Partida Rol por web

Mi hogar natal se encuentra en lo más profundo de unas montañas al sur de Aguasprofundas. Mi clan no es muy famoso pero se las apaña buscando metales y piedras preciosas en las entrañas de la tierra - Respondo a Jerra cuando me pregunta de dónde soy - y efectivamente mis habilidades no son muy populares entre los de mi raza. Se requiere cierto grado de espiritualidad y desapego de la vida terrenal, algo que la mayoría de mis compatriotas enanos llevan fatal. Yo misma busqué esta senda, harta de vivir entre fanfarrones que presumían de haber extraído la mejor veta de mithrill o haber tallado la joya más brillante de todas... pero no quiero aburriros con cuentos para no dormir - le digo finalmente a la genasi, esbozando una leve sonrisa para no finalizar mi intervención de forma brusca.

Cuando comenzáis a estar algo preocupados por la tardanza de los exploradores, observáis como de entre los escombros una figura felina aparece. Enseguida la reconocéis como vuestro compañero druida y respiráis  algo aliviados. Espectantes aguardáis que os informe de las novedades.

El improvisado campamento esta  limpio de los cadáveres de lobo y Yelmut se afana en curtir las pieles conseguidas. A vuestro parecer, el joven intenta  mantenerse ocupado para no pensar en su maestro.

El viento parece que amaina pero el frío permanece constante, algunos  usáis el propio baho de vuestras bocas para calentaros las manos.

Tormenta retoma su forma humana y acto seguido susurra las siguientes palabras:

Bien, hemos llegado a la puerta de la torre sin más altercados. No hemos visto nadie y aparentemente nadie nos ha visto.

Acompañadme hasta la misma con el máximo sigilo que podais, puesto que parece que tenemos el factor sorpresa a nuestro lado hasta que se produzca la apertura de la puerta.

Yelmut, ¿te atreves a acompañarnos en la retaguardia?

Clevor se volvió hacia Tormenta volviendo a empuñar sus armas y aprestándose para avanzar. Se aseguró que todos sus compañeros estuvieran listos y por fin habló ¿Deidos nos espera allí? Si el camino está limpio de enemigos y peligros, diría que partamos cuanto antes.

Se dispuso a encaminarse hacia la torre bajo la guía del druida.

Según parecía, Tormenta y Deidos no habían encontrado ningún problema y el camino hacia estaba despejado. Sin nada más que añadir me puse en pie y seguí a mis compañeros para adentrarnos todos en la torre.

Kettembar sigue a su felino amigo con todo el sigilo que le es posible pero con su escudo y espada siempre en las manos, preparado para el combate en cualquier momento.

Jerra se puso bien las ropas para avanzar. Y siguio a sus compañeros dirrecion a la torre.

En esta ocasión Tormenta, guió a sus compañeros en su forma humana, hasta su compañero.

Yelmut, ¿te atreves a acompañarnos en la retaguardia?

 El joven parpadeó  ,asombrado  ante tal sugerencia, recogió su pequeño cuchillo en su  vaina  y hablo medio avergonzado:

- Sois muy amables al pedirme que os acompañe, mas  solo seria un estorbo - levantó la vista  mientras observaba como el resto comenzaba su incursión hacia la torre;- lo único que puedo hacer por vosotros es pedir a los  dioses que os ayuden en vuestro cometido y salgáis victoriosos.-

Se despidió alzando su mano mientras  perdía en el horizonte al grupo de aventureros que se disponían a asaltar la torre del mago.

Mientras os acercáis como podéis  a la torre, algunos con pasos mas torpes que otros, observáis que la loma  esta libre de algún reducto de kobolds. Al llegar a la altura de la entrada de la torre, os topáis con un enorme portalón   custodiados por dos desvencijadas puertas que, abiertas de par en par, os invitan a entrar. Cerca de ellas veis la figura de vuestro compañero Deidos, que permanece vigilante mientras aguarda que lleguéis a su altura.

Apenas podéis ver poco mas allá de un palmo debido a la oscuridad que  ocupa el lugar. A vuestras espaldas la tenue luz del  cetro solar  que  permanecía en el carromato, ahora se os antoja como un diminuto brillo. Algunos , con una vista mas  curtida en la penumbra, reconocéis el suelo de piedra caliza que forma el hall de la torre,pero el interior  está envuelto en sombras  que juegan a dibujar extrañas figuras que no termináis de percibir con exactitud.

El viento hace rato que ha cesado,pero el frío permanece constante; testigo mudo de vuestro asalto.... 

Clevor observaba la entrada con preocupación, saludó a Deidos con un ademán sin decir nada. Si llevan cetros solares, tenganlos a mano, seguro los necesitaremos. Aquellos hábiles en artes arcanas y trampas convencionales deberían hacer una revisión primero, para que no entremos directamente a las trampas que el maestro de Yelmut ha dispuesto. Habló calmo y en un volumen bajo, esperando no despertar cualquier habitante de esa zona de la torre ni advertir a los reptilianos.

Clavó su espada en el suelo y le ofreció un cetro solar a sus compañeros.

ya con su grupo a sus espaldas el héroe se acerca a la puerta, con algo de cuidado, al llegar al portico (M6)afinando sus sentidos para determinar que puede aguardarle adentro observa y escuha escondido tras la puerta el interior.

Seria difícil creer que si hubiese trampas aquí ya no se hubiesen activado, pero vale la pena ser precavido, Deidos revisa con minucia el pórtico buscando gatillos o mecanismos que pudiesen activar alguna trampa.

Kettembar echa un ultimo vistazo a Yelmut y parte con sus compañeros hacia la torre. Al llegar alli saluda a Deidos con un ademan de su cabeza e intenta vislumbrar algo más allá del portico.

-Voy a entrar. Mantenganse cerca mio.- Dice en voz baja.

Y acto seguido entra lentamente espada y escudo en mano, quedandose a unos metros de la puerta esperando que sus compañeros le sigan.

Espera kenttenbar te voy a lanzar una luz magica.

Jerra recita unas palabras magicas sobre el escudo de kenttenbar. Este se ilumina magicamente.

Tormenta,  deja avanzar a Kenttenbar siguiendole a 3 metros de distancia y sin pronunciar ninguna palabra.

Mientras todos se preparan, Clevor se dirige a Jerra ¿Has detectado alguna amenaza arcana, Jerra? mientras tanto les insiste a sus compañeros que sean pacientes y esperen antes de entrar. Se dispone para entrar delante junto a Kettembar cuando sea seguro avanzar

Asiente con la cabeza.

Voy a observar si hay rastros de magia. por favor no avanceis.

Tormenta, vió algo nerviosa a Jerra y decidió intentar ayudarle a buscar algún rastro arcano, aún consciente de que su capacidad para ello era menor.

Tormenta, al ver los errores que el nerviosismo le hacía tener a Jerra, se mostró mucho más segura y realizó un eficiente trabajo.