Partida Rol por web

La Sociedad Fénix

El Resurgir (Capítulo 1)

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20/11/2010, 01:19
Coronel Moran

El hombre se acercó a una de las cajas, una pequeña, que mandó abrir a dos de los hombres. El resto seguía afanándose en transportar las voluminosas cajas de madera al montacargas, y esperar su turno para ser elevados al nivel de la calle.

-Este me lo quedaré yo, caballeros -dijo, metiendo las manos en la paja de embalar.

Lo que extrajo fue un colgante con cadena dorada, muy fina, que enmarcaba un enorme topacio que brilló a la luz de la lámpara de gas de la pared.

-La lágrima de Zoroastro, uno de los objetos más poderosos de este mundo.

Fue a guardárselo en la chaqueta, pero su gesto murió allí.

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20/11/2010, 01:24
Director

Holmes apareció detrás de las cajas como una exhalación. Temerario, quizá, pero en el momento justo. Descargó un golpe de porra sobre la mano de Moran, y el topacio cayó de ella, rodando unos metros. El ex-coronel miró a Sherlock Holmes, y se lo quitó de encima de una patada, que lo hizo dar con la espalda de nuevo contra el montón de cajas.

-¡Holmes! -gritó.

Inmediatámente despues, alzó su bastón y apretó el resorte. Holmes tuvo el tiempo justo para rodar hacia el lado, evitando las mortíferas postas de la escopeta oculta bajo el forro de madera. El arma era de un solo disparo, y el coronel se retiró de la pelea para recargar, mientras buscaba con la vista el topacio.

Candance lo había encontrado, mirando desde la puerta. Estaba detrás de una cajas caídas al suelo, entre ella y el coronel, que ahora estaba de espaldas. Sherlock estaba entretenido, peleando ahora contra dos de aquellos sicarios, a brazo partido.

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20/11/2010, 01:31
Artemis Marie Sowreston
Sólo para el director

Parece que tenemos compañía, y además será de las aburridas...

- Padre... - dice bajito para que sólo lo oiga él - Hay alguien espiándonos detrás de los arbustos de la derecha, a unos 50 metros, ¿quieres que le dispare? ¿O voy a por él y lo traigo vivo? - había aprendido a las duras que tomar la iniciativa con su padre en depende de que situaciones no era buena idea.

Si le gusta ordenar, que lo haga. De momento.

Mira al capitán, ignorante de todo, y se pregunta a si misma porqué tiene que protegerlo. Sí, les pagaban por ello y estaban sirviendo a su país, pero para que los soldados en general ganaran. No ese en concreto. No sabe porqué le ha cogido manía, pero no le cae bien. Probablemente sea porque es el cabecilla, no por nada más. Tanta orden y tan poca diversión le ponen de los nervios.

Notas de juego

/me se limpia el dedo en el master :P

Mmm... me está quedando la niña muy borderline?

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20/11/2010, 01:56
Candance Urquart
Sólo para el director

 La lágrima brillaba atrayendola hacia el peligro, la ocasión era perfecta. El caballero estaba distraido de espaldas a ella y los dos matones parecían estar mas o menos a raya gracias a Sherlock.

Decidió aproximarse aprovechando la coyuntura y, protegida por las cajas desordenadas, tomar el colgante.

En caso de ser descubierta por el hombre de la escopeta siempre podría taponar el cañón fundiendo el metal con un ligero toque, con suerte el cartucho le explotaría en la cara y dejaría de ser un peligro, los otros dos no le preocupaban demasiado. Estaban cerca de una lámpara de gas, pero... con tantas cajas de madera y antigüedades al rededor... no quería correr el riesgo de tener que recurrir a la llama. Sentía como el calor fluía por sus venas, manando a raudales de su pecho. A las malas, tras salvar la joya, podía dar un par de cálidas palmaditas a los compañeros de juego del detective hasta hacerles "cosquillas". Se quitó los guantes y procedió a deslizarse hasta el objeto deseado.

Tirada: 1d20(+9)
Motivo: sigilo
Resultado: 15(+9)=24

- Tiradas (1)
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20/11/2010, 01:51
Director

Su padre iba a decir algo, cuando la sombra se dió cuenta de que le estaban observando. Entonces, salió del matorral y comenzó a correr como un poseso a campo traviesa, hacia el repecho más cercano. Llevaba el atuendo típico de un guerrero nandi, pero iba armado con una simple cachiporra, sin lanza ni escudo de piel de vaca.

