Partida Rol por web

La Tercera Via

[Partida] 1.0 Gusanos de la Tierra

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09/12/2014, 20:04
Director

Tyr en el 189º era del rey en el año del Desierto Adormecido, 36 días después del sol bajo.

La casa había sido atacada. Eso era algo que todos sabíais desde esclavos hasta hombres libres ficticios pasando por un mediano que no parecía nada claro que hacía allí. Pero en cualquier caso todos teníais vuestras ordenes y/o instrucciones. Quizás tuvieseis motivos distintos, pero lo que parecía claro es que todos teníais un mismo objetivo. Lo que si que no podía negarse era que formáis un grupo bien abigarrado.

Por un lado la casa había contratado a tres "asesores", seguramente mercenarios especialistas bien curiosos. Dos eran hermosas jóvenes que parecían sacadas de algún harén noble, mientras que el tercero era un adusto y callado semielfo de movimientos fluidos. Y por el otro, Connoh-ah, el jefe de las tropas de la casa había enviado a dos esclavos, un humano delgado pero de movimientos seguros y un enano lento pero recio como la roca, y a toda una curiosidad, un halfling, que se decía era ayudante de Grim de Nibenay (del que se rumoreaba que era un brujo).

Os habíais encontrado frente a las minas de la casa, no muy lejos de la media docena de guardias que nadie no autorizado alcanzase las ahora selladas instalaciones. Todo el mundo sabia que la casa llevaba un tiempo teniendo accidentes extraños, pero el último había sido toda una carnicería y el que había convencido a la casa de que debía purgar las minas antes de seguir extrayendo el preciado hierro (sobretodo en los tiempos en que corrían cuando las minas de la ciudad y la mayoría de casas estaban también paralizadas).

Los intentos de Connoh y sus hombres no habían dado ningún resultado, hasta que anoche desapareció una patrulla entera. Pero si que se había descartado la posibilidad de que algún esclavo fuese el saboteador y de que nadie que no perteneciese a la casa hubiese salido por la única entrada. Eso os dejaba con un saboteador que llevaba semanas si no meses dentro de las minas, que sabia como esconderse y manipular su entorno para volverlo peligroso. Y frente a vosotros teníais kilómetros de túneles mineros o naturales.

Grommekh, el enano cedido por Connoh, había trabajado décadas en las minas antes de pasar a formar parte de la guardia asignada a estas. No conocía ese laberinto con detalle, nadie lo hacia, y algunos de los túneles daban "mal fario" por que estaban embrujados así que se solían evitar, pero al menos sabía moverse por allí, conocía la distribución general y el funcionamiento de las minas. Y además sabía romper cabezas con una enorme maza de hueso de braxat que llevaba.

Era el momento de que dieseis el primer paso en vuestro descenso a la oscuridad.

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10/12/2014, 22:04
Arkleris

Arkleris observó con la expresión severa la oscuridad que allí aguardaba. Era una situación incómoda. Contemplar el cielo radiante manchado de carmesí por el rojizo sol que lo quema todo era la única libertad que le quedaba, y ahora se la negaban nuevamente. Se acuclilló con el rostro ensombrecido. Les esperaba la oscuridad más absoluta pero al menos no estaba solo. Una ardiente brisa azota sus cabellos encrespados, frunció el ceño y observó a sus compañeros.

Maldita sea mi estampa, a saber que nos espera en la negra oscuridad que todo lo devora.

Le aterraba pensar que estarían bajo tierra y quizás no viera más el cielo ardiente. Nada bueno se hablaba de aquellas minas: kilómetros de oscuros pasadizos y amenazas que acechan ocultas en las sombras.

No se cuenta nada bueno de estos túneles - musita a su compañero el semielfo - se dice que sus oscuros muros cavados ocultan algo más aterrador que un b'rogh o un tembo.

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11/12/2014, 14:59
Kaireen

Kaireen se sorprendió al comprobar que los escoltas de los que había hablado Denna eran esclavos de la casa. Al menos el mediano lo era. No podía estar segura de los otros dos, pero era imposible ser mediano en el plantel doméstico de esclavos y no llamar la atención. ¿Serían los otros también esclavos? Si era así, ¿por qué les habían ocultado la condición de ellos tres, si como decía la enana eran de fiar? Reprimió la tentación de sacudir la cabeza. El mundo –o al menos, la casa- parecía haberse loco en los últimos días.

