, les aconsejo que prueben en el Centinela. Ya mañana claro.

16 00

Un esmirriado púber identificado como George Packard sale de comisaría, en efecto se parece bastante al detective que detuvo al pobre Colin. El chico sale de uniforme caminando por la calle, arrancáis y le seguís por la avenida principal, la que va paralela en sentido puerto sólo durante un par de minutos, pues en seguida George tuerce y se mete en una calle más pequeña, giráis para descubrir que la calle está desierta, si queréis haceros con él esta es vuestra oportunidad.

Konrad comenzó a acercar el coche al chico. Mientras sujetaba el volante con una mano, sacó su revolver con la otra.

- En cuanto pasemos por su lado, usted le da un golpe con la puerta de coche, lo agarra y lo mete dentro del coche; tenemos que ser rápidos. Póngale la pistola en el cuello si es necesario para que no rechiste.
 

Sonrío. Por lo que veo el trabajo de detective privado tiene bastante más que ver en secuestros y extorsiones que lo que yo me imaginaba. Konrad y yo pensamos muy parecido.

Saco mi revólver y lo sujeto firmemente con una mano mientras me preparo para golpear a Packard con la puerta. Un golpe seco y contundente en cuanto pasemos a su lado y luego arrastrarlo a toda velocidad al interior del vehículo. Es un buen plan, sobretodo para estar tan improvisado.

A ese crío no será difícil sonsacarle toda la información que necesitamos. Y luego, a por su tío.

Gracias por su ayuda.- Le dijo Bangs al dueño del periódico.- Una lástima, pero tendremos que hacer ese viaje hasta Jacksonville que queríamos evitar. A sido un placer.

Aquello había sido una autentica pérdida de tiempo. A la salida del periódico sacó su reloj del bolsillo. - ¿Cree que la biblioteca de la de la Sociedad Histórica estará abierta a estas horas?

- Muchas gracias por todo.

Algo contrariado por la fallida búsqueda respondo:

- Pues no lo sé pero podríamos intentarlo, desde luego lo de Jacksonville se queda para mañana. Venga, apresuremonos.

Indico la salida con un gesto de mi mano.

La biblioteca en efecto está abierta. Son las 16 15 y tenéis tiempo para una búsqueda.

Konrad y Joe, Joe y Konrad. Un tándem perfecto, dos perros viejos que se las saben todas y tienen unas maneras exquisitas. Ejecutan el plan a la perfección. Todo sale milimétricamente. Un coche se acerca despacio al chico, la puerta de su lado se abre de sopetón, el chico recibe un golpe seco en el costado que le hace doblarse y unos brazos poderosos asoman para engancharle y lanzarle al interior del coche. En menos de diez segundos el chico jadea y gime en el interior del coche y el conductor enfila otra vez la avenida principal como si no hubiese pasado nada.

- ¡...Joder!

El viejo anticuario estaba cansado, a su edad no estaba ya acostumbrado a días tan estresantes. Buscó en la biblioteca artículos que pudieran resultarle interesantes, pero lo cierto es que las letras le bailaban mientras las leía y no encontró absolutamente nada.

Coloco el cañón de mi revólver justo en la frente del joven Packard mientras uso mi otra mano para registrarle en busca de su arma reglamentaria y desarmarlo.

- Tranquilito y en silencio, George. - Digo en mi tono más amenazante. - Quieres salir de una pieza de ésta, ¿verdad? - Mis ojos no se separan de los suyos, fijo la mirada y frunzo el ceño.

Realmente si no hace lo que le digo tiene pocas posibilidades de salir vivo de este coche.

- Tenemos que hablar de tu tío Morris. Vas a decirnos a este señor y a mí - digo indicando con un leve gesto al conductor, Konrad, - todo lo que sepas sobre los negocios turbios de tu tío. Sobre la muerte del padre David y sobre el criadero de cocodrilos. Y rapidito chaval, o acabarás siendo comida de esos simpáticos caimanes. -

Le doy un par de palmaditas en la cara sin dejar de apuntarle. - Vamos chico, no bromeo y no tengo todo el día. -

Konrad levantó el revólver a modo de saludo

- Vamos a dar un paseito -dijo como única presentación. Su intención era llevar el coche a un lugar apartado; quizás el criadero de cocodrilos. Aquellas bestias escamosas podrían aumentar las ganas de colaborar de aquel crío, y si las cosas salían mal... Bueno, seguro que los bichos agradecían otro buen tentenpié.

Entramos con cierta prisa en el edificio, la tarde está avanzando y el tiempo se nos echa encima. Quizá debimos mirar antes en este archivo, puesto que aún tengo la frustración del periódico local rondando por la cabeza. Aún así intento aprovechar las horas que nos quedan en una búsqueda rápida.

El muchacho se había orinado encima. No dejaba de sollozar y repetir que él no había hecho nada -yo sólo hago la vista gorda cuando hay reunión. Les veo entrar y salir y no digo nada. No me matéis por favor -dijo antes si quiera de salir del casco viejo de San Agustín -le prometí a mi tío que lo haría y eso hago a cambio de haberme ayudado a entrar en la policía.