Inmediátamente después, el capitán Stanhope se hirguió en su montura, y señaló al hombre que escapaba.

Notas de juego

Tengo que escribir más.

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20/11/2010, 02:05
Capitán Stanhope

Parecía nervioso, y el que le estuvieran espiando no le gustaba nada. Mejor sería que aquel espía fuera capturado o abatido, en ese órden, para que no diera su posición al enemigo. Señaló a dos jinetes que había a su lado.

-¡Persíngale, y tráiganlo con vida! -ordenó.

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20/11/2010, 02:08
Archibald Sowreston

El veterano cazador alzó la mano, quitándose el sombrero con la otra. Parecía que había visto algo, algo más de lo que su hija se había percatado.

-¡No! -exclamó- ¡Es una trampa, quiere guiarnos al desfiladero!

Se giró hacia su hija, y la miró con el semblante alterado. Artemis vió de repente que otras sombras, camufladas a unos 100 metros de allí, reptaban por la retaguardia de los soldados, preparándose para actuar.

-Abátele, eso les enfurece...

Sonó un disparo, justo cuando Artemis quería advertirle. Sonaba como un viejo rifle martini-henry, capturado hacia décadas por los nandi. Solo Dios sabía como podía seguir funcionando. Su padre compuso un gesto de dolor al ser alcanzado por la espalda, mientras el corneta tocaba la alarma y los soldados, sorprendidos, se disponían a resistir, aunque todavía no sabían por donde les vendría el ataque, o si aquello eran unos simples escaramuceadores.

-Hay... que formar en cuadro... -dijo Archibald, apoyándose en su hija.

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20/11/2010, 03:43
Director

Candance se acercó sigilosamente al colgante, mientras el coronel seguía afanado en recargar su arma. Se agachó rápidamente a coger el topacio con la mano desnuda. Entonces, sintió que se sumergía en un abismo.

Podía escuchar el sonido de su respiración, amplificado una decena de veces. Todo se volvió oscuro, progresivamente, y tuvo la sensación de que el tiempo se detenía. Un segundo después, vió un haz de fuego y energía que enmarcaba la piedra, situada en el centro. La energía la atraía hacia la luz.


Cuando abrió los ojos, estaba en la antesala de un salón del trono sasánida, cuya puerta estaba enmarcada por dos enormes toros alados. Las puertas, que estaba cerradas, se encontraban decoradas con pan de oro, representando motivos mazdeístas referentes al ciclo de la creación y la destrucción de todas las cosas.

Candance se dió cuenta de como iba vestida, y de quién era allí: Boran. Simple y llánamente, Boran. Las lámparas de bitumen de la pared ardían con un chisporroteo suave, rompiendo el silencio. Poco después, sin embargo, las puertas crujieron, y se abrieron lentamente, sin que pareciera que nadie estuviera tirando de ellas.

Descubrieron un salón del trono rectangular, porticado a ambos lados, con un trono al fondo, donde estaba sentado un hombre con barba, de vestimenta bastante humilde, dadas las circunstancias, y jóven para ser rey, si es que acaso lo era. Sus rasgos eran marcadamente proximo-orientales. Aún desde la distancia que les separaba, pudo oir alto y claro su voz, que resonó a través de la estancia como un eco.

-Acércate, Boran -dijo en avéstico.

Notas de juego

Esto se llama giro argumental.

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20/11/2010, 14:58
Doctor Irvin Ness
Sólo para el director

- Por supuesto.

 

Irvin recoge un poco, rápidamente, la zona al darse cuenta de que esta todo revuelto. Básicamente, lo único que hace es cambiar las cosas de sitio, el desorden persiste.

 Según entra la persona por la puerta, Irvin se limpia la roña de las manos restregándola contra la bata, y ofrece la mano para estrecharla.

- Buenos días. Soy Irvin Urquart, encantado de conocerle.

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20/11/2010, 15:58
Herkemer Homolka

El hombre que bajó por las escaleras no era feo, si no que tenía el siguiente nivel. Iba vestido de negro con corbata y se tocaba con un bombín. Allí abajo estaba oscuro, pero no se quitó las gafas de sol en ningún momento. Sonrió con una dentadura desigual, de puntas algo afiladas, pero sin estarlo, y estrechó con una mano fría, casi propia de un reptil, la del doctor, sin importarle que estuviera sucia.