Se preguntó si alguno la reconocería. Cierto que ahora vestía diferente, y su función en la casa no la llevaba a relacionarse con demasiados esclavos fuera del servicio doméstico. Supuso que Denna sabía lo que hacía. Kaireen vestía ahora una túnica holgada de algodón ceñida a la cintura con uno de los coloridos cinturones que tanto gustaban a los ciudadanos libres de Tyr, en vez del simple hábito sin teñir de un esclavo doméstico, y sólo aquel sencillo cambio hacía que pareciera otra persona. La túnica verde oscuro de fino paño, los pantalones a juego, y el cromático cinturón tampoco se podía decir que fueran precisamente lujosos, pero Kaireen creía que resultaban apropiados para una supuesta especialista en ingeniería.

Se adelantó hacia los escoltas, mostrando una serena desenvoltura. Kaireen parpadeó al pasar de la ardiente luminosidad del día athasiano a la fresca penumbra de la entrada de las minas. Se quitó el velo con el que se protegía del sol y se lo anudó a la cintura, como había visto que hacían algunas invitadas de la casa al entrar bajo techado. Dedicó un reconocimiento cortés con la cabeza a los tres guardaespaldas.

-Saludos. Me llamo Kaireen. Supongo que os habrán informado del motivo de esta expedición. No deberíamos perder tiempo, pero antes, ¿cómo debo denominaros?

Miró a Akiva y a Thrylad, esperando que se presentaran, o una señal suya para hacerlo ella en su nombre.

Notas de juego

Bueno, como nadie más que Akiva dijo de relacionar personajes doy por supuesto que no conozco a Arkleris y al mediano solo de vista… es imposible que no haya visto nunca al mediano por lo que ha puesto en su trasfondo.

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11/12/2014, 22:19
Arkleris

El explorador fijó su mirada en la mujer. No conocía a sus compañeros, tan sólo de vista. 

- Mi nombre es Arkleris  - se presenta haciendo una leve inclinación de cabeza - perdonad mi descortesía

De hecho realmente desconocía los nombres de los demás compañeros. A él esos detalles no le importaban mucho, tan sólo qué debía hacer y cómo debía hacerlo.

- Un sitio muy siniestro para una hermosa mujer, ¿no cree?

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12/12/2014, 11:15
Kaireen

Por un momento Kaireen quedó cortada, sintiendo una timidez impropia en ella. Ah, pero hacía tanto tiempo que nadie la piropeaba llamándola hermosa…

-Vaya, tú sí que sabes halagar a una mujer –contestó suavemente, cuando se recobró-. Pero qué hago aquí, imagino que lo mismo que ti: ganarme el sustento.

El semblante de Kaireen volvió a adoptar su seriedad habitual.

-Pero supongo que en realidad preguntas por mis aptitudes. Soy ducha en cuestiones de ingeniería y estoy acostumbrada al pensamiento analítico. Dos cualidades que en una investigación como esta, con patrullas desaparecidas, y saboteadores ocultos en la sombras, pueden llegar a ser útiles. O al menos, parece que eso han pensado nuestros patronos. Espero poder resolver problemas donde los músculos no puedan ser de utilidad.

Hizo una pausa, considerando cuánto debía contar. No su mayor secreto, no todavía, y con algo de suerte, quizá nunca. Pero había cosas que eran ciertas y podían ser contadas sin riesgos.

-En realidad ya he estado en estas minas antes, supervisando la instalación de ciertos aparejos. O diseñando planos para otros ingenios –explicó Kaireen-. Eso no quiere decir que sepa orientarme bien ahí abajo. Este tipo de lugares suelen ser laberínticos y traicioneros, y yo me moví únicamente por zonas de explotación, o zonas que pensaban explotarse en los próximos años. Grommekh ha dicho que sabe moverse por las minas, aunque sinceramente dudo que nadie conozca todos los túneles, muchos de ellos nunca se han usado. Pero me alegra de contar con un guía.

“Aunque sea tan supersticioso”, pensó la joven, reprimiendo una sonrisa ante el “mal fario” del esclavo. Claro que tampoco iba a desestimar los temores del enano. Aquella era una raza supersticiosa hasta la médula, eso lo sabía todo el mundo, pero normalmente las supersticiones nacían de alguna semilla de verdad.