La bibliotecaria os muestra muy amablemente el lugar en el que está el archivo. La Sociedad al parecer tiene varios edificios que se ha encargado de restaurar y gracias al turismo parece que prosperan. Según la propia bibliotecaria, Ida Mears, una anciana de cabello gris azulado a la que no sacáis más por que según ella misma dice, tiene una memoria ya defectuosa.

Harper encuentra un papel referente a aquel otro que vieron con el Padre García, está escrito en español pero afortunadamente hay una traducción anexa. Además hay gran cantidad más de información en español que habrá que seguir buscando en otro momento.

La traducción dice así:

"Los galeones El Rosario y el Niño zarparon de San Agustín en la primavera de 1597 con tesoros del Nuevo Mundo pero sólo el segundo de ellos completó el viaje al hundirse el primero en aguas poco profundas cuando, al cabo de dos días de viaje, ambos buques fueron sorprendidos por una tormenta. Los registros dicen que en el naufragio se perdió bastante oro, además de toda la tripulación y un prisionero religioso de origen francés".

Son las 17 20 y es hora de cerrar. Ida os pide educadamente que salgáis pues tiene ganas de irse a cenar y escuchar su novela favorita.

- Bien chico. Vas por buen camino. - digo con un tono algo más suave para que se calme. Aun así no dejo de apuntarle con mi arma.

- Veamos, ¿cuándo ha sido la última reunión que has vigilado? ¿Quiénes estaban en la reunión? Quiero todos los nombres. ¿Has visto alguna vez algo raro? ¿Llevaban algún saco, arcón o algo donde cupiera un cuerpo? - le miro inquisitivamente con el ceño fruncido. Puede que viera cómo transportaban el cuerpo del padre David.

- ¿Cuánto tiempo lleva tu tío reuniéndose con esa gente? - vuelvo a preguntarle. - ¿Hay alguna otra reunión planificada? - A ver si podemos pillar a Morris con las manos en la masa porque este niñato no tiene pinta de saber nada.

- Estupendo, ahora me dejará ese olor a meados por toda la carrocería. Tienes suerte de que no sea yo el que esté ahí atrás contigo, chaval, así que portate bien con el señor, ¿de acuerdo? -comentó Konrad, no sin cierto fastidio

- No lo sé ¡ Lo juro! me avisan el mismo día por la mañana, yo hago la ronda por el centro todas las noches. Se reúnen en el Castillo y les veo entrar y salir, sólo conozco a uno de los del Criadero y al de la tienda de fotos. No conozco a ninguno más. Se reúnen desde que yo empecé de patrullero hace cuatro años por lo menos, no sé si antes lo hacían.

William Thorton se llama, tiene una tienda en la Avenida Menéndez al lado del Castillo de San Marcos. El otro tiene un criadero de cocodrilos a las afueras, creo que trabaja con su hermano y a otro tipo al parecer le echaron según publicó el Centinela de Jacksonville. A la vieja y al resto no les había visto nunca. Os lo prometo, mi tío me dijo que eran reuniones de una sociedad cultural secreta* y que no hacían nada malo. Nunca han  dado ningún problema, de hecho todos tienen muy buena pinta quitando al del Criadero. Por favor, no me matéis...

Parece relacionado con nuestro oro y saber más cosas del mismo seguro que nos ayuda a venderlo por más dinero.- Dijo el anticuario al leer la noticia que había encontrado el antropólogo.- El conocimiento es dinero, sobre todo cuando tratas con antigüedades. Lo que no termino de ver claro es como esto nos ayudará a sacar al joven Baxter de la cárcel.

Se había hecho tarde, hora de cenar y posiblemente de ponernos al día con nuestros compañeros. Tras despedirnos de la bibliotecaria y camino a nuestro hotel comenté con Harper.- Creo que mañana deberíamos ir a Jacksonville en busca de noticias más modernas. ¿Opina usted lo mismo señor Welles?

Cabizbajo camino hacia el hotel junto al anticuario. Lo encontrado me había sabido a poco, eran datos interesantes sobre el tesoro... pero ahora no nos servían de mucho.

- Tiene razón señor Bangs, nos vendrá bien a la hora de venderlo o subastarlo o lo que sea. Pero el tema de Colin no nos lo soluciona para nada. Esperemos que nuestros detectives hayan tenido mayor éxito en sus pesquisas.

Dicho esto camino con más resolución hacia el hotel y tras unos pasos añado:

- Mañana como bien ha dicho, a Jacksonville, y temprano para que no se nos eche el tiempo encima.

- Oh si, a los amiguitos del criadero de cocodrilos ya los conocíamos, ¿verdad, caballero? De hecho tenía pensado llevarte de viaje por allí, a que vieses a los animales de cerca. Unas criaturas asombrosas... ¿Sabías que la mandíbula de un cocodrilo tiene más fuerza que la de un cepo para osos? Una vez te ha cogido, ya no hay forma de soltarse -respondió con sorna