-Herkemer Homolka, doctor -dijo con un marcado acento de Europa del Este- Representante de los intereses de Carol I, soberano de Rumanía.

Retiró la mano y se acercó un paso al ingenio, que todavía seguía funcionando. Ahora si que se bajó un poco las gafas, mirándolo con sorpresa y satisfacción. Detrás de él, bajaron dos hombres de aspecto patibulario, vestidos con buenas telas pero con ropa propia de cualquier hombre de baja condición. Eran anchos de espaldas, y se mantuvieron quietos e indiferentes como dos pedazos de carne con patas. Guardaespaldas, seguramente.

-Fascinante... ¿Es nuestra máquina?

En ese momento, el señor Octopuss saltó sobre la mesa continua, farfullando una frase bastante ofensiva, mientras sacaba el brazo de atornillar y lo giraba a gran velocidad, amenazante.

-¡Ñera ki!* -exclamó.

Notas de juego

*¡Fuera de aquí!

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20/11/2010, 16:38
Doctor Irvin Ness
Sólo para el director

Irvin da un manotazo al señor Octopus.

- ¡Estate quieto, no enredes mas!

 

Después se gira de nuevo hacia su peculiar cliente.

- Disculpe, pero es que tiene un carácter un poco agresivo con la gente que no conoce... - Se acerca de nuevo a la máquina. - En efecto, este es el encargo que me hicieron... He metido algunas cosas que no habían pedido con tal de perfeccionar el flujo de energía, como estos refuerzos para los paneles laterales y para la bobina, que hacen que aumente la potencia de la corriente. Creo que funcionará perfectamente. - Irvin da dos golpes en la máquina y se salta una placa, que cae al suelo haciendo un gran ruido metalico.

- Ops... un segundo, que coloco esto... No se preocupe...

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20/11/2010, 16:57
Herkemer Homolka

El señor Homolka sonrió cuando la placa cayó al suelo, y siguió mirando la máquina. Luego, caminó unos pasos hasta la mesa de trabajo, mirando de reojo al robot, que ahora se afanaba en ayudar al doctor a recolocar la pieza.

Cuando alzó la vista de nuevo, el extraño hombre estaba analizando los planos que Urquart tenía sobre la mesa, los que expresaban las últimas modificaciones del aparato. Parecía muy interesado en aquello, quizá todavía más que en el aparato en si, que el señor Octopuss apagó para evitar que los chispazos les dejaran fritos a todos.

-Excelente -dijo- Muy impresionante. No me cabe duda de que funcionará, señor Urquart. ¿O debería llamarle... doctor Ness?

Sonrió, y se giró a mirarle. Un segundo después, los dos guardaespaldas se acercaron unos pasos, solícitos.

-Ha rendido usted un gran servicio, doctor. Y ahora ha llegado la hora de que reciba su justo pago.

Hizo un gesto con la cabeza, y uno de los hombres sacó un revólver de la chaqueta. El otro sacó una porra. Posiblemente iba a cobrar, pero no en dinero, al parecer. El señor Homolka, si es que se llamaba así, sonreía con su dentadura afilada y desigual.

Entonces, Irvin se percató de que justo a sus pies tenía su reloj. La máquina del tiempo que había diseñado.

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20/11/2010, 17:14
Doctor Irvin Ness
Sólo para el director

 - ¿Donde va con eso? No hace falta ponerse así, somos gente civilizada... si quieren podemos discutir el precio de nuevo...

Irvin hace un gesto con las manos, tembloroso, para que guarden las armas.  De pronto, ve el reloj. Si no hace algo, no va a salir de ahí con vida...

Rápidamente, se agacha y activa el reloj. Sabe que pueden dispararle, pero confía en volver atrás antes de morir.

- Tiradas (1)
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20/11/2010, 17:43
Director

El doctor abrió la tapa del reloj, mientras el sicario amartillaba el revólver de acción simple. Nerviosamente, ajustó las manecillas con la cuerda, enroscándola hacia atrás tras tirar de ella hacia arriba hasta que hizo dos veces "click". El hombre alzó el arma, apuntándole con una sonrisa sádica, mientras el doctor apretó la bocallave hasta que quedó perfectamente encajado.

Pudo escuchar todavía la voz del señor Homolka:

-Adios, doctor Ness.

Después, el tiempo se detuvo, como si se congelara. Urquart se quedó mirando el extraño fenómeno, y después se vió a si mismo, desdoblado, actuando hacia atrás en el tiempo, con rapidez. Aquellos hombres hicieron exactamente lo mismo que habían hecho al llegar, aunque ahora todo iba como marcha atrás, y muy rápido.