Esbozó una leve sonrisa. – Y con tus músculos. A saber qué nos espera… -su voz se fue haciendo más débil, hasta que al fin se calló, un poco estremecida. Maldito fuera el enano y su “mal fario”, al final la estaba contagiando.

-¿Formas parte del personal regular de la casa? –quiso saber Kaireen, finalmente, mientras se aseguraba la mochila sobre el hombro y pasaba el bastón de caminante, lo suficientemente recio para poder usarse también en combate, a la mano diestra.

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12/12/2014, 15:52
Akiva

Akiva se sentía un poco mareada. Si bien estaban a resguardo de lo peor de los rayos del sol, notaba un cierto acaloramiento, un cierto malestar que no podía identificar.

Habian hecho el viaje hasta la mina en silencio, cada uno dentro de su propio mundo interior. El momento de excitación por cambiar de ropa y vivir una fantasia habia pasado, arrastrado por el polvo y el caluroso viento de las afueras.

Para su sorpresa, los guardias de la casa no habian puesto demasiadas trabas a su presencia allí. Incluso, en su fuero interno, se sintió un poco decepcionada. Procuró mantenerse un paso por detras de Kaireen, adoptando de modo inconsciente una posición servicial.

Reconoció al menudo halfling, el exótico esclavo de la Casa que había sido la comidilla de las muchachas más jovenes. Sin embargo su acompañante le era desconocido. Un mohín ensombreció el bello rostro de la joven esclava cuando escuchó las ominosas palabras del desconocido y echó un vistazo a la negra boca de la cueva.

Por fortuna, llegó la hora de las presentaciones y Akiva tomó la palabra, inclinandose ligeramente ante sus... extraordinarios guias.

- Mi nombre es Akiva.- Akiva hablaba con lentitud, midiendo sus palabras un tanto excesivamente- Espero poder ayudar.

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12/12/2014, 20:24
Ukos

A Ukos le molestaba un poco ser el centro de las miradas, pero en el poco tiempo que llevaba en la casa ya se había percatado que su raza no era muy común como esclavos, y aquello le infundía de un extraño orgullo. También sabía que era la comidilla de muchos otros esclavos y esclavas, ya le hubiese gustado que ellos fueran su "comidilla", pero tenía que cumplir con las estúpidas normas de la estúpida casa. - ¿Que demonios hago aquí?- pensó para sí mismo.

Los humanos parloteaban sin cesar de tonterías, sin embargo, el halfling no era idiota y había aprendido a mantener la compostura ante las charlas sin sentido que les gustaba mantener a los "altos". Así pues se arrimó al enano, con los que sentía mayor afinidad (probablemente por la estatura aunque le doblasen en anchura), mientras pensaba en la ultima melodía que había aprendido.

La entrada de la cueva le impresionó nunca había estado en una tan larga y profunda y los temores de alguien tan experimentado en ellas, se le pegaron rapidamente. Sin embargo, su entrenada y disciplinada mente evitó el nerviosismo y poco a poco la curiosidad se impuso. Como siempre que estaba curioseando, se puso de cuclillas con las piernas flexionadas y el puño que no sostenía la jabalina, que llevaba en la otra mano, en el suelo. Su ligero peto de armadura de cuero tachonado era lo suficiente flexible como para permitile movimientos "tarzanezcos" y en Ukos, estos movimientos se veían bastante naturales. El set lo completaban: un cinto de cuero con media docena de dagas cortas que sujetaba unos bastos pantalones que le llegaban a la rodilla, una honda que usaba a modo de bandana y un carcaj de jabalinas de madera y punta de obsidiana. Los brazos y los pies los llevaba completamente al desnudo.

-Ukos- dijo respondiendo a la pregunta de Kaireen, mientras no perdía atención a la cueva y olfateaba el aire ligeramente. Esperaba llevarse una buena cena a la barriga ahí dentro.

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14/12/2014, 14:39
Thrylad.

- Thrylad. - digo, escuetamente, mientras hago una ligera inclinación de cabeza a modo de saludo.

- Asi que este es el tipo de bromas que le gusta gastar al destino. - pienso, mientras fijo mi mirada en el complejo - El hacerme volver a una mina, después de que hace años conseguí escapar de una. Por lo menos hay algo que no es totalmente mentira en la historia que se ha inventado la casa. Que tengo experiencia en ellas. -

- Veo que vais bastante bien provisto de armas. - digo, a continuación, mirando al extraño halfling que formará parte de nuestra comitiva. - ¿Creéis realmente que necesitaréis utilizarlas todas ahi dentro? -

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14/12/2014, 18:59
Ukos

Ukos miró a Thrylad, luego miró su extraordinariamente ligero y funcional equipaje y luego a Thrylad otra vez.

