Partida Rol por web

Katarzyna bufó.  Toda su determinación había desaparecido.  Podía repetir el hacer el suero veinte veces sin desfallecer, pero lidiar con toda esta charada le agotaba al primer segundo.

- Uff, tienes toda la razón, Rox  -  dijo, llevándose la mano a la cabeza y resoplando.
- Si queréis, dejad los dos platos que trajimos, uno para Elizabeth y otro para Natuk  -  miró de reojo a la última.
- O conseguimos que coma o se nos muere  -  dijo mirando Elizabeth, invitándola a hacerle comer.
- Mejor ir a comer, aunque antes quiero consultar algo.  -  susurró, ya maś calmada.

Kat cogió las vendas, pues el continuado gesto de Roxana dejaba claro que era lo que quería, y salió sin más.  El olor a la comida era cada vez más llamativo, pero aún había cosas que hacer:  en vez de dirigirse al comedor, torció con destino a la biblioteca.

La chica seguía en la misma posición y cuando Rina empezó a cantar parecía que poco a poco empezaba a calmarse, fue cuando escucho que debía comer y en un hilillo de voz dice tras olfatear un poco el aire:

- Yo...tengo hambre...comeré, pero eso no

Estaba claro que se refería a que no quería las agujas, sin embargo aunque se incorporo un poco estaba sentada en la cama con las rodillas levantadas y la cabeza escondida detrás de estas, parecía una niña pequeña asustada aunque se notaba que estaba más tranquila posiblemente gracias a la canción de Rina, en un susurro dice mientras Katz salia:

- Can...cantas muy bien

Y con la decidión de la chica, la kitsune asiente, y pone su mano en el hombro de la polaca, celebrando su buen trabajo, aunque había decantado en una situación difícil,y volvió donde la última pero esta vez con el cuenco con la comida, dejando dos de los que había ahí, y poniendo la bandeja sobre el regazo de la joven, sentándose a su lado, y pasando ahora su mano por su cabello, suavemente.

- cantaba antes, me gusta mucho hacerlo - le explica, con gran naturalidad y está bien, Señorita Katarzyna, el suero puede tomárselo, dejémoslo en un vaso, sabe malito, pero te hará muy bien, Katuk- san, recuperaras fuerzas, y luego a dormir ¿vale? Por la mañana puedes darte un baño si gustas, veré de conseguirte ropa nueva y secar la que traías; te lo dejaremos para que bebas - le vuelve a sonreír.

no parece acusar recibo de lo que Roxana había sugerido, no le había aparecido lo más acertado, de momento,luego del exabrupto de Elizabeth, ella también estaba nerviosa, y era mejor que tomará un poco de aire, y luego volviera, pero como otras veces; prefiere callar, dejará durmiendo a la última, y comerá.

- vayan a comer chicos, la comida se enfriará; Freeman-san, puede ir a dejarle la comida a su novio, y volver, un poco de aire fresco le hará muy bien  - suspira, siente molestias en su cuello, la tensión estaba afectándola, lleva su mano a su cuello y masajea. Era el cansancio.

- ¿déjame ver si tienes fiebre - colocó su mano en la frente de la última y nos n su mejilla para comprobar la fiebre un poco aun, pero tienes hambre, dicen que enfermo que come, no muere ¿no? suelta una risita mas fuerte, y vuelve a pasar su mano por su hombro, molestaba mucho - puedo seguir cantando, si quieres - por el rodillo del ojo ve salir a Katar; diciendo que consultaría algo, quizás iba a la biblioteca, ahí estaba Vicky, la kitsune torció el gesto, esperaba que pudieran mejorar su relación ellas dos.

Me aproximé a la mesilla de la cama la cual estaba próxima a donde reposaba La Última. Dejé ahí dos paños algo polvorientos, los cuales con una simple sacudida estarían como nuevos y tal vez sirviesen para tratar de bajarle la fiebre a Natuk.

─Os dejo solas, ─enuncie lo suficientemente alto y claro como para que los presentes me escuchasen─ nos vemos después, iré a la cocina y subo.

Sin más dilación, dejó la habitación atrás, cerrando la puerta con suavidad y tratando de hacer el menor ruido posible. Dirigió su camino hacia la cocina, pues tenía algo de apetito, y había quedado allí con la polaca.

Yo he dormido bastate. Por lo que no me importa pasar la noche con ella. Respondo a lo de los turnos.

Nada mas ver la aguja Natuk , se puso muy nerviosa. Por lo que pude descubrir no era de extrañar.

Experimentos de Doctores malvados. Empezaba a intuir que esta chica debía de haber pasado por un infierno. Incluso puede que estuviera afectada mentalmente lo cual no era de extrañar si había sufrido lo que imaginaba.

Entonces mire a Elizabeth la cual se puso muy nerviosa gritando y agarrándose los brazos.

Aquí todos teníamos poderes. ¿El de ella seria sentir lo que sienten los demás? Por que Natuk tenia autentico miedo eso había podido verlo.

-¿Elizabeth? Dije cuando la chica se puso así. Mire a Natuk. Natuk te prometo que nos somos como esos científicos que te hicieron daño. Aqui nadie quiere robarte tus poderes. Estate tranquila estas entre amigos. Todos somos diferentes. ¿Y ves ? Me agarre la ropa. Nadie lleva bata blanca. Dije con una sonrisa.

La situación parecía mas calmada pero seguía habiendo demasiada gente por lo que decidi que era mejor ir a comer algo.

