Partida Rol por web

Sabina salió de la casa y bajó por las escaleras para ir a la calle por el taxi. No tardó en encontrar uno al que llamó la atención agitando el brazo. Mientras se acercaba para parar la joven preguntó sin mirar a la cara a Martin.

¿Vamos primero a tu casa o a la mía?

-Todo depende, donde vives tu?- Conteste rapidamente.

Martin, a pesar de encontrarse calmado se encontraba en un estado de excitacion bastante elevado, su tono de voz era nervioso y tenia ganas de acabar con todo esto cuanto antes. Una vez llegaron abajo abrio el portal y dejo a salir a la chica primero (Al fin y al cabo tenia una buena educacion) y tomando una bocanada de aire fresco calmo un poco sus nervios.

Sabina parecia ocultar algo, pero eso no era de la incumbencia de Martin, o eso parecia. La verdad es que mirando a la chica se dio cuenta que aun no sabía los motivos que tenian cada uno para ir a arriesgarse con todo. Quizas mas tarde...

Lavapies —respondió la chica. —Tu vivías en Hortaleza ¿no? Podemos parar primero en mi casa y luego vas a la tuya y vienes a por mí en la moto...como quieras.

Sabina miró a Martín antes de subirse al coche. Aquella era el momento apropiado para hacerle la pregunta que no había podido hacer antes y, como había demostrado en clase, no era de las que se cortase.

Oye... mira, antes no pude preguntártelo pero ¿Por qué un chico bien como tú se mete en esto?

Después de ver sonreír a Hellin, veo la hora exacta para saber a que hora hemos quedado en la universidad con el resto del grupo.

- Yo creo que al final podemos conseguir ese maldito examen, y por lo menos tirar abajo el sistema actual, que no me gusta nada. Dije mirando a la calle, pensando en que teníamos que darlo todo para conseguir que el plan saliera adelante.

Quería estar un poco a solas, me había agobiado con tanta gente en casa y le dije a Hellin si podía salir un momento al balcón a fumarme un cigarro. ¿Puedo salir un momento? Es para sentir un poco el frescor de la calle. No quería que Ainhoa se quedará sola, pero lo que más me gustaría era que Hellín me acompañara.

-Claro... Sal ¡Aquí nadie te encadena!- Le contesto a Ricardo.

No me quería hacer pesada, pero no pude evitar preguntar de nuevo a Ainhoa si quería algo más. No sabía que hacer con la chica mientras Ricardo estaba fuera así que...

-¿Quieres algo más? Podríamos ir fuera también a que nos de el aire...

De repente, se me ilumina la cabeza.

- ¡¡¡BEATRIZ!!!- Exclamo y creo ver como Lupin da un bote. Escuchad... Si el examen no está en el despacho de Lopez qué? Seguro que Beatriz sabe donde está. Pero... No, imposible. No creo que ella quisiera ayudarnos en esto.

Voy a la cocina y saco un zumo de pomelo, el cuál no me gustaba nada. Lo dejo encima de la mesa con vasos.

- Si a alguno le gusta el pomelo esta es vuestra ocasión. Podéis beber todo lo que queráis.

Abro la puerta del balcón para que el piso se aireé un poco y para que saliera quien quisiera.

-Mejor que pasemos antes por mi casa, será solo un segundo y nos ahorraremos dinero en el taxi en dar rodeos.

A veces es como si otra persona te leyera los pensamientos.

-Tengo mis motivos, no tengo tiempo material para estudiar, el estudiarlo no es un problema, se que podria aprobar. Solamente eso. Pedi posponerlo un par de semanas, busque todos los papeleos, redacte cartas y nada, imposible...

Martin se apartó el flequillo de la cara como solia hacer siempre que le incomodaba hablar de algo, pero al fin y al cabo tendrian que sincerarse los unos con los otros, y no le hacia falta conocer todos los detalles de su vida personal.

-Y a ti que te trae por aqui, eres una chica lista por lo que veo "Impertinente pero inteligente al fin y al cabo"- Martin sabia que dependiendo de la sinceridad de su respuesta sabria si podia confiar en ella o no- Que te lleva a querer arriesgarlo al todo o nada.

No lo sé ni yo...— Sabina resopló como un caballo y el pelo que se la había caído en la cara se elevó. Antes de contestar meditó unos segundos la respuesta. Cierto que todo eso había surgido a raíz de querer interesarse por Ricardo pero también era verdad que muchas veces había meditado sobre la injusticia de aquel examen. Pero a Martin no le interesaba que le hubiesen roto el corazón unos minutos atrás de modo que fue sincera sin mencionar al rastafari—Para serte sincera me fastidia. Me fastidia que por un examen haya gente que no pueda seguir la carrera. Tardé dos años en entrar porque la nota de corte era altisima y quiero ser sí o sí neuróloga. Después...hoy me me enfadé mucho con la respuesta de López... él sabe las cosas no son así... Podría dar mil respuestas. ¡¡Y si el fuese un profesor decente sabría explicar mejor su asignatura!! 