-No ser únicas- dijo toscamente, las sutilezas del idioma humano aún le eludían- Tú raro si pensar que esto muchas armas- dijo al semielfo señalandose a sus dagas, su honda y sus jabalinas- o cómodo - dijo como si fuera alguna clase de "insulto"- En mundo, mejor preparado por arriba que por abajo, nunca saber que ir a encontrar. Duros piedreros no aparecer, asi que peligro en cueva, seguro.

Notas de juego

Si he dicho "piedreros" adrede :P
 

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15/12/2014, 12:06
Arkleris

- Bueno soy un magnífico explorador y he participado en varias ocasiones en caravanas pero la verdad es que ignoro la causa de porqué mi amo ha pensado que soy útil dentro de las minas - Arkleris encogió los hombros - sea lo que sea aquí estoy y será útil mi pericia en arco y mis músculos, supongo.
Observó a sus compañeros y un repentino escalofrío le recorrió la espalda. No dudaba en la valía de su compañeros pero aquellos túneles oscuros eran demasiado para un esclavo que había pasado la mayor parte de su vida con el sofocante sol sobre su cabeza.

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15/12/2014, 16:43
Akiva

Akiva se acercó con lentitud a la boca de la mina. Sentía una extraña atracción por aquella mancha de oscuridad, que despertaba ecos de un pasado lejano, donde otra negra boca, otra oscuridad descubrió para ella un nuevo comienzo.

Estudió a sus compañeros de aventura desde una discreta distancia. Una velada sonrisa se esbozó en los carnosos labios, complacida. Seguia sintiendo miedo, sí, pero tambien estaba tranquila. Vestía ropa distinta, se sentia una persona distinta aunque en el fondo sabía que seguía siendo ella misma.

Ajustó su ropa, sus bastones y el cinturón antes de acercarse a ellos.

- Creo que deberiamos entrar...- Akiva hizó un gesto hacia la mina.- Para eso estamos aquí, ¿verdad?.

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16/12/2014, 18:28
Director

Tyr en el 189º era del rey en el año del Desierto Adormecido, 36 días después del sol bajo.

Tras las, un tanto escuetas, presentaciones bajasteis a las minas para comenzar con vuestro cometido. Tras unos veinte metros siguiendo un ancho túnel descendente llegasteis a una cámara central de la que partían tres túneles. Los dos primeros, que se alejaban a derecha e izquierda, conducían según Grommekh a las "factorías", mientras que el tercero resultó toda una sorpresa para aquellos que nunca habían venido a las minas.

Un oscuro pozo descendía hacia las profundidades de la tierra hasta perderse de vista a pesar de la fuerte iluminación que había en la sala. Sobre el pozo pendían toda una serie de poleas y cuerdas de cabello de gigante que terminaban en cestas de todos los tamaños y en una especie de balconada de madera que parecía capaz de acomodar a una veintena de fornidos esclavos. Según el enano toda aquella madeja de resistentes cuerdas terminaba en una sala donde tres kanks y sus cuidadores se ocupaban de izar o bajar la carga por el foso que generación tras generación habían ido profundizando los mineros de la casa.

Más de uno echo una mirada de espanto a aquel armatoste (que era el único método para descender a menos que uno prefiriese trepar doscientos metros sin arnés), aunque una vez subidos demostró ser mucho más estable de lo que parecía y el descenso se os hizo cómodo, aunque no rápido. Aquellos veinte minutos de descenso a la oscuridad os dieron la oportunidad de hablar y preguntar lo que quisierais.

La Galería Roja era la séptima de las galerías principales que formaban la mina (a la que habría que añadir docenas de galerías secundarias, de refuerzo o ventilación) y la segunda más profunda, además de la más rentable actualmente. O por lo menos lo era antes del accidente. Desde el elevador un túnel delgado y bajo (no debía de llegar al metro cincuenta) profundizaba aun más en la tierra con una pendiente no demasiado acusada. Os llevo más de diez minutos de arrastraros hasta llegar al "cuerpo principal" de la galería, una gran caverna (antaño un deposito natural de gas). De ahí partían toda una serie de túneles que excavaban la veta principal. Un pequeño laberinto dentro del laberinto que era la mina de la casa Atrea.