Vuelvo en un momento.

Las palabras que me susurró Rina, y mi propia fuerza interior, me ayudaron a conseguir aplacar un poco el miedo; consiguiendo así utilizar mis habilidades para tranquilizar a Natuk.

Entre esto y la melodía de la japonesa, la última fue calmándose, haciendo que yo también me calmara.

-N-no es eso, bueno, no sólo eso… - dije acercándome un momento a Rina, mientras esta comprobaba el estado de Natuk. – P-puedo sentir lo mismo que ella, a veces me pasa… Al llegar a la aldea intuí que estaba ahí porque de repente sentí una inmensa soledad… - dije aún con el pulso acelerado. – Lo siento, lo siento mucho. – dije bajando la vista, para darme después la vuelta.

Me agaché y recogí el tazón que había vertido, limpiando como pude el suelo con algunos trapos viejos.

-G-gracias, chicas… - añadí al levantarme, avergonzada por mi descontrol, el cual no me había permitido ayudar de inmediato, y algo decaída por la reacción de algunos ante el mal rato que había pasado. – Si me necesitáis, estaré fuera o en mi habitación... Descansa, Natuk. - dije a esta antes de irme, esbozando media sonrisa.

Tras ello salí de la habitación, esperando que las cosas en el exterior estuvieran bajo control.

Tras un rato volví a entrar, saludando con un gesto de mi mano y acercándome a Makoto en silencio. Le susurré algo y volví a salir tras despedirme de los presentes.

Bajé el tono y le hablé cerca del oído.

Ben ha visto algo fuera, me ha pedido que os avise a ti y a Himiko. Si puedes ir a echar un vistazo… Por favor. – le pedí y le miré a los ojos, creyendo saber lo que me respondería. – Si puedes avisar tu a Himiko… O pídele a alguien que lo haga, por favor. Ahora yo… Creo que debo descansar. Gracias, Makoto. – volví a clavar mi mirada en la suya, posando mi mano en su brazo en un gesto amistoso antes de irme.

Al final se fueron yendo todas, solo quedó Makoto, la Kitsune, que aún estaba con la joven Natuk, al parecer se quedaría a su cuidado, en eso entra Elizabeth de vuelta, y le susurra algo a Makoto, la kitsune arruga el ceño, y luego de decirle a la última comiera, va donde su novio, poniéndolese delante de él, cruzada de brazos.

- ¿que quiere?- ahora no tenía porque disimular, su pareja, que la conocía bastante, sabría que algo le había molestado profundamente, y su ceño fruncido por unos instantes, y esa ligera tensión en sus músculos eran la prueba. 

La kitsune estaba delante de Makoto con el ceño ligeramente fruncido, pero al ver a Vicky le sonrìe, Natuk tenìa la bandeja cerca para que comiera con un plato de comida.

- hola..- la saluda - ¿comiste ya? - le pregunta - todas fueron a comer al comedor, pero hay suficiente para todos - le explica, abrazàndose así misma

 - Hola chicos. - Saludé amable y me . - Ya he comido, gracias. Estaba muy bueno, ¿Verdad? - Comento amable, mirando a Natuk especialmente, para animarla a comer. 

 - ¿Hemos organizado los turnos de alguna forma? ¿O está siendo más bien caótico? Deberíamos llevar un orden - Me intereso, tanto por ese orden, como para poder cumplir con unos buenos horarios de sueño, si es posible.

 - Por cierto, Natuk ¿Estás mejor? -  Pregunto a la chica con interés, guardándome otras preguntas y comentarios, curiosa de más, pero sin querer insistir ni agobiarla.

Gracias a los esfuerzos de todos la chica parecía bastante más tranquila e incluso empezó a comer con más tranquilidad y poco a poco la sopa, parecía que le agradaba el sabor y poco a poco empezaba a comer con más velocidad, se notaba que tenia bastante hambre, pero trataba de no parecer demasiado ansiosa aunque podía verse que lo estaba. Hubo una serie de entradas y salidas de personas mientras la chica comía, cuando Victoria le habla dice:

• Si.. gra… gracias… habéis sido amables

La chica sonaba cansada, pero tenía mejor color incluso le había bajado la temperatura un poco, se notaba que la comida le había sentado bien y el descansar, tal vez con un poco de descanso podría terminar de mejorar

- pues... No sé, Vicky-chan, creo que la mayoría está en el comedor, comiendo- se gira y le entrega el plato que queda a Makoto, para que coma antes que se enfríe -creo que lo mejor es hacer turnos de dos horas, para que todos durmamos bien,- comenta de nuevo, y mueve su cabeza, había pensando en algo, pero lo descarta.

- que bueno que te gustara... ya era hora de.. Natuk termina de comer y luce mucho mejor - ummmm que bueno, luces mucho mejor, - pone su mano en su frente para ver si temperatura -y no tienes tanta fiebre... Eso es bueno, vamos, ahora a dormir, procuraré que nadie te moleste, ¿vale?- retira su cuenco, y la arropa, como lo hacia con Makoto cuando me estaba enfermo y se iba a cuidarlo desde temperano, cocinándole y viendo su temperatura. Acaricia su cabello y se puso me de pie, poniendo los cuencos en la bandeja.

- ¿vamos?- pregunta, pensaba en preguntarle al señor Gato si quisiera cuidarla, su presencia no la incomodaría, o eso creía.