Cuando el tiempo volvió a marchar hacia adelante, a velocidad normal, él estaba de espaldas, ultimando los preparativos para probar la máquina, tal y como hizo antes. Sea como fuere, lo había conseguido. Había viajado en el tiempo. Aunque, en realidad, solo había retrocedido unos 15 minutos.

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21/11/2010, 02:10
Candance Urquart
Sólo para el director

 Aquello estaba fuera del espacio y del tiempo. Boran (pues ese es su autentico nombre) sentía un fluir armonioso como solo había podido atisbar en alguna de las danzas que de joven hacía en el templo. De hecho estaba vestida de blanco con los pies desnudos, como ha de ser en los lugares sagrados.

Sentía como si estuviera mas despierta que nunca, los ojos atentos, la respiración profunda y pausada, inspiro el fresco perfume de la brisa, esas puertas eran la antesala del paraíso. Todo estaba en equilibrio perfecto, no había sombra, ni temor, solo claridad y paz. En aquel lugar era ella, nada más y nada menos que Boran, sin disfraces ni máscaras invisibles, esa tranquilidad, la ausencia de preocupación la conmovieron, nunca había sentido nada igual.

Cuando se abrieron las puertas  su corazón tembló, sin embargo las palabras del hombre sedente fueron una oleada de luz y serenidad, sonaron como el océano en su alma y sin dudar atravesó el umbral igual que el ciervo camina hacia la fuente para saciar su sed, estaba hechizada por la energía de esos ojos claros, todo él resplandecía como la lágrima de Zaratustra.

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21/11/2010, 02:15
Director

Los pasos la llevaron a través de la desierta sala, sin embargo iluminada con lámparas. Sus pies tocaron entonces una enorme alfombra, que se unía con otras y que enraizaban en la basa de enormes columnas negras ribeteadas de pan de oro, con enormes y suntuosos capiteles que representaban a Ahura Mazda, que sostenían un artesonado profusamente decorado con motivos mazdeístas.

Cada paso le aproximaba al trono, y entonces vió que no se trataba de un trono, si no de una silla bastante burda, sobre la que estaba sentado un hombre que, por su tocado, no parecía un monarca, ni mucho menos una deidad. Cuando estuvo frente a la silla, pudo ver como el hombre le dedicaba una sonrisa.

Entonces, en una asociación quizá muy primaria, cayó en la cuenta de que quizá el topacio no se llamaba "lágrima de Zoroastro" por un mero capricho o un fallo de traducción. Quizá estaba delante del profeta, en persona.

Notas de juego

Tengo que escribir más.

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21/11/2010, 02:23
Zaratustra

El hombre se levantó de la silla, sin perder la sonrisa. Se acercó a ella en plano de igualdad, sin esperar que se humillara en modo alguno.

-A través de océanos de tiempo, he buceado esperando este día -dijo.

Apoyó las manos en sus hombros, y besó su frente. Pudo sentir los pelos de la barba, muy reales, haciéndole cosquillas. Cuando volvió a mirarla, sonreía todavía más.

-Muchos han cogido esta piedra, pero ninguno ha sido merecedor de llegar hasta aquí, ni de conocer el poder que representa. Un poder que dimana del conocimiento de lo que nos rodea, pero también de las buenas obras, de la pureza del espíritu. Solo una hija del fuego podía conocer este tipo de secretos.

Se retiró un par de pasos, estudiándola con atención.

-No te preocupes por lo que sucede en tu plano material, pues el tiempo aquí solo obedece a la voluntad del creador. Cuando termine esta iniciación, volverás al momento justo en que cogiste la piedra, Boran.

Volvió a sonreir un momento, pensativo.

-Supongo que tienes muchas preguntas, y me gustaría responder a todas ellas. Pero me veo obligado a advertirte de que sucesos muy funestos están por llegar. Vives es un mundo donde el entendimiento se comienza a asomar a los entresijos de lo oculto, y que juega con fuerzas que no termina de comprender, y mucho menos dominar. Unos acontecimientos se precipitarán, y tu deberás tomar partido para que los viejos poderes que yacen enterrados, apartados del devenir humano, no rompan sus cadenas y puedan campar a sus anchas sembrando la destrucción. Y para ello, deberás seguir el símbolo del ave de fuego, el ave que es capaz de renacer.