Ahora apenas se entreveía todo el trabajo que ahí se desarrollaba. La mina estaba completamente a oscuras (excepto por la luz que vosotros llevabais) sin vida y silenciosa. Grommekh bromeo diciendo que así daba miedo y todo. Y para vuestros adentros más de uno tuvo que darle la razón bien en serio. Y si allí se ocultaba un peligro, entre las sombras, en el laberinto de túneles, detrás de las vigas, los montones de piedra, las tuberías... Si ahí había un enemigo podía estar escondido en la oscuridad, entre kilómetros de túneles o simplemente agazapado junto a vosotros.

- El accidente se produjo en una galería secundaria no muy lejos de aquí.- Explicó el enano, quizás para disipar el silencio solido como una losa de obsidiana que se había asentado en aquel lugar.- Es una galería bastante utilizada, así que cuando se encontró una sección de refuerzo deteriorada se procedió a cambiarla de inmediato. Y justo cuando trabajan en ello un corrimiento de tierras se llevo a todos esos pobres desgraciados.- Finalizó el esclavo con un tono agrio y una mirada que dejaba claro que perfectamente se podía imaginar entre los atrapados por el derrumbe.

- No es que sea imposible claro... es más es parece perfectamente posible y creíble. Pero la cantidad de casualidades que hay ahí después de todos los accidentes anteriores... Yo apostaría la ración de una semana a que aquí hay juego sucio.- Comentó el enano en un tono neutro pero acariciando la cabeza de su maza de una manera que os hizo tragar saliva.

Notas de juego

Ale, ya teneis turno y con el os toca comenzar a darle al seso. Estais en la sección principal de la galeria donde ocurrio el accidente. Ahora teneis que decidir que haceis, que investigais, que preguntais, etc... Si son cosas de resolucion automatica (en plan detectar magia o le pregunto al enano esto o aquello) decidmelo por privado y os respondere para que podais añadirlo al turno. Venga animo que esto solo empieza.

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17/12/2014, 13:08
Kaireen

Kaireen asintió ante la sugerencia de Akiva, dándole la razón, de modo que siguió al enano al interior de la mina. Se sentía vagamente incómoda. Ya  había estado allí antes, pero eso no implicaba que le gustase la idea de adentrarse en la oscuridad. Sin embargo, cuando vio el gesto de alarma de algunos de los otros ante el ascensor, meneó la cabeza con serenidad.

-Tranquilos, las cuerdas son resistentes y el peso está bien distribuido. Es seguro -informó calmosamente, aunque luego no pudo menos que añadir, un tanto ominosa-: O lo era antes de que empezaran los sabotajes…

Antes de descender, sin embargo, Kaireen tanteó la posibilidad de interrogar a esclavos, capataces y celadores acerca de detalles discordantes que hubieran podido haber visto… alguien que no conociesen en las minas, algún esclavo/capataz que se comportase raro o en la zona fuera de turno, el ruido de una explosión antes del derrumbamiento… Kaireen ya sabía que no quedaba ningún testigo presencial del accidente; todos habían muerto. Pero si aquello había sido un sabotaje, alguien debería haberse acercado en algún momento. Quizá alguien habría visto algo…

Pero al parecer nadie había visto ni oído nada; las minas ya se hallaban en alerta antes del incidente, dados los anteriores ataques a la casa. Alguien fuera de lugar (incluso alguien conocido) o comportándose de forma extraña habría llamado la atención. Nadie había sido visto "revisando" las instalaciones previamente al accidente. Y precisamente por el estado de alerta general, creían que el saboteador no había podido abandonar las minas aun.

Kaireen frunció el ceño, no tan segura de eso. Había sido lo bastante hábil como para actuar sin que le vieran… ¿no podría haber sido lo bastante hábil para eludir la vigilancia general o encontrar alguna galería de salida desconocida hasta ahora? A sus ojos era una posibilidad concebible, pero en cualquier caso necesitaban aprender algo sobre aquel misterioso atacante. De modo que tendría que aceptar aquella última premisa, por el momento, pues sin duda las minas parecían ser el único hilo del que tirar hasta el momento.