Sabina se quedó un rato en silencio y meditó sobre la otra razón. Al fin y al cabo la locura que iban a llevar a cabo se la había ocurrido a ella, de modo que podía ser más sincera aún. Además...siento que quiero hacer algo. No sé...pensarás que estoy majareta.

Guizmo se removía entre sus pies nervioso y Sabina se preguntaba como iban a llevarlo en la moto. No era precisamente un chucho pequeño pero con suerte si no había policía podían llevarlo en brazos entre Martín y ella

Al ver por un segundo al animal, del que se habia olvidado completamente, penso que lo mas sensato seria parar primero a dejar al perro.

-Joder perdona me habia olvidado completamente de tu perro!!!- Dije llevandome una mano a la frente.-Lo mejor sera que vayamos a la facultad, no esta lejos de aqui y alli cogere mi coche, son cinco minutos a mi casa.

Como podia haber sido tan estupido... hay veces que cuando uno tiene prisa se olvida de las cosas.

-Taxista llevenos al parking de la facultad de ciencias de la universidad.

Martin no sabia por que, pero no queria quedarse solo, y menos despues de lo que le acababa de pasar horas antes.

-Supongo que estamos todos locos...- Se limito a decir Martin entre un suspiro.

Sabina sacudió la cabeza. Los que estaban locos eran los que se resignaban...bueno y ella. Por pensar esas cosas. La madre que parió a... Bien podía haberla dicho que estaban juntos en vez de crearla ilusiones mientras cocinaban.

De acuerdo, pero si no es un coche barato será mejor que me esperes en él en lo que subo a dejar el perro y coger las cosas. A ver, no es que sea un barrio malo, pero...

Pronto llegaron al campus y Sabina sonrió al taxista deseandole que tuviese una buena noche antes de salir de él y sacar la puerta...dejandose dentro a Guizmo. Dándose una palmada en la frente abrió la puerta dejándolo salir y se volvió hacía Martín. Bueno, tu dirás por donde es

-Esta por aqui cerca.-

El chico busco la plaza de garaje de su coche y ahi estaba, Saco las llaves de su bolsillo y abrio la puerta de atras para que pasara el perro.

Acto seguido se monto y espero a que Sabina tambien lo hiciera.

Encendio la radio.

-Bueno allá vamos.-

Sabina sonrió relajada en el asiento del copiloto. Cuando llegaron a su barrió vio que justo enfrente de su portal había aparcamiento, lo cual era una gran suerte. Así Martin podría dejar el coche sin riesgos. Total, no tardarían más de unos minutos. Antes de subir Sabina puso un tono misterioso de voz intentando disimular la tristeza que sentía.

Bueno...ahora tienes que estar preparado para enfrentarte... con tus grupis...Ya te dije que vivía con un par de compañeras tuyas...Venga vamos. —Sabina abrió el portal y llamó al ascensor para subir hasta su piso...antes de abrir la puerta la música discotequera la hizo saber que al menos Laura estaba en casa...Cuando estaban ella procuraban no poner ese estilo de música igual que ella no ponía rock. Hola Laura...vengo a dejar a Guizmo y coger unas cosas... De una habitación salió una cabeza empapada que dejó caer la mandibula al suelo al ver a Martín allí.

¡¡Martíííín...!!¡¡Sabiiiiii!!Tenías que haberme avisado ayyy voy con vosotros espera un momento que estoy mediode...ayyyyyy

No, no...tenemos prisa de verdad... Vamos, Guiz, al cuarto...

Sabina y el perro pastor desaparecieron en el cuarto y menos de cinco minutos después aparecieron de nuevo con una pequeña mochila. Sabina además se había cambiado los vaqueros por unos leggins negros y llevaba las botas en la mano, pues no la había dado tiempo de calzarse.

Vámonos, que esta nos lleva de fiesta si tardamos en salir...

Ainhoa sonrió y tomó un buen vaso de pomelo. La verdad que nunca lo había probado, y el sabor entre ácido y amargo le gustó bastante así que repitió un segundo vaso.

Ainhoa había quedado a escondidas con Beatriz, sabía que ella les podría ayudar, pero Sabina no era muy partidaria de meter a más gente en todo aquel grupo. A pesar de ello, sonrió cuando fue Hellin quien la mencionó y no ella.

¿Beatriz? ¿Tú crees que ella podría ayudarnos? Dijo tomando su bolso y señaló varias puertas para que Hellin le indicara donde estaba el baño. Necesito ir al baño, este zumo... ya sabes... dijo poniéndose un poco colorada.

 Martin sonrio alegremente a las compañeras de piso de sabina agitando la mano, pero tenia razón no había tiempo para mucho.

-Si, mejor que nos vayamos, bueno chicas hasta otra!!.