La referencia era cercana a ella, y eso le hizo asentir, despacio.

-Como ves, no hay nada en tu existencia que sea fruto de la casualidad.

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21/11/2010, 02:41
Candance Urquart
Sólo para el director

Le pareció que así debía sentirse el beso de un padre, cálido y tierno, cercano...sincero... y esas últimas palabras... 

La emoción la embargaba, sus labios temblaban pero ninguna frase acertaba a asomar de ellos, dos pesadas lágrimas cayeron por sus mejillas mientras se desplomaba de rodillas en el suelo.

-Maestro

Se habían roto todos los sellos que ella misma se había ido imponiendo a lo largo de la vida, temblaba, lloraba... con las manos alzadas como el que implora el favor de Dios. Tanta soledad, miedo, decepción...cabalgaban libres tan frescos como si fueran el presente.

-... duele...

y entonces inclinó la cabeza y bajo los brazos como el que hace una reverencia de respeto absolutamente desconsolada

-Soy insignificante, soy débil, he huido como un ladrón en la noche llevándome conmigo mi luz y mi don, renegando de el y de mi. Soy indigna maestro.

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21/11/2010, 03:10
Zaratustra

La observó mientras lloraba y se humillaba, como dejándola un momento desarrollar sus propias emociones, sin interferir, al igual que hacían los dioses. Luego, demostró su propia humanidad tomando sus manos, y la hizo alzarse para abrazarla, consolándola como un padre o un hermano atento.

-Una vida la forman varias cosas, Boran. Los actos, son una parte, pero el potencial es quizá la más importante. Comprendo que perdieras la fe, pero debes comprender que tras milenios he entendido que el Creador es el mismo, aunque se empeñen en llamarle de formas distintas. Él, en su infinita sabiduría, ha sabido revelarse a cada pueblo mediante un profeta adecuado, y en unas circunstancias propias en las que los hombres pudieran entender lo que subyace en su mensaje principal, dejando que el resto fuera elaborado por el propio ser humano.

Le acarició el pelo, mirando sus ojos llorosos.

-Es el destino quien nos escoge, el destino, la casualidad y un plan que ni siquiera yo puedo entender del todo. Por alguna razón, el creador solo decide revelar su presencia a aquellos en cuyo corazón, por muy vil y moralmente relajado que haya podido ser su pasado, anida la rectitud, la serenidad y la capacidad de sacrificio. La fé es simplemente un reflejo de nuestros deseos más elevados, de nuestra creencia en el plan del Creador. Prescinde de liturgias, ya innecesarias en tu tiempo, e inútiles para ti. Concéntrate en alcanzar la verdad, y en luchar por lo que es correcto a ojos del Creador. Él siempre defiende la vida de todas las cosas, y siempre da una oportunidad para aquellos que luchan en favor de esta causa, la única causa: la existencia, lo que es, lo que fue y lo que podrá ser, contra los poderes de la destrucción, la soledad y la nada.

Sonrió un momento, despacio.

-Como dicen en tu siglo... a veces no es el hombre quien escoge su destino, si que es el destino quien llama a su puerta. Y ahora, el destino está llamando a la tuya, querida hermana.

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21/11/2010, 12:47
Candance Urquart
Sólo para el director

Al calor del afecto del profeta todo encajaba, tantos años de búsqueda...al huir del templo decidió dejar de beber Yimik para que su vida se fuera apagando poco a poco y cuando por fin se había resignado a la extinción el gran Ahura se manifiesta, sin duda todo formaba parte del plan divino.

-Ahora lo comprendo todo, haré lo que el Padre me pida-

El profeta seguía mirándola atentamente con expresión beatífica.

-Desearía no tener que irme, quedarme aquí contigo, aunque no pudiera entrar al paraíso, alejada de tanta soledad y caos.

Se separó del maestro dando unos pocos pasos atrás con una media sonrisa y se arrodilló

-Deme su bendición maestro

Este impuso sus manos sobre la cabeza de la joven

-Que el señor guíe tus pasos Boran

Volvió a levantarse y miró a Zaratustra intentando grabar esa imagen para siempre en su recuerdo. Sintió la tentación de hacer una petición al Padre pero inspiró y prefirió echar a correr, sin mirar atrás o no podría marcharse jamás. Su corazón latía con una energía como nunca había sentido, parecía renovada, ansiosa por lanzarse de cabeza a su destino.