Durante el descenso al pozo, Kaireen aprovechó para materializar en voz alta sus reflexiones, con la esperanza de que alguno de sus acompañantes se hubiera percatado de algo que ella no.

-Nadie ha sido visto… lo que quiere decir que, si el derrumbamiento es un sabotaje y no un infortunado accidente, el saboteador ha tenido que prepararlo durante la noche, cuando no hubiera trabajadores que pudieran verle. Claro que es posible que lo hiciera bajo la vista de todos, amparado por algún tipo de magia o poder psiónico, pero sería más sencillo de la otra manera.  Las minas están vigiladas por la noche, desde luego, pero el ritmo de producción baja bastante. Está sobradamente comprobado que los esclavos no rinden igual de bien durante turnos nocturnos que durante turnos diurnos -opinó Kaireen, pensativa-. No podemos descartar que el saboteador estuviese oculto en las minas y provocase no físicamente, sino mediante el uso del Sendero, el derrumbamiento. En el primer caso habría podido preparar el sabotaje de antemano, en el segundo tendría que estar por allí para provocarlo…

Se apartó un mechón de pelo de la cara.

-Pese a todo lo que dicen, sigo pensando que no se puede descartar que actuase a través de alguien de la casa influido mentalmente; puede que no se haya visto a nadie de la casa revisando las instalaciones, pero eso llamaría menos la atención que un extraño. Quizá los que lo vieron… murieron en el derrumbamiento.

Encontraba extraña la forma de proceder del misterioso saboteador en aquel caso. Los otros ataques habían sido incluso más osados, pero anteriormente siempre había actuado rápida y limpiamente, sin dejar rastros, sin dejarse atrapar. Nadie había sabido de dónde venían los otros ataques; nadie había sabido hacia dónde volverse para buscar. Hasta entonces, el saboteador había sido el proverbial cuchillo invisible que atacaba en la oscuridad. ¿Y de pronto actuaba de tal forma que quedaba "cercado" en las minas? En comparación con sus actuaciones anteriores, todo aquel asunto de las minas parecía… burdo. De acuerdo, dañar la producción era un duro golpe económico para la casa. Pero hasta entonces el saboteador no había dejado rastros claros acerca de su paradero.

Derrumbamiento, patrulla desaparecida… y el tipo, supuestamente, todavía en las cuevas. A Kaireen no le gustaba aquella idea. No encajaba con lo que habían visto del saboteador hasta entonces. A no ser que necesitase algo más de las minas…

Y si solo vamos a investigar en las minas de la familia, ¿por qué Denna ha querido que nos hagamos pasar por hombres libres? No, aquí hay algo más…

-No me gusta esto. No tiene sentido… -musitó Kaireen, involuntariamente. Se dio cuenta que había expresado su confusión en voz alta, y calló.

Una vez abajo, Kaireen miró en derredor, notando inmediatamente la diferencia con sus visitas anteriores. Entonces reinaba una atmósfera de febril laboriosidad. El silencio actual resultaba extraño e inquietante. La voz del enano la hizo dar un respingo sobresaltado.

-No necesitas apostar la ración de una semana -dijo suavemente Kaireen-. Llévame hasta allí, quiero verlo con mis propios ojos. Y trae una lámpara. Necesito que tú o alguien la sujete.

Miró a los otros.

-Tardaré un buen rato, pero en esto no creo que nadie tenga los conocimientos suficientes para ayudarme, salvo como porteador de luz. Quizá sería una buena idea que alguno inspeccionase los alrededores… por si el saboteador hubiera dejado algún indicio.

Kaireen se acercó al lugar del derrumbamiento. Examinó críticamente los escombros, y cuando decidió que no había más riesgo de deslizamientos procedió a trepar por ellos con la agilidad de un mono. Comprobó los soportes que aun estaban en pie. Enseguida advirtió con ojo experto que estaban intactos; ni siquiera soportaban más presión de la habitual. Kaireen se acercó más a la zona devastada, aunque había límites en lo que podía inspeccionar. Lo que ella realmente habría querido analizar, los restos de los otros pilares, estaban enterrados bajo toneladas de roca. Ni siquiera podía decir qué había provocado aquello. Los labios de la maga se fruncieron en una mueca mitad concentración, mitad frustración. Quizá un conjuro podría decirle si la causa había sido mágica, pero, ¿de qué les serviría aquella información? Conocer el método no les ayudaría a localizar al saboteador.

