Partida Rol por web

Cuando estoy sola aprovecho para marcar el teléfono de Beatriz y poder hablar con ella y contarle los planes que tenemos.

La idea de salir al balcón a tomar algo no me sirve de nada, quería estar un momento a solas con Hellin pero parece que no le interesa mucho. Escucho que habla con Ainhoa un rato y luego tiene que coger una llamada de teléfono.

En un momento Ainhoa abandona la casa y me quedo solo en el balcón esperando que Hellín termine de hablar. Al final estamos solos, nunca se sabe lo que puede pasar.

-La verdad es que no tenemos nada mas pensado, quienes estais por ahi?. Podria ir a recogeros con el coche.

- Será todo un honor ir en su noble carruaje, querido caballero.- Le contesto con el tono más femenino y correcto que puedo llegar a tener. Pero de golpe rompo la magia. -Ainhoa esta en el lavabo y Ricardo fumando, conmigo hacemos tres. Te esperamos aquií, entonces? O Vamos bajando?- Le pregunto al chico.

-Tardare media hora, si quereis os pego un toque cuando llegue...-

"siempre he querido decir esto"

-Cambio y corto.

Y Martin cuelga la llamada.

Martin volvio a subir la musica y arrancó el coche. Sabina no habia dicho ni una palabra en todo momento, era como si estuviera ausente.

-Vamos a buscar a estos otra vez, usaremos mi coche para ir a la facultad.

Arranco otra vez, y puso el coche en direccion a la autopista, la m30 seria la manera mas rapida ahora que no había coches. La verdad es que Martin se encontraba bastante tranquilo, decidio desconectar un poco de su personalidad solucionadora de problemas, parecia que todo quedo bien atado en casa de Helena.

Martin odiaba el silencio asi que decidió romper el hielo.

-Vamos, que parece que te ha mordido la lengua el gato jajaja. Cuentame algo, ¿tienes hermanos?, ¿eres de Madrid o de fuera?- Y cambiando el tonito para soltar la puya dijo- ¿Te gusta algun chico de la uni?

¿Eh?¿ah? Perdona estaba en Babia... Sabina había estado ausente durante unos segundos y volvió en sí repentinamente con la preguntita de Martín. La chica se puso colorada como un tomate pero finalmente contestó con los reflejos y la picardia que la caracterizaban, con un tono completamente serio y formal. En realidad me gusta una chica y soy de Cantabria¹. 

-Jajaja que chica...-Martin como estaba mirando a la carretera tampoco estaba muy pendiente de Sabina, asi que continuo con su verborrea.

-Asi que del norte eh? Yo tengo familia por allí, pero en el Pais Vasco.- Tras salir del barrio el chico se dirigio hacia la autopista.-Las mujeres del norte sois mas frias... de caracter, segun mi experiencia claro.

-¿Sabes que? Yo no bebo, pero como esto salga bien me voy a pillar un pedo de cojones!

Si, mi respuesta ha sido muy norteña... la verdad es que tenemos un humor un poco negro por allí arriba— Sabina suspiró— parecía que Martín se había olvidado del asunto de los chicos, lo cual era bueno  porque no le hacía gracia confesar que le gustaba Ricardo estando como estaba con la otra. Aunque por otra parte tenía ganas de desahogarse. Bueno, entonces seré de las pocas que te vea borrasssho

Sabina se rascó nerviosa una mancha de la cara mientras miraba a la calle por la ventanilla. Y como no salga bien el próximo café de López irá cargado hasta arriba de laxantes. Te lo aseguro.

-Siempre podremos trabajar de barrenderos, o enterradores, en ambos siempre hay trabajo jajajajaja.

A Martin le estaba empezando a caer bien Sabina, eso era fundamental para él. De hecho de todos los que estaban la unica que todavia le caia un poco gorda era Ahinoa porque la veia rara de cojones. De Sabina solo pensaba que podia ser una chica introvertida por...

Bueno saltaba a la vista.

-Pobre Lopez, que mala eres, no me gustaria ser tu "novia" jajajaja.

Sabina rompió a reír de forma sincera por primera vez en toda la noche. Gruesos lagriones corrían por sus mejillas cuando intentaba ponerse seria. Finalmente, con un esfuerzo supremo de autocontrol se controló y respondió a la chanza. Pues lo primero que haría sería comprarte un vestidito rosa, mirate. Pareces un tío. Nueva risotada. Finalmente tomó aire y añadió. A mi me da igual lo que diga el examen. Si no consigo ser neuróloga seré médico. Tenga o no la titulación. Es mi vocación, de ese modo me siento...—Sabina se encogió de hombros— me siento útil. Me encanta y si hace falta irme ala otra punta del mundo o a países en guerra a trabajar como voluntaria lo haré. Aunque claro... en un país islámico de esos a mi me apedrean el primer día. En cuanto mande a tomar por culo al primer tío que se pase de listo conmigo.

¿Y tú? ¿Qué es lo que esperas hacer cuando termines la carrera?