Y tan rapido como habian entrado salieron (esta vez solo dos). Martin condujo hasta su casa, era ya de noche y por tanto no había mucho trafico en la carretera asi como gente en la calle y llegaron a su barrio en media hora.

La casa donde vivia Martin era una urbanizacion bastante grande, de bloques de pisos con varias piscinas y pistas de tenis ademas de gimnasio, habia tenido la suerte en su vida de que sus padres consiguieran hacer fortuna, pues uno era abogado y el otro medico. A pesar de ser tarde a esa hora no se encontraba nadie en la casa, y como las luces estaban apagadas Martin se limito a guiar a Sabina entre la oscuridad hacia su cuarto donde cogio un chandal negro.

-Espera a que me cambie sera un segundo.

Mientras la chica esperaba fuera de la habitacion Martin se cambio de ropa, preparo una mochila de saco con la navaja suiza que le regalo su abuelo ademas de una botella de agua, un pequeño espejo, una linterna y unas pilas.

-Espero que no te hayas aburrido esperando! jaja- Aunque habian sido unos quince minutos nada mas.

Una vez listos salieron del piso y Martin cerro la puerta. Mientras atravesaban el pasillo oscuro hacia el ascensor Martin agradecio que Sabina estuviera alli, odiaba atravesar solo ese pasillo de noche, al llegar a la puerta del ascensor pulsó el boton para llamarlo, en esos segundos que esperaban a que el ascensor llegara dirigio una mirada a Sabina "Como nos habremos metido todos en esto..." y sin mas comento en un suspiro.

-Bueno... allá vamos.

 DING

El ascensor llego y se abrieron las puertas, los dos chicos pasaron y pulso el boton del garaje.

Cuando Martín salió Sabina también se había cambiado la parte de arriba de la ropa. Al parecer había llevado en la mochila una camiseta larga y ligera negra y un gorro de lana con orejeras.De no haber sido por su cara hubiese parecido una  ladrona de dibujos animados. La chica bromeó con aquello. La verdad que no se para que me pongo ropa negra, si con esto voy a brillar como con las luces de discoteca. Mientras bajaban en el ascensor la chica puso al día a Martin de lo que llevaba. Bueno, llevo la radiografía, un cuchillo pequeño de monte, un mechero, horquillas, el movil y... —Sabina sacó una caja de condones, se puso roja, murmuró algo sobre que podría resultar una buena excusa, al igual que las cervezas y sacó una radio portátil—Si oímos que viene alguien porque hemos hecho ruido la encendemos, nos escondemos y así se pensaran que se la dejó olvidada algún alumno.

Martin se rio al ver la reacción de Sabina, y usando su voz mas cautivadora dijo.

-Seria una peeeerfecta excusa.-Dijo guiñando el ojo picaron y dejando una pausa dramatica, volvio a cambiar el tono a normal.- A menos que nos pillaran a los cinco, entonces seria raro de cojones...

En ese momento llegaron al piso del garaje y volvieron a subirse al coche de Martin. Éste arrancó y esta vez puso un CD y musica house comercial invadio el ambiente causando en el chico una sensacion de seguridad, pues le encantaba ponerse esa musica para conducir.

El momento estaba llegando y tampoco parecia que las cosas estuvieran muy calientes, condones aparte. Parecia que Sabina habia cogido mas confianza en si misma para el plan, lo que le llevo a Martin a especular algo como un motivo extra para estar alli que no habia salido como esperaba... pero tampoco le dio mucha importancia.

Salieron por la puerta del garaje y cruzaron un par de calles hasta que la carretera iba a la par de un parque que por la extension parecia bastante grande. Martin condujo a traves del parque y aparco el coche detras de un campo de futbol, estaba vallado asi que parecia pertenecer a un equipo del barrio. Ademas en la parte de arriba habia un letrero en el que se podia leer "SPORTING DE HORTALEZA". 

Apago el coche, sin quitar el contacto y bajo el volumen de la musica. Acto seguido saco el movil.

-Voy a llamar a estos para ver donde estan.

El teléfono de Hellín empezó a sonar. Era Martin

-Helena soy Martin, nosotros estamos listos, alguna novedad?

- Creo que nos podría ser muy útil. Tu crees qur querría ayudarnos?

Le indico a Ainhoa donde esta el lavabo y me empieza a sonar el teléfono.

Al ver que es un numero desconocido me meto en mi cuarto para hablar.

- Vaya Martin! Pensaba que serías... Otra persona. Pues por aquí no hemos avanzado nada, la verdad. Pero al menos me he librado de mi zumo de ponelo. En fin... Cojo las cosas y vamos para allí. Necesitamos algo más que se os haya ocurrido a última hora?

Seguramente ella esté tan preocupada como nosotros. Dice justo antes de irse al baño para poder hacer sus cosas... Al ver que llaman a Hellin, no puede evitar sonreír, pues parecía el momento perfecto para poder salir de allí, aunque eso implicase dejar a Ricardo solo.

Lo siento chico, pero hay cosas que no pueden esperar.