Volvió con los otros, limpiándose las manos con un trapo.

-Tienes razón -dijo al enano-. Ha habido juego sucio. No es un derrumbamiento típico, esperable de un corrimiento de tierras. Es como si el corrimiento se hubiese producido en una zona muy concreta… o hubiesen fallado los soportes de esa zona de golpe. Pero no quedan rastros físicos acerca del método que empleó el saboteador.

Guardó el trapo, mientras añadía: -En mi opinión, la patrulla desaparecida quizá sea nuestra mejor pista ahora acerca de dónde pueda estar el saboteador. Es de suponer que, si la ha eliminado, es porque se ha acercado demasiado a él. Según tengo entendido, la desaparición sucedió ayer en el nivel inferior de la mina. Creo que deberíamos investigar esa zona...

Hizo una pausa. -Esa zona no ha comenzado a explotarse aun. Está en proceso de apuntalamiento y prospección. Deberíamos ir con cuidado... no sea que otro derrumbamiento nos sepulte a nosotros.

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22/12/2014, 17:05
Arkleris

No hacía falta usar ninguna aptitud psiónica para saber que no era el único que estaba incómodo en esa oscuridad perpetua. Todo ahí abajo parecía amenazador y las titilantes sombras bajo la mortecina luz de las lámparas danzaban caprichósamente antojándose en mil y una forma sorprendentes. Cada rumor por apagado que fuese le sobresaltaba y sentí la tensión a flor de piel. Todo aquello era perturbardor y estaba convencido de que el derrumbe no era casual. El túnel no le ayudó a calmar sus nervios, parecía una enorme boca de oscuridad inmensa que amenazaba con engullirlos. Suspiró y observóla cuerda: "Espero que aguante".
Después de escuchar la historia del accidente, tras la argumentación de la hermosa humana, se aclaróla voz separando los pastosos labios con la húmeda lengua.
- Sería mejor que alguien me acompañara a echar un vistazo en las secciones aledañas a la galería esa que comentas - comenta el explorador y dirigiéndose hacia el enano - ¿Por dónde quedaría?

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23/12/2014, 11:24
Akiva

Parecia que solo Kaireen estaba agusto en aquel lugar. Ella y el enano intercambiaban preguntas y respuestas con normalidad, incluso montados en aquel traqueteante aparato elevador. Ni siquiera saber que no era la única que se sentia así servia para consolar a Akiva.

Descender a las entrañas de las tierra era bastante perturbador pero, comparado con el viaje en montacargas era toda una mejora. El ambiente, seco, opresivo y fresco, resultaba extraño para la cleriga, acostumbrada al agobiante y omnipresente calor de la superficie. Además, no percibia agua por ningún lado y eso la molestaba. Y, de algún modo, notaba como los cabellos de le erizaban y se le ponia la piel de gallina, sobre todo cuando la luz que portaban arrojaban sombras sobre ella.

Grommekh les guió hacia la zona de la mina donde se habia producido el último accidente dentro de la llamada Galeria Roja, la principal via de la mina. Akiva deslizó lentamente los dedos sobre la piedra, no sin cierta aprensión. Kaireen llevaba la voz cantante, controlando la situación de forma magistral. Akiva estaba muy orgullosa y escuchaba... aunque no entendiese demasiado.

"A pesar de que se trata de una via principal, y por ello, cuidadosamente mantenida, hubo un desprendimiento que se llevo por delante a varios trabajadores. ¿A quién puede beneficiar eso?"

- Grommekh, ¿a quién puede beneficiar que ocurra un accidente tan grave?- Akiva dejó que el enano pensase la respuesta antes de acercarse a la entrada de otro de los tuneles accesorios, obedeciendo las instrucciones de Kaireen. Al escuchar la petición del explorador humano, asintió y decidio acompañarle, observando cuidadosamente la entrada hacia donde se dirigian.

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25/12/2014, 19:25
Grommekh

 

- No tiene perdida. Desciendes con el montacargas hasta el final.- Respondió Grommekh a Arkleris.- Entonces veras una rampa labrada en la piedra y unos asideros que siguen desciendo unos cuarenta metros, ahí hay un pequeño túnel que lleva hasta la Galería Negra, o lo que será la Galería Negra en cuanto se haya acabado el apuntalamiento y acondicionamiento mínimo. Sinceramente no se a quien se le ocurrió mandar a una pandilla de pelagatos guiados por un minero novato allá abajo, pero ese tipo de sitios no son para quienes no entienden la piedra.