El teléfono de Beatriz comienza a sonar. Al mirarlo, la que llama es Ainhoa

Cuando salgo veo que Ainhoa sigue en el lavabo, así que me acerco a Ricardo.

-Qué tal va? En media hora Martin nos vendrá a buscar, tendríamos que preparar las cosas.

Se me hace un poco raro estar a solas con Ricardo despues de lo sucedido así que espero a que él haga algo, diga algo... Aunque creo que mi tono de voz era como siempre. Es decir, actuaba como siempre lo había hecho con él.

- Fumar es malo para la.salud.

En serio acabo de soltar eso? Ahora si que se hacía todo raro.

- Es decir... Yo no quiero que cojas cáncer de pulmón... Bueno, ni de nada.

No estaba mejorando nada la conversación, solo la hacia más extraña.

-Pues la verdad es que estoy estudiando fisica porque me apasiona, pero me encantaria dedicarme al futbol. Simplemente no quiero ser uno de esos deportistas que acaban su carrera sin estudios.

Martin tomo el desvio que llevaba al barrio de Hellin, no sabia cuan dificil seria encontrar aparcamiento en la zona asi que una vez entraron cayo en la cuenta que no sabia llegar con el coche.

-Sabina por favor me buscas la direccion en el gps? Esta en la guantera.

Parecía que Ainhoa tenía cosas más urgentes que hacer, y no me extrañaba, hay personas que los nervios le juegan malas pasadas en el estómago.

Veo como llega Hellín y se pone a mi lado. Y al escuchar la frase del tabaco, bobo que soy yo, cojo el cigarro y lo apago enseguida. - Razón tienes, y no te la puedo quitar, así que mira, esta cigarro no lo termino.

Quiero rebajar un poco la tensión, creo que he decidido mal el día para lanzarme a dar un beso a Hellin, lo del examen y lo de la tienda del chino no me ha ayudado mucho. Y le digo:

- Siento lo de antes, se me fue un poco la pinza, cuando acabe todo esto, ya te invito a unas cervezas y hablamos más tranquilos. Le dije mientras le miraba los ojos.

Beatriz coge el teléfono, está nerviosa, pero no tiene claro si es por la situación que ha vivido de camino a casa o por lo que va a pasar a partir de ahora. No sabe como van a robar el exámen, y está claro que a los demás no les hará gracia que ella se presente allí, pero fuera del pueblo lo cierto es que no termina de encajar del todo, y está en cierto modo acostumbrada.
-¿Ainhoa?Soy Beatriz.
Espera que la joven no se haya echado atrás y que siga contando con ella para el plan, sea el que sea, porque Beatriz necesita aprobar ese dichoso exámen.

¿Por que no contratarían en su día a Constantino Romero para grabar la voz del GPS?— se lamentó Sabina mientras buscaba en la guantera y pasando por encima de unas fotos sin prestarlas atención— Hubiese estado guay. ¿Te imaginas? Sayonara baby y esas cosas.

Lo de los futbolistas... Bueno, a mi no me parece mal que no estudien. Quiero decir, no todo el mundo tiene que ir a la uni, que los años antes de esta maldita ley parece que si no ibas eras un fracasado. Pero teniendo en cuenta lo corta que es la carrera de un futbolista y los pocos que llegan a ser mas que mileuristas está guay que te plantees tu futuro. Sobre todo con cosas que te gustan. Bueno "Cristiano Hawking", ya he metido la dirección.

Me sorprendo al ver que lo apaga.

- Mejor me invitas a un zumo de arándanos. - Le digo, sonriente. Siempre olvidaba que yo no bebía... Aunque depende de como fuera la noche, quizás esta vez si que lo haría.

- No te tienes que disculpar, yo tampoco me he negado...- Digo algo tímida. No sé porque me costaban tanto estas cosas.

-En fin delfín, voy a preparar las cosas. Hay unas cuantas que estan en lo alto del armario, si me puedes ayudar te lo agradecería.

-Ya bueno, es mas complicado que todo eso, si no no estaría aqui ¿no crees?.

Dijo Martin en un tono serio dejando claro que no le gustaba esa actitud.

"Gire en doscientos metros a la derecha"

Ya casi estaban llegando y era hora de recoger al resto de compañeros, la verdad que durante el trayecto fue el tiempo suficiente para calar a Sabina, pero sinceramente esperaba algo peor. Ahora debian de volver a la facultad y empezar todo el plan. Martin suspiro.

A ver si los chicos tenian algo nuevo que ofrecerles...

Tras un par de giros mas y unas cuantas callejuelas volvieron a encontrarse frente al portal de Helena y una vez alli Martin estaciono el coche en doble fila dejando las luces intermitentes.

-Ahora vengo, un minuto.- su tono sonaba serio pero en verdad no era esa su intencion.

Abrio la puerta suavemente y salio. Los chicos no estaban en la calle. Martin odiaba avisar de que llegaba y que la gente no estuviera para recibirle. Pero tambien tenia un buen temperamento y no le dio mucha importancia asi que se limito a acercarse al telefonillo y llamar