Partida Rol por web

Habían bajado hasta el piso inferior sin mayores problemas, hasta la habitación donde se había producido el derrumbe. Tormenta miró por un momento el montón de escombros, recordando que Deidos yacía sepultado debajo de ellos. Sintió congoja en su corazón, y se obligó a mirar a otra parte.

¡Esperad! Otra puerta cerrada. No caeré dos veces en la misma trampa. - bufó como un felino. - Con ver una puerta-boca en mi vida me es suficiente.

Se acercó hasta unos pasos de la puerta y la inspeccionó de arriba a abajo, buscando posibles trampas.

Clevor observó nuevamente los antiguos tapices y elaboradas estatuas, se dispuso a guardar su espada y escudo, flexionó los músculos de sus brazos ya cansados, llenos de cicatrices y magulladuras, pero no aún ociosos. Se acercó a la figura del elfo y les indicó al resto que lo ayudaran con un gesto.

Para abrir la puerta que no hemos explorado, debemos invertir las posiciones de estas enorme figuras. Empujad a mi señal.

Cuando Clevor se disponía a  colocar sus manos sobre la estatua del elfo y advertía al resto de sus compañeros a que le ayudasen , Tormenta señaló que la puerta de madera clara y ribetes delicados estaba abierta.  De ella salia una luz dorada, suave y agradable que incitaba a entrar...

Me acerco hasta el borde de la puerta  echo un vistazo. La suave luz que emana del interior vuelve a captar mi atención, como lo hizo la noche de antes. Con los ojos bien abiertos y cuidadosamente, doy un par de pasos al interior, observando cada recoveco de la entrada a la habitación

Jerra se mantiene alejada de Shana pero espectante a lo que sucede. 

El guerrero se disponía a mover una de las grandes figuras talladas cuando le hicieron notar que la puerta ya se encontraba abierta, Espina y Shana ya estaban husmeando en el umbral de la misma. Luego de volver a empuñar sus armas, se adelantó hasta quedar justo detrás de la chamana y le susurró ¿algo te ha llamado la atención? mientras esperaba su respuesta se mantenía atento ante cualquier amenaza que los esperara en aquella zona aún inexplorada.

Ambos observáis con detenimiento el interior de la sala ,toda ella engalanada con brillantes  tapices dorados e  iluminados con una multitud de  cetros solares. En el centro una enorme mesa engalanada con ricos manjares y viandas y un montón de sillas alrededor, de madera rosada esculpida con detalles  élficos.

En el suelo  una enorme alfombra gobernaba toda la estancia, representando dragones dorados entrelazados hasta el infinito. Las paredes llenas de vidrieras con motivos agradables y con tonos  alegres.

Está mas que claro que esta sala era la que mas cuidaban el mago y su aprendiz, y que por lo que parece esperaban visita...

No parece que haya ningún peligro aquí dentro. De echo hay una mesa preparada, como si fuesen a dar un banquete! Afirmo a mis compañeros y seguidamente me adentro en la habitación, observando todos los detalles que hay en el lugar, pero manteniendome lejos de la mesa ya que no me fio.

-Espera Shana, deja que te acompañe para protegerte en caso de necesidad.

Dice el wilden mientras se pone a la par con la chamana.

Adentrándose tímidamente en la sala iluminada, la shaman enana  anuncia el contenido de la misma. Por lo que puede observar se trata de una habitación preparada  con manjares y demás dádivas para unos supuestos  invitados. 

Sospechando  de tal disposición, el wilden se permite el lujo de adelantarse a su compañera enana e intentar percibir algún posible peligro en la misma. Lo único que le sorprende es el contraste de esta habitación, limpia y cuidada comparada con el resto de la torre. una hilera de vidrieras  a media altura ilumina la estancia a la par que múltiples cetros solares en lo mas alto de las paredes. En el suelo  una enorme alfombra gobernaba toda la estancia, representando dragones dorados entrelazados hasta el infinito. 

Por lo demás no hay nada que destaque como posible amenaza...

Me muevo por la habitación, buscando algún tipo de puerta, ventana o algo que nos permita salir de esta torre. 

-Recordar que estamos buscando una salida. Desconfiar de esos manjares, puede que sea alguna trampa de tipo mágico. Yo ya me espero lo que sea en esta torre.

Esas vidrieras quizá den al exterior, habría que abrir una para estar seguros

Clevor se acercó a la que tenía más cerca y buscó alguna forma de abrirla, ya sea un cerrojo o algún tipo de manija. Preparándose para destrozar los vidrios en caso de que no pudiera abrirse por medios convencionales.

Jerra temerosa de lo q pueda haber en el lugar entre poco a poco buscando cualquier indicio de peligro.

Kettenbar también inspecciona cuidadosamente la habitación sin creer en lo que está viendo

Poco a poco el resto de los aventureros se adentran en la habitación iluminada, siempre alerta de lo que  pudiese  ocurrir.

Mientras Shana   inspecciona la estancia en busca de alguna forma  de salir de la torre sin ocasionara daños,Clevor avanza con decisión hacia la cristalera mas cercana, confirmando sus sospechas sobre la cristalera que da paso a la luz de la mañana. La única manera de abrirla es  destrozándola de un buen golpe.

Mientras tanto, el wilden  revisa con detalle el resto de la estancia ,preocupado de que estuviesen adentrándose en una de las trampas  de la torre. Su compañera genasi  revisa mas por encima sin encontrar nada que pudiese alertar a sus compañeros....

Mientras revisas cada pequeño detalle de la habitación percibes como si se hubiese movido algo debajo de la mesa.  Sin embargo, los manjares y demás enseres que porta dicha mesa son reales.

Centrando tu mirada al suelo, consigues distinguir otro movimiento casi imperceptible, como si algo se arrastrase tímidamente y con cierta parsimonia... Pero lo único que ves en el suelo es la inmensa  alfombra con dos dragones dorados enroscados.

Creo que detrás de esta cristalería encontraremos una salida al aire fresco de la mañana... esta torre esta viciada y es mejor partir cuanto antes. Diciendo esto, el cormyriano levantó su espada y dejó caer todo su peso con fuerza sobre el pomo, golpeando el cristal con estridencia. Sin embargo, el golpe fue algo torpe, el mango de la espada resbaló y con un chirrido dejó la ventana indemne. Clevor apretó la mandíbula y maldijo por la bajo. Si algo detestaba es que las cosas le salieran mal.

Mientras el wilden inspecciona la sala, hay un momento que se le frunce el ceño como intentando ver algo, pero enseguida lo desestima. Segundos despuúes vuelve a mirar al mismo sitio pero con cara de asombro esta vez.

-Perdonad chicos, pero creo que tenemos compañia, aunque no estoy seguro de que es.