 

- Yo solo soy un esclavo, preguntame que tipo de piedra es porosa y cual soportara su propio peso ante un oquedad, pero no me preguntes de política de nobles.- Explicó Grommekh a Akiva mientras recogía una roca con la mano y la desmenuzaba, mostrando que era más tierra compactada que la solida roca que os había parecido.- Pero si me preguntasen, este es el tipo de accidentes que obligan a cerrar una mina. Ahora, ni idea de quien podía querer eso. Pero sigue siendo una mina de hierro, ni siquiera aquí en Tyr es algo usual que una casa noble posea una.

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26/12/2014, 12:38
Ukos

Ukos sentía una sensación agridulce estando en la mina. Por un lado sentía curiosidad, era la primera vez que estaba en una y todo resultaba nuevo y emocionante; pero por otro lado se sentía inquieto, algo en sus huesos le decía que aquello no era natural, que estar allí abajo y perforar la tierra de esa manera estaba mal. Si la naturaleza hubiera querido que la gente tuviese metal, lo habría puesto al alcance de la mano y no enterrado; era similar a la magia, había que rebuscar para obtenerla y dañaba a la naturaleza cuando se usaba. Sin embargo le habían mandado a ayudar y eso haría, ya fuese bajo tierra o en el desierto de sal. Asi que ni corto ni perezoso caminó junto al enano con ese andar a mitad entre 2 y 4 patas. Cuando llegaron al elevador, este le resulto extraordinariamente excitante, y dificilmente podía estarse quieto ante algo así. Con la alegría que solo la ignorancia puede proveer husmeó por todo le montacargas, pasando por completo de los comentarios de sabotaje, resistencia de cuerdas y demás.

Al pararse el artilugio de madera, sus compañeros se bajaron y el los acompañó de mala gana ya que le divertia el movimiento del elevador. Cuando la humana comenzó a hablar de cosas complicadas, la mente del mediano se fue a vagar a otro lado mientras olisqueaba y removía la tierra mientras trarareaba una cancioncilla alegre. Pese a no hacer caso de la gran mayoría de las cosas que decían los "altos" hubo algo que sí que le concernía.

-Si alguien usar mente para mandar esclavo, yo poder saber. Necesitar hombres que escarbar hierro ayer, para saber- dijo de repente cuando Kaireen mencionó la posibilidad de que los esclavos fuesen manipulados por medio de psiónica.

Luego permaneció en silencio mientras acompañaba al resto del grupo hasta que vió a la humana escalando, soltó una sonora carcajada y fue tras ella, pero el enano lo frenó antes de que comenzase el ascenso, por lo que supuso que los arboles que usaban para mantener la caverna abierta no debían ser muy fuertes. Cuando el grupo preguntó por la Galería Negra, Akos se emocionó, el nombre parecía interesante y que un agujero tubiese nombre propio prometía.

-Otro "alto", seguro, los "altos" siempre quieren hacer daño a otros y los "altos cómodos" suelen ser peores, siempre quieren lo de otros aunque sea nada. Incluso quieren a otros como cosas, no tener sentido, pero yo saber que ser así.- le respondío a la joven humana que se había presentado como Akiva.

 

 

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26/12/2014, 14:45
Arkleris

- De acuerdo, el montacargas hasta el final , rampa labrada...correcto no debe ser difícil- responde el explorador memorizando las explicaciones del enano.
Avanzó con resolución hacia el montacargas. Una vez allí vaciló. Tragó saliva y pensó que internarse más en la negrura no era algo que le entusiasmase. Pero hizo acopio de la valentía que le caracterizaba y se adentró en el interior del artilugio. Entonces se vuelve hacia los demás.
- ¿Viene alguien conmigo o bajo solo?
Esperónos instantes.

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26/12/2014, 15:23
Kaireen

-Sí, por supuesto. Yo iré. No es buena idea que uno baje solo. Los accidentes... -se encogió de hombros-. Creo que es mejor que no nos separemos. Además, entre todos será más fácil que no nos pasen cosas por alto.

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26/12/2014, 16:25
Ukos

-Hummm- gruño Akos afirmando las palabras de la humana- Yo acompañar

Tras lo cual salió trotando animado hacía el montacargas