Partida Rol por web

Al escuchar la historia que cuenta Harper a la gente, Raymond se da cuenta de que la mujer que estaba echando la droga en la bebida pertenece a la tripulación de Barnabus. Eso le enfurece como pocas cosas en la vida, pero antes de que pueda pillarla estalla una trifulca en medio de la cantina.
En un principio es de mala educación sacar un arma en una pelea de taberna, pero la tiene a mano por si acaso. Además, nadie dice nada de magia.

De todas formas su principal preocupación es alcanzar a la mujer antes de que escape.

Encantado, capitán Jarrell. Yo soy Feijud, el capitán del Grindylow. Beberé gustosamente a tu salud, dice alzando la jarra a la que le invitan.

Antes de que pueda preguntarle qué le lleva a acercarse a ellos y mientras observa las insidiosas actividades de Calafate decidiendo el mejor momento para intervenir, la pelea estalla.

Haper y Raimond salen corriendo tras la grumete que ha intentado huir para tratar de apresarla.

Feijud se quita de encima al tipo que le intenta sacudir y salta sobre la mesa más cerca con la intención de correr sin tener gente de por medio y saltar hacia la barandilla del balcón.

Al ver la revuelta que se ha formado, miro de reojo al capitán Jerrel antes de prestar atención a Mamá Tom. No llevaba demasiado tiempo con nosotros, y el tiempo que llevaba tampoco es que hubiera sido muy comunicativa y, dado el carácter de sus prácticas, no sabía bien qué pensar de ella.

Mientras miraba, pronuncié unas palabras para que Besmara me protegiera

Esquivando un torpe puñetazo, Feijud se encarama a la mesa central en la que estabais bebiendo y comienza a desplazarse de mesa en mesa en dirección a la balconada a base de grandes zancadas. Al mismo tiempo, Harper y Raymond intentan perseguir a Calafate con las dificultades de tener a la gente dándose de tortas por en medio. El oficial de artillería aparta con cuidado a un torpe patapalo y el Veracruz intimida a otro corsario sólo con mostrarle la oscura hoja mágica.

Por su parte, la grumete del Ajenjo corre como alma que lleva el diablo para meterse en la primera de las estancias superiores.

Todavía en la mesa, Sandara le suelta un puntapié en la entrepierna al bucanero que iba a aprovechar el tumulto para meterle mano y eleva una plegaria de protección a Besmara. Y Mamá Tom saca un trozo de carne pestilente, que vaya usted a saber dónde tenía guardado y que apesta peor que el aliento de un trol con el virus del estómago. El hedor y el alcohol son malos compañeros de viaje. Los piratas más cercanos comienzan a vomitar y rápidamente se abre un enorme hueco alrededor de la wedifa.

Raymond no pierde el tiempo en cuanto llega a las escaleras, y sigue persiguiendo a la grumete. Vio por donde se metió, por lo que al menos podían seguirle la pista

Menos mal que hemos logrado zafarnos de lo peor de la trifulca. Si apretamos la podremos pillar, se ha metido en la primera habitación.
Vamos.

La acción de Mamá Tom no me gustó ni un pelo. No sabía quién coño se creía para sacar esa mierda apestosa delante de ella así, sin palabra alguna, la lancé un puñetazo Como vuelvas a hacer algo así, no será solo un puñetazo a pesar el intento, la multitud que habia mi alrededor hizo que no acertara a impactar sobre la menda esa que se había unido a nosotros, e inmediatamente me arrepentí de haberla aceptado en su día.

Esa acción dejaba claro que solo pensaba en ella y que se la sudaba el resto de la gente, incluidos oficiales, compañeros y demás tripulación.

Ya con más espacio para respirar, Mamá Tom contempló a la timonel.

-Lamento las molestias, qué duda cabe. Le pedí a los parroquianos que hubiera paz y luego, sencillamente, traté de poner orden a la situación. Ha sido una estratagema menor. Ya no debéis temer más esa pestilencia.

El olor se disipó tan rápidamente como había venido y aquel pedazo de carne se convirtió en una masa fofa y gris sin ninguna substancia.

-Parece que vais detrás de la malcarada mujer. Yo me quedaré a contener a esta chusma, si os parece bien.

Añade con espíritu conciliador.

Un poco más calmada por la respuesta, aunque todavía molesta por su actitud, asiento a Mamá Tom eso espero. Y la próxima vez que vayas a hacer algo así de asqueroso, asegúrate que no estamos cerca.

Dicho esto, me vuelvo a girar para ver mejor el salón, buscando una salida de esa ratonera mientras contesto a Mamá según parece esa zorra es quien duerme a la gente echando esa mierda en la bebida y luego, se despiertan en el barco de Master Scourge y del mil veces maldito Capitán Barnabus Harrigan como piratas obligados a serviles. Te puedes imaginar que tienen ganas de "hablar" con ella

Harper y Raymond se afanan por llegar a la estancia en la que se ha colado Calafate para descubrir a la escurridiza grumete del Ajenjo saltando por una ventana hacia la oscuridad de la noche. Por su parte, Feijud trepa por la baranda con bastante agilidad y alcanza fácilmente el segundo piso para luego seguir a los dos oficiales.

Mientras tanto, en medio de la refriega, Mamá Tom guarda el pestilente trozo de carne. Y Pierce Jerrel se desembaraza de un par de corsarios atizándoles con una silla para finalmente, aprovechando que ya no huele tan mal en la zona, colocarse junto a Sandara con ánimo de "defenderla". Por último, la propia sacerdotisa de Besmara comienza a conjurar una poderosa convocación.

-Creo que deberíamos irnos antes de que llegue la milicia--propone Pierce a Sandara--Aquí en Puerto Riesgo los soldados tienen muy malas pulgas y, además, tampoco me apetece pasar la noche en alguna celda llena de borrachos con ganas de pelea.

Feijud corre a la venta por la que ha escapado la mujer dispuesto a seguirla.

Ah, no. No te escaparás tan fácilmente. No señor.

Raymond ni se lo piensa dos veces cuando ve saltar por la ventana a la mujer, por lo que se acerca corriendo hacia la misma y se zambulle por ella como quién se tira al agua.

No sabe lo que le espera abajo, pero supone que hay muchas posibilidades de que la mujer se vaya a reunir con más miembros de su tripulación. Y al magus ya le está bien. Pues cuanto más piratas de Harrigan mate, más fácil lo tendrá para llegar hasta el mil veces maldito capitán.

A mi tampoco contesto sin mirar la capitán vamos digo palmeando el hombro de Mamá Tom salgamos de aquí

Harper sale por la ventana y usa sus botas de trepar arácnido para bajar por la fachada y tratar de cogerla antes que desaparezca.